CAPÍTULO 32: CAZADOR CAZADO (PARTE II)
-- CAZADOR CAZADO --
Los cuatro miraron al grupo de asesinos que cargaban sus armas y les apuntaban, mientras les miraban como si fueran trofeos que estuvieran ansiosos por ganar.
-¿Creíais que sería tan fácil?- Preguntó uno de los asesinos con diversión.
-No, en realidad nunca lo creímos.- Respondió Scott mientras iluminaba sus ojos de color rojo, a la vez que lo hacían Elara y Brett, mientras Kira alzaba su espada.
-No seáis ingenuos, sois minoría.- Afirmó otro asesino justamente cuando empezaban a disparar. Mientras Elara, Kira y Brett distraían a los asesinos, Scott se encargaba de salir en busca de Alexander.
Elara tiró al suelo a varios asesinos, mientras cogía un arma y, gracias a su entrenamiento como cazadora, comenzó a disparar hasta que vació el cargador. Pero, antes de que pudiera reaccionar, alguien la golpeó la cabeza mostrando como un pequeño hilo de sangre comenzaba a salir de su frente.
-Como dijimos esto era un error.- Afirmó de nuevo uno de los asesinos que anteriormente había hablado.
El asesino alzó su arma dispuesto a atacar a Elara, la cual se preparaba, también, para rugir, pero antes de que aquello sucediera, la cabeza de él y de todos los supervivientes a excepción de Kira, Brett y Elara, estallaron, haciendo que los tres sobrenaturales se mancharan de sangre.
-Creo que les duele un poco la cabeza.- Comentó Alexander mientras su hermana se ponía de pies corriendo y le abrazaba.
***
Elara se sentó en el suelo del baño de su habitación, mientras miraba su teléfono, observando los distintos mensajes que tenía de Brett pidiéndola que fuera aquella noche a entrenar con él, pues tras todo lo que sucedía con la lista apenas tenían tiempo para entrenar al lacrosse o para ser simples adolescentes.
Rápidamente respondió al Beta y sin pensarlo salió del baño, encontrándose a Derek sentado sobre la cama de la Alfa.
-Veo que Alex está bien.- Comentó mientras Elara ponía una mueca de aburrimiento al mismo tiempo que cogía su bolsa de deporte.
-No gracias a ti.- Respondió la morena soltando las cuatro palabras de forma venenosa.
-Pensaba que podríamos hablar.- Comentó al ver que Elara tenía las intenciones opuestas.
-Será en otro momento, tengo cosas que hacer con Brett.- Respondió marchándose.
Elara bajó las escaleras y salió fuera, para después subirse en su coche y dirigirse hacia donde solía quedar para entrenar con su primo. Al ver la reacción de la mujer lobo, Derek gruñó con frustración, sabía que había sido un error por parte de él decirla que debía de centrarse en otras prioridades, haciendo una clara referencia al problema de las puertas y de Søren, pero también era culpa de Elara actuar como lo estaba haciendo en aquellos momentos, como una niña pequeña.
***
-Si no fuera por qué te conozco diría que estás enfada.- Comentó Brett mientras detenía el lanzamiento de su prima.
-¿Como lo haces? ¿Como haces para que las cosas no te afecten?- Preguntó Elara mirando a su primo con curiosidad.
-Por que se que cosas deben de afectarme y cuáles no. Hemos vivido cosas diferentes, Lara, y somos personas diferentes. No puedes pretender ser como yo. Por supuesto que es entendible que todo esto te afecte de forma diferente que a los demás. Llevas siendo el objetivo de muchos incluso antes de ser una mujer lobo.- La recordó haciendo que Elara pusiera una mueca de aburrimiento.
-Pero es diferente, Brett. Antes todo era más fácil. Cuando no había ningún problema...- Murmuró Elara mientras le devolvía el lanzamiento.
-Cuando eras una humana completamente ajena a lo sobrenatural que su único problema era humillar a los chicos en el lacrosse.- Completó Brett haciendo sonreír a la Alfa.
-Cuando mi vida era normal.- Le corrigió con frustración.
-¡Venga ya, Elara! No irás a negarme que esto es peor que ser una chica normal tonta.- Brett miró a su prima con confusión mientras comprendía los motivos por los que Elara estaba frustrada con todo aquello.
-Y no lo niego. Pero estoy segura de que alguna vez has querido ser normal. Ser un simple humano que no tiene conocimiento alguno de lo sobrenatural y de los problemas que este mundo tiene.- Al escucharla, la expresión de Brett cambió ya que más de una vez sí que lo había pensando. Poder ser humano suponía un alivio, adiós a controlar la ira, adiós a sentir el impulso de matar y mutilar, adiós a los secretos y hola a esa vida normal que todas las criaturas como él y como Elara buscaban tener.
-Sí, he querido serlo. Pero luego te das cuenta de que no conoces otra vida... Ser lo que somos es parte de nosotros, claro está que tu lo has sido en contra de tu voluntad, pero estoy seguro de que ambas ser una mujer lobo. Tú misma me has dicho que cuando te transformas y corres es una sensación de libertad que jamás habías experimentado. ¿Tal mal es ser un sobrenatural? Además, ambos sabemos que en otros lugares no hay esta clase de problemas y tu en poco podrás irte.- Elara sonrió mientras detenía el lanzamiento de Brett.
