08

REENCUENTRO


LUEGO DE LO SUCEDIDO CON ISABELLA SOLO QUERIA RECOSTARME A LLORAR EN EL CESPED. Que fue lo que hice. Tenía el miedo trabado en mi pecho de sólo pensar en la idea de que casi la perdía, de tan sólo recordar lo que ella estaba haciendo por ver a alguien que incluso le había mentido por dejarla. ¿Qué tanto le costaba entender que se había ido hace meses?

Ese maldito malestar en mi pecho se sentía como una roca que no subía ni bajaba, sólo se quedaba allí rogandome gritar a los cuatro vientos para que me desahogue.

Estuve en el suelo mirando el cielo nublado tratando de calmarme, no tenía las ganas suficientes como para levantarme e ir a regañarla por poner su vida en riesgo de esa manera. Me sentía idiota en pensar que estos meses ella iba a volver a ser la misma.

Mi pequeña sobrina había muerto un día antes de venir a Forks, un día antes de conocer a a los Cullen, un día antes de saber la existencia de Edward Cullen. Ahora sólo estaba su imán de problemas con alguien que desconozco.

- Siempre pensé en volver a verte pero no pensé que sería cuando estés llorando

No había podido reconocer su aura, no había podido sentirlos antes de que se acerquen, ni si quiera sabía que estaba llorando. Me levanté en cámara lenta tratando de no demostrarme rota delante de ellos. Delante de Laurent y Victoria.

- Déjala, Victoria. Es el momento tan terrible que acaba de presenciar, casi pierde a su sobrina - Inclinó su cabeza fingiendo un puchero.

Empezaron a caminar dando vueltas al rededor de mi. Me levanté despacio quedando derecha delante de ellos, siquiera me limpie las lagrimas, sólo puse rostro inexpresivo incluso cansado.

- A decir verdad yo si esperaba este encuentro - Admití empezando a sonreír - Digo, era de esperarse que vendrías por vengar a... - Ella a paso vampirico se puso delante de mi retandome con la mirada - James

- Todo esto fue por tú chiquilla - Se acercó amenazante - Perdí a mi bebé por tú patéticamente estúpida humana a la que llamas sobrina - Escupió con veneno del más puro.

- Yo sé lo que pasó, Vicky - Le di una sonrisa triste - Lo vi.

- ¿Por qué la dejaste venir? ¿Por qué te separaste de ella? - Cuestionó Laurent alejando a Victoria de mi con su brazo agarrando su cintura - Siempre la tuviste cerca.

- Crei que podría dejarla un tiempo. Me equivoque, lo admito, nunca creí que se metería en problemas lejos de mi, mucho menos con ustedes - Limpie las lagrimas que quedaron rondando.

- No queremos pelear contigo, Mel - Pidió la pelirroja, podía sentir que era verdad

- Yo tampoco - Puse mis ojos en rojo - Pero no dejaré que toquen a Isabella

- Lástima, supongo que esto ya no va a permitir que recuperemos nuestra amistad - Ambos se pusieron en pose de defensa delante de mi - Esperamos que sea cual sea el final, nos veamos en el infierno - Sonrió

- Los veo del otro lado, supongo.

Victoria corrió a mi en un intento de embestirme pero logré mandarla lejos, Laurent se acercó para ayudar a su amiga, uniéndose a este inicio de pelea.

Tenía un campo de fuerza detrás de mi para evitar que me ataquen por la espalda, el cual manejaba con una mano, dejando que sólo tengan la oportunidad de pelear conmigo por delante con mi otra mano como única defesa.

Trataba de usar la energía para golpearlos pero su velocidad me lo complicaba. Intentaba golpearlos pero ellos lo esquivaban devolviendome el golpe, logrando lastimar algunas partes de mi cuerpo por su fuerza. Tenía mis puños rodeados por energía pesada para darme la fuerza suficiente como para agrietarlos.

- Debo de admitir que es injusto - Rodee con energía a Laurent logrando alzarlo en el aire - Son dos contra uno

- Tú tienes magia - Murmuró Victoria en mi espalda - Lástima que sólo tengas dos manos para controlarla

Sin darme cuenta había desactivado el escudo de mi espalda logrando que ella se acerque a mi oído

- Sería de gran ayuda que logres sobrevivir a la mordida

Trataba de mantener a Laurent en el aire pero el miedo me empezó a recorrer al sentirla pegada a mi espalda, debilitando mi energía.

