04

HOMBRES

AL PARECER SE ME HARÍA HABITUAL EL ESTAR CONSTANTEMENTE EN UNA ESPECIE DE DEPRESIÓN. No podía creer que Sam haya sido capaz de decir tal cosa sólo por no admitir que no hay tantas diferencias entre la manada y los Cullen. Ni si quiera tenía humor de ir a mi casa, por lo que fui directo a ver a Charlie, me recibió con los brazos abiertos y una mueca al ver mi rostro decaído.

- ¿Qué sucedió? - Preguntó tomando helado del refrigerador para ponerlo sobre la mesa

- Charlie ¿Recuerda cuando dijo que sería vieja con muchos perros? - Pregunté tomando la cuchara para tomar helado de chocolate

- Si ¿Por qué? - Tomó otra cuchara para comer del helado de frutilla

- Creo que voy a empezar por el primer perro, los hombres son un asco - Admiti introduciendo el postre en mi boca. Él hizo una mueca ofendido - Usted es la única excepción

- Aún así tienes razón, ¿Que te hicieron? Espera ¿Salías con alguien? - Preguntó señalandome con la cuchara

- No, bueno, no como una relación, es complicado - Balbuce agarrando otro bocado - En realidad es un tema con amistad y pareja, ellos no se llevan bien - Respondí tratando de que el tema sea apto para él

- Oh, que asco - Razonó tomando otro pedazo de helado - ¿Y con quien sales?

- No creo que sea conveniente que lo sepas - Murmuré desconfiada haciendo que enarque una ceja - Es que te cae bien, pero su apellido no tanto

- ¿Cómo? - Preguntó confuso

- Carlisle Cullen - Respondí rápido

- Oh vamos Melanie - Bufó con desagrado dejando la cuchara - Acabas de quitarme el apetito ¿Lo sabes? Ya no puedo comer - Dramatizo, lo golpee juguetonamente con la cuchara escuchando su risa

- Pero es que él - Dude buscando una buena respuesta - Me interesa, no voy a negarlo, es super sexy, ardiente, es doctor, rubio con unos hermosos ojos... - Enumere recordando el rostro del apuesto doctor

- Si, si, ya entendí - Me interrumpió volviendo a tomar su cuchara

- Bien, la cuestión es que los chicos de la reserva no tienen aprecio por él o sus hijos, ellos no me quieren cerca pero los Cullen tampoco, aún así ellos si muestran cooperación - Me sincere frustrada - Odio esto

Nos quedamos en un breve silencio mientras sentía las emociones de Charlie, me gustaban sus sentimientos, me dejaban estar en paz ya que eran claros y calmados, se notaba que estaba pensando en que responder.

- Bien, si los chicos no aceptan a los Cullen, o como mínimo tolerarlos, entonces no son amigos - Habló después de unos segundos - Debían al menos comportarse si son importantes para ti

No quería pensar eso, sabía que tal vez tenía razón, pero no me gustaba creer que la manada no me quería sólo para ser su guardián, que tenían más aprecio a mi persona, pero tal vez está equivocada. No era algo que me gustase, pero debía admitirlo.

- Así que... - Susurró empezando a asentir frenéticamente y sonreír - Carlisle

- Oh, Charlie - Suspiré divertida agradeciendo el cambio de temas - Tengo una "cita" con él - Comenté viendo su expresión sorprendida

- Vaya, ¿No es muy mayor? Es decir, te lleva cuanto ¿Siete años, ocho, tal vez más? - Preguntó frunciendo el ceño, suspiré sin saber que responder, no sabía que edad había dicho que tenía el doctor, sabía que tenía 21 biológicamente pero no cuanto decía aparentar

- Creo que cinco - Comenté sin querer responder detalladamente - No importa, es tarde Charlie y tienes trabajo, así que a dormir - Comenté tomando el helado para cerrarlo y guardarlo nuevamente en el refrigerador

- Pero esta el partido - Habló como un pequeño capricho haciéndome reír un poco

- Bien, podemos ver el partido siempre y cuando te vayas a dormir temprano, luego llegas tarde

Asintió sonriendo victorioso. Tomamos unas cervezas de la heladera para sentarnos en el sofá, encendimos la televisión, pusimos el canal de Deportes empezando a disfrutar del partido de béisbol como lo hacíamos años atrás.

Mi móvil sonó logrando devolverme a la realidad, lo saque de mi bolsillo sintiendo la curiosa mirada del sheriff, en la pantalla decía claramente "Billy Black" así que suspiré pidiendo permiso para ir al jardín así atender tranquilamente, la noche estaba hermosa, tenía las estrellas claras haciendo juego con la brillante luna.

- ¿Billy?

