❝ TOMMY Y MARTINA ❞

TOBI ESTABA ACOSTADO SOBRE MI ABDOMEN. Comportamiento que entendí, la última semana había estado así, siempre en la misma posición, se suponía que aveces los animales sienten cuando una mujer está embarazada y se ponen sobreprotectores. Me acomode en el sofá, dejando al cachorro a mí lado.

- ¿Debo estar celoso de un cachorro? - Carlisle se agachó frente a mí, más bien a mí vientre y colocó sus manos en este

- no, él se ganó mí amor mucho antes que tú, así que en teoría Tobi debería estar celoso - bromee haciéndolo reír - ¿Cómo te fue en el trabajo?

- Bien, te extrañe - Rodeé los ojos divertida por su drama - En serio - beso mí abdomen que ya estaba bastante crecido, como de unos cinco meses de embarazo - A ambos

- O a los tres - Se burló Pietro entrando junto a Edward, me reí asintiendo a su idea pero los dos vampiros abrieron sus ojos con temor - Dos minis Higginbotham's, uno platinado y otra pelirroja. Serían una copia de ti y de mí - Murmuró risueño mientras se sentaba a mí lado

- Tommy si es niño pero ¿Si es niña? - preguntó el cobrizo sentándose en el suelo junto a Carlisle

- Estábamos entre Andrea y Martina, pero las chicas prefirieron que sea Martina - Respondí sintiendo las caricias del rubio - Tommy o Martina Higginbotham

- Tommy y Martina Higginbotham - Corrigió Pietro - Yo apuesto a que son dos

- ¿Si son tres? - le preguntó Edward, burlón. Mí hermano y yo negamos espantados, eso no, ni en sueños

Comenzamos a hablar temas triviales, más que nada sobre la información que habían obtenido mí hermano y su compañero, lo que era nada. No había nada que nos ayude con la situación, e incluso creían que solo por la sangre estoy bien, ya que ambos bebés se alimentan de eso y hasta ahí quedó la información.

Aún así, Pietro lo escribía en su libro y en el mío, para tener información por si en el futuro le pasa a jóvenes brujas.

- Silencio - Miramos a Edward confuso, este puso las manos en mí vientre - Vuelve a reír, mamá - me pidió

Reí un poco, algo confusa por como el lector de mentes se puso frente a mí con una expresión que no daba a entender algo, estaba con una pequeña sonrisa curvada en sus labios, su entrecejo fruncido, y sus ojos mirando fijamente donde mí bebé. Carlisle lo miró curioso al igual que Pietro, yo no me quedan atrás.

Edward soltó una risita incrédula, pero como si estuviera fascinado.

— ¿Qué? — pregunté viendo cómo su sonrisa se aumentaba

— Aman escuchar tú risa, les alegra

Lleve una mano a mí boca de la impresión, mire a mí compañero que alzó las cejas sorprendido, Pietro frunció más sus cejas confuso.

— ¿Nos escucha? — preguntó mí hermano confuso, él cobrizo asintió

— Escuchan — corrigió el cobrizo — no es solo un bebé — Chille de emoción tratando de no llorar

— Sabía que eran dos — festejo mí mellizo señalándome victorioso — ¡Esto es genial! — Se paró de un salto — Debo ir a buscar a los otros murciélagos, ya vuelvo — desapareció en un parpadeó haciendo volar mí cabello

— ¿Que piensan, hijo? — Carlisle se sentó a mí lado, donde antes estaba Pietro, tomando mí mano

— Que la risa de mamá es preciosa — Respondió dándome una sonrisa que hizo mí corazón estrujarse de amor

— ¿Son niños, niñas o una niña y un niño? — pregunté ansiosa apretando el agarre del doctor rubio que miraba a su hijo con urgencia, los dos estábamos igual de emocionados

— Hm... — Frunció el ceño tratando de concentrarse, me mordí el labio inferior con nervios — Un niño... y sigue hablando mamá — Reí feliz recibiendo un beso en el cabello de Carlisle, él me sonrió emocionado mientras a mí me comenzaban a doler las mejillas por mí sonrisa

