—¿Jae?– llamó.

Doyoung se había levantado porque su novio no se encontraba a su lado en la cama y eso le asustó.

—¿Bebé?– preguntó Jaehyun cuando volteó a ver y dejó su celular.

—¿Por qué estás aquí, Hyunnie? Se supone que debemos dormir juntos– hizo puchero y abrazó su oso de peluche. Jaehyun sonrió al verlo así, se acercó y lo abrazó con suavidad.

—Lo siento, estaba pensando en un problema de la empresa y me vine aquí a tomar un poco de agua, no es nada...

—Te puedo ayudar...en lo que necesites.

Jaehyun sonrió, lo miró y besó su frente, Doyoung se sonrojó y luego sonrió.

—No te preocupes bebé lindo, ya lo solucionaré.

El mayor quiso tomar la mano del menor para que fueran a dormir pero Doyoung alzó los brazos y Jaehyun entendió, sonriendo lo cargó como princesa hasta dejarlo suavemente en la cama.

Ambos recostados, Doyoung abrazó a Jaehyun dejando caer su cabeza en su pecho, Jung acarició suavemente su hombro hasta se quedaron dormidos.

Al día siguiente, muy de mañana, Jaehyun salió para ir a trabajar y Doyoung se quedó en casa. Pero cuando fue la hora de almuerzo, fue a la dirección de la tienda de Donghyuck indicada en la tarjeta de presentación.

—Hola– saludó una vez Donghyuck le abrió la puerta.

—Hola, ¿Qué ocurrió? Siéntate ahí.

Ambos se sentaron frente a frente en la mesa del centro de la tienda, Jaehyun observó el lugar lleno de cosas extrañas y luego miró al moreno.

—El otro día, mientras Doyoung y yo comprabamos ropa, un chico alto lo vio y me dijo que Doyoung era su novio, ¿Cómo puedes explicar eso?

Donghyuck frunció el ceño, apoyó su barbilla en sus dos manos con los codos en la mesa, pensativo.

—¿Será que...?

—¿Qué?

—Oh, no, creo que ya sé cuál es el problema...tienes que contestar esta pregunta.

—¿Cuál?

—¿Doyoung es producto de tu imaginación o viste a alguien así antes?

Jaehyun abrió los ojos sorprendido, ¿A qué venía esa pregunta?

—Ah, bueno...lo hice con base a un niño que conocí cuando iba a la primaria, era mayor que yo y me gustaba, que luego se hizo mi amigo imaginario porque estaba conmigo siempre, recordé sus facciones y las plasmé en los dibujos...

—Ay, no puedo creerlo...

—¿Qué?

—¿Sabes? Te entiendo, es difícil inventar a un ser humano, todas las facciones siempre serán iguales a las de alguien pero creo que me equivoqué y en grande, de verdad, te pido disculpas...

—No te estoy entendiendo, explícate.

—Bueno... olvidé decirte que a quien crearas no debía ser con base a alguien que viste o gustaste antes, ese es el problema, al dibujarlo en ese papel se crea una copia de la persona.

—¿Qué...?

—Doyoung ahora tiene un gemelo, solo hay que ver sus personalidades para saber quién es el verdadero y poder eliminarlo al romper el papel, aunque esto puede hacerle daño al Doyoung real. Lástima que no hay nadie que haya conocido a tu novio antes de que estuviera contigo, para saber si es el real.

—Talvez si busco al chico que dice ser su novio...

—¡Oh! ¡Si! Eso es una gran idea, por favor, cuando lo encuentres, trae a ambos Doyoung aquí y confirmaremos quién es el real mediante algunas cosas...y romperemos el papel, me aseguraré de que el Doyoung real no sufra daños...si quieres te daré un reembolso, de verdad lo lamento.

Jaehyun se sintió frustrado, negó con la cabeza, se despidió y luego fue a la empresa en donde trabajaba sin dejar de pensar en lo que estaba pasando.

La magia casi siempre tenía sus consecuencias, al parecer.

Cuando llegó a casa, Doyoung estaba dormido en el sofá. Jaehyun se quitó su saco y corbata, tomó a su pequeño novio y lo cargó como princesa hasta su cama, besó sus mejillas y se fue a cambiar de ropa.

Luego volvió, abrazó a Doyoung con suavidad y a los minutos se durmió.