Cap 3 🍷
Después de la cena Taehyung permaneció en silencio durante el trayecto a su apartamento la gélida brisa golpeaba la ventana del automóvil, la nevada arreciaba colándose en las farolas de las calles desvaneciéndose en el frío gélido de la noche ante la mirada perdida de quién iba en el asiento delantero del coche.
El alfa solo podía pensar en el nombre que jamás olvidó," Jungkook" aquellos ojos grises que lo veían con curiosidad y dulzura, siempre se preguntó que sería de su vida si el estaría más alto, más hermoso, si se habría casado con algún omega y tendria lindos cachorros.
Porque en ese entonces Taehyung ya sabía lo que Jungkook era, esa noche del 13 de octubre lo supo, esa noche que el destino los separó para no verse nunca más, pero Taehyung no sabía que el mismo destino los volvería a juntar por un camino plagado de lágrimas y que aquellos ojos grises que lo miraban con ternura ahora solo eran un espejismo de lo que una vez fueron.
Si Taehyung hubiece sabido que mudarse a Estocolmo iba ser el principio de su némesis muy probablemente habría permanecido en Korea evitandose el vendaval que lentamente le rompería el corazón.
Taehyung! cariño! susurro la vos lejana sacándolo de su tren de pensamientos y recuerdos.
- Lo siento - exclamó el castaño devolviendo la mirada al omega.
- ¿ En que pensabas Tae? -estás frío y taciturno - dijo Bogum con una cálida sonrisa acariciando las manos de su novio.
- Solo estoy cansado cariño- suspiro devolviendole la mirada gentilmente.
Al llegar a su destino se bajaron del coche y caminaron a su morada, el silencio se volvió más mudo en el asensor, Bogum noto que el alfa se escontraba distante absorto en sus pensamientos,
pero no quiso insistir ya sabía que Taehyung era así, y cuando se sintiera listo le contaria.
- Manaña te acompañare al local donde estará tu veterinaria Tae, el arrendador me dejó todo listo solo para que firmes los papeles, el equipo la muebleria, ya está instalado, mande a preparar el escritorio que será de Jimin, los de inspección sanitaria ya nos dieron el aval, también mandé hacer los boletines para la promoción, compre una máquina de café, solo falta que lleguen los pacientes y su apuesto Doctor- dijo sonriendo.
- No se qué haria sin ti bebé eres tan bueno conmigo siento que no lo merezco - dijo el alfa sonriendo mientras lo abrazaba.
- No es nada osito, sabes que haría cualquier cosa por ti - dijo el omega perdiendose en su mirada.
- Eres tan fácil de querer Bogum - dijo el alfa al omega rosando su mejia con su mano extendida.
- Querer, pero no amar- dijo el contrario con un suspiro melancólico y una leve sonrisa temblando en sus labios.
- Ya hablamos de eso bebé - dijo Taehyung fijando su mirada en el omega tu sabes que ...
Pero Bogum no lo dejo terminar se excuso con que ya era muy noche y era mejor que se fueran a descansar.
A los minutos que Bogum se había dormido Taehyung se levanto por un vaso de agua a la cocina, sentía que esa noche probablemente se la pasaria en vigília, tenía mil razónes para sentirse inquieto y con insomnio, estaba en un país lejano completamente distinto al suyo, un nuevo proyecto iba comenzar y le comian las ansías y los nervios por ello, eso sin contar que su amor de la infancia estaba en el mismo país que el, respirando su mismo aire, recorriendo las mismas calles, durmiendo quizás en los brazos de una omega, pensaba si seguiría siendo aquel chico lindo y amable que lo ayudo a buscar su tortuga la vez que se le escapó en una fría tormenta de invierno.
Oh~ Taehyung si tan solo supiera que las personas cambian con el tiempo, que hay fieras que deben estar presas en su jaula para no lastimar.
- Que ironíco - sonrio contemplando la nevada a través del ventanal, su bata de seda contrastaba armoniosamente con la lámpara neón azul marino iluminando sus hombros desnudos.
El agua cristalina del vaso remojaba sutilmente sus labios gruesos color frambuesa, luego estaban esas clavículas que muy escasas veces unos labios habían besado, Taehyung era una alfa realmente hermoso digno muso de cualquier pintor.
Y allí estába el sentado en el sofá de gamuza, con las piernas relajadas y sus hermosos hombros al descubierto con los ojos taciturnos y sus pestañas levemente cerradas, pensando en todo y a la vez en nada, con suspiros profundos que se ahogaban en el silencio de la madrugada.
Pero el silencio fue interrumpido por una llamada, se levantó a tomar su móvil que estaba cerca del desayunador y en las luces intermitentes vio que era Jimin quien le llamaba.
- Hola Jimin - dijo en tono sorprendido.
- ¿Hola Tae cómo estás?- espero no haberte despertado -dijo sonriendo - te llamaba para decirte que no te olvides ir a recogerme al aeropuerto mañana.
- Claro que no mimi- dijo el alfa sonriendo, estaremos con Bogum puntuales al terminar la jornada en la veterinaria y descuida aún no me había ido a la cama estoy ansioso no he podido conciliar el sueño.
- Si me imagino todo esto es nuevo para ti, pero ya verás que todo saldrá de maravilla -dijo el pelirubio sonriendo.
Las palabras de Jimin para Taehyung eran tan reconfortantes y cálidas, el era su confidente su amigo del alma, con el podía hablar de todo, de sus miedos y sus inquietudes hasta de las cosas más absurdas y raras sabía que el siempre lo iba a comprender.
- Jimin hay algo más que quiero decirte y no puede esperar para mañana_ dijo el alfa con la vos un poco dudosa.
