𝙘𝙝𝙖𝙥𝙩𝙚𝙧 𝙩𝙝𝙞𝙧𝙩𝙮 𝙩𝙬𝙤, the red sowing
───CHAPTER THIRTY TWO,
la cosecha roja
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Rhaenyra realmente no creyó que el plan apresurado que armó con su consejo podría fracasar tanto como lo hizo.
Laisha lo pensó, lo pensó tanto que llegó a la conclusión que podría salir bien y mal. Pero había llegado a un final fatal.
Rhaenys se habia postulado a ir a reposo de grajo, bajar el ejercito de Cole y asegurar que lor Stauton y su asentamiento siguieran siendo de los negros.
Dejó completamente malherido al usurpador y aparentemente, su dragón Sunfyre falleció.
Pero, la peor baja se la llevaron ellos.
Rhaenys falleció en batalla junto a Meleys por un ataque a espaldas por parte de Aemond y Vhagar.
Ambas sabían que Rhaenys tuvo oportunidad de huir, volver de urgencia a Dragonstone porque ciertamente no había mucha ventaja para ella en su situación. En cambio... Solo se quedo, lucho y busco provocar las mayores bajas posibles antes de caer de los cielos y morir.
Rhaenyra había consolado a Rhaena en su sufrimiento, pero Laisha había ido a buscar a Corlys para acompañarlo en su dolor.
Y verlo así, tan destrozado y desalmado la hizo reflexionar hasta ese momento todo lo sucedido, y lo que podría suceder.
Si Rhaenyra muriera primero, Laisha no podría soportarlo, eran la mitad de un todo, mar y fuego, sal y cenizas, estaban hechas para estar juntas.
Sencillamente, Laisha no se recuperaria de la pérdida. Y ciertamente no permitiría que Rhaenyra muriera.
Y cuando pensó que podría consolar a Lord Corlys dedicandole unas palabras de aliento, el hombre explotó contra ella en gritos e insultos. Culpandola a ella y a Rhaenyra de la muerte de su esposa antes de irse a un destino del que Laisha no supo, pero le preocupaba.
Al volver al castillo pudo escuchar a Rhaenyra gritarle a Corlys y viceversa, pero no pudo intervenir cuando el hombre salió furioso de la habitación de consejo, chocándo sus hombros y haciendola fruncir el ceño.
───¿Que tanto te dijo?───Pregunto apenas ingresó a la sala, Rhaenyra soltó aire escandalosamente.
───Que soy culpable, que yo sabía que era una causa perdida y aun así la envié.
───El tiene razón, era una causa perdida, pero había posibilidad de ganar con Meleys... Pero no contamos con que habían dos dragones allá.
───Lo único que me conforta un poco es que Aegon cayó, pero Sunfyre...
───Los dragones se llevan la peor parte.
───Si.
───Esto no está saliendo nada bien───Susurro furiosa───¡Ahora mismo empiezo a odiar a mi padre por su estupidez ciega con los verdes!───Grito levantándose y caminando a la chimenea.
Laisha dejó su espada en la mesa y avanzó hasta ella, tomando su cuerpo entre sus brazos y reconfortandola con su seguridad.
───Ahora solo nos queda Rhael como dragón más grande.
───Vaelys no se arriesgara...
───No dije que lo haría───Añadió rápidamente───Pero solo lo digo, necesitamos a Daemon.
Rhaenyra cubrió su rostro con pesadez, pellizcandose la mejilla antes de asentir.
───Si, lo necesitamos.
───Enviaré una nueva carta a Sir Simon, esperemos que tenga buenas noticias.
───Necesitamos que las tenga.
───Nuestro dragón más grande ha muerto───Indicó Sir Alfred tumbando la ficha de su bando para reemplazarla con la de los verdes───Criston Cole marcha sin oposición por las tierras de la corona, Duskendale y reposo de grajo cayeron.
> No tenemos un ejército en tierra por que esperamos a que el príncipe Daemon lo consiga. El, quien nos abandonó por quien sabe que.
