05

TOBI Y VIDA PASADA

ME HABÍA LEVANTADO CON DESGANA PARA DARME UNA DUCHA, PERO ME LLEVÉ LA SORPRESA DE NO VER ROPA EN MI ARMARIO. Cerré confusa la puerta para girarme a la habitación, estaba llena del aura de los Cullen así caminé hasta la cocina viendo a Alice juntando todo en cajas, intenté decir algo pero no salían palabras de mi boca hasta que simplemente grite.

- ¡Alice! - La vampiro se giró a mi con una sonrisa inocente - Voy a ir hasta que encuentren a Victoria, no a vivir allí

- Si claro - Respondió automáticamente, entrecerre los ojos en su dirección sintiendo sus emociones - Aún que no estaría mal que te quedases

- Ya hablamos de esto... - Iba a seguir pero sonaron dos toques en la puerta, mire a Alice con advertencia al ver como iba a atender ella, sentía que mi espacio personal estaba siendo invadido. Ella aplanó los labios quedándose quieta mientras yo salía a atender - ¡Sheriff!

Charlie estaba en la puerta de mi hogar con una tierna sonrisa debajo de su adorable bigote. Lo invitaría a pasar pero vería las cajas de mudanza y no sabría como explicarme. Salí cerrando la puerta detrás de mi mientras le ofrecía sentarse en una de las bancas de afuera.

- No, estoy bien, en realidad ya me voy - Negó sin borrar su sonrisa, podía percibir una emoción positiva en él que me confundía - Iba de camino al trabajo cuando me crucé con algo. Sé que estabas mal por la manada y dijiste que empezarías por un perro...

Lo mire expectante, estaba vestido con su traje de oficial y tenía sus brazos detrás, estaba rodeado en un aura animal. Enarqué una ceja esperando a que continúe.

- Había una montaña de ramas, no le di atención hasta que vi que se movía, me acerqué para ver que era y había un cachorrito atrapado debajo de ellas. Las ramas tenían espinas así que me apure a quitarlas y encontré a un amiguito

Movió sus manos adelante mostrando un tierno cachorro con una pequeña prenda de ropa y recién bañado que me provocó demasiada ternura para mi cuerpo. De repente se atoró un grito agudo en mi garganta y maripositas en mi abdomen bajo, era la cosa más linda del mundo entero.

- Yo, ah, pase por la veterinaria para que lo revisen y bueno, le compre ropa porque vi que le ponían pero no sé - Balbuceó ante mi silencio pero yo sólo pude chillar de emoción como una niña, lleve una mano a mi boca tratando de no sollozar de ternura

- Eres el mejor ex cuñado del mundo y mejor amigo - Murmuré abrazandolo con cuidado de no lastimar al perro. Escuche su risa y sus emociones alegres que le dieron un vuelco a mi corazón, el mundo no merecía a Charlie

Me aleje tomando al cachorro mientras lo acariciaba, sabía que el animal estaba cómodo por mi aura pero amaba como movía su colita con emoción, lamia mi rostro, algo que me provocaba ternurita. Era la cosa más adorable del mundo.

- Gracias Charlie, eres increíble

- De nada Mel, ¿Cómo lo vas a llamar? - Alzó sus cejas y yo levanté al cachorro viendo su rostro con curiosidad

- Tiene cara de Matute y Tobi ¿Cuál le gusta más, sheriff? - Lo baje abrazandolo aún así, Charlie meneó un poco la cabeza pensando

- Tobi - Respondió - Bueno, mantenme al tanto de Tobi, debo ir al trabajo - Asenti dándole un abrazo para dejarlo ir a la patrulla

Veía como el coche se iba alejando pero tocó bocina a modo de saludo, yo sacudia mi mano a modo de despedida para girarme al pequeño cachorro y hablarle con un tono meloso que empalagaria a cualquiera, incluyéndome, pero con los perros es totalmente diferente. Entre a la casa con una sonrisa que se borró al ver mi hogar casi sin muebles, Alice estaba exagerando. El cachorro empezó a ladrar de manera amenazante a una esquina, mire donde estaba Alice que veía al perro con una mueca de desagrado.

