CAPÍTULO 7: ¿EL BENEFACTOR?

—— ¿EL BENEFACTOR? ——

Elara corría lo más rápido que podía a través del bosque. Sabía que algo grave había pasado para que Scarlett la llamará de aquella forma. Sabía que era un problema y algo la decía que tenía relación con lo sobrenatural. Aunque en aquello ya no sabía si lo conocía por su lado de vidente o por todo lo que había ocurrido en Beacon Hills.

Al llegar a casa de su Beta, Elara se percató de que no había nada inusual. Nada había cambiado. Lo que hizo que mirase a todas partes confundida pero, antes de que pudiera reaccionar, alguien la golpeó en la cabeza, dejándola inconsciente.

***

Lentamente Elara abrió los ojos, provocando que mirase a todas partes mareada y desorientada. Frente a ella vio a los padres se Scarlett, y a un lado, atada, a Scarlett.

—Así que tu eres la Alfa por la que el Benefactor ofrece tanto dinero. ¿Pero que tienes de especial?— La madre de Scarlett se acercó a Elara mientras la daba un puñetazo en la cara.

—¿El Benefactor?— Consiguió preguntar Elara.

—Quién ofrece una gran cantidad de dinero por ti y por muchos como tú.— Rió el padre de Scarlett.

—Papá no. Lara no es mala.— Dijo Scarlett sabiendo que Elara estaba intentando mantener la calma.

—No nos importa si es mala o no, Scarlett. El Benefactor pagará por ella, doscientos cincuenta millones. Es una gran cantidad para una chica que solamente es una mujer lobo.— Scarlett y Elara se miraron mutuamente. La rubia la indicó a su Alfa que atacará, sus padres iban a matarlas, ambas lo sabían y a pesar de que ellos eran sus padres, Scarlett estaba decidida a luchar por su vida, por la de su Alfa y, tal vez, incluso por la de muchos más.

—Yo no soy una mujer lobo común. Digamos que soy especial. Y sabes cuál es el problema, que cuando se meten con mi manada me hacen enfadar.— Explicó Elara haciendo que sus ojos brillaran en un tono rojo brillante. Al mismo instante en el que se soltaba de las cadenas y soltaba un rugido que aturdió a los padres de su Beta.

Ante aquella distracción, Elara liberó a su Beta y las dos salieron corriendo justamente cuando alguien disparaba a Elara en la pierna, provocando que soltara un pequeño gritó de dolor. Pero aquello no las detuvo, ya que siguieron corriendo.

Ambas chicas llegaron hasta una especie de granero, Scarlett acomodó a Elara para que ella pudiera sacarse la bala, mientras que la Beta saco, de entre unas tablas, un revólver.

—Scarlett.— Habló su madre al ver que estaba siendo apuntada por su hija.

—Has atacado a mi Alfa, a mi amiga, a mi familia...— Desde su escondite Elara sonrió de lado al escuchar a su Beta. —Pasé mucho tiempo intentando conseguir una muestra por vuestra parte de cariño, pero nada de lo que hacía era suficiente. Hasta que fui mordida. La mordida para mí sí fue un regalo. Me demostró que no tengo que cambiar por nadie. Ni por mis padres, así que o sueltas el arma o dispararé.— La madre de Scarlett, la cual era prácticamente idéntica a su hija, alzó su arma con la intención de matar a su propia hija.

Elara se miró la pierna justamente cuando escuchó un disparo. Alzó la cabeza y se puso de pies, con bastante dificultad se acercó donde estaba Scarlett, y vio a su Beta sosteniendo el arma y a unos metros de ella el cuerpo de su madre.

—Scarlett.— La rubia se giró y se acercó a Elara para poder abrazarla.

—Me obligaron a llamarte, yo no quería.— Lloró la rubia.

—Tranquila.— Intentó tranquilizarla Elara justamente cuando se escuchaba otro disparo, está vez procedente del exterior. Ambas se miraron y salieron fuera del granero. Afuera ambas vieron otro cuerpo, está vez el del padre de Scarlett. Al verle, la rubia, se aferró a la mano de su Alfa.