- Vicky, prefiero morir antes que ser una fría

Solté a Laurent para poder usar la mano haciendo una bola de energía en ella al igual que en la otra y levitar, pero al hacerlo tan rápido no tuvo la fuerza suficiente, logrando que baje a unos metros, donde pudieron alcanzarme nuevamente.

- Conseguiré transformarte, Mel. - Aseguró delante de mi - Lo sabes

- Esta será la primera vez - Formé dos esferas en mis manos extendiendolas a ellos - Que no lograrás lo que quieres

Las esferas las expandi haciendo un círculo que me rodeó, dejándolos fuera. Un escudo de energía cerrado.

- Lo veremos. Fue un buen reencuentro - Me dio una última sonrisa antes de desaparecer. Me gire a Laurent aún con mis ojos rojos y el campo de energía.

- Lamento tener que romper esta amistad, hubiera sido bueno poder tener otro reencuentro amistoso - Se disculpó con una sonrisa triste

- Suerte con la chica Denali, Laurent - El asintió desapareciendo al igual que la pelirroja.

Nuevamente quedé sola en el bosque pero con unos ojos rojos que poco a poco bajaban a su color carmesí natural, un campo de fuerza rodeandome, en el punto de mira de Victoria.
Para mi desventaja, con ella cualquiera podía ser blanco fácil.



Estaba en el sofá de Emily con una taza caliente de té en mis manos, tenía una manta rodeando mi espalda para calentar mi cuerpo mientras dejaba el vapor del liquido rodear mi rostro. Kim estaba a mi lado acariciando mi brazo tratando de calmar mis estúpidos nervios.

Al terminar la pelea con los dos vampiros vine directo a la casa del alfa, tenía miedo de volver a la casa del sheriff y encontrarme a Isabella, lo único que saldría de ese encuentro sería la cabeza de mi sobrina rodando por la cocina a causa de mis propias manos. Tenía tantas ganas de matarla por haber echo todo lo que hizo que no estaba logrando razonar.

- ¿Crees que Victoria este achechandote? - Preguntó tratando de hacer que la mire, pero mi mirada estaba perdida en algún pequeño detalle de la esquina de la sala.

- Si, tengo que tener más cuidado con Isabella también, ella está en el puto blanco de la vampiro más inigualable que eh podido conocer en mis veinte años, Kim. - Murmuré aún con mi vista perdida - Ella está en el punto de mira de una mujer que no tiene igual, que es jodidamente inteligente, además tiene a Laurent cumpliendo un pago por alejarla de su vida así poder ir con los Denali

- ¿Denali? - Preguntó algo confundida

- Vampiros iguales a los Cullen

- ¿Tienes miedo? - Por primera vez en la charla me gire a ella viendo su rostro notoriamente preocupado

- Si - Ella me abrazó con cuidado de no derramar mi té

- ¿Quieres que llame a Paul o Sam? - Sugirió separándose un poco del abrazo

- Sam

Ella asintió alejándose para ir a buscar su teléfono el cual estaba en la cocina. Kim era una chica increíble, era sumamente tierna, además de comprensiva. Cuando ella conoció a Jared eran compañeros de curso, el nunca le dio atención mientras ella estaba perdidamente enamorada de el. Incluso me mostró que tenía una libreta con el nombre de Jared Cameron escrito en toda una página.

Cuando el se transformó y volvió a la escuela, sólo bastó para pedirle una lapicera a la chica tímida de su salón consiguiendo poder chocar con su mirada, logrando conocer a su impronta.

- Esta en camino - Avisó

No pasaron ni diez minutos que el alfa estaba en la puerta de la casa con sentimientos abrumadores de frustración, preocupación, miedo, enojo e incluso culpa.

Habia terminado mi té asi que dejé la taza sobre la mesa, extendí mis brazos dejando que el se acerque a abrazarme. A principio todos se sorprendían de verlo abrazar a alguien que no sea Emily, luego se acostumbraron de ver a Sam Uley dándome abrazos. Porque no eran de segundas intenciones o por obligación, eran abrazos de un hermano mayor a pesar de ser un año menor que yo.

