CHAPTER THIRTY THREE
como un sith

          POV NOVA

CON LÁGRIMAS RODANDO POR MIS MEJILLAS, CORRÍ.

Estaba buscando desesperadamente luz o encontrar una salida del mundo completamente oscuro en el que me encontraba. No había nada a mi alrededor, al menos nada que pudiera ver, y mi corazón latía frenéticamente mientras contenía desesperadamente un ataque de pánico que era tan feroz que quería gritar.

Seguí adelante durante lo que parecieron horas, hasta que sentí un chapoteo y me congelé. Miré hacia abajo y vi el agua a mis pies que me llegaba hasta los tobillos, —¿Qué diablos está pasando?— susurré para mí misma. Lo último que recuerdo es esa cosa que atacó, y ahora estoy aquí.

¿Estoy muerta?

Puse mi mano en mi pecho, sintiendo que mi corazón estaba a punto de salirse de mi pecho, y luego, algo más adelante me llamó la atención. Parecía que había alguien flotando en el agua, con la espalda hacia arriba. Mis instintos Jedi se activaron momentáneamente y corrí a través del agua hacia la persona.

Una vez que lo alcancé, me agaché y le di la vuelta para sacar la cara del agua. Tan pronto como mis ojos se posaron en él y pude ver quién era, sentí que mi corazón se detuvo, al igual que mi respiración, —¿Maestro?— Gemí mientras miraba sus rasgos pálidos y sus ojos cerrados.

No, no, esto no es real, nada de esto es real.

—Ma-Anakin, por favor, despierta—, lo agarré y traté de sacudirlo para despertarlo. Estaba frío, como una estatua de piedra en el invierno, —¡No puedes hacerme esto, no puedes dejarme también, despierta!— Empecé a gritar y le salpiqué un poco de agua en la cara.

Mi último recurso fue abofetearlo, pero una mano agarró mi muñeca justo cuando estaba a punto de golpear su mejilla. Desvié mi mirada a sus ojos y vi que ahora estaban abiertos, él era quien estaba sosteniendo mi muñeca.

Y había algo en sus ojos que me enfermaba, eran amarillos, como un Sith, —¿Anakin?

En reacción a mi voz, sacó su otra mano del agua y agarró mi cuello, asfixiándome con fuerza, —No, Anakin no—, dijo en un tono que no sonaba como el suyo, antes de empujarme hacia la oscuridad del agua con él. Lo último que escuché fue el sonido de mis propios gritos, antes de que mis pulmones se llenaran de agua.

Pov Anakin

Llevé a mi padawan a la habitación donde habíamos colocado a Ahsoka y la acosté en la cama junto a su mejor amiga, —Es lo mismo—, le dije a la médico, quien se separó de la togruta joven para darle a Nova su atención.

—Todos ellos están así—, explicó Obi-Wan mientras dejaba al joven que llevaba consigo. Mace aún no ha regresado y supuse que estaba tratando de llamar después de lo que estoy seguro de que está considerando es que yo sea desobediente. También lo vi levantar a alguien y su débil trasero probablemente camina más lento que un bantha en Tatooine con un golpe de calor. —Encontraré a los demás para que nos ayuden a llevar al resto de padawans y younglings—, anunció mi antiguo maestro antes de salir rápidamente de la sala, tomando el camino que conducía a las cámaras del consejo.

La doctora suspiró mientras revisaba los signos vitales de Nova, —Latidos cardíacos fuertes, su respiración está bien—, murmuró para sí misma antes de mirarme, —Al igual que Ahsoka, está perfectamente sana—. Volvió su atención a mi padawan y presionó sus dedos en su mejilla antes de inclinar su cabeza hacia un lado, —Y también tienen la misma herida en el cuello—. Dijo en voz baja y frunció el ceño mientras lo inspeccionaba.

