Cap 7 🍷
El castaño enterraba sus uñas sobre la espalda del alfa aruñando cada vez lo embestía.
-!Joder Taehyung! porque carajos me apretas tan bien - le dijo gruñendo tomándolo de los cabellos enredando sus dedos sobre ellos.
-!No pares!- le dijo con la respiración erratica y sus pupilas dilatadas, ambos lobos habían tomado el control ignorando las consecuencias que sus humanos sufrirían después.
-No pienso hacerlo - respondió el alfa tomando la pierna del contrario colocando el pie sobre su hombro lamiendo los dedos uno a uno hasta terminar succionando el dedo meniñe sin dejar de observar al hermoso alfa que tenía bajo su cuerpo, con los cabellos alborotados, los parpados levemente cerrados y los labios entreabiertos jadeando por el.
-!Mirame! - le dijo fuerte y excitado— quiero que observes como te hago mío.
Y fueron solo unos segundos cuando esos hermosos ojos azules se abrieron como dos constelaciones en el cielo y el alfa le dejo ir una estocada certera y profunda, un gemido alto y gutural se escaparon de aquellos gruesos labios y aquella tersa piel temblando al ser lujuriosamente poseida.
- !Ah~ maldición!-mascullo Taehyung al sentirse tan indefenso siendo profanado por las embestidas erráticas y despiadadas que Jungkook le proporcionaba.
-Ven aquí - demandó el alfa, tomándolo de la cintura con la fuerza de sus manos apegandolo hacia su pecho y fue entonces que Taehyung se ahogó en gemidos sobre el cuello del pelinegro.
Los choques de las pieles, el olor sexual, los fluidos y los gemidos sobre aquel colchón carcomido en aquel viejo establo era más de lo que ambos podían imaginar.
Mio- reclamo como un trueno en la oscuridad,
en aquel codicioso beso que ambos se dieron, un beso ansioso, casi animal y fue en ese beso y la última estocada, que la tibia esencia lleno aquella entrada del castaño.
-!Mierda!- dijo Jungkook llevándose las manos sobre su rostro abrió los ojos elevando la mirada hacia el techo donde el candelabro con plumas color nácar eran acariciados por el calor que emanaba del aire de la calefacción.
Eran las 5:45 de la mañana del día lunes para ser más exactos, Jungkook había soñado nuevamente con Taehyung y esta era la tercera vez que sucedía desde aquel encuentro con el alfa en la veterinaria.
Habían transcurrido alrededor de tres semanas y el alfa no había hecho otra cosa más que pensar en el, le lapidaba le mente la necesidad de poseerlo y corromperle la mente y el culo le estaba haciendo perder la razón.
Se maldijo de nuevo al sentir su erección adolorida y necesitada, goteando por enterrarse en una suculenta entrada, pero está vez no sería la de una omega que su miembro ansiaba, era la de un hombre, un alfa, aquel alfa que lo estaba volviendo loco y desesperado y no tuvo más opción que masturbarse en la regadera murmurando su nombre " Taehyung" vertiendo en el tragante las esencia blanquecina de su virilidad desahogada.
-Maldición!-dijo entre dientes y se madijo nuevamente, porque Jungkook odiaba masturbarse, prefería enterrar su gruesa polla en las labios dulces de alguna sumisa omega, que manipularlo con sus manos, pero no tenía más opción, porque en el trascurso de esas tres semanas había llamado a Leía y su miembro no le respondió cuando que intento penetrarla con las piernas de ella enroscadas en sus muslos.
-Ni siquiera puedes excitarme!- le dijo arrojándola bruscamente al suelo semi desnuda con el sostén a media cintura - no me sirves Leía lárgate le dijo esa tarde de sábado cuando Jungkook se convenció que su apetito sexual ahora tenía nombre y apellido masculino.
El alfa realmente estaba al límite de su furia, no quería estar con un hombre y mucho menos con Taehyung, cualquiera menos ese alfa, cualquiera menos Kim Taehyung su destinado.
Y como un espejismo fantasmal volvió a recordar aquella noche en la casa del árbol, perturbando su corazón y la cicatriz de su muslo derecho le ardió de nuevo y se miró al espejo y una lágrima de impotencia y dolor se deslizó sobre su mejia ardiendo sobre la piel como si una cristalina gota salina pudiese doler como el rastro que deja una espina.
Y así llegó nuevamente al restaurante con el humor y el mal genio más desagradable de lo normal, le gritó a la mayoría de los empleados y como siempre le reprochó a uno de los cocineros principales lo mal preparado que se encontraba el risotto que servirían esa tarde-no está lo suficientemente "cremoso" idiota- le dijo golpeando fuertemente la olla sobre la estufa.