-¡Lara, Brett!- Los dos hombres lobo miraron a Alexander el cual acababa de aparecer. -Hay problemas.- Anunció el brujo haciendo que primo y prima intercambiarán una mirada de temor.
Tanto Brett como Elara sabían exactamente lo que iba a pasar, ambos incluso eran conscientes de que los asesinos en los próximos días iban a terminar con la lista. Cada día aparecían más y el número de sobrenaturales descendía considerablemente, provocando que todos comenzaran a desarrollar un estado de hipervigilancia, pues aunque ellos contaban con ser más fuertes, rápidos y con habilidades más desarrolladas, también tenían una desventaja, podían morir con una bala de Wolfsbane y, parecía ser, que el Wolfsbane se podía adquirír con bastante facilidad.
***
-¿Como lo hacemos? Estamos en desventaja.- Afirmó Scott mientras se reunía con Elara.
-Hagamos una cosa, todos los sobrenaturales que consigamos salvar les llevaremos hasta la clínica veterinaria y de ahí, yo me encargaré de llevarlos a un lugar más seguro hasta que Lydia consiga dar con la solución.- Dictó Elara haciendo que Scott asistiera ante el plan que la mujer lobo tenía, pues al fin y al cabo era el único que tenían.
-Tener cuidado.- Pidió Scott mostrando una pequeña sonrisa. -¿Has hablado con Liam y con Scarlett?- Preguntó mirándola con preocupación.
-Scarlett sabe cómo actuar, ella se encargará de Liam y ambos estarán listos por si llegamos a necesitar ayuda. No te preocupes, ¿si? Yo siempre tengo un as bajo la manga.- Le tranquilizó mientras Scott se marchaba y Elara seguida de Brett se dirigían al coche de la morena para poder coger alguna arma.
-¿Y que hacemos? Te recuerdo que ellos tienen armas.- Se quejó Brett con algo de miedo.
-Y nosotros garras, primo. Si quieren un baño de sangre, tendrán un baño de sangre. No tengo miedo a mancharme las manos.- Afirmó la morena sorprendiendo con sus palabras a su primo, el cual la miró sorprendido.
-Desde que mataste, creo que has desarrollado un instinto homicida.- Bromeó el rubio haciendo que Elara le mirase de forma amenazante.
-No es gracioso.- Murmuró Elara mientras rebuscaba en su maletero los kunai que tenía escondidos.
-Tampoco está mal. Los hombres lobo somos homicidas por instinto.- Le recordó el Beta mientras se apoyaba en el coche y se cruzaba de brazos, sabiendo que Elara podría terminar golpeándolo, sobretodo teniendo en cuenta el hecho de que ella ya estaba bastante enfadada.
-Evito ser la misma clase de monstruo que Peter fue, el que Deucalion quería y el que Søren busca. Sí, soy el Beskyttende, pero eso no implica que yo tenga que ser una homicida en serie para tener que serlo. Una cosa no implica la otra. Beskyttende, en noruego, significa protector no asesino, así que no está implícito que yo deba de ser una asesina. Puede que en lo de Alfa de la muerte sí lleve la palabra «muerte», pero eso no significa nada. También soy una vidente de la muerte y no por ello he matado. Si maté en esa ocasión fue por supervivencia, y no solo por la mía.- Le recordó Elara mientras cerraba el maletero sin haber encontrado los kunai, al mismo tiempo que comenzaba a llover.
Brett se quedó en silencio pensando en lo que su prima había dicho, porque muy en el fondo ella tenía razón. Sin decir nada más, ambos salieron corriendo, ignorando por parte de la mujer lobo todas las llamadas y mensajes que estaba recibiendo, pues a pesar de que ella creía tenerlo con sonido estaba silenciado, lo que provocaba que Scott y Alexander se preocuparan debido a que su idea de proteger sobrenaturales había terminado siendo una trampa en la que habían caído como si fueran cucarachas.
Al mismo tiempo, Elara pensaba también en su deseo de que aquello terminará ya. Ella quería irse y alejarse de cualquier problema, pero ella aunque solucionará los problemas con los sobrenaturales tenia los suyos propios, ya no solo con relación a que estaba embarazada, sino al simple hecho de que ella y Derek parecía que no estaban en su mejor momento, pues desde que el pelinegro había comenzado a perder su lado de hombre lobo lo único que buscaba no solo era venganza hacía Kate, sino también al hecho de evitar que Elara siguiera metiéndose en problemas de otros o que enfrentará a Søren, por eso la mujer lobo le había ocultado, no solo el hecho de estar embarazada, sino lo que ocurriría una vez solucionado el problema del benefactor.
★★★
Comprendo que no es justificable que Elara le oculte todo, pero quería aclarar que para ella sí lo es.
Bueno, aquí la segunda parte. No se porque, pero una parte de mi amo hacer el comentario de Alexander cuando les explota la cabeza. Se me hizo divertido y eso debería de preocuparme.
Bueno, llegamos, por así decirlo, a la recta final. Apenas quedan unos pocos capítulos relacionados con la temporada 4 de Teen wolf, lo que significa, no solo que queda menos para el final, el cual os va a impactar, sino también para el momento que tanto queréis. La reacción de Derek al saber que va a ser padre. Pero también os tengo guardada una sorpresa y estoy prácticamente segura de que os va a encantar.
Bueno, también vengo a aclarar, este capítulo está ligado con el siguiente.
¿Que os ha parecido el capítulo?
Nueva portada en The Moon.
Os leo ❤️
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