CAPÍTULO 14: INMUNE
—— INMUNE ——
A pesar de todo lo que había pasado en los últimos días, ninguno de los chicos quería abandonar la posibilidad de poder entrar a una buena universidad, y por ello estaban, un sábado por la mañana, en el instituto y haciendo una fila.
—¿Donde esta Lydia, Alexander y Logan?— Preguntó Kira mirando a todas partes.
—Lo hicieron desde primer año.— Respondió Elara intentando mantener la calma. Nunca la había gustado hacer exámenes, y aquel era importante, lo que pontenciaba el hecho de que se pusiera aún más nerviosa de lo que ya estaba.
—¿Entonces podría hacerlo en otro momento?— Preguntó Malia con tranquilidad.
—Malia, estudiaste para esto mucho más que todos nosotros.— Intentó tranquilizarla Scott.
—Eso no significa que lo vaya a hacer bien.— Puntualizó ella con obviedad.
—Vas a hacerlo.— Dictó Scott con tranquilidad. —Por que mientras intentamos sobrevivir a una lista de muerte, también es necesario graduarnos.— Habló Scott.
—¿Seguro que no quieres ser orador motivacional?— Preguntó sarcásticamente Elara haciendo que Scott le mostrará una sonrisa forzada en tono de burla.
—Solo son tres horas. Sobreviviremos tres horas.— Sonrió Kira intentando calmar a todos. Pero para Elara eso podía suponer que en tres horas, en las que iba a estar incomunicada, podían muchas cosas.
Los cinco sobrenaturales comenzaron a caminar, al igual que todos los estudiantes. Hasta que finalmente entraron en la clase, encontrándose con la madre de Lydia y un hombre sentado ante la mesa del profesor.
—Te devolveré tu teléfono, Elara.— Aseguró Natalie a la mujer lobo mientras abría una pequeña bolsa con un número. Para la morena, deshacerse de su teléfono no era algo gratificante, sobretodo teniendo en cuenta todo lo que estaba pasando. Pero también debía de garantizarse un futuro, porque a pesar de todo, sino conseguía aprobar sería Minerva quién la mataría.
Elara se sentó delante de Malia, mientras jugaba con el lapicero. ¿Estaba nerviosa? Más incluso que Malia, por que ella apenas había podido estudiar. Con todo lo que había pasado, sabía que aquel examen sería desastroso a pesar de todos los esfuerzos, por parte de Lydia y de Alexander, por ayudarla a prepararle.
—El examen durará dos horas y diez minutos. Habrá dos secciones de lectura se veinticinco minutos, dos de matemáticas y una de escritura que durará media hora.— Les informó el encargado de hacer el examen. —Se supone que debe de haber dos profesores supervisando el examen.— Habló esta vez mirando a Natalie.
—El entrenador no suele ser muy puntual. Volveré a llamarle.— Sonrió con nerviosismo la madre de Lydia.
Tras dar inicio el examen, sin la presencia del entrenador, Elara podía ser consciente de que algo estaba pasando. Sabía que estos exámenes eran estresantes, pero no llegaban al grado de estrés que estaba percibiendo, ni a esa ansiedad ni al calor. Algo dentro de ella la estaba advirtiendo de que estaba pasando algo, y la confirmación llegó cuando Sidney se desplomó.
Mientras Natalie la socorría, Elara y Scott intercambiaron una mirada. Al ver la expresión de su hermana, Scott comprendió que aquello podía ser grave, tal vez incluso una señal de que podía ser otro intento de asesinato hacia cuatro sobrenaturales.
Y aquel sentimiento de preocupación aumentó cuando Natalie salió de la clase, prohibiendo la salida de cualquier estudiante.
—Centraros en el examen.— Susurró Scott lo suficientemente bajo como para que solo Malia y Elara pudieran escucharlo.
—¡Fuera!— Al escuchar el gritó de Natalie todos los estudiantes se pusieron en alerta y salieron de la clase. —Regresar a clase, ahora.— Dictó al mismo tiempo que miraba su teléfono.
Todos los estudiantes la hicieron caso, al mismo tiempo que Scott y Elara escuchaban como Natalie pedía el número de la CDC.
***
Elara estaba sentada sobre una mesa, mientras Stiles intentaba tranquilizar a Malia, al mismo tiempo que Scott se informaba de lo que pasaba.
