Cap 5🍷

Solo fueron unos segundos, pero fue lo suficientemente perdurable para que Taehyung se perdiera en esa fría y ferviente mirada.
Como era posible que unos ojos podían ser tan hostiles y ardientes al mismo tiempo. Allí estaba el, como un fantasma enfrente suyo acechandolo como un lince en busca de su presa, algo en su ser se estremeció como el impacto de un trueno avisando una tormenta, fue solo un instante, un fracción de tiempo encapsulado entre ambos mirándose fijamente.

Su copa cayó repentinamente tiñendo de carmin aquel mantel azul de satín, el alfa aparto la mirada y cuando sus ojos regresaron aquel punto entre la recepción y las personas que allí conversaban, el ya no estaba, se había marchado, dejando una ola de feromonas imposibles de ignorar " Whisky y madera " que combinación más embriagante y cautivadora, aquel aroma inundo por completo sus fosas nasales llevándolo a una catarsis de emociones que hasta ahora permanecían dormidas.
Su lobo se puso en alerta como si hubiese estado esperandolo desde siempre.
El alfa ignoro sus instintos y al volver la mirada allí estaba un beta enfrente de ellos.

-"Lo siento señor Bogum mi jefe pide disculpas tuvo un imprevisto y se marcho"

- Entiendo gracias - fueron las palabras del omega.

- ¿Estás bien cielo? -fue la interrogante de Bogum al ver al alfa inquietó con un leve hilo de sudor depositado en su frente intentando secar inútilmente aquel vino derramado entre sus piernas.

-Estoy bien Bogum , creo es mejor que nos marchemos Jimin debe ir a descansar-fueron sus palabras un poco ahogadas, se levantaron y se dirigieron al hotel donde el omega se hospedaria.

Llegaron al hostal se despidieron de Jimin y quedaron de acuerdo que al día siguiente irían a laborar a la veterinaria y buscar un apartamento cómodo para que el omega se instalará.

Después de un momento embargado de absoluto silencio ambos se bajaron del automóvil y se dirigieron a su apartamento.
Bogum noto el estado en el que Taehyung se encontraba, no era dificil de adivinar la densidad de sus feromonas lo habían delatado desde que se encontraban en el restaurante.

- Cielo ¿Se adelantó tu celo no es así?-dijo el omega sin mediar más palabras mientras despojaba al alfa sutilmente de su abrigo.

- ¿Quieres te ayude con ello? Como lo he hecho anteriormente- prosiguió cariñosamente.

Taehyung vaciló un momento en responder, tiro del cuello de su polera sentandose en la esquina de la cama.

- Tomaré supresores - respondió.

- Los supresores te causan efectos secundarios cada vez que los tomas_ agrego el omega con un rostro de preocupación y ferviente amor.

No habría manera de medir el amor que Bogum profesaba por Taehyung, muy probablemente era inmenso eh impetuoso como el océano, tan tibio como una tarde de domingo pintada por un caluroso verano.

El alfa nunca lo vio de la misma manera que el omega esperaba, pero Taehyung era tan cálido eh indulgente con el que nunca le negaba nada.
Las pocas que veces que esos ojos lo habían visto con lujuria era solo en sus días de celo, miradas de gratitud, de compasión y alguna que otra con rastros de ternura..
para un corazón enamorado no eran suficientes, pero para Bogum eso le bastaba.

-No es necesario cariño - recalcó el alfa sosteniendo la mirada del omega, con su voz algo grave y levemente agitada.

- Por favor Taehyung - insistió el omega.

Bogum encendió la calefacción, una fuerte nevada azotaba esa noche, la luz tenue de la alcoba contrastaba con las cortinas blancas y la mesa de noche estilo vintage con el retrato de ambos en un paseo por las cataratas del Niágara decoraban el lugar.
Un susurro, la rama de un árbol golpeando la ventana, seguido de varios gemidos se escaparon en la tibia habitación.

