𝐂𝐔𝐀𝐓𝐑𝐎| Un Ángel llora |

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La infidelidad no sólo destruye el amor,destruye la fé, la confianza y los recuerdos acumulados. Todo lo hermoso que se ha vivido con esa persona, queda destrozado por las mentiras acumuladas en aquel ser humano, lastimado a otro ser de su misma raza por voluntad propia.

Jungkook se había planteado conseguir que Daliah fuera suya, aún si su mejor amigo Yoongi estuviera interesado en ella. Ambos la habían conocido en el mismo lugar, en aquel desfile de Victoria Secret, donde fue la que más resaltó y captó la atención de todos con aquella lencería roja. Min incluso le había mandado rosas, pero se le hizo extraño que jamás haya recibido respuesta, no entendía porque, tampoco quiso rendirse, no hasta que se enteró que Jungkook había estado detrás de la misma mujer todo ese tiempo.

Su corazón dio un vuelco por la noticia, haciéndolo sufrir internamente. Jamás pensó que aquella chica lograría conquistar su frío corazón, pero ese día algo lo hipnotizó, tal vez fue su belleza o el aura que la definía, pero lo que hubiera sido o ocurrido en ese instante, todo eso lo llevaba a una simple respuesta, estaba enamorado completamente de ella.

-¿Min? -pregunta Taehyung al verlo con una botella de alcohol en su regazo mientras que observa sus ojos rojos por haber llorado a cada hora o día que podía. -Enserio no sabía acerca de esa relación, ni siquiera supe que Jungkook estaba interesado en ella.

-Él nunca se fija completamente en una mujer, es un imbécil que sólo le importa meter su polla en una vagina disponible.-exclama furioso, lanzando la botella de alcohol a la pared de su sala.

Incluso las canciones que comenzaba a escribir, no tenían sentido alguno, no cuando se sentía un cobarde que no supo luchar por la mujer de quien estaba interesado.

-Yoongi, te hace mal estar así, tienes un tour por hacer muy pronto, lo que no haya podido suceder a veces suele ser por algo.

El de piel pálida volteó a verlo con aquella mirada oscura mientras soltaba una risa sarcástica ante lo dicho por su amigo.

-Jeon no sabrá amarla, ni siquiera sabe el término de amar... -susurra con voz grave, sintiendo de nuevo las lágrimas recorrer sus mejillas. -Ella es tan bonita, tan frágil y muy noble, que dudo de esa felicidad.

Taehyung se acercó a él y lo abrazó. Estaba preocupado por Yoongi, jamás lo había visto estar así por una mujer, siempre era un chico solitario sin tener interés en una relación amorosa o en fijarse en chicas bonitas, pero Daliah había cambiado su perspectiva, lo hizo ver que nunca era tarde para conquistar un corazón, mucho menos lograr hipnotizarlo con su belleza.

Min Yoongi era de los hombres que no le tomaban importancia al físico de las personas, pero la modelo supo quitarle ese pensamiento sin siquiera mover un solo dedo.

-Juro que haré pagar a Jeon por hacerla sufrir.-dijo con seguridad mientras apretaba la camisa de Taehyung con fuerza.






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Meses antes

Alondra lloraba desconsolada, aún se encontraba desnuda dentro del baño pues había decidido darse un baño para poder sentirse limpia luego de aquel momento tan asqueroso que vivió con Jungkook. Se sentía la mujer más desafortunada del mundo, además de tener ese sentimiento de arrepentimiento y vergüenza por fallarle a la única persona que la ha apoyado en toda su vida.

Los leves recuerdos de como Jungkook la follaba, la hacían sentir sucia cómo también asquerosa. Ahora no tenía cara para poder ver a su mejor amiga, lo peor era que el tatuado parecía estar calmado luego de mandarle un mensaje demasiado perverso recordándole lo miserable que sería su vida a partir de ese momento.

-¡Te odio Jeon Jungkook! -gritó con fuerza, mientras las lágrimas seguían acumulándose hasta dejar hinchados sus ojos. -¡Soy una maldita zorra!

Miles de palabras denigrantes se decía así misma, así como el golpe seco hacia su cabeza que intentaba borrar lo que su mente quería que recordara. No tenía sentido que lo intentara olvidar, pues cada ves que viera a su mejor amiga, llegaría esa voz en su mente recordándole lo miserable que sería y más aún, siendo la mejor amiga.

Pero a veces el alcohol no le ayudaba en nada, puso sus sentimientos a flote por el rechazo de SeokJin, y es que si se pusiera a pensar de no haber ido a aquel bar, ¿no habría sucedido eso con aquel empresario?

La respuesta podía ser lo contrario, sin embargo, el hubiera no existe y jamás lo hará. Las cosas estaban hechas, la traición y el rechazo estarían presentes por el resto de su vida.

-¡Alondra! ¿Estás bien?-gritaba aquella castaña. -Abreme por favor, soy Daliah.