—¿Estáis bien?— Preguntó el sheriff viendo a ambas chicas.

—En el granero está el cuerpo de mi madre, intentó matarnos.— Respondió Scarlett con frialdad mientras se dirigía a su casa. Elara suspiró con frustración mientras el sheriff pasaba a su lado.

—¿Qué ha pasado?— Preguntó mirando a la chica.

—Nos intentaron matar, hablaban de un tal "Benefactor" y que mi cabeza costaba doscientos cincuenta millones.— Explicó Elara. —Sea lo que sea que dijeran, no ha empezado ahora, sheriff.— Le aseguró Elara con certeza.  

—Vais a tener que testificar, las dos.— Elara miró hacia la dirección en el que Scarlett se había ido.

—No será capaz de hacerlo. Lo se. Puedo hablar con alguien para que parezca un accidente y no tengas que dar explicaciones de por qué una chica de quince años ha matado a su madre.— Propuso Elara.

—Si me hubieras dicho esto antes te hubiera dicho que no, ahora... Hazlo.— Pidió él. Elara asintió mientras comenzaba a caminar con dificultad, debido a la herida que seguía teniendo en su pierna.

—¡Lara!— La aludida alzó la cabeza al escuchar la voz de Derek. El pelinegro se acercó a ella y la abrazó. —¿Estás bien?

—Cuando consiga sacar una bala de mi pierna lo estaré.— Gruñó ella. —Necesito que llames a mi hermano, y le digas que venga.— Derek la miró confundido.

—¿Qué ha pasado?— Elara comenzó a caminar con su ayuda, hasta el perche.

—Si lo que he escrito y esto tiene relación, creo que alguien ha puesto precio a toda criatura sobrenatural de Beacon Hills.— Aseguró Elara haciendo que Derek la mirase confundido.

—¿Has vuelto a tener visiones?— Preguntó intrigante.

—Y a escribirlas. Llama a mi hermano antes de que alguien vea los cuerpos.— Sentenció Elara entrando en la casa de Scarlett.

La Beta estaba sentada en su cama, mientras miraba a la nada. Elara entró cerrando la puerta tras ella y se sentó en el suelo, mirando a Scarlett.

—¿Por qué no siento remordimientos?— Scarlett miró a Elara asustada. —He matado a mi madre y no siento culpa, como si no lo hubiera hecho.— Elara la miró sorprendida.

—A veces creemos amar a aquellos que nos rodean por ser familia, pero cuando algo pasa te das cuenta de que ese sentimiento es efímero. No eres responsable de lo que ha pasado. Te guiaste por instinto.— Explicó Elara agarrándola de las manos.

—¿Y que voy a hacer yo sola?— Al ver la expresión de Scarlett, Elara recordó cuando ella misma estaba sola en el mundo.

—No estás sola. Cogerás tus cosas y vendrás conmigo. Te quedarás en mi casa. Hay una habitación libre y es tuya.— Respondió con certeza. Elara podía ser muchas cosas, pero abandonar a los demás no era una de ellas. Scarlett había salvado su vida, aunque ninguna de las dos fuera capaz de decirlo, y darla un hogar era lo menos, que Elara, podía hacer por su Beta. Aparte de que seguía siendo su responsabilidad.

***

Después de fingir el accidente por parte de los padres de Scarlett, las dos mujeres lobos fueron a la casa de Elara, mientras que Scott explicaba a su amiga lo sucedido.

—Entonces... ¿Todos tenemos precio a nuestras cabezas?— Preguntó Alexander mirando a su hermana.

—Según lo que Lydia ha descifrado sí.— Respondió su hermana con frustración.

—¿Pero quién iría a por sobrenaturales?— Preguntó Derek confundido.

—Cualquiera al que le ofrezcan la cantidad suficiente de dinero. Por qué el hombre del hacha mató a una familia de wendigos, y luego al superviviente.— Al escucharla Derek la miró confundido, dándose cuenta de que Elara sabía mucho más de lo que fingía conocer.

