CAPITULO 45: VERDADES (PARTE I)
—— VERDADES ——
Elara salió del gimnasio fingiendo que no había pasado nada, pero al ver la silueta de Derek a varios metros de ella supo que aquello sería imposible, así que directamente optó por la vía más sencilla, cambiar de dirección teniendo la esperanza de poder perderlo, ya que sabía por qué iba hacia ella y únicamente era para confrontarla, o tal vez para hablar de lo que él había hecho. Pero la mujer lobo no quería ni necesita ninguna explicación por sus parte, sus actos habían hablado por él, y la habían demostrado que todas y cada una de las cosas que la dijo y la prometió solo eran palabras vacías para él, sin ninguna transcendencia que el hecho de, tal vez, tener a alguien que sí haría lo que fuera por él. Porqué ella lo hubiera hecho, hubiera hecho cualquier cosa por ayudarle.
Elara empezó a correr sin rumbo justamente cuando empezó a sentir el hormiguero que sentía, minutos antes de tener una visión. Y teniendo en cuenta como solían ser a veces, lo más recomendable era no estar en una vía concurrida. Para Derek, que Elara saliera corriendo era un indicador de que huía de él, y tras lo sucedido eso, posiblemente le enfadó, ninguno había hablado con el otro desde que el hombre lobo se marchó de Nueva Orleans, y estaba claro que en algún momento deberían de volver a hablar, y Derek estaba empeñado de que iba a ser aquella misma noche.
Elara seguía tratando de buscar una salida al bosque, al mismo tiempo que el dolor, por reprimir la visión se intensificará, lo que hizo que no se diera cuenta de que había estado corriendo sin un rumbo fijo, lo que ocasionó que terminara en un callejón sin salida. Al verlo, soltó un pequeño gruñido pero en cierto sentido prefirió aquello a una calle donde pudieran verla.
—¿Ya te cansaste de huir Elara?— Espetó Derek con un notorio enfado.
La chica se giró lentamente sintiendo como las palabras le quemaban en la lengua mientras que la furia por la insinuación de él, la provocaban el deseo de querer golpearlo hasta matarlo.
—Mira quien lo dice. ¿Te cansaste tu de huir, Derek?— Le dijo con un tono frío. —Si mal no recuerdo, el que huyó primero fuiste tú.— Puntualizó.
—¿Es enserio, Elara? Te vas a ir por ese lado.— Al ver que la morena no se retractaba y en sus ojos no había ni el más mínimo síntoma de arrepentimiento, el hombre lobo prosiguió. —Pensé que tu, por haber perdido a tu madre ante cazadores cuando eras pequeña, no querías hacer pasar por lo mismo a Talía. Pero se nota que no aprendes de los errores o capítulos trágicos de tu vida. Solo te preocupas por ti y de que los demás te necesiten, eso te nutre, por eso no puedes dejar que los demás arreglen sus problemas solos, crees que si lo pueden solucionar por su cuenta dejaras de ser importante en sus vidas y te dejaran de lado, tienes tanto miedo a acabar sola que actúas de forma arriesgada sin importarte el resultado que eso pueda provocar. ¡Por amor de dios, Elara, madura de una vez!— Le gritó Derek venenosamente, pero a los segundos se dió cuenta de lo que había dicho y quiso retractarse pero ya era muy tarde para eso, lo notó cuando la mirada de la Alfa se oscureció.
Todo el discurso del hombre lobo la había logrado romper y herir, no podía creer que él tuviera esa imagen tan cruel y mezquina de ella; pero por nada en el mundo le iba a dejar ver que sus palabras la habían dejado hecha polvo.
—Que bajo puedes llegar a caer Derek, de todo lo que podías haberme dicho elegiste nombrar a mi madre, tu que más que nadie sabe lo que sucedió… Usarla a ella… Pero claro, como no la ibas a usar, si solo quieres herirme para espiar tu culpa.— Habló con enfado pero tratando de mantener la compostura. —Sí, mi madre murió de una forma horrible y eso me marcó, me marcó de tal manera que me costó aferrarme a la gente y por nada del mundo quiero eso para Talía, para mi hija, porque después de que te marchaste sin darte la vuelta a ver que la dejabas atrás, esta claro que es solo mía.— Aseguró ella mientras se cruzaba de brazos. —Todas tus promesas de no hacer lo que mi padre nos hizo a nosotras quedaron en palabras, te fuiste y nos dejaste como Kiernan nos hizo a mi madre y a mi; después de todo lo que pasamos, de todos los problemas que tú causaste, de todo el amor y las peleas, de cada escena de celos de tu parte y cada perdón que te di sin reproches.— Elara negó sin soltar ni una sola lágrima y mostrándose más entera que nunca. —Lo único que te pedí fue que no dejaras a Talía, no por mí, te pedí que no le hicieras a tu hija lo mismo que me hicieron a mi, te pedí que la protegieras, ante todo, pero no pudiste hacer lo único que te pedí, no pudiste no ser egoísta y ponerte primero que ella. No pudiste ser su padre.— Aseguró consiguiendo herir al hombre lobo.
—Elara yo…— Empezó a decir Derek.
