𝟬𝟰| 𝙉𝙚𝙬 𝘿𝙧𝙚𝙨𝙨


Song: "Footloose" by "Kenny Loggins"

❄️ Lattimore ❄️

Estaba muy a gusto en mi ahora cama, con las sábanas limpias y frescas.

Cuando dé repente siento que alguien mi tira un balde de agua.

Rápidamente me despierto y me levanto de la cama. Agitada y mojada, muy mojada. Giro mi cabeza lentamente hacia la derecha y veo a Peter y a Jane riéndose en en la entrada de la puerta de mi habitación. ¿A si que han sido ellos eh? Me las van apagar, y muy caro.

—¡Venir aquí desgraciados!.— me puse mi niqui y salí corriendo detrás de ello, riéndome por lo enfadada que estaba.

—¡No nos vas a atrapar nunca, Latty!.— gritó Peter.

—¡Eso te lo crees tú, idiota!.— sin que ellos lo notarán paré de correr e hice un camino de hielo hasta ellos para que luego se resbalaran.

—¡Oye eso es trampa!.— dijo un adolorido Parker.

—Nunca hemos hablado de las reglas, cariño.— les di una sonrisa triunfal.

—¿Con que esas tenemos eh? ¡Jane!—

¿Que?

De un momento a otro siento que no puedo moverme, fijo mi vista en Jane pensando que estaba utilizando sus poderes, y efectivamente los estaba usando en mi.

Luego veo que Peter se levanta del suelo y viene hacia mí para atarme las manos con sus telarañas. Cogió una silla y me sentó en ella, también atándome las piernas en los palos de ésta.

—¡Esto si que es trampa!— les grité cunado Ce dejo de usar sus poderes.

—Nunca hemos hablado de las reglas, ca-ri-ño.— copión de pacotilla.

En eso oímos unos pasos provenientes de la habitación de Jim, creo que la hemos cagado hasta el fondo.

—¡Qué son éstos gritos!.— dijo una vez fuera.

Jim se nos quedó mirando con cara de "que coño hacéis".

Dirigió su mirada en cada uno de nosotros, primero en Peter, luego en Jane y por último en mi.

—¿Por qué Lattimore está sujetada en una silla con telarañas?.— preguntó desconcertado.

—Lo siento papá, estábamos jugando.— murmuró arrepentida Jane.

Este suspiró y dijo.

—Esta bien, no pasa nada. Pero desátenla.—

—Si papá/ señor.— dijeron los dos a la vez.

Yo por eso sonreí triunfal, y ellos me miraron con remordimiento. Sabía que esto no se iba a quedar así.

Vinieron hacia mi y me quitaron las telarañas de Peter.

—Por cierto, vosotros tenéis que ir a compraos ropa nueva. No podéis ir caminando por ahí con el mismo vestuario.— nos dijo Jim.— Por eso os daré cien dólares, cincuenta para cada uno. Ahora preparaos para ir al centro comercial. Yo os llevo.

¿Enserio lo está diciendo? ¿Cien dólares? Pero si nos conocimos ayer, y no en las mejores circunstancias. Primero nos dejaba hospedar en su casa y ahora nos da dinero para comprarnos ropa. Nos está dando demasiado.

—No pasa nada, Jim. Podemos lavar la ropa, no queremos abusar de tu amabilidad.— vi a Peter que estaba asintiendo.

—No, enserio. Insisto.— nos dejó cincuenta dólares a cada uno en la mano.

No tuvimos otra que rendirnos. Nosotros éramos adolescentes y el un adulto, además de jefe de policía, así que no nos quedó otra que obedecer.

[•••]

—¿Te gusta?.— le mostré un niqui rosa corto de tirantes que ponía "California".

—Demasiado femenino. Perfecto para tí.— opinó Peter.

Nos encontrábamos en una de las tiendas de StarCourt. Hopper nos había traído en su camioneta hace 2 horas y ya habíamos visto la mayoría de las tiendas.