- Oh Melanie, que gusto que atiendas - Escuche un suspiro de alivio - Sam nos contó lo que sucedió, en serio queremos pedirte disculpas a nombre del consejo y la manada, no estamos de acuerdo con lo que sucedió

- Supuse que dirían eso en cuanto se enteren - Me cruze de brazos viendo el cielo - No son ustedes quien deber asumir las responsabilidades de Sam, señor Black

- Lo sabemos, pero aún así te mereces las disculpas, tal vez no querramos una alianza a pesar de que tomamos eso en cuenta, tal vez nos haría bien reescribir el tratado, pero por favor Melanie, te necesitamos

Me hizo sentir alivio el que al menos el consejo piense que tenía razón, ellos tomaban desiciones sabias que me gustaban, tal vez era porque eran los integrantes de la tribu más antiguos, los que conocen al derecho y revés las leyendas, pero al menos si pensaban.

- Me agrada saber que lo piensen, pero no voy a volver - Respondí después de varios segundos en silencio - No hasta que el verdadero alfa tome su puesto, sabes de que hablo Billy

- Jacob no quiere tomar el puesto, dice que no es donde pertenece - Su tono era decepcionado, en realidad todos queríamos que sea el menor Black que tome ese puesto, en verdad el liderazgo recorría su sangre

- Pues mi lealtad esta con los Black, no con los Uley, soy la bruja Escarlata de esa manada, así que hasta que el nieto de Ephraim Black no esté al mando, Melanie Higginbotham II tampoco lo va a estar - Respondí segura

El sonido de mi respiración pesada, el vapor saliendo de mis labios podiendo apreciarse por el frío tiempo, el sonido del viento o los pequeños grillos era lo único que se escuchaba. Hasta que casi dos minutos en silencio se escuchó como Billy reía ligeramente del otro lado de la línea.

- Me enorgulleces Melanie - Una pequeña sonrisa se escapó de mis labios - Haremos una fogata en unos días, espero verte allí

- Te veo luego Billy - Me limite a contestar cortando la llamada

Guarde mi celular en el bolsillo trasero de mi pantalón para abrazarme a mi misma viendo las estrellas, no podía parar de reprocharme todo lo sucedido a pesar de que sabía que no era mi culpa, extrañaba estar en París riéndome de las personas que colocaban un candado en el puente del amor, que a mi parecer era inútil ya que diez años después de casarse se separan ya sea por infidelidad, dejaron de sentir amor, o que se habían casado por un embarazo adolecente, tal vez otra cosa.

Empeze a sentir un ligero cosquilleo así que baje mi mirada, veía como mi traje empezaba a aparecer, frunci el ceño confusa pero sentí un aura extraña dentro de la casa, respire nerviosa pensando en Charlie así que entre cuidadosamente tratando de no hacer ruido, regule mi respiración y trate de calmar los latidos de mi corazón al identificar que el aura era de un vampiro, pero parecía ser neófito por la falta de color de su aura.

Cerré delicadamente la puerta viendo gracias a mis ojos que estaban brillando, podía ver el recorrido del aura con tonos oscuros en un viento hasta el segundo piso pero me acerqué a Charlie para ver su estado. Lo encontré dormido en perfectas condiciones dejándome suspirar aliviada. Empecé a subir las escaleras sintiendo esa presencia aún más cerca hasta llegar a la habitación de Isabella.

Tomé el picaporte abriendo rápidamente para adentrarme, pero al estar ya en el cuarto lo único que vi fue a la ventana abierta, la cortina moviéndose velozmente, y el aura mezclada en toda la habitación. Frunci el ceño confusa caminando a la ventana, vi a Bella llegando así que baje rápidamente para recibirla.

- ¡Tía! - Gritó asustada pero yo sólo tome sus mejillas para revisarla - ¿Qué sucede, espera, que haces aquí? ¿No estabas en tú casa? Por cierto debo ir a visitarla, no la eh visto... - Iba a interrumpirla pero unos toques en la puerta hizo que volteemos a ella

Eran bastante fuerte y desesperados, el aura de Edward estaba del otro lado pero sus emociones me agobiaron, estaba hundido en desesperación, preocupación, temor. Abrí la puerta, pareció sorprenderse de verme hasta que cambió su semblante al ver a Isabella.

- Escucha, antes que empieces con tus dramas de suicida preocupado por mi sobrina - Lo Interrumpi - Alguien estuvo aquí

Olfateo el aire para mirarme preocupado así que me moví a un lado dejando que siga el aroma del intruso, aún así vi que tenía los ojos negros y no sabía porque eran, si de sed, enojo o diría lujuria pero no estuvo con mi sobrina así que descartada. Fuimos al segundo piso a la habitación de Isabella, con mi sobrina detrás.