— Hola bebés, soy mamá — Hablé viendo mí vientre, Carlisle besaba mí mano repetidas veces mientras me veía — No saben cuánto anhelo que ya salgan, quiero verlos y conocerlos, darles el amor que ojalá a mí me hubieran dado, espero poder ver sus primeros pasos y estar ahí cuando usen por primera vez su magia o don vampírico — Hice un puchero con mis labios que tembló, no quería llorar pero las hormonas no me ayudaban

— Un niño y una niña — Habló Edward, abrace a Carlisle por inercia tratando de no llorar, pero no pude evitarlo, soltando sollozos alegres escondida en su cuello

— Serás una gran madre — Susurro el rubio besando mi mejilla, lo abrace con fuerza

— Tú un gran papá — Salí de mí escondite para darle un casto beso, él devolvió en gesto sonriendo entre medio. Me gire al cobrizo que sonreía feliz, extendí mis brazos y él me abrazo con cuidado — Gracias, cielo

— De nada, mamá — Besó mí mejilla para sentarse a mí lado, justo cuando un rayo azul pasó delante de nosotros y dejo mostrar a Pietro que se tiró al sofá a nuestro lado agitado

— ¿De qué me perdí? — preguntó recuperando el aire

— Son Tommy y Martina — le dijo mí pareja provocándole una sonrisa a Pietro

— Estoy tan feliz por ustedes — Admitió, sus palabras sinceras eran realmente conmovedoras que solo provocaban que quiera volver a llorar

Se escuchó un portazo, dejando ver a los cuatro vampiros restantes que se empujaban entre ellos.

— ¡Seré el padrino!

— ¡Seré la madrina!

Dijeron al coro haciendome reír.

— Yo seré el padrino de ambos, sin excepciones — Alagó mí mellizo de ante mano, asentí con una mueca. Era obvio que el padrino sería mí hermano

— Eso no es justo — se quejaron Edward, Jasper y Emmett al unísono

— Y la madrina de Tommy será Rosalie, la madrina de Martina será Alice — Dictó Carlisle viendo a sus hijas que chillaron felices

— ¿Por qué Pietro es de los dos? — se quejó Emmett, Alice y Rosalie se sentaron frente a mí empezando a hablarle de moda a los bebés dentro de mí barriga

— Porque ustedes son hermanos, es obvio que va a haber una rivalidad, en cambio, yo siendo único hermano de la madre, que por cierto me perdi largos años de estar juntos, tengo derecho a ser el padrino — Les explicó con dramatismo y egocentrismo haciéndome reír

Mire a los tres chicos que comenzaron a discutir con Pietro, pero este solo los miraba con cejas alzadas fingiendo prestarles atención cuando por dentro se burlaba. Baje la vista a Alice y Rosalie que estaban emocionadas hablándoles a sus ahijados dentro de mí para por último ver a Carlisle que ya me veía con una sonrisa.

Momentos como esos, tan catastróficamente familiares me hacían querer vivir para toda la eternidad.

— Te amo, prometo cuidarlos pase lo que pase — habló el rubio besando mí mano, sonreí suspirando

— Yo te amo a ti, y prometo cuidar a esta familia como que me llamo Melanie Higginbotham — Me acerque a besar suavemente sus labios

Apoyé mí cabeza en su hombro, viendo el panorama con una sonrisa.

Estaba en la sala con todos, leían los libros o investigaban en un vano intento de encontrar aquello que pudiese ayudarnos con el embarazo. Pero era imposible, ya tenía la apariencia de unos siete u ocho meses antes de darnos cuenta.

Sentí como un golpe dentro de mí haciéndome gritar de dolor, Carlisle rápidamente se acercó delante de mí y Pietro me tomo por la espalda, ambos viéndome preocupados mientras los chicos nos rodeaban.