Llamo a Sam un beta que era su mano derecha, le pidió que se encargará del resto y se encerró en su oficina pidiendo que nadie le moleste,
coloco sus pies sobre su escritorio dejándose ir hacia atrás cerró sus ojos por breves momentos y se imaginó si hubiese sido distinto el rumbo de su vida si aquella tarde de octubre no los hubiesen descubierto a ambos y se tragó ese recuerdo con el mismo humo del cigarrillo que salia por sus labios.
Mientras tanto en el consultorio Taehyung tenía los días más ocupados de lo que comúnmente solían ser, desde que inauguró la veterina había sido todo un éxito , las personas no dejaban de llegar con sus mascotas para que el Dr. Kim les atendiera, cabe mencionar que algunas ocasiones quienes llegaban eran hermosas omegas con cualquier excusa pues estaban fascinadas con la belleza del alfa y no era para menos Taehyung no solo poseía una belleza física diga de un alfa puro, si no que tenía un carisma y un ángel que lo hacía único con tan solo una sonrisa suya el invierno hostil se volvía cálido.
Jimin solo sonreía al ver aquellas chicas coqueteando con el alfa y este solo les devolvía la sonrisa cálidamente, porque Taehyung a pesar de la alta cuna y la casta donde provenía era alguien de espíritu servil y humilde.
Esas eran las cualidades por las que Bogum se había enamorado locamente de el.
-No se cansan tus pacientes de adularte -dijo el omega enfrente de la puerta principal con un ramo de rosas en sus manos y su traje gris Lars Nilsson impecable con una sonrisa fresca con olor a menta, claro que Bogum se ponía celoso talvez un poco, pero no solía demostrarlo, porque el respeto y el amor que le profesaba a Taehyung era tan intachable como el traje que portaba en esos momentos.
- Cariño saliste temprano el día de hoy ¿Y esas flores?- dijo Taehyung observandolas con una leve sonrisa.
- Son para ti cielo - dijo el omega con una sincera sonrisa— hoy cumples un mes de haber inaugurado tu clínica, felicidades amor dándole un cálido beso en la mejilla.
-Tu siempre tan atento Bogum no tenías que hacerlo -dijo sonriendo tomando el ramo de rosas húmedas entre sus manos.
- Te mereces eso y más Taehyung- prosiguió sentándose en el sofá verde musgo de la sala de espera, cruzando las piernas mientras se desabrochaba uno de los botones de su saco.
- Que te parece si vamos a cenar tu, yo y Jiimin- le dijo levantándose acariciando sutilmente el mentón del alfa.
-Me parece perfecto Bogum ,
¿tu que dices Jimin?—volteando a ver
al omega que depositaba el ramo de rosas en un florero con agua fresca, el omega asintió con la cabeza.
Iban en el automóvil rumbo al restaurante cuando Bogum le pregunto a Jimin si quería que le ayudará a buscar un apartamento, pues estar instalado en el hotel no era muy conveniente, además Yoongi en unos meses se mudaria a Suecia y necesitarían un lugar fijo para tener más comodidad como pareja.
- Me parece bien Bogum- dijo el omega.
- Perfecto Jimin conozco muchos lugares que podrían gustarte tu escoges el que más te parezca prosiguió sonriendo.
Llegaron al restaurante cuya sorpresa para Taehyung era el restaurante de Jungkook! el alfa palideció un poco observando a Jimin por el retrovisor, el omega sabía lo que había sucedido el dia que Jungkook llevo a Bam a revisión, pues Taehyung solía contarle todo a Jimin y no había secretos entre ellos.
Taehyung lo ultimo que deseaba era volver a ver al alfa, se sentía inquieto y molesto por las palabras que Jungkook le había dicho, eso sin contar que no había pasado ni una tan sola noche que no recordara el beso fogoso y salvaje que ese día se habían dado, esa caricia tosca y posesiva que el alfa le dio cuando lo afianzó de la cintura y la mordida en su labio inferior que aún recordaba y hormigueaba cuando lo recordaba.
Y fue en más de una ocasión cuando espero que Bogum se durmiera levantándose de la cama dirigiéndose al baño para masturbarse invadiendo su mente con el recuerdo de los besos y las feromonas de Jungkook.
Y auque no sabía a qué tal grado deseaba al pelinegro, el deseo desesperado de ser penetrado por el lo estaba atormentando y no era para menos Taehyung era un alfa, acostumbrado a complacer a un omega, el solo hecho de ser él quien recibiría sin compasión le asusta en demasía y no sabía que tan absurdos e irracionales eran sus deseos o que tan desquiciado estaba su lobo por sentirse tomado por otro alfa.