- Dime Tae te escucho.
- Fuimos a cenar con Bogum y el dueño del restaurante es la persona que tantos años había buscado.
-No me digas que es quien creo que es- dijo el pelirubio con la voz desconcertada.
- Si Jimin el está aquí, Jungkook está aquí- y sabes que es lo más ironíco, que es amigo de Bogum- exclamo con la voz un poco baja no quería que el omega lo escuchara.
- Cielos Tae que pequeño es el mundo- dijo Jimin asombrado al otro lado de la línea.
- Si lo sé ,hablamos mañana - exclamó el alfa y terminaron despidiéndose ambos colegas y amigos del alma.
Llegó el día de la inauguración todo resultó satisfactorio para Taehyung, la publicidad y los contactos que tenía Bogum hizo que muchas personas se acercarán al lugar, sus primeros pacientes ya estaban haciendo fila esperandolo.
El con una gran sonrisa que siempre irradiaba como el sol, atendió a cada uno con entrega y amabilidad
Taehyung era tan noble y tan bueno, que realmente no merecía sufrir en el futuro.
La jornada termino cerraron el lugar y se marcharon al aeropuerto a recoger a Jimin .
-Taehyuniee- dijo el omega abrazandolo emocionado cuando lo encontró en el pasillo del equipaje esperandolo.
- Mimi te extrañe, me alegra hayas llegado sano y salvo- dijo el castaño correspondiendo el abrazo del omega.
-¿Como estás Bogum?-exclamo Jimin abrazandolo también- me alegra estés con nosotros.
-Y bueno qué tal si vamos a cenar- dijo Bogum mientras guardaba el equipaje del pelirubio en el baúl.
Y si dijieron al restaurante, si aquel mismo restaurante donde días atrás habían ido a cenar Bogum y Taehyung..
-¿Otra vez aquí?-dijo Taehyung con el rostro desconcertado y un poco nervioso- ya sabía que muy probablemente él estaría allí.
- ¿Sucede algo cielo?-dijo el omega al notar el nerviosismo del alfa- no es nada cariño entremos- con una leve sonrisa en los labios.
Entraron al lugar se sentaron en en una de las mesas proximas a la terraza con una preciosa vista hacia las montañas nevadas, las luces de las casas a la lejanía daban la impresión de estrellas que se habían quedado estacionadas en los senderos tupidos de las copas de los árboles.
-Jimin estaba a dieta porque decía que su trasero era muy grande, pidio una ensalada mediterránea con aceitunas y aderezo de la casa.
- Taehyung realmente se le había ido el apetito en ese momento- igual que Jimin pidió algo ligero una ensalada fresca con salmón y aderezo griego.
- Bogum pidió un estofado de ternera con arroz blanco y vino tinto.
La velada fue tranquila y amena, charlaron de todo un poco y de lo maginifico que les parecia el lugar.
aparentemente tranquilo, pues Taehyung no lo estaba, se sentía ansioso su lobo había despertando presentía algo, realmente lo presentía un denso olor a feromonas de "alfa" lo inquietaba.
-Pidamos el postre que le gusta a Taehyung - dijo el omega sonriendo- el castaño solo asinttio con la cabeza mordiendose el labio inferior.
-Permítanme un segundo chicos, iré a ver si mi amigo se encuentra- dijo Bogum levantándose de la mesa.
Bogum se acerco a la recepción un amable beta estaba en el lugar.
- Disculpa Sam ¿Se encuentra Jungkook?- dijo amablemente Bogum al vete que se encontraba en la recepción.
Si, se encuentra, pero está muy ocupado en la cocina-agrego el beta- le diré que usted pregunto por él.
Bogum regreso a la mesa y siguieron conversando, la charla estaba tan interesante que pidieron otra botella de vino para continuar con su amena tertulia.
Al cabo de un rato el beta entro a la cocina y allí estába Jungkook de espalda llamandole la atención a uno de sus empleados porque la salsa bechamel de la pasta con mariscos no había quedado perfecta.
Jungkook era realmente un alfa hermoso, alto musculoso, cabellos negros ondulados, de complexión atlética, hombros anchos piel blanca y suave como la seda, unas pestañas risadas y unos hermosos ojos grises, Jungkook era todo un Adonis un alfa perfecto que hacía babear a cualquiera, casi perfecto, si no fuera por el maldito carácter y arrogancia que poesía, quien diría que ese exquisito monumento albergaba un corazón de hielo.
-Jefe alguien pregunta por usted- dijo el beta algo temeroso-ver a Jungkook molesto era el calvario para todos los empleados.
- ¿Quien es? no te das cuenta que estoy ocupado - dijo en tono molesto lanzándole una mirada fulminante al beta.
-Es su amigo Bogum- dijo el beta tímidamente arrugando su corbata con sus manos temblorosas.
Jungkook suspiro pesado y profundo, arroyandose las mangas del uniforme bruscamente dejando ver sus tatuajes.
-Ahorita voy- exclamo con vos ronca y exasperada acercandose a la recepción.
-El está en la mesa nueve cerca de la terraza- dijo señalando a los tres que reían y conversaban a la luz de la vela que iluminaba sus rostros.
La mesa estaba un poco retirada, aún así Jungkook pudo divisar fácilmente a Bogum, un omega cabello rubio y.... un hermoso castaño con la sonrisa cuadrada radiante y su vestimenta impecable .
Un mar de emociones recorrio todo el musculoso cuerpo de Jungkook, no podía creer lo que sus ojos estaban viendo, se sintió mareado y su cuerpo hormigueba cobrando vida por si solo.
-¡Maldición! Taehyung!-exclamó.
Su lobo había despertado- El está aquí -Mio.
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