CHAPTER SEVENTY-THREE
no puedo tener un maldito respiro
⠀

⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀

⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀

          POV NOVA

Recuerdo este lugar. Estaba de nuevo en el planeta conocido como Batuu.

No estaba en la zona aislada donde me encontraron, sino en un pueblo. Docenas de personas caminaban a mi alrededor, charlando entre ellas sobre sus vidas, trabajos e hijos. Los niños se reían mientras pasaban corriendo y se detenían en un puesto donde recibían algunas bebidas; algunas azules, otras verdes.

—Tenemos que irnos—, susurró una voz en mi oído. Una mano cubierta de cuero agarró mi muñeca y me alejó de la civilización.

Mientras me llevaban, todos los ciudadanos se detuvieron y nos miraron mientras nos íbamos; sus ojos se transfiguraron en fuego. Miré hacia adelante al que me sujetaba con un agarre tan fuerte que sentí que mi mano se entumecía. —Me estás lastimando—. Traté de liberarme, pero no tuve éxito. Su agarre solo se hizo más fuerte y era tan doloroso que quería gritar: —¡Suéltame!

Se dio la vuelta para mirarme con los mismos ojos que todos los ciudadanos detrás de nosotros tenían, un color parecido a llamas ardientes.

—¿Anakin?—, jadeé, mi corazón se hundió en mi estómago. Sus ojos no eran del hermoso tono de azul del que me había enamorado.

Sacudió la cabeza, —Anakin está muerto—. Agarró mi cuello, —Soy lo que queda—. Sentí que mi vida se drenaba de mí mientras veía mi alma, blanca y pura, salir de mi boca y entrar en él.

Me desperté gritando.

—Hey, hey, hey—, Ahsoka corrió a mi lado y secó el cabello empapado en sudor de mi rostro, —Tranquilízate, está bien, fue solo un sueño.

Me tomó un minuto para recuperar el aliento antes de encontrarme con su mirada preocupada, —Lo siento—, miré hacia abajo y tragué saliva, —Estoy bien, estoy bien—. Intenté convencernos a las dos, mi corazón seguía latiendo aceleradamente y por alguna razón, incluso después de saber que todo era un sueño, sentí miedo. Ese no era Anakin, pero se parecía mucho a él.

—¿Estás segura?— Me dio espacio, pero permaneció inclinada hacia el suelo para mantenernos a la altura de los ojos.

Asentí, —Sí, fue solo un sueño—. Miré hacia las luces del hiperespacio, —¿Ya casi llegamos?— Todavía estaba conmocionada, mi pecho se apretaba de dolor y sentía que apenas podía respirar. Pero me calmé con respiraciones lentas y constantes.

Me miró con preocupación, —Sí, solo estamos a un par de minutos. Nova, ¿Estás segura de que estás...?

—Estoy bien, Ahsoka—, espeté, aunque no era mi intención, —Lo siento—, suspiré mientras me levantaba del suelo, pateando las mantas que usaba como cama hasta que estuvieron contra la pared y fuera del pasillo, —Necesito un minuto—. Me alejé y salí de la cabina.

Una vez que entré al baño, cerré la puerta con una exhalación profunda y presioné mi frente contra la puerta fría. Mis sueños rara vez no han significado algo. Pero esto... lo que vi, no puede ser nada más que un miedo irracional que mi mente ha creado. Anakin nunca caería en la tentación, él es bueno. Es leal. Es cariñoso. Es amoroso.

Me enfrenté al lavabo y abrí el agua. Ahuequé todo lo que mis manos pudieron sostener antes de arrojarme el agua fría en la cara. Cuando me miré en el espejo, salté hacia atrás, golpeando mi espalda contra la puerta con la fuerza suficiente para dejarme sin aliento.

Pero luego desapareció, el rostro del impostor que vi en mi sueño había estado de pie justo detrás de mí hace segundos.

Me estoy volviendo loca.

Un golpe en la puerta me sobresaltó, —Estamos aquí.

Pov Anakin

—No es mi culpa, es tuya por no prestar atención. ¿No se supone que eres su mentor o algo así?— Luke se cruzó de brazos mientras me miraba de arriba abajo con puro disgusto. Afirmaba haberlas visto irse, así que ¿por qué demonios no las detendría?