Levanto su cabeza con las lágrimas acumuladas, sintiendo su corazón latir más rápido de lo normal, estaba en graves problemas y no sabía cómo decírselo a su mejor amiga.

Ella no era del tipo de mujeres que se metía con la pareja de su mejor amiga, pero aquel día había cambiado todo, el alcohol no tenía del todo la culpa, había algo más detrás de todo.

-¿Alondra? -volvía a preguntar Daliah con preocupación.

La morena decidió enfrentar sus miedos, tenía que decirle lo que había pasado antes de que fuera tarde. Aunque eso costara la amistad que ambas tenían.

-¡Voy, dame un momento! -gritó para que pudiera esperarla y que pudiera colocarse ropa.

-¡Está bien, querida!

Era la peor amiga del mundo, no merecía sentir esas muestras de afeeto de parte de la castaña.

Decidió no pensar más en ello y colocarse ropa rápidamente, una vez lista, se observó en el espejo de su habitación, sus orbes parecían estar sin el brillo característico de antes, además que tenía los ojos demasiado hinchados para revelar lo deprimida que se encontraba en ese momento.

Al terminar de arreglarse, fue hacia la puerta y la abrió, encontrándose a una hermosa castaña junto a su peor pesadilla, quien al verla, sonrió con malicia.

¡Era un maldito cínico! ¿Cómo era posible que tuviera la decencia de pararse en su propia casa y verla a la cara como si nada hubiera pasado entre ellos?

-Espero no te moleste que Jungkook haya venido conmigo. -murmura la modelo, mientras toma el brazo de su prometido viéndolo con una sonrisa.

-Emm...n-no hay problema. Pasen. -la pelinegra se hizo a un lado para permitirles el paso, sintiendo la mirada penetrante de su agresor.

-¿Estás bien? -pregunta Daliah al verla decaída. -Jungkook me comentó que te vió entrar a un bar, pero no quiso acercarse para no incomodarte.

Alondra miró con molestia al tatuado, quien simplemente alzó los hombros con desinterés mientras tomaba asiento a lado de su futura esposa, colocando su mano tatuada en su muslo derecho.

-S-si... Digo, ¿por qué no lo estaría? -responde nerviosa, mientras comienza a vacilar con sus palabras y pellizcarse las manos causándole dolor.

-Si quieren puedo dejarlas a solas para que platiquen, mientras veo unos asuntos pendientes de la empresa. -exclama Jungkook, tomando un gran rol de buen hombre frente a las modelos.

-¡Oh, me parece bien! Por favor, ve con cuidado, me avisas cuando llegues cariño. -Daliah le da un beso de despedida, para verlo salir del Departamento de su mejor amiga no sin antes despedirse de ella.

Y la verdad es que aún cuando este no estuviera presente en aquella plática de amigas, hacia sentir a la pelinegra en un infierno. Pues antes que saliera, volvió a darle una advertencia que la dejó helada y con miedo de poder decir la verdad.

-¿Enserio te encuentras bien? -volvió a cuestionar la mujer. -Anda, dime, prometo no juzgarte.

-¿Puedes darme un abrazo? -comentó con tristeza, a lo que la castaña accedió, dándole confort y apoyo si esa podría ser la manera de que su amiga pudiera sentirse tranquila.

Por otro lado, la pelinegra sentía que su mundo se derrumbaba conforme pasaba el tiempo, pues después de aquel momento afectuoso le contó sobre como SeokJin había rechazado sus sentimientos, omitiendo la parte en la que Jungkook aprovechó aquel momento de debilidad para poder follársela bajo los efectos del alcohol y la droga que había puesto en su bebida para aprovecharse de ella.




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La boda sería en unos días y el gran empresario Jeon Jungkook estaba más que contento por tener a la mujer de sus sueños, aunque eso no era impedimento de que pudiera estar de flor en flor, dándose el placer de estar entre otras piernas largas.

Ahora estaba en la casa de su futura esposa, donde le pediría oficialmente la mano a sus padres y claramente usaría su mejor faceta de hombre bueno para tener el permiso de aquel hombre robusto que lo miraba con mala cara. Daliah estaba a su lado, tímida y con las mejillas sonrojadas por escuchar los halagos de su novio.

-Así que quieres casarte con mi hija, ¿no es así? -pregunta el señor Blaire con toda desconfianza, pues algo dentro de él le decía que aquel hombre que estaba frente suyo era malo.

No tenía una buena sensación cuando lo veía, sentía que mentía y que no debía dejar a su hija a lado de aquel empresario. Tampoco lo juzgaría por sus tatuajes, eran otros tiempos y era de mente abierta, pero la intuición de que su hija correría peligro no le permitía otorgar el permiso al cien por ciento.

-Así es Parker. -respondió decidido y con ese aura egocéntrica que no pasó desapercibido para Parker.

-Señor Blaire para tí, aún no somos cercanos para que puedas tutearme.-dijo con molestia, mientras lo fulminaba con la mirada.

¿De dónde había conocido ese tipo su querida hija? Estaba decidido a no otorgarle el permiso, era un hombre muy majadero y con aires de grandeza que estaba seguro podría lastimar a su hija.

