Cap 4🍷
El aire resopabla fuertemente en el vidrio delantero del automóvil débilmente alumbraban las luces de los semáforos ahogadas por la niebla espesa de aquella carretera solitaria , pequeños chubascos sacudian las ramas de los árboles que se encontraban alineados a escasas calles del apartamento. El frío era áspero alla afuera, solo un demente se atreveria a manejar sin nada puesto en esas condiciones climáticas.
Pero para el alfa ese no era el caso, la ola de calor que lo estaba consumiendo en su corpulento cuerpo era insoportable, subía lentamente desde sus pantorrillas deteniéndose en su erecto miembro haciendo presión ligeramente punzante, ligeramente contraído haciendo un remolino en su vientre y ganado fuerza solo para generar más combustion hasta sus pectorales bien definidos, colándose entre su boca despertando la lujuria en su carnosa lengua , se maldijo al recordar esos voluminosos labios con sucio deseo y ansiedad.
Si no fuera porque logro controlarse hubiese tomado a ese alfa en aquella mesa de cristal, lo hubiese follado rudo y salvaje, lo hubiese tomado por el cuello hasta que gimiera en voz alta su nombre JEON.
Para ese momento aún quedaba un poco de conciencia y lucidez en el,
Con tortuoso esfuerzo logro salir del restaurante,
dejando al beta confundido:
— !Dile a Bogum que no podré saludarlo!— Fueron sus últimas palabras antes que su lobo tomara el control y el rastro de control que en el quedaba se esfumara de la nada.
Como pudo tomo las llaves de aquel Volvo blanco,
se subió con rudeza dejando caer su duro trasero en la suavidad del asiento, piso el acelerador y manejo con rabia, con impotencia, con calor abrazador en su interior.
Antes de llegar al tercer semáforo en rojo, parte de su uniforme yacía en el piso, estaba semidesnudo en medio de la nada esperando que las luces cambiarán en verde, su erección dolia, se miró en el retrovisor sus pupilas estaban dilatadas, un negro absoluto reflejado en el cristal empañado provocado por el calor de su aliento.
Su lobo gruñía, le exigía regresar y poseerlo, era suyo le pertenecia y el humano lo sabia.
- Mio! - estás mal- le dijo, una risa burlona se escapo de esa de esa boca rojiza , la punta de su lengua salió de su escondite y se deslizó morbosamente sobre aquella dentadura perfecta, pausado en sus canitos afilados que habían brotado reclamando aquel cuello blanco y aquellas claviculas que asomaron cuando Taehyung desabotono los primeros botones inconcientemente debido al calor que le había provocado el licor de ese momento... si el 'licor' era lo más probable.
Aún no sabía que tan desquiciado se había vuelto su lobo, pero podría jurar que sintio la piel de ese hermoso alfa gritar por el y solo por él, a pesar que alquel alfa estaba a varios metros de distancia sentado en aquella silla con la copa de vino tinto en una mano y la otra una aceituna negra era rápidamente engullida por aquellos labios carnosos tan apetecibles, tan dulces..
Mio - gruño su lobo nuevamente, exigiéndole regresar aquel lugar.
-No me jodas - le protesto con voz ronca y gruesa, estaba molesto, estaba confundido, estaba malditamente excitado y eso lo estaba sacando de quicio.
Jungkook había experimentado muchos celos en su vida, pero nunca había vivido uno similar, como el que sentía en esos momentos, manejando como un loco a media noche esperando llegar a su apartamento y follarse alguna omega o una beta, hasta saciar su instinto animal, daba igual la jerarquía en que estás estuvieran , siempre que fuera una mujer, una "hembra" de pechos grandes y trasero pomposo.
Se sintió perturbado solo imaginarse follar a un hombre y peor aún si ese hombre era alfa,
un sentimiento confuso se apoderó de el, porque para Jungkook el solo hecho de imaginarse desnudo sobre el cuerpo de alguien de su mismo sexo le ofendía.
El alfa era de mujeres, pechos grandes.
Porque para él las "hembras" debian estar con un hombre , un alfa que las controlará y les diera placer a su antojo cuando este lo exigiera.
De preferencia le gustaban betas, decia que eran fáciles de domar, las omegas lo fastidiaban, decía eran muy insidiosas y pegajosas y la forma como chillaban cuando las follaba lo exasperaban, eso sin contar que no quería dejarlas encinta, por eso su nunca anudaba adentro de ellas y sus semilla siempre terminaba derramanda afuera.
El no queria cachorros, nunca los quiso y no se vía en el futuro como una padre abnegado cargando en sus hombros a uno de ellos o como una pareja amorosa de la mano de alguien.
Porque para Jungkook el amor era una estupidez y una perdida de tiempo, eso era para los débiles los idiotas y los ingenuos.
Pudo haberse quedado en el restaurante y tomar cualquier empleada y follarsela duro en el compartimiento de los alimentos perecederos, en aquel cuarto frío como hizo aquella vez con aquella omega la tiro al piso duro y la hizo suya a su antojó,
y la obligó a tragarse todo su líquido en una follada brusca y sucia, porque para el alfa uno de sus máximos placeres era follar bruscamente su polla en los suaves labios de una fémina.