- ¿Qué? ¿Quién estuvo aquí? - Preguntaba la recién nombrada detrás de mi pero la ignore para entrar al cuarto, viendo al cobrizo tomando un atrapa sueños sobre la cama

- No reconocí su aura - Le comenté viendo como esta misma desaparecía

- Yo tampoco el olor - Empezó a revisar los muebles, bajo nuestra atenta mirada

- ¿Qué sucede? - Preguntó Bella pero antes de responderle vi un cajón de su mueble abierto

- Edward - lo señale, me miró siguiendo mi dirección hasta que también fue allí

Caminé hasta revisar su ropa viendo que faltaba su remera favorita, estaba impregnada en el olor de Isabella, nos dimos una mirada preocupada antes de tomar unos abrigos para nosotras dos e ir al hogar Cullen.


Nos reunimos en la sala de su hogar, aún las cosas estaban un poco tensas por mi lado al sentir las emociones y las miradas de cachorros regañados implorando disculpas de los chicos, pero pase de largo eso para colocarme con Edward a un lado de la sala.

- ¿Quién era? ¿Alguien conocido? - Mire a Carlisle instintivamente al escuchar su voz, viendo que tenía su mirada fija en mi. Odiaba eso, porque me sentía como una adolecente

- No reconocí el olor - Murmuró Edward compartiendo una mirada conmigo

- Tampoco el aura - Agregue cruzandose de brazos - ¿No podría ser un simple nómada que iba de paso?

- Nunca dejaría al padre de Bella vivo - Negó Rosalie segura

Quedamos en silencio unos segundos, las emociones me estaban agobiado lentamente, necesitaba mi libro, tal vez hubiera algo que pudiese ayudarme pero con todos los recuerdos en proceso de recuperar, la tensión con la manada y Victoria no pude practicar demasiado.

- El rastro desapareció a cinco millas de la casa de Bella - Jasper entró a la sala, no tenía sus dorados orbes característicos, los tenía negro, algo que me preocupo. Detrás de él entraba Emmett, habían ido a seguir el olor

- Alguien está tramando esto - Aseguró el patriarca

- ¿Victoria? - Preguntó Bella que se había mantenido en silencio

- Hubiera visto su desición - Aseguró Alice

- No tiene nada que ver - Interrumpi - Victoria es inteligente, astuta, ah estado rondando por aquí, no me extrañaría que mandase a alguien más a la casa de Charlie - Sus miradas cayeron en mi, haciendo que me incomode levemente

- Podría ser - Asintió Emmett pero Edward negó algo inseguro

- ¿Vulturi's? - Preguntó intercalando su mirada en Carlisle y yo pero la vidente negó

- Eh visto las desiciones de Aro - El resto se paró de su lugar a excepción de ella y Bella

Nos quedamos en silencio unos segundos mientras mordia mis uñas por nerviosismo, cada uno sumergido en sus dudas hasta que Carlisle aseguró que debíamos cuidar a Bella, pero eso sólo desató una discusión en la que me mantuve distante ya que cada vez que tenía emociones fuertes destaba los recuerdos.

- Tengo... - Escuche la oración de Bella incitando que tenía ayuda

- ¿Qué? - Preguntó Edward pero más fue como si la estuviera retando a decirlo

- Debes estar bromeando - Susurre pasandome las manos por el rostro - Sam no aceptará

- Sam no - Se encogió de hombros viendo que tenía toda la atención - Pero Jacob si, por mi lo haría. El consejo aceptaría por ti, sin dudar, eh oído como Jacob hablaba sobre tú relación con ellos

- No, no aceptaré la ayuda de Jacob - Edward me miró suplicante

- Bien - Interrumpió Rosalie con un gesto totalmente enfurecido - Supongamos que acepta ¿Qué gana ella? Estamos hablando de proteger a Bella siempre mediante mamá ¿Pero y ella? No veo que estén pendientes a si se puede proteger o no, puede ser una bruja pero no quiero que además de usarla para protección nos olvidemos de su seguridad - Se cruzó de brazos viéndome con desición

¿Me dijo mamá?

La mire sorprendida por como se preocupó, ni siquiera Isabella se había frenado a pensar en eso. Sentí como el traje empezaba a desaparecer haciendo bajar mi mirada, el peligro parecía desaparecer logrando que se esfume. Levante la mirada para ver como ellos veían sorprendidos la magia.

- Yo puedo cuidarme sola Rose, pero gracias por la preocupación - Le di una sonrisa que devolvió

- Tiene razón - Secundo Carlisle a su hija viéndome dudoso

- Ya lo eh visto - Alice saltó de su lugar con una pequeña sonrisa - Se como el Consejo aceptará la ayuda, y como tendrás protección

- No te lo puedo creer - Susurró Edward leyendo su mente, tenía una pequeña sonrisa burlona

Estresada de no poder saber, lanze una rápida ráfaga a la mente de Alice viendo claramente su visión, estaba totalmente segura por lo que no había vuelta atrás.

Me quedaría en la casa Cullen bajo su protección.

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