***

Cuando todo el mundo dormía, Elara salió de su casa dispuesta a reunirse con su primo. Si ahora eran ciertos sus temores, Elara prefería mantener informada a Satomi a traves de Brett.

La mujer lobo se adentró en el bosque lo más rápido que podía, llamando la atención de Derek el cual estaba en el bosque buscando a Kate. Al ver a la Alfa pasar a su lado algo dentro de él le extrañó, y sin hacer ruido y camuflando su olor y presencia la siguió. La morena llegó hasta uno de los miradores de la reserva, donde ya se encontraba Brett.

—Te dije que eran cazadores.— Alegó Brett saliendo de entre las sombras.

—No son cazadores, idiota.— Respondió Elara. —Son asesinos. Mi amiga Lydia, la Banshee, ha descifrado uno de los códigos; y los padres de mi Beta han dicho que hay precio por la cabeza de todo ser sobrenatural.— Respondió la mujer lobo.

—¿Los padres se Scarlett saben que es una mujer lobo?— Brett la miró confundido.

—Han intentado matarnos. Pero el caso es que hay una lista de muerte, debes de decírselo a tu manada. Por qué van a ir a por todos.— Al escucharla Derek frunció el ceño, mientras se fijaba en Brett y comenzaba a preguntarse de que podían, ambos, conocerse.

—Si llegó a apostar hubiera ganado. Te lo dije la otra noche, Lara.— Elara rodó los ojos.

—Esto es serio.— Aseguró su prima con frustración.

—Lo se. Pero no te preocupes, ¿sí? De lo que deberías de preocuparte es de la paliza que vamos a daros mañana en el partido.— Al escucharle Elara encarnó una ceja divertida.

—¿Crees que vas a ganar? Lo siento, no tengo planeado perder en mi primer partido como capitán.— Sonrió Elara con superioridad.

—Vaya, así que Elara Miles es la nueva capitana del equipo de lacrosse, el cual cuenta con hombres lobo. Tienes suerte de que la gente no sepa que existimos, sino sería trampa. Sois dos Alfas en el campo.— Elara rodó los ojos.

—Necesito que me hagas un favor, Brett. Necesito que mires en los libros o en las anotaciones que tenía tu abuelo, y busques si aparecen los nombres de Søren Vang, Rasmus Vang y Freya Dahl.— Pidió Elara mirándole con seriedad.

—Mañana te llevaré todo lo que encuentre. ¿Buscas algo con exactitud?— El Beta la miró confundido.

—No estoy segura. Solamente he estado escribiendo esos nombres. Y si los he escrito es que tienen relación o con las puertas o los Escorpión.— Al escuchar a Elara hablar tan abiertamente con Brett, Derek sintió como si de alguna forma le estuviera traicionando al ver que a él, el cual era su novio, no le había contado nada. Le hacía sentir como si ella no confiara en él, cuando antes sí lo hacía. Pero el pelinegro sabía que tras el hecho de que Brett y Elara se conocieran había algo más. No en el sentido de que estuvieran juntos como pareja, ya que un hombre lobo ya marcado o que había hecho la marca no podía engañar a su alma gemela, sino por el hecho de que ambos tenían manías bastante similares.

★★★

Amo a Scarlett y estoy segura de que la vais a amar con Liam.

Ahora, sin duda lo que Scarlett hace es algo... Impactante. Pero también la forma en la que ambas se protegen es bastante tierna. Sin duda creo que entre Elara y Scarlett no es una relación de Alfa-Beta sino como de hermandad, porque ambas se cuidan como si fueran hermanas.

Mañana, publicaré uno de mis capítulos favoritos, y cada vez queda menos para que todos sepan de Brett.

Quiero aclarar que algunos acontecimientos de la serie irán más lentos, y otros más rápidos, ya que todos sabemos que el eje cronológico en Teen wolf no está muy bien definido. Así que aquí las cosas irán un poco igual, lo digo por si veis algo raro.

¿Qué os parece la relación de Elara y Scarlett?

¿Qué os ha parecido el capítulo?

Os leo ♥

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