—¿Y que es lo positivo que podemos sacar de todo esto?— Preguntó Kira asustada.
—Podremos repetir el examen. Cosa que yo necesito.— Murmuró Elara mientras cerraba sus puños.
—¿Pasa algo?— Preguntó Malia al detectar el olor de la sangre de la Alfa.
—Una visión.— Susurró. —Tengo que salir de aquí.— Añadió la mujer lobo bajándose de la mesa y dirigiéndose al baño.
Al meterse en él, Elara sintió como sus ojos se iluminaban. Se alejó de la puerta sujetándose a las paredes, hasta que finalmente fue incapaz de percibir su propia realidad.
***
Elara estaba ante una mesa de operaciones, miró a su alrededor percatándose de que estaba en un círculo de cerval. De pronto apareció un hombre, era un hombre lobo, ya que podía ver sus dientes y sus ojos dorados. Desde su posición, Elara era consciente de que él estaba teniendo fiebre, y que sus latidos estaban demasiado acelerados, para después asustarse ante el hecho de no poder ver, ni poder tener el control de su lado sobrenatural.
Al ver aquello, Elara miró a todas partes asustada, para después salir de esa especie de burbuja similar a la que habían instalado los de la CDC. En una mesa, había un hombre, al verle la mujer lobo supo que era el asesino, y parecía que estaba bebiendo un líquido negro. Lo que hizo que Elara pensará que tal vez su visión y lo que estaba pasando estuviera relacionado.
***
Elara parpadeó un par de veces cuando sus ojos regresaron a la normalidad. Soltó un pequeño gruñido mientras salía del baño y se encaminaba en dirección a la clase, en busca de sus amigos.
—Creo que mi visión y lo que está pasando está relacionado.— Informó Elara a Stiles, a Kira y a Malia.
—Y estamos incomunicados y encerrados en el instituto.— Añadió Stiles.
—¿Podría empeorar más?— Preguntó sarcásticamente Elara justamente cuando escuchaba a Scott quejarse. Sin detenerse, la morena salió corriendo de la clase y se metió en los vestuarios, encontrándose al Alfa sin un pleno control de sus habilidades. —Ey, Scott.— Elara le sujetó.
—No puedo controlarme, Lara.— Habló él con miedo.
—Escuchamé Scott, eres más fuerte que esto. Solo resiste. Voy a por los demás. Quédate aquí.— Habló Elara mientras le ayudaba a sentarse.
—No te vayas, Lara. Por favor no lo hagas. Él volverá.— Pidió Scott agarrando la mano de su amiga.
—¿Él? ¿Quién, Scott? ¿Quién va a volver?— Preguntó la mujer lobo mientras se sentaba a su lado y se percataba de que estaba comenzando a tener algo de fiebre.
—Le veo en mis sueños, cuando duermo y a veces cuando me transformo. Es alto, piel pálida y ojos azules. Un azul muy claro. Pero no es malo, Lara. Solo me dice que no deje que la oscuridad te posea.— Al escucharle, Elara supo, de inmediato, de quién hablaba.
—Cuando esto termine hablaremos de ello, Scott.— Le aseguró Elara dándose cuenta de que no solo Søren o Freya estaban acosando a sus sucesores, también Rasmus y eso era por algo.
***
—¿Por qué todos estamos perdiendo al control y ella no?— Preguntó Malia mirando a Elara, haciendo que todos la mirasen.
—Una cosa es que no quisiera hacer este examen, otra que quisiera mataros.— Puntualizó la mujer lobo sarcásticamente.
—Tal vez estés inmunizada.— Habló el padre de Kira, haciendo que todos le mirasen confundidos. —Tal vez tu sistema tenga, de alguna forma, el antídoto. Noshiko me contó que los Miles eran conocidos por tomar muchas plantas para inmunizarse.— Elara frunció el ceño.
—De hacerlo, debió de ser cuando mi madre estaba embarazada o cuando era muy pequeña. Sea lo que sea hay que buscar una forma de que vosotros os escondais, esto seguramente vaya a peor.— Sentenció Elara cruzándose de brazos.
—Hay que poneros en cuarentena, de la cuarentena.— Puntualizó Stiles con su inusual nivel de sarcasmo.
—¿Pero dónde? ¿Y si se ponen rabiosos como en luna llena?— Preguntó Kira algo asustada.