Sostuve su sable de luz todavía roto en mi mano. —¿Qué tal si en lugar de arreglar esto, te lo meto por el culo?

—Invítame a cenar primero—. Sonrió.

—Basta—, Obi-Wan se interpuso entre nosotros, —No es culpa nuestra. Claramente, es de las chicas por tomar una decisión tan imprudente—. Se frotó las sienes con un profundo suspiro, —Iré a informar al consejo y luego...

—No—, dijimos Luke y yo al mismo tiempo, sorprendiendo a mi antiguo mentor.

—Vamos a ir tras ellas y no le diremos ni una maldita cosa al consejo—. Dejé el sable de luz de Luke en el banco de trabajo. Esto tendrá que esperar hasta que regrese.

Obi-Wan parecía reacio mientras cambiaba su mirada entre Luke y yo. —Puedes quedarte—, dijo Luke, —Si el consejo hace alguna pregunta, diles que nos vamos a un ejercicio de entrenamiento—. Se encogió de hombros.

Obi-Wan arqueó una ceja, —¿Y si preguntan por qué no asistí a un ejercicio de entrenamiento del que forma parte mi padawan?

Luke se acercó a él y golpeó el dorso de su mano contra la frente de Obi-Wan, lo que hizo que parpadeara sorprendido. —Pareces un poco enfermo, Maestro Kenobi, y esta fiebre no es una broma. Tal vez deberías estar en la cama. ¿No lo crees, Anakin?

Asentí, una sonrisa se extendió por mis labios, —Estás tan pálido, pensé que estabas muerto.

Obi-Wan suspiró, —Bien, me quedaré aquí para cubrir sus traseros en caso de que el consejo sienta curiosidad. Pero será mejor que todos regresen en veinticuatro horas.

—¿O?— Luke preguntó.

—O—, Obi-Wan entrecerró los ojos de una manera que pensé que estaba reservada para mí, —envío a mi batallón y a la 501 tras de ti y no tendré más opción que decírselo al consejo.

—Volveré en doce...

—Calla—, Luke me convirtió en su próxima víctima al abofetearme la boca para evitar que terminara la oración, —Veinticuatro serán, a partir del momento en que nuestra nave abandone el muelle.

—Trato hecho.

[...]

—Si alguna vez me abofeteas de nuevo...

—Te lo merecías—, me regañó, interrumpiéndome, —Nos dieron veinticuatro horas y querías cortarlas a la mitad, ¿para qué?— Me miró mientras la rampa que nos llevaba a la nave se cerraba detrás de mí, —¿Para probar algo? Eres Anakin Skywalker, no tienes nada que probar. Así que deja de permitir que tu orgullo se interponga en tus decisiones.

Estaba aturdido. No tenía nada que responder porque, por mucho que odiara admitirlo, tenía razón.

—Ahora, como estabas demasiado ocupado siendo un idiota conmigo antes, no tuve la oportunidad de darte esto—, me arrojó algo y lo atrapé, era una baliza de rastreo, —No pude llegar a ellas a tiempo para detenerlas, pero pude arrojar un rastreador al exterior de la nave.

Levanté la vista de la baliza para encontrarme con su mirada, —Te subestimé y por eso lo siento.

Parecía sorprendido y se trabó con sus siguientes palabras, —Está... está bien.

—Y sé que puedo ser un poco exagerado, pero mira las cosas desde mi perspectiva, Luke. Me cuesta confiar en alguien, y mucho menos en un extraño que apareció un día de la nada.

Bajó la mirada por un momento, —Lo veo desde tu perspectiva— levantó la vista, —Pero no quiero hacerte daño. Pedí trabajar contigo porque he oído muchas cosas sobre ti y quería verlo todo por mí mismo.

Me crucé de brazos con un tarareo, ligeramente halagado, —Pareces más interesado en mi padawan que en mí. Sé que es bonita, pero...

—Ella es amable conmigo, tú no lo has sido—. Dijo simplemente, —Eso es todo. No hay ningún enamoramiento como supones.

—Bien—, pasé junto a él hacia la consola para prepararnos para el despegue, —Entonces supongo que podemos intentar empezar de nuevo. Siempre y cuando mantengas tu actitud bajo control.

—Mantendré la mía bajo control si haces lo mismo.

