CHAPTER SIXTY-THREE
cuernos como el diablo

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          POV ANAKIN

ANAKIN, YO TAMBIÉN TE AMO.

Significaba todo escuchar que ella sentía lo mismo. Me cuesta creer que lo haría, la he tratado mal desde el momento en que entró en mi vida. No la merezco, no merezco su amor. Y sólo por esa razón debería detener este beso, eso y el hecho de que va en contra del código que ambos hemos jurado vivir.

Pero se sentía tan bien ser egoísta por una vez.

Profundicé el beso y nuestros labios se movieron más rápido, como si ambos supiéramos lo que estábamos haciendo. Había lágrimas en mis ojos, y no de tristeza ni siquiera de alegría, estaba abrumado. Estos sentimientos que tenía por ella eran tan abrumadores. Todo lo que sentía estaba embotellado y el vaso casi se había roto antes de que lo abriera voluntariamente.

—Espera—, susurró entre nuestros labios. Al principio no estaba seguro si había hablado o si era mi imaginación. Así que no fue hasta que me susurró por segunda vez que me di cuenta de que su voz era real: —Espera.

Hice una pausa a pesar de que me mató, el dolor de volver a juntar nuestros labios era agonizante. Mis manos permanecieron en su rostro y nuestros labios aún se tocaban ligeramente, el más mínimo movimiento nos uniría nuevamente, —He esperado suficiente—. Le susurré en respuesta. No creía que fuera yo quien hablaba, ella sacaba a relucir ese otro lado de mí que era tan irreconocible y me agradaba. No sentía que tenía que ser el duro y estar en guardia. Estaba respirando, relajándome y sintiéndome vivo por primera vez... bueno, por primera vez.

Sus ojos se encontraron con los míos, eran hermosos, muy hermosos. ¿Qué me ha hecho esta mujer?

—Alguien nos verá si entra por esa puerta—. Señaló con la cabeza hacia la entrada por la que ambos entramos.

Ella tenía razón, pero no quería detenerme. No sabía si esto era algo que iba a suceder de nuevo, si uno o incluso ambos despertaríamos mañana ahogados en arrepentimiento. Así que quería aprovechar cómo nos sentíamos en ese momento, llenos de la pasión alimentada por nuestra discusión.

No me tomó mucho tiempo encontrar una solución. Este pasillo no solo estaba destinado a conectar el recibidor con el jardín, sino que contenía otro aspecto: los baños.

Aparté mis manos de su cara y agarré su muñeca. Tiré de ella para que me siguiera al baño, —Aquí—, la apresuré a entrar y cerré la puerta detrás de nosotros, —Ahí, problema resuelto—. La cerré con llave y tan pronto como me di la vuelta, ella me estaba besando de nuevo con la espalda presionada contra la puerta.

Mierda.

Agarré su cintura y hundí las yemas de mis dedos en la tela de su vestido. Mis labios viajaron hasta su cuello y usé mi mano derecha para agarrar su muslo y levantar su pierna para poder empujarme contra ella, acercándonos aún más.

Ella gimió y pasó su mano por mi cabello, —Esto está mal—. gimió con un grito ahogado mientras yo lamía su cuello suavemente, —No deberíamos...— Besé sus labios de nuevo para silenciarla antes de que mi propia moral decidiera salir a la superficie.

Estuvimos así durante una canción o dos, podíamos escuchar los ritmos resonando en el pasillo y ahogándose a través de la puerta. Le levanté el vestido lentamente y pude sentir que me excitaba más a medida que mis besos se volvían más ásperos. Una cosa estaba pasando por mi mente en este momento, sólo una, y estoy seguro de que no hace falta decirla.

Pero luego mi mente se detuvo por una fracción de segundo cuando me di cuenta de algo. Solo sé qué es eso gracias a Obi-Wan, me dio un sermón no deseado al respecto cuando llegué a la adolescencia y fue una elección hecha por él, no es algo que el consejo tenga en su programa de estudios. Entonces, ¿adónde quiero llegar? ¿Sabe ella qué es?

Terminé el beso y ambos recuperamos el aliento, el de ella olía a menta y vino, —Nova—, comencé. Ella arrugó las cejas con curiosidad, —¿Sabes qué es-?