- Llegan a lastimar a Tobi y los mato - Amenaze tomando mi mochila para tomar mi celular

Alice sólo asintió viendo de mala manera al perro que todavía le gruñia. La cuestión ahora era como iba a llevar al perro a la reserva en la motocicleta, porque debía ir a hablar con el consejo por una fogata.

Estaba en la casa del viejo Quil hablando con el consejo, estaba pidiéndoles cooperación por los problemas con Victoria y ellos asintieron sin problema. Sabía que más que nada era porque necesitaban que vuelva a ser la guardiána, pero no había manera de que eso llegase a suceder.

- Bien, pero no cruzarán las tierras de los otros - Objetó el viejo Quil

- Sólo compartirán el terreno de la casa Swan, para que ambos puedan defenderse allí - Secundó Billy

- Si, los lobos podrán defenderse en esa zona - Asenti - Pero sigue siendo terreno Cullen, así que no pueden dañarlos

- ¿Por qué tanta consideración por los sanguijuela? - Preguntó el viejo Quil viéndome serio

- Son familia - Respondí sin titubear - Edward está con Isabella, los jóvenes Cullen son muy buenos y se ganaron mi aprecio

- ¿Y el patriarca? - Se cruzó de brazos

- No es de nuestra incumbencia - Interrumpió Sue viéndolo de mala manera

- Mientras no rompan las reglas de la alianza momentánea estamos bien - Volví al tema principal - Me debo de ir

- ¿No te quedarás a la fogata? - Preguntó Billy acercándose

- ¿Cuál es la historia? - Tomé a Tobi que había estado sentado en el suelo totalmente quieto, era muy bueno acatando órdenes

- Aún no sabemos - Murmuró pero sus emociones lo delataban

- Bien, pero quiero a Sam lejos de mi

Me giré para salir de la casa, en la casa de enfrente estaba Leah con Seth, ambos Clearwater se giraron a mi sonriendo un poco pero el menor corrió a pesar de la queja de su hermana y me abrazó con cuidado de no lastimar a Tobi.

- Lamento lo de Sam, fue un tonto - Susurró el niño sin separarse

- Tranquilo Seth, estamos bien - Nos separamos un poco, él sonrió viendo al perro así que se lo extendi - Se llama Tobi

- Genial - Lo tomó acariciandolo

- Hola Mel - Saludó su hermana mayor

Sabía lo que sufría Leah en esa manada, peor aún era que tú alfa sea tú ex prometido el cual tiene de impronta a tú prima, me provocaba enojo por ella, pero lo entendía por parte de Sam, no controlas la imprimacion. Lo que no entendía era la parte de Emily, ella no estaba obligada a estar con Sam, podían ser amigos, pero ella se puso en pareja con él. Lo eligió sobre su prima hermana.

- Hola Leah - La abrace sintiendo como se tensaba un segundo pero se relajó para devolverme el gesto con fuerza, pero no la necesaria para lastimarme - Vamos a la fogata

- ¿Segura? - Cuestionó alejándose - Sam sigue enojado

- Sam es un idiota - Respondí sin importarme su sorpresa por el insulto pero terminó riéndose, gesto que acompañé - Me invitó el consejo

- Aún así será incómodo - Sonrió divertida

- Lo sé - Empezamos a caminar los tres juntos en dirección al encuentro - ¿Cómo están los chicos? - No podía evitar preocuparme por ellos

- Van a enojarse por esto, pero en serio te extrañan - Seth murmuró a mi lado

- Extrañamos - Corrigió Leah, le regalé una sonrisa que correspondió antes de hacer una mueca - Paul es el más afectado, pareciera como si tú fueras su impronta, esta desganado y llegó a oponerse a algunas de las órdenes de Sam

Los mire sorprendida por ello, Paul era el primero en la lista de los más fieles a Uley, lo entendía, sin Sam, Paul era un chico con problemas de irá, discusiones con su padre y debía cuidar de su hermanita menor. Sam le había dado una oportunidad, el gen lobo lo había cambiado.