-¡Papá! Por favor, no intimides a Jungkook. -murmura la castaña mirándolo con ojos de cachorrito regañado.

Pero para sorpresa de la castaña, su padre hizo caso omiso, simplemente se levantó de su lugar ignorando por completo al empresario y a su hija. Mientras tanto, su esposa trataba de remediar lo sucedido, disculpándose con su futuro yerno.

-No se preocupe, fue mi culpa. -comenta Jungkook con una sonrisa sarcástica.

-Es mejor que nos retiremos mamá. Espero que papá pueda pensar bien las cosas.

La modelo salió de su hogar sin llegar a despedirse, siendo seguida por el tatuado.



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Actualmente

Daliah sentía un dolor terrible por el impacto, trataba de salir del coche que estaba a nada de explotar por el fuego que comenzaba a crecer. Sus músculos estaban demasiados adoloridos, pero por lo que más temía era por su bebé.

-¡A-ayúdenme por favor! -grita inaudible.

Sus oídos zumban, haciendo imposible que pueda escuchar claramente. Tenía miedo y un mal presentimiento le avecinaba al sentir la sangre correr sobre sus piernas.

-¡N-no, t-tu no! -grita con fuerza, lastimándose la garganta por el esfuerzo. Ella era la viva imagen de cuando un Ángel llora.

Por otro lado, Yoongi recobra la conciencia, siente el dolor punzante en su cabeza, sangre sale de ella por el fuerte golpe.

El impacto de ambos coches los había dejado gravemente heridos, impidiendo que pudieran recobrar las fuerzas para salir de ahí.

-¡Daliah! -grita el tatuado al ver el accidente a pocos metros delante suyo. -¡Daliah! ¿D-donde...

La fuerte explosión que ocasiona el auto averiado en el barranco interrumpen sus gritos. Su pecho duele al presenciar todo esto, arrepintiéndose de todo lo ocurrido.

-¡Daliah, no! ¡Bonita! -lágrimas bañan su rostro, cayendo de rodillas por sentir que había perdido lo más valioso de su vida.

La ambulancia llega rápidamente a monitorear la situación, los paramédicos toman de los hombros al tatuado para alejarlo del accidente.

-¡Hay un herido aún con signos vitales, está inconsciente, traigan una camilla, rápido! -grita la paramédico al revisar el estado de Yoongi.

-¡Al parecer hay una mujer viva con señales de aborto! -grita el otro paramédico checando los signos vitales de Daliah, quien había alcanzado salir del auto antes de la explosión. -¡Necesito refuerzos para trasladarla a la camilla, muévanse!

Jungkook al oír eso, volvió a gritar como un desquiciado el nombre de su esposa, esperanzado de que pudiera haberse salvado.

-¡Tranquilícese seseñor, está armando un alboroto!

-¡Necesito ver a mi esposa, déjeme!

El auxiliar de salud no acató su orden, así que decidió inyectarle un tranquilizante para después llevarlo en la ambulancia, siguiendo a los otros paramédicos quienes llevaban los cuerpos heridos.

Durante el trayecto a la ambulancia, el joven que había encontrado a Daliah la veía con pena, pues a pesar de verla con las manos tocando su vientre no logró salvar a su bebé.

Al llegar al hospital, rápidamente la llevaron a urgencias, su aborto al ser espontáneo y las graves heridas en todo su cuerpo necesitaban de una revisión médica urgente.

-Mujer de aparentemente 24 años presenta signos de aborto con una costilla rota y herida profunda en la pierna derecha.

El médico revisaba las pulsaciones y los signos vitales de la modelo, que seguía inconsciente sin saber realmente lo que pasaba a su alrededor.

Mientras tanto, Yoongi lo trasladaban a quirófano por el fuerte golpe en su cabeza, a pesar de despertar de su desmayo, el impacto había ocasionado que cayera en un sueño profundo que podría ocasionarle un estado de coma si no llegaba a reaccionar ante las atenciones médicas y las medicinas proporcionadas.

Ambas almas estaban destinadas a encontrarse, pero lamentablemente estaban entre la vida y la muerte para poder remediar sus errores.

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¡HOLA! PASÓ COMO UN MES QUE NO ACTUALICÉ, PERO LA TESIS NO QUERÍA SOLTARME ASÍ CÓMO EL BLOQUEO DE ESCRITOR.

EN FIN, ESTOY SIN PALABRAS SOBRE ESTE CAPÍTULO, AL MENOS SABEMOS QUE EL SEÑOR BLAIRE NO QUERÍA A JUNGKOOK JAJAJA.

ESPERO LES GUSTE ESTE PENÚLTIMO CAPÍTULO, GRACIAS POR SU APOYO Y ME ENCANTARÍA QUE ME SIGUIERAN EN MI CANAL 🤭❤.

NOS LEEMOS PRONTO CON EL FINAL DE ESTA HISTORIA, CUÍDENSE MUCHO, LAS AMO 🫂💗.

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