───¿Hay algún problema conmigo, Sir Alfred?───Preguntó Rhaenyra con rabia, el hombre buscaba continuamente que lo lanzara a los dragones.
───Si lo tiene solo tiene que decirlo───Indicó Laisha mirando al hombre───Todo tiene que hablarse y actuarse, ¿no?
───Mi lealtad a usted está comprobada, Majestad.
───Su lealtad tal vez. ¿Pero su voluntad en demostrar deferencia en este tiempo de guerra?
───Yo no dudo de su capacidad o su agudeza mental en esta situación... Es solamente que el sexo debil hasta ahora no ha estado familiarizado con estrategias de batalla ni con su ejecucion.
Inevitablemente, Laisha se rió a carcajadas escandalosas y fuertes mientras se retorcía en la silla, aumentando el incómodo silencio mientras buscaba calmarse.
───Lo siento...───Se disculpo falsamente, riendose con mas fuerza───¡El sexo debil, excelente!───Se levanto entre risas notando el desconcierto de su esposa───¡Le habla asi a la mujer que fue entrenada por su padre el rey para gobernar!, ¡dios nunca rei tanto, gracias sir Alfred!───Se rio unas carcajadas mas tomando su estomago antes de reponerse y soltar aire.
> Si duda de mi esposa la reina, en ese caso no dude de mi que ya estuve en varias y no por nada me dicen el 'kraken carmesí', sir... Bien, hemos perdido un castillo y lamentablemente a la princesa Rhaenys, pero... Obtuvimos favorables alianzas, tal como la de lady Jeyne Arryn y varias casas cerca de OldTown, con el poco ejercito de los Blackwood hemos logrado rebajar los grupos extensos de exploradores verdes... Y pues se podria decir que yo soy parte del sexo debil, ¿que ha hecho usted?
El hombre se paró rígido con su mirada fija en la suya, observando la burla y la rabia en los ojos de la protectora del reino.
───Vuelva a decir que 'el sexo debil', en algun momento y... Verá las consecuencias.
Laisha se sentó tranquilamente, viendo la sonrisa de su esposa antes de que la misma se sentara.
───Usted no ha visto tantas batallas como yo, sir Alfred, mucho menos una de dragones───Reposo sus manos encima de la mesa y tomo una ficha de dragon───Envienlos a Maidenpool y a punta zarpa rota, que apoyen los cuarteles, denles suministros y armas si ellos las requieren... Si Cole continúa con su campaña, le enseñaremos que no debió meterse con nosotros.
───Debemos responder por reposo de grajo y Duskendale.
───No olvido lo sucedido, nadie lo hara, y responderemos por esto dando por donde ellos más anhelan; Harrenhal───Afirmó brevemente───Pronto, mi esposa partirá a Harrenhal para acatar los detalles del ejercito, pero por mientras, la necesitamos aquí.
───¿Por qué?───Preguntó lord Celtigar───No me malinterprete, majestad, pero lo mejor sería que la protectora del reino parta ya mismo.
───Necesitamos estabilidad en estos momentos con los marineros y la flota marina, lord Celtigar, no harán caso explícito a órdenes de nadie que no conozca de pies a cabeza una vida marítima, por lo cual mi esposa se encargará de ello.
───Debemos usar los dragones que tenemos, Rhael y Caraxes son nuestros adultos y con un buen tamaño para una batalla.
Rhaenyra lo pensó, respirando hondo y viendo a Jacaerys abrir sus ojos.
───Mi hija se encargará de otra misión, Jacaerys───Llamo viéndolo sorprender y erguirse───Partirás a los gemelos, a visitar a los Frey y negociar su lealtad.
───Haré mi tarea a la perfección, majestad───Aseguro inclinando su cabeza antes de retirarse.
───Ahora, mis lores, necesito una recapitulación de nuestras fuerzas: soldados, arqueros... Incluso mercenarios.
