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–Youngho, su majestad el Rey está buscándote.– dijo Sir Yukhei.

Youngho se sorprendió, dejó su comida a un lado. Los otros miembros de la guardia real le miraron curiosos esta vez. Pronto llegó a la puerta de la oficina del Rey.

—Su Majestad, estoy aquí.– hizo una reverencia, aún no se acostumbraba.– ¿Qué desea que haga?

Youngho no tenía idea de qué pasaba, su hermano Youngko era todo un enigma, este estaba mirando hacia la ventana, así que solo veía su espalda. Era extraño, el menor parecía tan molesto y lleno de ira como siempre, ¿Había peleado con su enamorado?

—Prepárate en tu poder.– dijo Youngko.

Youngho de quedó atónito. Eso solo significa una cosa.

—¿Quieres decir que...?

Youngko le miró, su cabello rubio y ya no castaño, Ojos rojos de siempre. Me miraba terriblemente molesto.

—Voy a destruir al Reino Jung. El Reino Oriental será el único imperio con poder en esta tierra.

Youngho había salido del Reino con la excusa de que practicaría su poder en un lugar cercano. Su hermano menor confiaba plenamente en él, era algo tan obvio, nunca creería lo que Youngho estaba apunto de hacer.

Huyó hacia el Reino Jung. Buscaba desesperadamente a Doyoung, pero cuando vio a varias personas de la guardia real de ese Reino, no hizo más que esconderse.

Él realmente deseaba encontrar a Doyoung y llevarlo lejos, junto a su familia. No podría hacer nada por todos los demás habitantes, aunque pareciera algo egoísta.

Youngko era una persona malévola, y usaría todos los recursos y personas que tenía para destruir a aquellos que consideraba una amenaza a su poder y gloria.


Jaehyun...– llamó Doyoung, el mayor estaba en su oficina, parecía que se había quedado dormido.

Kim miró la oficina tan bonita, miró hacia la ventana, extrañamente habían muchos miembros de la guardia real alrededor del Palacio Real e incluso en el Castillo Pelec, el cual era de la difunta emperatriz.

—Pronto se hará la boda, por eso quiero que todo esté bajo control.– dijo Jaehyun, Doyoung lo miró sorprendido porque estaba despierto y porque había respondido una pregunta que se había hecho mentalmente.

—¿Acaso escuchaste mis pensamientos?

—No, pero puedo saber lo que estás pensando tan solo con verte.– dijo Jaehyun y sonrió. Doyoung soltó una risita.

—Jaehyun...te extraño mucho y...bueno, siento que no estoy siendo de ayuda para ti, ni siquiera pude realizar los preparativos para nuestra boda...solo he estado holgazaneando por ahí...– Doyoung frunció el ceño y miró hacia otro lado.

—No te preocupes por eso, déjamelo todo a mí.

—Pero, no puedo dejartelo todo, eso es terrible. Debes estar muy cansado, por favor, déjame ayudarte en algo.– se acercó a Jaehyun y tomó sus manos.

Jaehyun le miró a los ojos, parecía preocupado.

—Está bien. Ayúdame con la compra de las flores y las invitaciones, solo eso falta.– sonrió.

Doyoung le sonrió y lo abrazó fuertemente. Jaehyun correspondió al abrazo.

—Muchas gracias por dejarme ayudarte.

—Doyoung, sabes que lo único que quiero es que lleves un vida tranquila, que seas feliz y que yo pueda protegerte. Me basta con ver tu sonrisa para recuperar mis energías.

Doyoung se separó y lo miró molesto.

—No, no es así, debes cuidar de ti mismo, no pongas la felicidad de los demás por encima de la tuya. Yo realmente deseo que ambos seamos felices, que siempre sea así.

—Y siempre lo será, haré todo lo posible para que seamos felices.– besó la frente de Doyoung y se miraron a los ojos. En el momento, Jaehyun posicionó sus manos en las mejillas del menor y lo besó suavemente.

Doyoung se sonrojó, soltó una risita y miró hacia el suelo, después Jaehyun lo volvió a abrazar.

Al rededor de tres días habían pasado, Youngho tenía que volver pronto a su Reino y ni siquiera había dado con el paradero de Doyoung. Se sentía agotado y decepcionado de no ser capaz de encontrarlo.

Pronto regresó a su Reino, esperando que Youngko no siguiera molesto, pero eso era imposible.

—¿A dónde fuiste?– preguntó Youngko. Otra vez miraba hacia la ventana, Youngho se preguntaba qué tanto miraba, y era que era la dirección hacia el Reino Jung.

—Fui al destruido Reino Park, su majestad.– respondió el mayor.

—¿Es así?– preguntó Youngko.– sabes que no puedes engañarme.– se volteó y lo miró.

—No estoy mintiendo, su majestad.

—Eres pésimo para mentir, ¿Lo sabes?– soltó una carcajada. Youngho pensaba que su hermano menor estaba demasiado perdido en la locura.– Te creeré por esta vez, dado que no hiciste nada terriblemente sospechoso.

Youngho ya sabía que diría algo como eso, su hermano confiaba en él aunque no lo admitiera, pero Youngho ya no confiaba en su hermano, había llevado a la perdición el Reino Oriental. Su madre estaría decepcionada.

—Estarán acabados para el viernes.– dijo Youngko.– quiero que lo quemes, que quemes su Reino, que ni siquiera queden las cenizas. Quiero que desaparezca de este mundo y se lleve todo con él.

Youngho no quería hacerlo, no quería.

—Por último, quiero que traigas a Doyoung.

Youngho lo miró sorprendido.

—¿Qué? Doyoung no tiene nada que ver contigo, hermano.

—¿Qué dices?– se volteó hacia la ventana otra vez.– Doyoung se convertirá en el Consorte Real de este Reino.

—No digas estupideces.– soltó Youngho.– Él ni siquiera te conoce, ¿Por qué le vas a hacer eso? ¡Sabes que lo amo!

—No me interesa ni un poco, ¿Acaso ya no sabías que yo estaba enamorado de alguien?

—¡Pero jamás dijiste que fuera Doyoung! Es más, ¡Te dije que lo amaba antes de que siquiera lo conocieras!.

Youngko soltó una carcajada.

—Lo tomaré por la fuerza de todos modos, si es que quiere proteger a su estúpida familia. Es más, me diste una idea. Pensándolo bien, si su Reino quiere sobrevivir, que me entreguen a Doyoung.

—¡Estás enfermo!– le gritó Youngho. Youngko solo reía.

—Igualmente mataré a Jaehyun, no te preocupes por eso. Así que ahora, necesito que hagas esa carta en donde escribas esa condición.

Youngho quería reír, en realidad Youngko era estúpido, si les avisaba estarían preparados con anticipación. Era gracioso que su hermano no pudiera ver eso.

—Bien, como digas.

Youngho se retiró.

—Sir Yukhei.– llamó al caballero Real que se encontraba en la puerta.– Dile al líder de la orden real de caballero que se preparen ya.

—Como usted ordene, su majestad.

Después de mucho tiempooooo
¡He regresado y les traje un capitulo de esta historia que me encanta tanto!

Muchas gracias por leer, si tiene buen apoyo voy a seguir escribiendo!

Qué les parecía el capítulo? Qué piensan que pasará? (⁠っ⁠.⁠❛⁠ ⁠ᴗ⁠ ⁠❛⁠.⁠)⁠っ

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