—Sí, me di cuenta—, me paré del lado de Nova que sostenía su herida y pasé suavemente las yemas de mis dedos enguantados sobre la sangre seca, comprobando si se despertaba o no. Pero no lo hizo. Ella permaneció inconsciente e inmóvil. Lo cual solo fue suficiente para estresarme ya que tiene el sueño inquieto, —¿Sabes lo que es?— Pregunté, mirando hacia otro lado para encontrarme con la mirada de la doctora.

Ella negó con la cabeza, —No, pero tomé una radiografía y hay algo allí, algo que se supone que no debe estar—. Señaló hacia la pared donde vi la radiografía exacta de la que estaba hablando. Fruncí el ceño confundido cuando vi a lo que se refería. Es difícil saber en qué se basó, ya que solo aparecía como una sombra negra, pero se parecía a la forma de una babosa.

La doctora me llamó la atención cuando hizo rodar su silla hacia el lado de Ahsoka y tomó algo de una bandeja que parecía... ¿pinzas? —¿Qué vas a hacer con esos-?— Mi rostro se torció en una mueca cuando la vi clavar las pinzas en el cuello de Ahsoka, lo que la hizo gemir levemente, pero aún así nunca se despertó.

—Lo siento mucho, cariño—, le susurró la médico en un tono suave y amable, —Terminará en un minuto, te prometo que solo estoy tratando de ayudarte—. La calmó y fue casi como lo escuchó Ahsoka, porque su cuerpo tenso comenzó a relajarse.

Aayla, que anteriormente estaba sentada en el otro lado de la habitación, manteniendo una vigilancia protectora, vino a mi lado y observó conmigo mientras la médico profundizaba un poco más: —¿Es seguro lo que estás haciendo?— Pregunté, preocupado de que esto pudiera dañar a Ahsoka de alguna manera.

Ella asintió, —Estoy teniendo cuidado con ella—, torció los alicates delgados a un lado y se congeló durante unos segundos, —Y ahora creo que lo tengo—, dijo mientras comenzaba a sacar los alicates.

Di un paso atrás y miré lo que estaba mirando con confusión y sorpresa, —¿Qué diablos es eso?

Lo que salió de Ahsoka no fue algo que haya visto antes. No era una babosa como la que describí, sino que parecía carne y chillaba como un insecto cuando se la quitaban. La doctora se sobresaltó y lo dejó caer al suelo mientras ella se levantaba y retrocedía, lo que provocó que la cosa cambiara de forma. Alguna vez tuvo la forma de una babosa como mencioné antes, pero ahora era redonda, como una masa real de carne.

Entonces, comenzó a moverse.

Se deslizó lentamente por el suelo, en dirección a la salida. Reaccioné por instinto y di un paso adelante mientras sacaba mi sable de luz y lo cortaba por la mitad. Chilló una vez más antes de que la habitación se quedara en silencio, todos nosotros nos sobresaltábamos desconcertados.

Me incliné sobre una rodilla, y con mi mano enguantada, recogí la mitad, solo para que se me cayera entre los dedos como viscoso, —Ew, ¿qué coj-? —, sacudí el exceso antes de limpiarme la mano contra el suelo. para tirar el residuo rojo que dejó.

—Se está despertando—, anunció la doctora, captando mi atención y la de Aayla. Me puse de pie y fui al lado de Ahsoka, con la esperanza de que estuviera bien y que no tuviera ningún problema grave, porque si sale bien, entonces sé que Nova también estará bien.

Esa maldita padawan, odio lo estresado que me pone. Es exactamente por eso que no quería una, tener otra vida en tus manos no es una carga fácil. Pero tampoco la devolvería, solo estará al cuidado de otro maestro, uno en quien no se puede confiar para que vigile su cuerpo torpe y propenso a las lesiones.

—Cor- — Ahsoka inclinó la cabeza hacia un lado mientras entrecerraba los ojos cerrados.