- Cuéntame

Le conté todo con lujo de detalle como era cada cosa que le decía siempre, el escuchó todo atento sin interrumpir, hasta que al final explotó de enojo y salió de la casa para evitar transformarse dentro.

Solté un suspiro sabiendo que esa era su manera de desahogarse, el era mi alfa después de todo, era mi familia, se sintió culpable al dejarme ir a cuidar de mi sobrina sin ayuda pero no iba a dejar que arruinen la bienvenida de Embry.

Minutos después llegó toda la manada, supuse que Sam tuvo una crisis existencial logrando que sus pensamientos le lleguen a los betas quienes llegaron igual de preocupados y tuvieron la misma reacción que el alfa una vez termine de contarles mejor lo que en los pensamientos mezclados del alfa no supieron entender.

Embry fue el primero en calmarse, entró con la cabeza gacha. Se sentó a mi lado para que le acaricie el cabello mientras el me abrazaba por la cintura.

- Debimos acompañarte, lo siento - Se disculparon entrando todos

- No, cachorros. - Negue alejando a Embry un poco para poder verlo a los ojos al igual que al resto - No tuvieron la culpa - Acaricie su mejilla - No pasó nada malo, lo que más me preocupa es Victoria

- Te protejeremos - Aseguró Paul

- Y a Bella - Agregó Sam

- Y i billi - Asintió Jared con burla no muy convencido

No era noticia que no les agradaba mucho mi sobrina, e incluso lo demostraban bastante pero no era que no les caiga bien, no les gustaba las decisiones que tomaba, fuera de eso les parecía alguien amigable.

- Los quiero cachorros - Extendi mis brazos dejando que los sacos de esteroides se acerquen a envolverme en sus musculosos brazos - Me están haciendo transpirar - Murmuré al sentir tanto calor por su temperatura corporal.

- Perdón - Se disculparon riendo


Aún seguía evitando a Isabella, fue tan notoria mi falta de interés por mi sobrina que hasta Charlie lo notó pero no le diría sobre lo ocurrido, al menos no por ahora.

Estaba bebiendo té en la sala de la casa mientras veía un programa de cocina, anotando en una libreta cada receta que aparecía, no era gran chef, incluso era un asco en la cocina pero cuando empecé a venir a lo de Charlie tuve que aprender a cocinar para no engordar por la pura chatarra que comíamos.

Sonó la puerta abriéndose, con el aura de Isabella llegando a la casa, tenía sentimientos de tristeza pero curiosidad. Dejó las llaves sobre la mesa, sacándose su abrigo, llegó a la sala donde me vio escribiendo.

- Tía - Me llamó dudosa - Se que no estamos en los mejores momentos pero ¿No querrías ir al cine con mis amigos y Jake? - Jugaba nerviosa con las mangas de su camiseta

- No - No podía siquiera terminar de perdonarla por lo sucedido con la vez que salimos con Jessica

- Por favor, se que me comporte horrible pero te necesito - Su voz se quebró al final haciendo que mi mandíbula se tense

Era mi sobrina, estaba cambiada pero seguía teniendo mi sangre, siempre fue mi debilidad. No puedo estar enojada con ella.

-...Iremos a ver "Odio mortal" será divertido, pagaré tú entrada si quieres, también la comida, puedes tomarlo como una disculpa - Se rasco la frente nerviosa

Yo ya había visto esa película con Paul, tenía demasiados efectos especiales para mi gusto.

- ¿Pagarás todo? - La miré por primera vez a los ojos en toda la charla.

- Todo - Asintió segura

- Bien, pero haces algo que no me gusta y te castigare además de que no te hablaré ¿Entiendes? - La señale con mi dedo índice amenazante

- Entiendo - Asintió con una sonrisa

- Bien, ve a tú cuarto que cocinaré para cuando Charlie llegue del trabajo - Volví mi vista a la libreta con una pequeña sonrisa.

Ella asintió corriendo en dirección a su habitación. Ahora tendría que ver una película con unos idiotas adolecentes hormonales. Genial.

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