- ¡Ay! - me queje quedándome sin aire, no fue una sensación horrible, solo fue algo que no supe descifrar - ¡Duele!

- Debes calmarte, mamá. Antes de que tú magia... - habló Edward preocupado pero actúe antes, haciendo sonar el lavaropas -... reaccione - suspiró yendo a la cocina para apagarlo, pero se prendió el lavavajillas

- mamá, cálmate - pidió Jasper yendo en auxilio a Edward, mire como el horno comenzó a hacer sonidos, el lavaropas a echar burbujas al igual que el lavaplatos

- Cariño, eres doctor, ¿En tus libros no hay nada de esto? - pregunté tomando sus manos - No es desagradable pero es un sentimiento... Extraño - señale mí barriga y él me miró asintiendo mientras pensaba

- ¿Una sensación de tensión? - Cuestionó automáticamente cuando termine de hablar

- Si, exacto - me sentí aliviada cuando supo definir la emoción

- ¡Mamá, el microondas está andando desenchufado! - gritó Jasper, Edward y él trataban de frenar el agua que salía de la cocina

- Pietro, hermanito - él asintió yendo a acabar con mí magia alocada

- Son contracciones, amor - me respondió Carlisle, parecía un poco preocupado

- ¿No es temprano para contracciones? - preguntó Rosalie con el ceño fruncido

- No lo creo, supongamos que a este tiempo el parto sería el viernes o algo así - saco cálculos apresurados

- ¿Y es malo que las tenga ahora? - preguntó Alice sin entender - ¡Mis visiones no me explican nada! - se quejó la hadita

- No, no es malo. De hecho sirve para practicar el ejercicio de respiración - intento calmarnos, en estos momentos adoraba que siempre tuviera su voz tan calmada y preparada para todo - Haz esto, mí amor “Hihi, huhu, hihi, huhu” - respiró haciendo esos sonidos que imite

- No creo que esté funcionando - murmuré sintiendo peor el dolor

- Lo siento, no creo que se vaya el dolor, solo se calma pero esto no es un embarazo normal - Murmuró cerrando los ojos con cansancio, me estaba estresando escuchar a Jasper y Edward discutir junto a Pietro en la cocina

- ¡Pietro lo estás empeorando! - escuché al cobrizo

- ¡Cuánto más trató de arreglarlo, más se descontrola, no es mí culpa que Melanie tenga más fuerza en magia que yo! - Se defendió. Justo cuando terminó de hablar mí hermano sentí otra presión y las luces de la casa parpadearon

Apreté las manos de Carlisle cuando el dolor se extendió más haciéndome gritar. Las luces seguían prendiendose y apagándose, el sonido de la televisión cambiando de canales junto al "clink" del horno cada dos segundos comenzaban a ahogarme.

- ¡Mamá! - Emmett me miró asustado, y justo allí se apagó todo

- Se detuvo - suspiró Pietro, mí hermano salió de la cocina junto a los dos vampiros

- si - suspiraron todos al unísono

- Pietro, ve a ver a la casa más cercana - Pidió Rosalie, mí mellizo salió en un parpadeó para volver a aparecer en unos segundos que yo usaba para calmarme

- Según parece - se apoyó en sus rodillas para respirar agitado - fue en la mitad del pueblo

- ¡Eres capaz de cortar la electricidad de la mitad del pueblo! - señaló entre preocupado, incrédulo y emocionado Emmett

- y eso que vivimos casi saliendo del pueblo - susurró Jasper irónico

- Si eso fue una contracción falsa - Murmuré mirando a Carlisle insegura - ¿Qué pasará cuando se suma de verdad? Notarán que no es normal en el pueblo, mí magia hará algo más grande que solo cortar la luz - Él  me sonrió un poco con su habitual calma

- Lo sé, cariño, pero no nos van a descubrir, se que tienes un poco de miedo, pero vamos a solucionarlo - Besó mi frente pero no estaba igual de calmada que sus sentimientos

Algo que no era común en mí, pocas veces no estaba calmada y era cuando en verdad estaba enojada o desesperada, pero en esos momentos estaba nerviosa. Mí aura natural era calmada, mí sangre provocaba calma, yo podía enviar olas de calma pero no estaba ¡Para nada calmada!