—Tiene que ser un sitio cerrado, sin ventanas, sin salidas y que contenga la fuerza de Malia y Scott si llegan a perder, al completo, el control.— Puntualizó Elara mientras observaba como, los tres sobrenaturales que estaban frente a ellos, incluidos Stiles y el padre de Kira, comenzaban a empeorar.
—La bóveda.— Habló Stiles haciendo que todos le mirasen. —La bóveda de los Hale. Ellos siempre tienen una ruta de escape, como en su casa.— Afirmó el pecoso.
—Iros.— Sentenció Elara haciendo que la mirasen confundidos. —Alguien tiene que saber quien intenta matarnos.— Añadió marchándose.
Elara caminaba por los pasillos del instituto, atenta a todo, pero sobretodo atenta a que no la atraparán. Sabía que si la veían a ella sola, la preguntarían donde estaba el resto y, tal vez, en aquellos momentos sería incapaz de mentir o de inventar una escusa. Antes de que pudiera detenerlo, alguien la golpeó, con demasiada fuerza, en la cabeza, provocando que cayera al suelo completamente inconsciente.
***
Lentamente, la mujer lobo comenzó a abrir los ojos, percatándose de que estaba sentada en una silla, con unas esposas impregnadas en aconito y rodeada de cerval. Al ver la situación, lo único en lo que Elara pudo pensar fue en el gran error que había cometido al decidir no ir con sus amigos.
—¿En donde se esconden?— Preguntó el hombre que les iba a hacer el examen. —¿Por qué tú no reaccionas como los demás?— Añadió molesto.
—Esa misma pregunta me hago yo.— Comentó Elara haciéndose la tonta.
—Dímelo o tus padres tendrán que pagar un funeral.— Añadió el hombre apuntando a la morena con un arma.
A pesar de la situación, Elara se quedó en silencio. Ella no sabía dónde estaba la bóveda, solo la entrada principal y que sólo un Hale podía abrirla. Y aunque aquello solo fueran unos inconvenientes, Elara no desvelaria donde, realmente, estaba su manada. Antes prefería la muerte, la cual estaba demasiado cerca.
Aunque muchas veces ella había tentado a esa amiga, en aquellos momentos estaba asustada. Tenía miedo. Morir sola. Morir asesinada, como su madre. Era algo que erizaba la piel de Elara con tan solo pensarlo, pero a pesar de todo ello, se mantenía firme.
El hombre, ante la negativa de la mujer lobo por decir el paradero del resto de sobrenaturales, alzó el arma poniéndola en la frente de ella, al mismo tiempo que quitaba el seguro preparándose para disparar. Elara bajó la mirada al mismo tiempo que cerraba los ojos y, mentalmente, recitaba el mantra de su madre y el lema de su familia. Aquello, por insignificante que sonara, la transmitía, en aquellos momentos, tranquilidad.
Y de pronto escuchó el sonido que hacía un arma al ser disparada, al hacerlo instintivamente Elara, que ya tenía los ojos cerrados, les cerró con aún más fuerza mientras sentía como su corazón se detenía. Pero cuando algo salpicó su cara supo que no era su sangre. La mujer lobo abrió los ojos, encontrándose con Kiernan frente ella y en el suelo al cadáver del asesino.
★★★
He vuelto!!!!
Siento tarde tanto, pero está fue mi primera semana de clase y realmente se me hizo eterna.
¿Qué tal vuestras clases?
Bueno, no voy a publicar todos los días por qué sigo un poco retrasada en relación con los capítulos, pero puedo asegurar de que van a pasar muchas cosas que creo que son interesantes.
Bueno, este capítulo en la serie es de mis favoritos, y ahora, con la situación que vivíamos, se me hace un poco irónica.
El caso, este capítulo no es como en la serie, sobretodo el final, pero tenía que idear, de alguna forma, como Elara no iría con ellos para que Malia pudiera abrir la bóveda.
Bueno, en el próximo capítulo tendremos Delara. Creo que en esta parte de la historia no estoy dándoles esa importancia que les di en sus anteriores versiones, pero todo va a su ritmo, por supuesto habrá más Delara, tengo pensado un par de dramas. Y puedo asegurar que dos de los capítulos finales (creo que los dos capítulos finales no estoy del todo segura si serán los últimos, están completamente escritos. Y también, puedo deciros que para el capítulo 20 habrá un capítulo Delara)
¿Qué os ha parecido el capítulo?
Os leo ♥
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