La perilla del baño se sacudió y ambos saltamos sorprendidos, —¿Qué diablos?— Escuché una voz familiar, —Anakin, ¿estás ahí?— Preguntó Obi-Wan mientras golpeaba ligeramente la puerta.

Nuestros ojos se abrieron como platos y los de ella entraron en pánico. No di una respuesta, ambos nos quedamos ahí en silencio tratando de pensar en una salida a esto, —¿Qué vamos a hacer?— finalmente susurró.

Miré alrededor de la habitación hasta que se me ocurrió una solución. Bueno, no era una gran solución, era más esperanza que otra cosa, pero iba a ser un riesgo que teníamos que correr: —Métete en el cubículo—. La agarré por los hombros y la moví a uno de los tres cubículos. Cerré la puerta ante su expresión confusa, "Cierra la puerta y no digas una palabra". Le hablé a través de nuestra barrera actual que desearía poder romper.

Pov Nova

"Cierra la puerta y no digas una palabra". Exigió en un suave susurro. No estaba segura de cuál era su plan, sólo podía esperar que fuera lo que fuese saliera bien y no nos atraparan. El cielo conoce las repercusiones.

Lo escuché moverse hacia la puerta y abrirla. Mis ojos se abrieron, lo estaba dejando entrar. Entré en pánico por un segundo y me levanté el vestido mientras retrocedía y me paraba en el inodoro para que mis pies o mi vestido no pudieran ser vistos. Fue un desafío hacer eso con los zapatos que llevaba, pero ahora mi agarre en las paredes a cada lado evitaba que me cayera.

—¿No puedo hacer nada solo? Dios. —Anakin abrió la puerta antes de escuchar sus pasos dirigiéndose hacia el lavabo.

Más pasos entraron a la habitación, —El baño no es un solo cubículo, Anakin, no había necesidad de cerrarlo—. Escuché el lavabo encenderse mientras el cubículo a mi lado se abría y cerraba.

—Me gusta cagar en paz y en silencio—. Encantador.

Para mi consternación, tuve que pasar los siguientes 10 a 15 segundos escuchando al Maestro Kenobi orinar.

—¿Dónde está tu padawan? ¿Hm?— Preguntó Kenobi al salir de su puesto y dirigirse al lavabo. Estaba basando todo esto en los sonidos que estaba escuchando, pero sucedió que vi un ligero pico de ellos en los lavabos a través de una pequeña rendija en la puerta, —Los vi a ambos ir por aquí no hace mucho y nunca vi a alguno de ustedes regresar.

Anakin suspiró mientras se mordía el labio. Mi corazón latía aceleradamente y mis palmas comenzaban a sudar. Mi agarre que tenía a cada lado del cubículo comenzó a aflojarse, mis manos ahora se deslizaban por el mármol. Si pierdo completamente el control, me caeré al suelo o al inodoro; ambas opciones son terribles.

—Creo que salió afuera, estaba muy de mal humor—. Sí, soy yo la que está de mal humor.

"Cállate".

Puse los ojos en blanco ante su respuesta: "deshazte de él, me estoy resbalando."

"Nadie te dijo que subieras al baño."

"¿Qué más se suponía que debía hacer?" Grité y debió haber tenido algún efecto en él porque lo escuché gemir.

—¿Qué ha pasado?— cuestionó Obi-Wan.

—Nada, sólo un dolor de cabeza—. Suspiró, —Vamos, nos perdimos el baile, estoy seguro de que mi padawan aparecerá eventualmente cuando se haya calmado.

—Deberías dejar de darle tantas dificultades, Anakin, sabes que está haciendo lo mejor que puede—. Obi-Wan habló mientras los veía moverse a través de la grieta, dirigiéndose hacia la puerta, —La tienes desde hace bastante tiempo y esperaba que tu actitud hacia ella hubiera mejorado, pero no veo mucho cambio.

—No necesitas sermonearme, Obi-Wan, hablaré con ella cuando la vea.— Las palabras de Anakin se desvanecieron lentamente cuando la puerta se cerró. Sonó como si Obi-Wan continuara su sermón a pesar del deseo de Anakin de que terminara, pero no pude escuchar sus palabras exactas ahora que la puerta estaba cerrada.