- Pero el resto no está mejor - Siguió Seth - Embry esta todo el tiempo con cara triste de perro abandonado, ya no hace tantas apuestas y Jared esta de peor humor

- Intentaría acercarme, pero Sam los alejaría a rastras - Susurre y ellos asintieron de acuerdo

Seguimos caminando hasta llegar a la fogata donde pude ver a el recién nombrado con todos, a excepción de Jacob y el Consejo que venía detrás de nosotros. Sam se levantó de un salto al igual que la manada, pero sus expresiones eran diferentes, la de los chicos era de alegría, su cuerpo emanaba emoción y anhelo, mientras que el cuerpo del alfa emanaba enojo, decepción y culpa.

- El consejo me invitó - Avisé sin decir más nada, fui a sentarme viendo como Seth se sentaba a mi lado con Tobi, Leah a sentó a mi otro lado dejando un espacio para su madre

Podía sentir la mirada de los chicos además de su intensa mirada, estaba flanqueada por todos ellos lo que me incomodaba, pero los ignore al ver a Billy Black sentándose delante de nosotros.

- Hemos hablado con Melanie - Comentó viendo como el resto se terminaba de reunir - La bruja Escarlata fue, es y será siempre un ejemplo a seguir que se merece nuestro respeto - Vió con enojo a Sam que agachó la mirada

- Hemos realizado un tratado momentáneo - Siguió el viejo Quil - Los Cullen necesitan nuestra ayuda para proteger la vida de una ciudadana, la bruja Escarlata nuestra asistencia para cuidar de su sobrina y nosotros hemos aceptado

Al instante levantaron la vista viendolos confusos.

- ¿Un tratado con los Cullen? - Gruñó Paul

- Así es - La voz decidida del viejo Quil fue un mandato de silencio

- Compartirán turnos para cuidar de Charlie e Isabella Swan - Siguió Sue sosteniendo mi mano - Ese terreno esta abierto por tiempo indefinido, compartirán guardia con los Cullen y punto final

Antes de que pudiesen decir o hacer algo, el sonido de una moto nos hizo girar, vimos a Jacob llegar con Isabella lo que me sorprendió, no esperaba que ella en serio acepte estar a solas con el lobo sabiendo tanto los celos de Edward, los sentimientos del chico Black, y las incomodidades que causaba en la manada.

- Genial - Bufó Jared de mala gana

- Ten - Seth me sonrió tiernamente dándome a Tobi - Iré a ver que Bella no se sienta incómoda

- Gracias pequeño - Murmuré acariciando al perro mientras veía que se alejaba el niño Clearwater

- Sean amables - Pidió Sue bastante seria, la había visto bastante rígida con el tema de los Swan pero prefería no indagar en su mente por darle privacidad

El lugar de Seth fue ocupado por Embry que me vió con duda, intercalando su mirada entre el cachorro y mi persona, sabía que tanto él como yo estábamos sintiendo la penetrante mirada de Sam, pero al parecer al beta le importó poco ya que me ofreció un trozo de su chocolate como el pequeño lobo tierno que siempre pensé que era. Sonreí un poco aceptando el dulce, su sonrisa se ensanchó y deje a Tobi subir a su regazo. Se notaba que estaba más cómodo con los lobos que con los Cullen's.

- El es Quil - Susurró Embry señalando al chico de rulos - Se transformó ayer en la mañana, Paul y Jared ya se han encargado de contarle quien eres

Mire al joven lobo que jugaba tímidamente con una pulsera que tenía un dije de lobo con una A en su lomo. Pude reconocerlo como el signo de los Aterea. Levantó la mirada chocando con mis orbes, y le sonreí amablemente a lo que respondió. Pero a su lado se sentó Bella que me miró sorprendida aún así evite su mirada para ver a Billy que asintió como si me pidiera permiso para hablar, le di una pequeña sonrisa.

- Los Quileutes han sido pocos desde el principio - comenzó sonriendo con melancolía - Pero en nuestra sangre siempre ah habido magia, éramos grandiosos espíritus guerreros, capaces de transformarse en poderosos lobos... Eso nos permitía defendernos de nuestros enemigos. Al igual que hacer aliados - Dirigió su mirada a mi - Éramos fuertes pero teníamos ayuda de una magnífica guardiána, una mujer que cubría nuestras espaldas, mostrando su porte fuerte desde antes de que pensarán que las mujeres eran capaces de lo mismo que los hombres. Eran lobos y una bruja juntos por proteger a nuestra tribu.