Rhaenyra había tenido una reunión con Mysaria que acabó con un plan estructurado para obtener apoyo en King's landing de la forma más eficiente que consiguieron.
Después de todo, Mysaria conocía el pueblo, vivió entre ellos, sabía la miseria como Rhaenyra no sabía y Laisha lograba entender.
Poco después, se enteraron que pasearon la cabeza de Meleys como un trofeo, pero solo deshonraron la casa de los Targaryen, de su 'rey'.
¿No podían ser más tontos?
Rhaenyra observó a Laisha organizar en el mapa marítimo los barcos de su propia flota y los que Lord Corlys dejó a su disposición mientras pensaba en sus siguientes movimientos y sobrellevaba el duelo de su pérdida.
Admiraba la destreza y la facilidad con la que obraba, moviendo de allá para acá, susurrando las desventajas y reemplazandolas por mejores puntos de posición que le daban la eficiencia que buscaba. Lucía tan relajada haciéndolo todo, tan familiarizada.
Era una vista agradable, y por demás deliciosa para ella.
───Deja de mirarme así───Pidio momentáneamente, Rhaenyra desvío muy ligeramente sus ojos hacia los suyos───Me estas comiendo con la mirada.
───¿Puedes culparme?───Preguntó con tono seductor, acercándose a ella y abrazando su torso───¿Conseguiste tu plan perfecto?
───Me faltan unos barcos, Dalton sigue ocupado y Lord Corlys no responde las cartas.
───Baela fue a hablar con el, Vaelys está haciendo guardias, Jace fue a los gemelos───Susurro besando su mejilla───Y nuestros otros hijos están con Rhaena, lejos de nosotras───Murmuró amargamente, Laisha soltó aire y dejo la última ficha en el mapa.
───Estarán a salvo mientras Rhaena esté con ellos, siempre fue una buena chica.
───Estoy preocupada───Soltó de repente───Tengo miedo.
Laisha giró su cabeza y la miró, notando su semblante decaído.
───Perdimos a mi padre, dos hijos, una prima... ¿Que mas sigue?───Pregunto mirándola esta vez, Laisha tomo su mano alrededor de su torso y beso sus nudillos.
───Lo que sigue... Es vencer esta guerra.
───No hablo de eso, Laisha.
───... Haremos todo lo que podamos, mi dragón───Le afirmó esperando que su voz detonara seguridad───Nunca permitiré que les pase algo mientras yo viva.
> Tu y yo somos la mitad de un todo, no funcionamos correctamente sin la otra.
───¿Estarás por siempre conmigo?───Le pregunto bajo, Laisha sonrió y recostó su frente en la suya.
───Hasta que nuestra historia juntas acabe.
La reunión de Jacaerys en los gemelos resultó ser un éxito. Habían otorgado su lealtad tan fuerte como lord Forrest Frey hacia el bando, otorgandole sus caballos, sus hombres y su lealtad infinita.
Lord Forrest Frey era parte de la definición de absoluta lealtad, desde que era un niño que vivía fascinado por en ese entonces, la princesa Rhaenyra.
───¿Cual es el siguiente paso?───Preguntó Jacaerys viendo a sus madres sostener un par de libros y ponerlos en la mesa, pudo observar el nombre de Visenya escrito en varios, después observó otro libro sobre jinetes de dragón.
Incluso de la antigua gran valyria.
───¿Vas a enseñarle a madre sobre valyria?───Pregunto dudoso, Rhaenyra sonrió y negó.
───Me está ayudando para aprender un par de cosas.
───Mentira, me está obligando───Refuto obteniendo un golpe de parte de su esposa, Jacaerys sonrió.
───Dejame ayudarte, mamá───Pidió tomando los libros y llevándolos a la mesa grande, Rhaenyra acaricio su cabello y beso sus rizos.
───Gracias mi niño.
───¿Qué buscas?───Preguntó curioso.
───Aliento, tal vez.
───Tenemos dragones, madre.