Esta demás decir lo que sucedió esa noche, después de la velada en el restaurante.
Por obvias razones faltaron tres días a sus labores correspondientes retomando el día miércoles muy temprano.

Bogum fue con Taehyung a recoger a Jimin al hotel, dejándolos a ambos en la veterinaria, se despidió del alfa con un sutil beso en la mejia, marchándose a su trabajo.
Bogum tenía una pequeña empresa de decoración de interiores y remodelación de apartamentos.

El idioma no era impedimento para el, sabía hablar Coreano, Japonés , Sueco, Francés e Inglés.
Conocía Estocolmo como la palma de sus manos, la mayor parte de su niñez y adolescencia la había vivido en ese lugar.
Para luego regresar a Corea y estudiar en la universidad donde conoció a Taehyung.

Bogum tenía muchos sueños como todos , amaba los niños y los animales igual que Taehyung, deseaba algún día tener cachorros con el alfa 2 o 3 talvez.
regresar a Corea y comprar una casa grande para los cinco.
Agrandar más su empresa o quedarse administrando los negocios de su padre.
El no era de familia pudiente y adinerada como Taehyung,
las comodidades que gozaban él y su familia lo habían adquirido a base de mucho esfuerzo.
Muchos sueños y muchas ilusiones en aquel noble y calido corazón, pero los sueños son frágiles fácilmente se rompen como la loza desplomadose en mil pedazos, donde solo quedan despojos imposibles de armar nuevamente.

Eran alrededor de las 9: 30 de la mañana, los ladridos de Bam habían despertado a Jungkook en su día libre , lo que menos hubiese deseado era que el can lo despertara de su letargo, se levanto malhumorado paso sus gruesas manos sobre su rostro dejando ver su pronunciada musculatura por el espejo grande de la recámara, su miembro yacía dormido pero aún así el volúmen no pasaba desapercibido sobre aquel boxer blanco señido resaltando sus glúteos redondos y sus caderas contorneadas.

-Perro estupido- suspiro pesado, dejo caer su bata blanca sobre su piel aún tibia por las frazadas, la amarró con fuerza a su cintura de un tirón hizo un pequeño nudo, se dirigió al pasillo que lindaba con el jardín trasero y allí estaba Bam ladrandole a un pequeño gato pardo encaramado en la rama de un árbol.

- ¿Solo por eso me despiertas?- se acerco al can que al notar su presencia dejo ir un aullido lastimero.
su pata desangraba, se la había lastimado con el filo de madera de la cerca que resguarda un pequeño jardín de violetas y primulas.
El perro al perseguir al felino había ignorado la cerca provocando una herida en su pata izquierda, talvez no era muy grave pero si lo suficientemente grande para dejar rastros rosaceos teñidos sobre la blanca nieve.

- Mira lo que has hecho inútil ahora tendré que llevarte al veterinario- lo llevo adentro y busco el botiquín de primeros auxilios, le vendo la pata con una gasa estéril para que no siguiera sangrando.
Tomo el celular y lo primero que hizo fue buscar el contacto de Bogum, su amigo le había dicho que su ' novio' iba abrir una veterinaria en la ciudad.
Lo que Jungkook ignoraba es que el novio de su amigo omega era Taehyung pues este nunca le había dicho su nombre.

- Alo Bogum!

- Hola Kook ¿como estás?

- De los mil demonios, el estupido de mi perro se lastimó, ¿me puedes dar la dirección de tu novio para llevarlo a que lo revise?.

- Entiendo, ahorita te mando la dirección Kook.

Bogum sonrió al otro lado de la línea, Jungkook siempre había sido así de amargado desde que se conocía, realmente no entendía como podia ser amigo de alguien tan irritable e indomable, muy pocas veces lo había visto sonreír o devolver una mirada cálida a alguien.