Jungkook nunca había hecho un oral a nadie, a ninguna de ellas, era a él a quien debía hacérselo porque así eran las leyes naturales de la vida ,el era el alfa y para eso estaban ellas para complacerlo.
Aún recuerda los tibios labios de esa chica, sus cabellos eran rojos y olía a "manzana y fresas" Jungkook detestaba los olores dulces, le recordaba a algo en el pasado, pero nunca supo el porque.
A pesar que era un chef y los sabores dulces y los postres que preparaba eran su diario vivir, aún así los olores empalagosos los aborrecia, pero curiosamente, como si fuera una estupida jugada del destino , aquel alfa olía dulce con una nota de vodka, tan embriagadoramente dulce que lo había vuelto loco,
y se preguntaba porque una alfa olía dulce, olía tan esquisitamente dulce, eso no tenía lógica, no tenía sentido, en verdad que no lo tenía.
Su celo se había adelantado de eso no tenía duda,
su miembro estaba hinchado y goteaba, se sentía mareado y la cabeza le dolía.
Se estaciono por un momento y reviso su celular,
buscando a su "novia" que le ayudará con esa necesidad, ella misma se había atribuido el nombre de ser " novia" pues era la omega con quién más había durado , si es que tres meses se le pudieran llamar un periodo largo, porque para Jeon la mayoria de sus aventuras no duraban más de tres semanas.
A pesar que Leia era una omega se sentía a gusto con ella porque está no le exigía más de lo que el podía ofrecerle, sexo y nada más, Leia había aceptado esa relación bajo los términos del alfa.
Porque para Jungkook la persona que deseara estar con el sería bajo sus términos.
Unas reglas descabelladas que a la larga nadie en su sano juicio las soportaba, pero Leia no se quejaba,
salía con el alfa solo a menos que el se lo pidiera.
la mayoria de las veces era por sexo, otras por negocios que ellos tenían en común y lo último es porque Leia le gustaba cuidar a Bam su perro doberman y eso el en el fondo lo apreciaba, lo único por lo que Jeon podría tener cierto 'amor' era por su perro.
Estaciono su auto a tan solo unas cuadras de su apartamento, tomo su celular con la respiración un poco agitada, llamo a Leia desesperado a los tres tonos la omega contesto adormitada.
- Bueno ¿Jungkook?
- Leia te necesito ahora!
- Bueno es muy noche— suspiró.
- ¿Acaso te pregunte la hora? Ven ya.
Leia colgó el teléfono, aunque tuviera sueño y tuviera que manejar alrdedor de seis millas desde su apartamento hasta el de el alfa lo haría.
El alfa estaciono su coche llegó entro a su apartamento con la vista nublada y el pulso acelerado, su perro Bam salió a su encuentro le dio una pequeña caricia y le ordenó que regresara a su casa de madera situada en un pasillo cerca del pequeño jardín en la parte trasera de su apartamento.
Se sentó en el sofá de gamuza verde, encendió la lámpara de lava escarlata que estaba en la mesa del centro, se despojo de la última prenda que llevaba puesta, aquel boxer negro húmedecido por su miembro, olía a sal, a sexo, a gloria, a alfa!.
acarició su duro y robusto pene caliente urgido por ser vaciado, los pensamientos recurrentes empezaron a taladrar su cerebro, iban y venían con más fuerza y agonia.
" Taehyung" era lo único que sacudía su mente y tensaba su miembro necesitado,
Porque un hombre, porque un alfa, realmente no lo entendia.
Estaba masturbandose cuando Leia brió la puerta,
y lo vio allí tumbado en el sofá con la mirada oscura las piernas semiabiertas y su pene envuelto entre sus manos.
- Jungk.. tu celo -dijo ella.
Iba a formular más palabras pero el alfa no la dejo terminar, tomo su vestido desgarrandolo por completo y ataco sus labios con hambre y deseo.
la tomo de la cintura restregando su miembro con desespero sobre sus piernas.
- Ah~ alfa-
Gimió al sentir la virilidad del alfa sobre ella la llevo a la habitación de huéspedes,
donde se la follaria a su manera , la tomo salvajemente como era su costumbre y su forma hostil y ruda.
Cuando paso el tiempo que tenía que pasar, follándosela a su antojo y sin un mínimo sentido de delicadeza, la soltó cuando se sentío complacido.
-Bañate - le dijo -si te necesito vendré más tarde.
Y se marcho a su habitación se ducho y se acostó en su ancha cama azul , por lo menos hasta allí y por unas horas estaba satisfecho.
Leia tomo una de las toallas y se metió a la regadera, ilusamente hubiese deseado que Jungkook se quedará con ella y talvez alguna caricia después del coito.
Pero no! Jungkook no era de caricias después del sexo, para el era una tontería esas demostraciones de afecto, tampoco era de los que se quedaban en la misma cama con alguien.
El tenía su propia habitación, su propia cama y hasta el momento nadie había sido digno de ser follado sobre ella nadie...
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