Taehyung no le reprocho nada a Bogum por haberlo llevado a ese restaurante habiendo muchos más en la ciudad, por una parte entendía que el y alfa habían sido amigos por varios años y quizá era la estima que el omega le tenía a Jungkook que le gustaba la mayor parte del tiempo ir a cenar a ese lugar. Y aunque el castaño no quería volver a encontrarse con el alfa a raíz de su " encuentro" y el río sentimientos encontrados que lo embargaba, después de todo Bogum se comportaba como un príncipe con el y no quería hacerle ningún desaire.
Llegaron al lugar y se sentaron como siempre a la orilla de la terraza donde la vista era realmente impresionante, al parecer esa mesa era la favorita de Bogum pues las veces que habían ido a cenar siempre pedia el mismo lugar.
ordenaron como de costumbre, Jimin pidió un antipasti de champiñones con alcaparras de entrada y una ensalada verde, Taehyung pidio un filette mignon 3 ¼ al vino con ensalada y Bogum pidió cazuela de calamares, al parecer el omega tenía una debilidad por los mariscos.
Luego de cenar pidieron postre y Bogum pregunto de nuevo por Jungkook, acto que hizo que Taehyung se tensara involuntariamente. Le avisare que usted está aquí le dijo Sam el beta empleado de Jungkook encargado de la cocina y capitán de meseros.
Jungkook se sentía intranquilo al parecer su lobo había notado la presencia de Taehyung reclamandolo nuevamente.
Mio - su lobo no iba descansar hasta tener a ese alfa bajo sus dominios.
Y sólo fueron unos segundos cuando Jungkook ya se había levantado husmeando sobre la recepción que pudo divisar a Taehyung charlando con Jimin y Bogum y no se sabe si fue casualidad o el puro instinto de sus lobos que ambos conectaron las miradas y el alfa sentado en la mesa evadio el acecho de aquella profunda mirada dejando caer a propósito la servilleta blanca de la mesa y cuando levantó nuevamente la mirada Jungkook ya no se encontraba.
- Debo ir al baño - les dijo a los omegas levantándose apresuradamente, Taehyung estaba tenso y su nerviosismo aumentaba cada vez que se frotaba en el lavabo con el agua tibia escurriendose sobre sus manos y se tenso más y sintió una corriente recorrer todo su cuello cuando el cerrojo de la puerta fue cerrado y el olor a "whisky y madera" inundaba el lugar y a Taehyung no le dio tiempo de reaccionar mareado por la excitación de las feromonas de Jungkook cuando el alfa lo tenía abrazado por detrás sosteniéndolo fuerte de la cintura.
- Taehyung- le dijo llamándolo con una voz más grave de lo normal y fue allí que pudo comprender que tan excitado estaba el alfa por él y fue en una maniobra diestra que Jungkook le había dado vuelta poniéndolo de frente afianzando el agarre , presionadolo con su miembro sintiendo la dureza de aquel pene grande y caliente en medio de su entrepierna.
-¡Qué demonios Jungkook!- le dijo el alfa intentando soltarse del agarre, pero su intento fue inútil, el pelinegro no le respondió atacó sus labios con fuerza devorandolo como si no hubiera mañana, como si fuera lo más exquisito y delicioso que había probado en toda su miserable vida.
Jungkook no era de besar, pero los labios de Taehyung lo volvían loco, se los estaba comiendo sin piedad y el alfa reaccionó a esos besos impulsivos y lujuriosos dejándose llevar por el momento, succionando aquellos labios enrredando su lengua a su antojo con hambre y desespero.
Y no supo Taehyung en que momento una de sus piernas estaba enroscada en la cintura de Jungkook sintiendo la dureza de su polla y la pesadez de sus testículos haciendo embestidas falsas como si no estuvieran con las prendas puestas, ambos encerrados en su mundo devorandose los labios sin pudor y no fue hasta que el toque de la puerta los saco de su mundo, soltandose agitadamente con ganas de querer mas.
Se arreglaron las ropas arrugadas nerviosamente cuando Jungkook abrio la puerta molesto por haber sido interrumpido -qué demonios- levantó la voz, cuando vio a Sam al otro lado de la puerta.
- Disculpe Jefe que lo moleste, pero al parecer el señor Bogum no se encuentra muy bien acaba de vomitar cuando se dirigía al baño, el dice que probablemente " los mariscos" le cayeron mal...
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