Empecé a recordar lo que aquel día sucedió, mis ojos se tornaron de un rojo fosforescente y pude ver a los presentes dar un salto de susto pero Billy sólo sonrió un poco antes de seguir.

- un día se toparon con una criatura, parecía un humano pero era duro como una piedra y frío como el hielo

Estaba caminando en el bosque con mi habitual traje rojo escarlata, delante de mi iban dos Quileutes con sigilo de no ser escuchados, pues ellos habían olido una fragancia asquerosa, una de las peores que su sensible nariz podría haber captado, olía a cadáver. Mientras yo había conseguido sentir un aura que me provocaba dolor de sólo verla, cargaba con demasiadas muertes encima. Los tres nos asomamos viendo a un hombre de aspecto angelical, cabello largo como en esa época se usaba más, piel casi translusida y ojos rojos cual fuego viviente, tenía unos orbes carmesí resaltantes. Pero lo que más se notaba, eran los cuerpos que yacían a sus pies.

- Uriel - Susurre al verlo temblar hasta transformarse, pues las mujeres eran de nuestra tribu

Pero el lobo se transformó aún así, corriendo hasta el misterioso hombre de extraña naturaleza, pero yo no podía moverme y el otro lobo pareció igual, habíamos quedado detrás hipnotizados con la belleza de aquella criatura, pero despertamos al verlo quebrar los huesos del Quileute.

- ¡Uriel! - Grite antes de enviar una ráfaga al misterioso hombre, controlando su mente para dejarlo en su lugar paralizado, mientras el otro hombre con velocidad se transformaba y corría hasta arrancarle la cabeza

- Los filosos dientes de los guerreros, con fuerza de la guardiana, finalmente lo desgarraron, pero sólo el fuego de la magia de la bruja lo destruyó completamente - Siguió viendo con tristeza el fuego, mientras el resto intercalaba su mirada entre él y la bruja Escarlata que seguía en sus recuerdos - Vivían con el temor de que el hombre frío no estuviera sólo y tenían razón

Una semana después de haber pasado aquel accidente con la extraña criatura, me fuí a dar una vuelta con el antepasado Uley, ambos hablando sobre la apariencia de ese hombre, escribiendo una historia para describir lo que era en realidad, así sus futuros estén preparados por si algo sucedía.

- Vaya con la tribu, muestreme esto a Ephraim para que lo guarde - Señale el objeto y él asintió antes de correr en dirección a donde nos quedábamos

Subí a unos árboles tratando de practicar con lo que parecía ser el tiempo. Me coloqué sobre la rama de uno de los más altos árboles, colocando mis manos sobre una rama quebrada, el aura roja comenzó a envolverla hasta repararla, dejando a un árbol curado. Sonreí un poco antes de dar una última vuelta y volver a la tribu para contarle a el alfa sobre mi nuevo logró.

- Melanie, hicimos una fogata ¿Vienes?

Asenti caminando detrás de él mientras le narraba lo sucedido, cada avance en mi poder era una nueva posibilidad a tener más defensas para la manada.

Al llegar a la fogata pude ver a Quil Aterea, a una mujer de antepasado Clearwater y al lobo con el que una hora atrás escribía el libro, Uley. Me senté en un tronco escuchando como ellos empezaban a narrar historias.

- ¡Bruja Escarlata!

Todos nos giramos para ver a una cantidad de personas que venían de la ciudad, tenían antorchas con enormes palos prendidos fuego que me provocaban terror al ver que sólo gritaban por mi.

- ¡Corre, Melanie, nosotros te cubrimos! - Ephraim me miraba con toda la seguridad del mundo

Lo mire dudosa hasta que me dió una sonrisa confiada, entonces rápidamente me teletransporte a uno de los árboles.