No sabía mucho de la niñez de Jungkook, lo poco que sabía es que se había mudado a Estocolmo con sus padres a la edad de 13 años habían formado un imperio de restaurantes en varios países del mundo, dejándole la administración en Suecia a cargo a Jungkook después de graduarse en la Universidad en Inglaterra, tenía un Título de Administración de Empresas y un diplomado en culinaria en la prestigiosa Escuela 'Gordon Bleu'.

Sus padres supervisaban los demás restaurantes instalados en los otros países, la mayor parte del tiempo se la pasaban en los restaurantes que tenían en Corea y en Brasil, raras veces venían de visita a Estocolmo.
Se podría decir que el alfa siempre fue alguien muy solitario, tenía un hermano mayor también alfa, al que Bogum solo había visto un par de veces y actualmente residia en los Estados Unidos.

Realmente Bogum no sabía mucho del pasado Jungkook,
solo contaba con su presente y los años que había convivido con él en su adolescencia y luego de volver de Corea cuando terminó la Universidad, algunas veces le había enseñado a preparar postres , habían viajado a las afueras de Estocolmo y se habían emborrachado alrededor de una fogata, fue la única vez que vio a Jungkook llorar.
Fue cuando el omega le pregunto que extrañaba de Corea y el alfa solo se quedó en silencio y unas lágrimas brotaron de sus mejillas.

Solo conoció dos veces el apartamento de Jungkook la primera vez fue cuando le pidió que lo acompañara a la perrera a comprar un perro quién sería actualmente Bam, llegaron con el pequeño cachorro y se tomaron un par de cervezas.

La segunda vez fue cuando el alfa se mudó de apartamento y le pidió a Bogum que lo ayudará con unas cosas de la mudanza, fue esa vez cuando el omega tropezó en la entrada y dejó caer una pequeña caja negra de madera, era antigua pues se miraba desgastada y roida.
Jungkook se la arrebato de sus manos bruscamente y la guardo bajo llave en un armario, el omega nunca supo que guardaba en el interior de esa caja pero debió ser algo importante para que reaccionara de esa manera.

Jungkook tomo su auto y se dirigió a la dirección que el omega le había brindado.
estaciono su auto y se bajó con Bam quien lo llevaba adentro de una jaula.
El local era pequeño pero acogededor, entro a la sala de estar y habían varias personas esperando ser atendidas con sus mascotas.
A Jungkook le fastidio que el lugar estuviera tan lleno, esperar no era una de las virtudes del alfa, si de cualidades se trataba realmente era muy díficil encontrar una en aquel hombre serio de mirada fría y hermosos ojos grises.

- Ahorita lo atiendo, tome asiento por favor— dijo aquel omega de bata blanca y baja estatura con olor a " margaritas y sol".

Una mueca de disgusto se formó el rostro del alfa, pero no tuvo más opción que tomar asiento ante la mirada curiosa de las personas que se encontraban en el lugar, pues el alfa era realmente sensual y atractivo, bajo esa imponencia de rudeza lo hacía verse aún más misterioso.

Poco a poco fueron pasando las personas que estaban en aquel lugar, hasta que finalmente quedó solo el alfa, Jimin volvió a salir de aquel cuarto anexo invitándolo a pasar.

- Pase por favor mi colega lo va antender en estos momentos -le dijo abriéndole la puerta del consultorio.

Una extraña sensación se apoderó del cuerpo de Jungkook sintió pesados sus pasos como si se hundieran en el fango.
Su corazón estaba agitado y el dulce embriagante olor a"mango y vodka " volvió a llenarlo hasta los poros a tal grado de sentirse un poco mareado.
Su lobo 'gruño' nuevamente justo como el día de su celo.

Pasaron unos cuantos segundos y aquella puerta se abrió, allí estaba sentado en su escritorio aquel mismo alfa del restaurante de mirada profunda y sonrisa risueña, algo se desarmo dentro de Jeon al ver aquel alfa sonreír.

- ! Taehyung!

- ! Jungkook!.

🐺🐺

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