—No digas más, ya hiciste y dijiste suficiente Derek, ojalá no tenga que volver a verte en mi vida.— Añadió Elara pasando a su lado y marchándose, dejando al pelinegro herido, solo y enfadado consigo mismo y su orgullo. Al mismo tiempo que la mujer lobo mantenía su expresión de enfado, aunque por dentro lo único que quería era llorar.
***
Cuando Elara volvió a su vieja casa, con los primeros que se encontró fueron Alexander y Brett que desde el primer momento notaron que algo la pasaba, no había que ser muy listo para saber que después de la pelea entre ella y Søren, Elara y Derek habían tenido un encontronazo después de no haberse visto por meses, y estaba claro que iba a pasar, porque lo que Derek hizo había hecho que para Elara, él estuviera completamente muerto.
Cuando los dos vieron que la morena no les dirigió la palabra y se fue a lo que una vez fue su habitación, los dos se miraron y sin decir nada cada uno tomo su camino, sabiendo perfectamente lo que debían de hacer.
Aunque Brett, jamás había tolerado a Derek, sabía que él era el único que podría hablar con el pelinegro, sin terminar matándolo; mientras que Alexander, supo que tenía la parte más complicada, hablar con una Elara encolerizada. El brujo respiró profundamente para prepararse, la conversación que tendría con su hermana no seria nada agradable pero alguien tenia que ser el adulto razonable y sabía perfectamente que su hermana no lo era. Y la ausencia de Minerva y el hecho de que Kiernan era como un padre oso, no ayudarían a calmar la furia de su hermana.
—No estoy de humor para hablar, Alexander. Así que vete.— Dijo sin mirarlo mientras preparaba sus cosas para marchase.
—¿Crees que soy tonto y no se lo que ha pasado?— Preguntó irónicamente. —Soy tu hermano y te conozco mejor que nadie, se que Derek la volvió a cagar pero tu tampoco actuaste de la mejor manera.— Al escucharle, Elara le lanzó una mirada asesina a su hermano. —No me das miedo, Lara, y me vas a escuchar, soy tu Yoda barato, pero en vez de ser un hombrecillo verde, soy un humano con un poco de poder de maestro Jedi, así que te voy a hacer ver todo.— La aseguró. —Todo ver debes.— Añadió imitando la voz de Yoda y ganándose una sonrisa por parte de su hermana.
—¿Esta conversación no puede esperar? En serio ahora no estoy de humor para discutir o hablar sobre Derek, y que me digas que no lo necesito o que siempre se equivoca y que me lo ha…
—Eres mi hermana y siempre voy a estar de tu parte, Lara. Pero creo que no estas viendo la situación desde un punto objetivo, no te pusiste a pensar en que Derek, en realidad, intentaba, a su torpe manera, de protegeros.— La mujer lobo iba a reprochar pero su hermano la tomó de la cara y recitó algo en latín que ella no llegó a entender, al mismo tiempo que los ojos del brujo se iluminaban con su característico color dorado. Lo que provocó que segundos después ambos se encontrarán en un lugar diferente.
Ambos estaban en una habitación decorada con tonos cremas y cafés, había un sofá en mitad de la estancia y en cima de él se encontraba una bolsa medio abierta donde se encontraba una cartera que Elara reconoció de inmediato.
—¿A donde demonios me has traído, Alexander? Ya sabes la norma, no hechizar al otro sin su permiso.— La morena se cruzó de brazos, mientras Alexander meditaba el hecho de no golpear a su hermana.
—Técnicamente seguimos en el mismo lugar físico pero a su vez estamos en un plano mental dentro de la mente de Derek, con vuestra unión es más fácil.— Su hermana le miró con ganas de matarlo, ya que sabía que otros recuerdos podrían ver. —Se que no es lo que querías pero es la única forma de que sepas toda la verdad.— Aclaró él.
—Un día voy a matarte lenta y dolorosamente.— Le advirtió su hermana con una expresión digna de un Argent.
★★★
¿Os voy a hacer sufrir al no publicar la siguiente parte, en la que ven el recuerdo de Derek y la charla de él y Brett? Sí, lo haré.
Creo, que sin duda la canción va perfecta para este momento, así que si no la habéis escuchado... HACERLO
Ahora bien. El drama ha comenzado, y creo que he cumplido el objetivo que buscaba, hacer que odieis, un poco, a Derek.
Pero realmente siento pena de hacer esto, porque realmente es algo triste para mí, por lo sucedido a lo largo de su historia. Pero bueno, os tranquilizará que tras la tormenta siempre llega la calma, y con ellos pasará igual, pero en un par de capítulos. Y lo creáis o no, realmente no queda nada para terminar The Truth.
Ahora bien, creo que lo que Derek la dice, no es realmente lo que piensa, mañana tendréis su explicación, así que no seáis duros con él. Jajajaj.
Pero creo que sin duda, lo que Alexander la dice a su hermana, de que debe de verlo desde otra perspectiva es cierto. Porque, al igual que Kiernan, ella aunque le juzgo de primeras por abandonarlas, terminó entendiendo (antes de ser madre), los motivos por lo que lo hizo.
Pero advierto, que en el próximo capítulo hay mini aparición de un personaje de Teen Wolf.
¿Que os ha parecido el capítulo?
Os leo ❤️
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