"Espera unos minutos, luego regresa a la fiesta y actúa como si nada hubiera cambiado. Podemos hablar sobre lo que acaba de pasar después de regresar al Templo y no le digas a Ahsoka". Él fue severo. No le respondí, sabía que no debía contar lo que pasó, ni siquiera con Ahsoka. Demonios, ni siquiera estoy segura de lo que acaba de pasar, fue tan rápido, tan intenso. Cualquier pensamiento que tenía desapareció de mi mente y quedé completamente sumergida en el momento.

¿Lo amo? Sí, parece que sí. Posiblemente si ese es el sentimiento. Supongo que siempre lo supe, pero era un sentimiento que intentaba ignorar.

¿Pero me arrepiento? No sé. No tengo idea de lo que esto significa para nosotros y nuestra posición como Padawan y Maestro. Los sentimientos se desarrollan, esa es una reacción natural entre los seres vivos, pero siempre nos han enseñado a no actuar ni permitirnos esos sentimientos. Entonces, ¿arruinamos todo actuando? ¿Deberíamos haber seguido ignorándolo? ¿Habría desaparecido si lo hubiéramos hecho?

Pasaron unos minutos y estaba a punto de bajar del baño cuando escuché la puerta abrirse y luego cerrarse. Esperé por si era Obi-Wan otra vez o tal vez incluso Anakin, pero nunca escuché pasos, solo la puerta.

Miré por la grieta y no vi a nadie adentro, a menos que estuvieran en un punto ciego, solo podía ver los lavabos y los espejos y cualquier ángulo que captaran los espejos. Tampoco podía sentir a nadie en la habitación. Después de unos momentos lo resumí como el viento o una mujer que había abierto accidentalmente la puerta de hombres en lugar de la de mujeres antes de darse cuenta inmediatamente de su error y cerrarla.

Me bajé lentamente y me ajusté el vestido que había amontonado durante demasiado tiempo, preocupada de que tuviera arrugas. Afortunadamente no había ninguno y una vez que estuve satisfecha con la apariencia, abrí el cubículo y salí antes de detenerme por completo.

Allí, de pie en la entrada, había una figura con una capa negra, con la cabeza gacha; ocultándome su apariencia, —Finalmente, pensé que te quedarías allí para siempre—. Habló, una voz que no reconocí, —Nova, ¿verdad?

—¿Como sabes mi nombre?— Pregunté, mirándolo de arriba abajo con curiosidad. ¿Cómo no sentí que estaba aquí? Incluso ahora no lo hago, casi como si él no estuviera realmente aquí.

"¿Dónde estás? Hay-"

—No te molestes en intentarlo—, la figura levantó su mano enguantada, levantándome del suelo por el cuello. Mis ojos se abrieron, me atraganté y jadeé por aire. —Él no puede oírte en este momento—. Murmuró con una ligera risa.

Me arañé el cuello, tratando de quitar el agarre invisible que me quitaba la vida. La figura levantó la cabeza y al instante reconocí la especie, pero no al hombre.

Sus penetrantes ojos amarillos estaban tensos, suficiente para causar un ardor en mi alma. Su cara roja y negra era una vista aterradora y tenía cuernos... cuernos como el diablo, —Me desconcierta que algo tan... simple como tú tenga todo el futuro de la galaxia en la palma de sus manos—. Sacudió su brazo hacia un lado, haciéndome volar por la habitación y estrellarme contra el espejo.

Lo sentí romperse, lo oí romperse.

Muchos fragmentos perforaron mi carne, el olor a sangre envolvió el aire. La luz a mi alrededor se desvaneció en la oscuridad, pero todavía estaba consciente, sólo un poco.

Me levantó, aunque casi me deja caer cuando se dio cuenta de que su pie estaba sobre la tela de mi vestido, al menos creo que era su pie. Él gimió molesto, —No he decidido si vas a vivir o morir, pero vendrás conmigo hasta que lo averigüe.

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¡Hola! Lamento mucho haber tardado tanto en publicar esto pero he estado fuera de Wattpad por mucho tiempo. Mañana subiré el próximo capítulo para compensaros la tardanza.

Capítulo dedicado a painthom, lunat_icalovegood, Sabrina21517, Octavia1108, Jasper_Itadori, dandelionstilinski, AlMe-41, to_my_way_ y vvntonniaaa.