Fruncí el ceño, —No tengo actitud—. Dije, con actitud, —Está bien. Siéntate y abróchate el cinturón, estamos a punto de despegar. Y encuentra a mi maldita padawan.

Pov Nova

Bajamos de la nave y respiramos el aire fresco de Felucia. —Siempre me ha gustado el olor de aquí, este planeta no es más que un jardín gigante—. Ahsoka alcanzó una flor y tuve que darle un golpe en la mano para evitar que la tocara.

—Un jardín gigante lleno de muchas plantas tóxicas, incluida esa—. No la habría matado, pero le habría provocado un sarpullido duradero y muy incómodo.

Ella soltó una risa avergonzada. —Qué bueno que no vine sola.

—Entonces, ¿cuál es el plan?—, pregunté, observando nuestro entorno.

Se puso frente a mí con una sonrisa tímida. —No tengo uno.

—Ahsoka—, la regañé, —¿por qué viniste aquí y me arrastraste sin ningún tipo de plan?

Ella entrecerró los ojos. —No me grites. Nuestro amigo está desaparecido y este planeta es el último lugar donde fue visto, así que ¿cómo se supone que debo tener un plan basado en la poca información que tengo?

—Habla con su Maestro y pregúntale dónde exactamente vieron a Cal justo antes de desaparecer.

—Lo hice—, estiró los brazos, señalando el lugar donde aterrizamos, —Y esto es todo.

Suspiré mientras miraba a mi alrededor, —Podemos comenzar buscando huellas y tal vez cuevas ocultas en el área—. Tenía un mal presentimiento de que esto iba a terminar en un fracaso. Ni siquiera sabemos si todavía está en este planeta, Dios sabe que no estaba en el último lugar donde me vieron.

Nos aventuramos a través de las plantas y los árboles, buscando algo que pudiera decirnos qué le pasó a Cal. Pero después de una hora, posiblemente más, no encontramos nada. Ahsoka parecía que estaba lista para llorar. Respiró profundamente. —No han encontrado a ninguno de ellos, no sé por qué estaba pensando que esta vez podría ser diferente—, se sentó en un tronco antes de dejar caer la cabeza entre sus manos. —Lamento haberte traído aquí para nada.

Me senté a su lado y puse mi mano en su espalda para consolarla. —No te disculpes por tener esperanza. Solo hemos estado en esto durante una hora, no tenemos que parar ahora.

Levantó la cabeza y miró al cielo. —¿Escuchas eso?

—¿Escuchar qué?— Miré hacia arriba. Por un momento pensé que estaba sufriendo de agotamiento por calor y teniendo algún tipo de alucinación. Entonces apareció a la vista, una nave voló y se cernió sobre nosotras. —Mierda—, murmuré, asumiendo que eran Anakin y Obi-Wan que venían a arrastrarnos de regreso a casa.

—Vamos a tener muchos problemas—, gimió Ahsoka, llegando a la misma conclusión que yo.

Ambas observamos la nave, esperando a que aterrizara. Desafortunadamente, eso no fue lo que sucedió. Una red cayó desde arriba y antes de que nos diéramos cuenta de lo que estaba sucediendo, nos había envuelto a ambas y nos levantó.

Busqué mi sable de luz, lista para cortar la red, pero nos levantó tan rápido que ambas sufrimos un latigazo y nos crujimos el cuello. —¡No!—, grité cuando perdí el control que tenía sobre mi sable de luz y lo vi caer en picada más de cien pies al suelo.

La oscuridad nos rodeó cuando el piso debajo de nosotros se cerró, sellándonos en esta nave al azar. —Estas son bonitas—, fue lo último que escuché antes de sentir una descarga dolorosa en mi cuello. Grité y luego caí inconsciente.

No puedo tener un maldito respiro.

⠀

⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀

⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀

Y aquí tienen el capítulo del fin de semana. Como os hablé sobre las saga de Marvel que estaba planeando, además de hacer historias de Bucky, Wanda, Loki, Matt Murdock, Moonknight, Peter Parker y Peter Quill como había mencionado antes. También por vuestra solicitud voy a hacer otras de Pietro, Steve Rogers y Stephen Strange. Y en una de las historias Río (de Agatha all along) hará un cameo como interés amoroso.

Y muchas gracias por vuestros comentarios, yo también he echado de menos esta historia.