Y volviendo la opinión de mi amigo, el tenía razón. A mi siempre me ha gustado ese tipo de ropa de 2000s, además de que era muy cómodo.

—Pues bien, me lo compraré.— y así lo hice.

Salimos de la tienda y nos sentamos en una de las bancas del centro. Para luego contar el dinero que sobraba.

Después de contar supimos que a mí me quedaban diez dólares y a Peter veinticinco. En total treinta y cinco dólares.

Yo me había comprado más ropa que Peter. Se notaba por las demasiadas bolsas que llevaba. El solo cuatro y yo siete.

Bueno haber, es que Peter no entiende mucho de la ropa y tiene el gusto en el culo, así que no le ha gustado mucho la ropa de aquí. El es más del siglo 21.

—¿Podemos comer algo antes de seguir, me muero de hambre.— me preguntó Peter agarrando su estómago.

—Si, por supuesto. Yo también tengo.— con las dos horas que llevábamos comprando ropa me había dado hambre.

Nos adentramos a una cafetería llamada Nora's Dinner. Era muy bonito y acogedor, las paredes eran rosas claras, tenían detalles muy bonitos y las mesas eran redondas y blancas.

Nos sentamos en una mesita y una camarera con un bonito uniforme vino a nosotros.

—Bienvenidos a Nora's Dinner, ¿Qué van a pedir?.— preguntó sacando una pequeña libreta rosada.

—Yo quiero un...— miré la carta.— Un batido de chocolate con nata y un donuts con helado de vainilla.

Esta vez miro a Peter.

—Yo quiero un batido de fresa con nata y un par de gofres con sirope de chocolate.

Ella asintió y se fue por donde vino.

Pasaron cinco minutos y al fin nos trajeron nuestros pedidos.

Nos lo dejaron en la mesa y lo observamos detalladamente. Todo venía en una especie de "bandeja" de madera rosa en forma de corazón, los batidos eran grandes y en la nata habían virutas de chocolate con dos pajitas. En mi donuts había una jeringa rellena de chocolate para echarle por encima y aparte dos bolas de helado de vainilla. Los gofres de Peter venían una encima de cada uno con frutos del bosque y chocolate por encima. Y aparte nos trajeron gominolas en una pequeña bañera rosa de plástico. Todo muy cuqui.

Todo estuvo muy bueno, si tuviera aquí mi móvil no dudaría en sacar un montón de fotos para enseñárselos a mis padres y a Morgan.

—¿Lattimore?.— dijo una voz detrás de nosotros.

Me giré y vi a Robin, acompañada de Steve.

¿Serán novios? Si eso era verdad me había desanimado un poco, y no sé por qué.

—¡Robin!. ¿Qué hacéis aquí?.— les pregunté.

—Hemos venido porque Robin quería ir a una nueva tienda que hay.— dijo Steve.— ¿Y vosotros?.

—Nosotros también hemos venido de compras. No teníamos mucha ropa que digamos.— me rasque la nuca.

—Si queréis podéis acompañarnos.—  nos dijo la rubia.— ¿Qué dices tú, Steve?.

Los tres nos quedamos viendo al mencionado, pero el me miraba a mi embobado, como ayer.

—¿Steve?.— le llamé con delicadeza.

—¿Eh? Oh, si si. Por supuesto.— dijo saliendo del trance, creo que no ha entendido de lo que estábamos hablando.

—Pues bien, Peter vete con ellos, yo pagaré la cuenta.— el asintió y se fue con Robin.

Pero Steve se quedó conmigo.

—¿No vas a ir con ellos?.— le dije.

—Nah, ellos pueden ir solos, te quiero acompañar para que no te sientas sola.— se rascó la nuca nervioso.

Que caballeroso de su parte. Que mono.

—Aw, gracias Steve. Es muy bonito de tu parte.— el comentario que hice hizo que se sonrojara más.