───Lo sabemos───Murmuro Laisha, mirando sugerentemente a Jacaerys queriendo que no siguiera.
Realmente Rhaenyra no estaba de humor.
───Tal vez perdimos a Meleys, mamá, pero aún tenemos dragones.
───Si, solo dos adultos pero uno solo tiene un tamaño formidable───Asintió sentándose, Laisha soltó aire.
───Tenemos dos dragones más... Ala de plata y Vermithor.
───¿Y qué pasa con ellos?───Pregunto con un suspiro───No tenemos jinetes para ellos.
───Tienes razón... Podemos encontrar jinetes para ellos y los otros dragones...
Rhaenyra frunció el ceño, Laisha solo se apoyó en la mesa indicando que siguiera.
───Durante siglos, los lores no fueron realmente sinónimo de lealtad marital... Y dejan niños esparcidos por el mundo.
───... Bastardos.
Jacaerys entrecerró sus ojos.
───Yo lo soy.
───... Sabes a lo que me refiero, Jace.
───También están los hijos de personas que nunca reinaron, los hijos de sus hijos nacieron con otros apellidos, pero tienen la sangre.
───Siguieres que... Busquemos a esas personas y que reclamen a un dragón.
───Y hay montones de ellos...
───Es... Una idea loca───dijo simplemente Laisha, sintiéndose fuera de la conversación.
───Pero beneficioso───Murmuró Rhaenyra, levantándose con ánimo ligeramente renovado───Esposa mía, nos ayudarás a buscar nombres en todos estos papeles.
───Está bien.
───¿Así sin más?───Preguntó extrañada, sonriendo al ver los ojos verdes de Laisha posarse entre los dos.
───Con tal de que se te quite el mal humor, si, esta bien.
Iba a ser una noche larga, muy larga.
Para Laisha, ver a Rhaenyra y Jacaerys cubiertos de papeles era una vista divertida.
Ella misma no se salvaba, pero aun así, verlos así provocaba que se burlara cada tanto de ellos y verlos reír por lo mismo.
Vaelys se les había unido tras no verlos en la cena, pero realmente hacía lo mismo que ella observando como si fueran solo unas estatuas de tamaño humano.
───¿Seguirán paradas o vendrán a ayudarnos?───Pregunto divertido por las risas diminutas de Vaelys.
───Te ves tan tierno... Tan ilusionado───Dijo pausadamente, acercándose para abrazarlo───Tan lindo.
───Shh───Silencio ligeramente avergonzado, abrazándola igualmente.
Laisha observó a Rhaenyra sonreír un poco antes de seguir viendo los papeles.
───Si gustan pueden irse a dormir, yo seguiré revisando y escribiendo nuestras posibilidades.
───No te voy a dejar con todo esto, tu sola───Negó inmediatamente, Vaelys asintió.
───No se quedaría sola, yo la ayudo───Dijo indignada, acercándose y tomando unos papeles que ya habían revisado para volver a enrollarlos.
Ambos se rieron y Rhaenyra solo bufo en absoluta burla.
───Vayan a descansar, mis niños, mañana a primera hora los quiero aqui.
───Descansen ustedes también, madres───Pidió Vaelys recibiendo un asentimiento de parte de Laisha.
───Feliz noche───Suspiro resignado retirándose con la platinada.
Rhaenyra no tardó en caminar hasta ella y abrazarla, Laisha besó su cabeza y dejó un rollo de papel en la mesa.
───Seguimos un poco más y vamos a dormir───Sugirió Rhaenyra y Laisha no pudo negarse.
───Majestad, lady protectora───Saludo lord Corlys con un asentimiento de cabeza, Rhaenyra lo saludo igualmente, viendo el broche de mano de rey y girando para observar a su hijo sonreír orgulloso.
Buen movimiento, muy inteligente.
Rhaenyra se sentó dando por iniciada la reunión.
───Con la compañía de mis hijos, hemos buscado en la historia de la casa Targaryen, posibles hijos bastardos, tanto con damas o sirs de alta cuna, como en los burdeles───Explico viendo los rostros de su consejo.