- Queremos a la bruja, no a ustedes indígenas sin pena alguna - Miraban con desdén su ropa, lo que me provocaba enojo, debían aprender a respetar la cultura ajena

- ¿Qué bruja? Las brujas no existen - Habló por todos que asintieron seguros ante eso, una sonrisa se escapó en mi rostro siendo que ellos eran perros gigantes

- Sabemos que la ocultan, sólo entregenla para llevarla a la hoguera y prometemos que nada les sucederá a ustedes - Recuerdos de mujeres siendo quemadas vinieron a mi mente sin poder evitarlo, los antepasados de las brujas fueron difíciles

- Les pedimos amablemente que se retiren de nuestras tierras - Usó su característica voz de alfa

La discusión siguió unos segundos más, segundos que eran sólo de palabras intercambiados entre ambos patriarcas líderes de los grupos. Pero mi vista se desvió al bosque al sentir un aura poco amigable, manchadas de colores oscuros como los del extraño frío del boque. Me teletransporte de árbol a árbol, ramas y ramas hasta llegar a un lugar donde se podía ver a una gran cantidad de personas.

Pero no eran simples humanos que también venían por mi cabeza, ellos tenían sus ojos colores carmesí, sangrientos en venganza miraban directo a donde estaba la aldea. Sus sentimientos de anhelo, dolor, sed. Estaban yendo en busca de venganza. En busca de los metamorfos. Eran los amigos de aquel frío.

Corrí de nuevo a la tribu pero al llegar ellos ya estaban allí ¿Cómo podrían ser tan rápidos?, atacando a los lobos, aldeanos, los intrusos que querían llevarme a la hoguera, todo estaba en llamas a causa de el fuego que habían llevado, rasguños por los lobos que rompieron tiendas de donde niños salían corriendo... Era una masacre

- ¡Ayúdanos Melanie!

- ¡Te necesitamos!

Baje asustada sin saber que hacer, eran al menos tres mujeres y cuatro hombres. Pero ellos se alimentaron rápidamente antes de dejarle el resto a una mujer, una fría.

- Desató su venganza contra la aldea - Continuó viendo los ojos lagrimeantes de la bruja que seguía en ese trance de recuerdos, los lobos vieron preocupados a su mamá cachorra sintiéndose culpables de dejarla sola con tantos problemas atormentandola desde incluso una vida pasada, al igual que a Bella que estaba sorprendida - nuestro viejo jefe Taha Aki, fue el único que sobrevivió, el único espíritu guerrero que quedó para salvar a la tribu con ayuda de la bruja Escarlata, luego de morir su hijo

Corrí rápidamente a las carpas de los niños donde los forme una hilera pidiendo que no se separen, los lleve hasta el bote con los aldeanos que iban en el camino, formando una barrera para que pudiesen ir hasta los botes del río y salvarse.

- ¡Ephraim! - Grite al ver al lobo ser asesinado por esa extraña fría

Mi magia se desvaneció un segundo antes de que pudiese hacer algo. Mire al rededor, viendo a los hombres fallecidos, los niños igual, las mujeres de misma manera. Fuego incendiado todo, carcomiendose hasta lo mínimo. Desarmando el pueblo y dejando sin rastro de vida. Mi mirada se cruzó con la de Taha Aki, quien sostenia en brazos a una de sus esposas e hijo. Él me dió una señal y nos paramos de nuestro lugar viendo a la fría. Corrimos hacía la mujer de apariencia angelical pero espíritu sangriento.

- La tercera esposa de Taha Aki, sabía que ellos no podrían, pues a pesar del espíritu mágico de ambos, ellos desconocían las capacidades de la extraña. La esposa no era un ser mágico, sólo tenía un poder especial - Todos estaban atentos al ver como Melanie caía de rodillas llorando pero sin emitir sonido alguno, Leah intento acercarse pero el viejo Quil negó - El valor

La fría me lanzó contra una de las rocas, resonando el quiebre de más de uno de mis huesos, caí al suelo dolida sollozando mientras veía como Taha Aki estaba perdiendo la lucha, pero el grito de fuerza con una descarga de emociones de valentía me hicieron voltear a ver a su tercera esposa. La cual sostenía un cuchillo que pronto enterró en su abdomen. Mire como la fría soltaba abruptamente al lobo para acercarse a ella.