Cuando pagué la cuenta el moreno y yo nos retiramos de la cafetería.

—Y... Bueno. ¿Tu color de pelo es natural?.— dijo nervioso, yo reí al ver que no tenía otro tema de la que conversar pero aún así le respondí.

—Si, lo es. Nací siendo especial supongo. Como si hubiera sido bendecida por los dioses.— puse mis brazos detrás de mí espalda todavía acarreando las bolsas.— Pero aún así no me gusta mucho, parece que tengo pelo de abuela.

—Pues... A mi me gusta, y mucho. Para mi te queda genial.— murmuró sin pensarlo.

Ese comentario hizo que me sonrojara al máximo. Nadie me había dicho nunca que mi pelo era precioso aparte de mi familia. Y eso me gustaba.

—Vaya, gracias.—

—¿Que?. Oh mierda, lo he dicho sin pensar.— exclamó un poco arrepentido.

—No pasa nada, nadie me había dicho eso.—

—¿Enserio?. Pues están mal de la cabeza, por qué te queda de muerte.— me guiñó un ojo.

Lo miré nerviosa y el a mi. Esto de hablar entre nosotros nos ponía mal a los dos.

—Parece que eres muy malo en hablar con otras personas, sin ofender.— le dije.

—¿Yo? Que va, todo el rato estoy hablando con chicas guapas. Así que ya estoy acostumbrado en hablar con chicas.— ya, y yo soy Hannah Montana.

—¿Eso quiere decir que coqueteas con otras chicas a parte de mi?.— quise ponerle más nervioso y jugar un poco con el.

—¿Coquetear? No no no no no, es que haber, ya no ligo con tantas chicas desde que te conocí, nena.— me dijo con una sonrisa egocéntrica.— Aun que, aún así las chicas me persiguen. Y yo no puedo hacer nada para detenerlas.

—Oh, ahora entiendo. Me estas culpando de que no puedas ligar con otras. Vale.— fingí estar triste.

—Si... ¡Quiero decir, no!. Es que eres mas guapa que las chicas de aquí y se podría decir que me has cautivado.— intentó remediar lo dicho.

Al ver su reacción me reí, me parecía gracioso verlo así.

—Tranquilo Steve. Solo estaba bromeando.— dije.

—Ah, entonces soy idiota por no cogerlo.— murmuró refiriéndose a la "broma".

No sé en qué momento, pero ya habíamos llegado a la tienda que decía Robin. Sin que ellos lo notarán mi nuevo amigo y yo los veíamos desde lejos. Se estaban divirtiendo bastante. Hacen una relación de amigos muy buena.

—¿Entramos?.— giré a ver a Harrington.

—Por que no.— le dije.

[•••]

Estuvimos haciendo pase de modelos por casi una hora. Divirtiéndonos a tope y pasándola genial.

Steve y Robin son unos buenos amigos.

—Lattimore.— me llamó dé repente Peter.

—¿Si?.—

—Tenemos que irnos, Jim nos dijo que estemos a las dos. Y son las dos menos diez.—

Se me había olvidado por completo, si no llegamos a tiempo estoy segura de que nos echará de su casa, y eso no queremos.

—Es verdad, lo siento. Steve, Robin, ha sido un placer pasar el tiempo con vosotros pero tenemos que irnos. Alguien vendrá a buscarnos.—

—Adiós chicos. Ah por cierto, está tarde vamos a ir a acampar cerca de un lago con unos amigos. Me preguntaba si queríais venir con nosotros.— nos comentó Robin. Noté como Steve la miraba sorprendido.

—Por mi genial.—

—Por mi también.—

—Nos vemos a las cinco y media en frente del centro comercial.—

Nos despedimos de ellos y fuimos a fuera del centro comercial, donde Hopper nos vendría a buscar para llevarnos a casa.

_xbitch

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top