- no lo sé - abulte mí labio inferior temblorosamente - Apenas entendemos el embarazo ¿Cómo podríamos entender mí magia cuando se descontrola? - pregunté sabiendo lo complicada que era

- no lo sé, pero la realidad es que esto es nuevo para ti como lo es tanto para mí, es nuevo para los dos. - Tomó mis manos bajandolas hasta mí vientre, me sonrió con comprensión haciéndome relajar un poco - no creo que estés asustada, es que estás ansiosa ¿Y te digo algo? También estoy ansioso... - Besó ahora la punta de mí nariz haciéndome reír

- ... Solo no sabemos que esperar - termine, él asintió negando con su cabeza de acuerdo a mis palabras

- No - Negó con una sonrisa, lo inesperado que era lo hacía divertido

- ¿Será un bebé humano o vampirito? - Murmuré repitiendo la duda de todos

- ¿Un poco de ambos? - bromeó Emmett

- un híbrido - asintió Jasper

- Unos híbridos - le corrigió Alice con una sonrisa risueña

- Unos hermosos y preciosos híbridos - asintió Rosalie igual que la vampiro pixie

Nosotros les dedicamos una sonrisa para luego volver la vista a nosotros. Agradecía tenerlos para estar más relajada respecto a toda la situación.

- Si salen iguales a su madre, los niños serán perfectos - Susurró Carlisle haciéndome sonreír cual enamorada

Pero mí gesto decayó para hacerme gritar por la presión que me estaba matando.

- Cariño, ¿Estás bien? - preguntó Carlisle preocupado, pero yo solo pude gritar peor desgarrando un poco mí garganta

- ¡Está si es una contracción real! - le grite enojada, no sabía por qué mis emociones se mezclaban tanto

- ¿Qué? - gritó Pietro asustado, mire a mí hermano igual de paranoica

- ¡Tu dijiste que eran falsas, que no nacerían aún! - le recrimine asustada - ¿Para qué eres doctor, Carlisle? - grite viéndolo indignada

- soy doctor porque llevó años en esto, solo que no considere que los tiempos entre los puntos de referencia serían tan aleatorios - su voz trataba de seguir calmada pero su rostro se mostraba asustado

- ¡Tú la embarazaste y no siquiera sabes la diferencia entre una contracción falsa y una verdadera siendo doctor! - gritó mí hermano culpandolo, yo comencé a a hacer las respiraciones que Carlisle me había enseñado para alejarme del rubio y tomar los hombros de Pietro

- hihi, huhu, hihi, huhu - comencé a practicar, mí hermano imitó mis gestos por inercia, ambos comenzando a hacer las respiraciones

Así nos calmamos después de unos segundos. Pietro aprecia el embarazado en vez de mí, pero llevábamos bien las respiraciones. Baje mis manos para tomar las de mí hermano.

- ¿Mejor? - le pregunté con algo de ternura, él asintió

- Uy si, gracias hermanita, está pasando - asintió reparando más tranquilo

Quedamos en un silencio algo irónico unos segundos hasta que... Se largó a llover dentro de la casa.

- Niños - Susurré viendo fijamente los ojos de Pietro, mientras sentía como me empezaba a mojar por la lluvia que había provocado dentro de la sala

- ¿si, mamá? - preguntaron al coro también quedando en shock mientras se mojaban

- Creo que se me rompió la fuente - Susurré aplanando los labios

- Si, mamá - asintieron de acuerdo

Suspiré rendida mientras comenzaba a tener frío por la lluvia.

- Bueno, según mí experiencia, las ventajas de un parto en el agua son buenas - escuché a Carlisle tratando de mejorar el ambiente

Lo mire cansada para luego sentir otra contracción logrando que pare la lluvia.

- Tommy y Martina vienen en camino