—Ahsoka, ¿puedes oírme?— Aayla dijo mientras nos parábamos sobre la joven padawan: —Ahsoka, necesitamos saber qué te pasó, ¿puedes hablar?—. Sacudió suavemente su hombro y se preparó para decirle que le diera a la pobre chica un minuto para adaptarse, pero lo que sucedió después desvió mi atención de la impaciente maestra.

Los ojos de Ahsoka se abrieron de golpe mientras jadeaba fuerte por aire como si no hubiera podido respirar, —Corre, tenemos que correr—, repetía mientras se sentaba en la cama rápidamente con los ojos llenos de pánico. En su episodio maníaco, se arrancó la vía y trató de levantarse de la cama, pero la sujeté y trató de pelearme: —¡Déjame ir! ¡Tengo que irme, tengo que encontrarla!— gritó y me tomó completamente por sorpresa. No la conozco muy bien, pero sé lo suficiente como para decir que suele ser tranquila y sensata, y en este momento estaba actuando todo lo contrario.

—Odio decírtelo—, dije mientras luchaba contra sus esfuerzos por salir y la mantenía clavada en la cama.— Pero estoy aquí ahora y no te va a pasar nada, ¿de acuerdo? Solo respira. —Cuando sentí que su cuerpo tenso se relajaba lentamente, comencé a soltarla, pero me quedé cerca con mis brazos listos para envolverla si intentaba correr de nuevo.

Las lágrimas rodaron por sus mejillas cuando sus ojos azules se encontraron con los míos y se acostó con la cabeza apoyada en la almohada, —¿Nova está muerta? ¿Está muerta? La vi morir. No respiraba, lo intenté todo, pero no respiraba—, gimió, hablando rápido e incoherentemente. Pero pude reconstruir lo suficiente para saber lo que estaba diciendo.

Negué con la cabeza, —No, ella está viva, está justo aquí—, me moví hacia un lado y vi sus ojos parpadear detrás de mí.

Suspiró aliviada, pero la preocupación y el miedo en su mirada permanecieron, —Despiértala, tienes que despertarla. No sabes lo que está viendo—. lloró de nuevo.

—Ahsoka, voy a necesitar que te calmes y me expliques lo que estás tratando de decir—. Suspiré, sé que está asustada y eso es comprensible, pero necesito saber qué está pasando para poder ayudar, —Y por favor dime si sabes quién os lo hizo.

Ella asintió lentamente y respiró hondo con los ojos cerrados, antes de abrirlos, —No sé qué fue, nunca había visto algo así antes y fue solo por un segundo. Entonces era como si estuviera en un sueño, no, no un sueño—, tragó saliva, —una pesadilla; vi mis peores miedos, todos y cada uno de ellos. Es por eso que tienes que despertarla, está en el infierno en este momento.

Asentí para demostrar que entendía sus preocupaciones, —Está bien, no te preocupes, vamos a despertarla, no quiero que sufra más que tú—, puse mi mano en la suya y la apreté para consolarla, se sentía extraño, pero Obi-Wan no estaba aquí y parecía que necesitaba un poco de consuelo.

Miró nuestras manos y miró hacia atrás, —No se equivocó cuando dijo que no eres tan idiota como intentas parecer.

Respiré una sola risa, —Sí, y ella es-

—Um, Skywalker—, Aayla me interrumpió en un tono preocupado y giré la cabeza para encontrar su mirada, —Tenemos un problema.

Fruncí el ceño, —¿Qué?

—Tu padawan no está.

Bajé la mirada hacia la cama donde Nova estuvo una vez, solo para ver sábanas arrugadas en su lugar.

¡Hola! Traigo malas noticias, al menos para vosotros.

Me voy a ir de vacaciones por una semana por lo que no voy a poder actualizar hasta que vuelva ya que no tengo capítulos listos para publicar. En Salvation continuaré actualizando como de costumbre porque ahí tengo capítulos preparados para publicar.