- La sangre - Susurre al recordar como el resto de fríos se alimentaron y alejaron

Vi el libro escondido entre los escombros, lo atrae hasta mi, abriendolo rápidamente en la última página que escribí con Uley "Se alimentan de:" coloque rápidamente mi mano manchada de mi propia sangre en ese espacio, dando un claro mensaje para luego levantar la vista y ver a Taha Aki saltar sobre la fría, devorando su cabeza de un mordisco.

- El sacrifio de la tercer esposa, distrajo a la mujer fría lo suficiente para que tanto Melanie pudiese terminar su guía, la cual nos ayudaba a entender lo suficiente a los fríos y para que Taha Aki destruyera a la mujer. Ella salvó a la tribu - Decretó orgulloso

- Pero Melanie no sólo había aprendido de los fríos en poco tiempo - Continuó el viejo Quil - Melanie Higginbotham I había aprendido más de los espíritus de lobos que ellos mismos. Ella sabía que la tercera y última esposa de Taha Aki era la más importante porque él se había imprimado en ella. Así que si Taha Aki al ser el último espíritu lobuno, perdía a su impronta, Melanie sabía que él no aguantaría con ese dolor... Y tuvo que tomar una desición

Mire a Taha Aki que se agachó a un lado de su esposa que sonreía levemente al verlo en perfecto estado, llorando por su posible muerte, liberados de aquella fría en busca de venganza, la cual no consiguió. El dolor empezó a reflejarse en su mirada, y mire el cuerpo de los fallecidos. No podía dejar que aquella pareja que acaba de salvar a la tribu muera, no podían rendirse luego de una de las más grandes bajas que habíamos tenido.

- Taha Aki - Susurre y el se giró derramando lagrimas a mares - Déjame ayudar

Con el dolor de su impronta encima, las pérdidas de los humanos, hermanos de manada y uno de sus hijos, se levantó para ayudarme a acercarme. Al estar a un lado de la mujer, me arrodille sonriendo con dolor. No sentía el cuerpo, sólo el sabor metalico en mi boca, mismo líquido que empecé a soltar por el abdomen, y sabía que eran ellos dos o yo.

- Mirame Sumai - Susurre, ella dirigió con fuerza su vista hacía mi - Sé fuerte, debes cuidar de Muelim - Susurre el nombre de mi pequeña

Coloqué mis manos sobre su herida, sintiendo que la magia que usaba en mi traje se esparcia hasta mis manos, mis ojos se iluminaron y empecé a curar su herida.

- Te dañas - Murmuró preocupado el último espíritu lobuno

- Pero salvo mi legado - Susurre viendo como Sumai recuperaba sus fuerzas, me miró entre asustada, preocupada y sorprendida

Me caí al suelo, escupiendo un poco de sangre, Taha Aki intento acercarse pero con mi mano se lo impedí. Mire mis manos antes de con mi propia sangre dibujar una runa de protección en mi muñeca.

- Animus meus requiescit, peregrinare, donec inveniat animam prolis meae, quae pura et forti anima futura novit faciem

Sentí como mi cuerpo se desvaneció lentamente.

- Taha Aki pudo ver como de una marca que tenía en su muñeca, un aura desprendía de ella, mismo color que el de su característica guardiána, una nube escarlata rodeó el cuerpo de ella, dejando una burbuja de su poder en máximo esplendor rodearla - Miraron a la bruja que iba bajando el brillo de sus ojos - Hasta que explotó y el cuerpo inerte de ella cayó

Mire el fuego delante de mi, no podía hacer ni mover más nada.

- Con el tiempo, nuestros enemigos desaparecieron - Volvió a tomar la conversación Billy, y su voz resonaba en mi cabeza como eco - Pero quedan algunos, los fríos.

Imágenes de ese hombre y mujer se reproducieron en mi mente con recuerdos de mi otra vida.

- Cuando están cerca nuestra magia despierta, y lo sentimos ahora, su amenaza en la sangre - Me miró y al fin pude levantar la mirada, viendo fijamente al patriarca Black - Algo terrible se aproxima y debemos estar listos

Mis ojos cristalizados sólo podían ver al patriarca Black que me miraba con seguridad.

- Todos nosotros

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