───Lamentablemente, no hemos encontrado muchos realmente fortalecedores, pero tanto aquí en Dragonstone como en Driftmark abundan.
───¿Cuantas sugieren?───Preguntó lord Celtigar.
───Tenemos veinte nombres, y hoy a primera hora del alba hemos enviado cuervos y hombres a buscarlos secretamente.
───Les pido, mis lores, que esto sea de total confidencialidad, la razón por las que comento esto es porque probablemente entre sus caballeros pueden haber bastardos, y en cuestión de tiempo se los haremos saber.
───Por mientras, debido a nuestra más reciente y dolorosa pérdida, la princesa Rhaenys y su dragón, Vaelys y Rhael junto con Jacaerys y Vermax alzaran vuelo y tomarán las patrullas con el mayor cuidado posible, no podemos bajar la guardia ahora.
───Recién hemos perdido a la princesa, majestad, ¿enviará a sus hijos cuando Vhagar esté rondando por allí?
───La princesa Rhaenys hubiera deseado que siga la lucha sin tiempos de duelo en medio, ese no hubiera sido el deseo de mi señora esposa, su deseo era y seguira siendo por siempre, que la reina Rhaenyra se siente en el trono de hierro para dar inicio a una nueva época───Intervino lord Corlys para alivio de Laisha, asintiendo hacia él en agradecimiento.
Por un tiempo más, la reunión perduró hasta que sir Lorent regresó con la noticia que tanto esperaban.
Las semillas de dragón que habitaban en Dragonstone habían llegado, y los que había en Driftmark llegaron para el amanecer.
Era perfecto.
───Mi señora───Saludo sir Steffon Darklyn haciendo que gire sutilmente para verlo.
───Sir Steffon, ¿que lo trae a los muelles?───Pregunto curiosa, disfrutando el sol mañanero en espera del barco de las semillas de dragón.
───Quería conversar con usted sobre un par de cosas, o más bien una suposiciones que a mi parecer están casi afirmadas.
───Hmm, claro, acompáñeme───Murmuró avanzando entre los hombres hasta llegar a su barco, subiendo con el hombre para tener más privacidad.
───Hace años, cuando mi bisabuelo era un sirviente de la fortaleza, se hizo el rumor de que era cercano a alguna princesa, por su cambio de vestimenta a una más elegante... Nunca se supo cual, pero había rumores de que podría haber sido la princesa Saera.
───Ah, la princesa que disfrutaba del sexo a montones sin importarle las opiniones y termino huyendo... Siga.
───Pero, para cuando nació mi abuelo la princesa ya no estaba, y no sabemos quien era su madre... Solo que él nació con un ojo violeta y un mechón blanco.
───¿Sugiere que usted tiene sangre Targaryen?───Preguntó cruzando sus brazos, sir Steffon asintió.
───Una apariencia como esa, solo es común en los Velaryon, Celtigar, en ocasiones los Dayne y en los Targaryen.
───En todo caso, fue su bisabuelo, sir, usted su bisnieto, por lo tanto, la sangre Valyria podría haberse perdido───Sugirió viendo al sir asentir.
───Lo sé, pero me gustaría intentar domar un dragón, intentar ser más útil para nuestra reina.
───¿Y si no eres?, nos sirves más vivo.
───Quiero intentarlo, mi señora...
Laisha se abstuvo de suspirar con fuerza y hastío, meditándolo antes de volver a mirarlo.
───¿Por que no le dijo a lord Corlys o directamente a mi esposa?
───Por que usted puede entender que quiero ser útil, luchar enteramente en esta guerra.
Ella alzó una ceja y acabó tomando aire, bajando de su barco con sir Steffon sin medir palabras.
───Si mueres no tendré un cargo de responsabilidad, ¿entiendes?
───Si mi señora.
───Hablaré con la reina. Pero tiene que constar, si no tienes sangre de dragón, morirás.
───Se lo agradezco.
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