𝗧𝘄𝗼 𝗺𝗼𝗻𝘁𝗵𝘀 𝗮𝗳𝘁𝗲𝗿 ; 𝗖𝗮𝗽𝘁𝗮𝗶𝗻 𝗝𝗶𝗺𝗺𝘆
⎯⎯ Cualquiera haría lo mismo.
Daisuke, Anya, Swansea y Angie escuchaban atentamente a Jimmy mientras hablaba. La castaña trataba de no pegarle en cualquier momento, y es que, aunque sus peleas no eran tan frecuentes, cuando peleaban era... intenso.
⎯⎯ No vamos a tocar la dichosa carga, si la bóveda está cerrada, por algo será⎯⎯ el ingeniero fue el primero en mostrar su descontento con lo que planeaba el, ahora, capitán⎯⎯, solo hay una cosa peor que una muerte lenta, y es no recibir paga.
⎯⎯ Pero si a Daisuke ya de por si no le pagan⎯⎯ murmuró Angelyna, Daisuke chistó. Lo único que les impedía pegarse entre ellos en ese momento era Swansea, que se había puesto en medio de ambos y que ahora los miraba con cara de que los iba a asesinar si no paraban.
⎯⎯ Pero podría haber algo útil. Yo creo que...⎯⎯ Anya habló, obteniendo la atención de todos.
⎯⎯ ¿Cómo qué?⎯⎯ se mofó el mayor⎯⎯ ¿Sueños, esperanzas y mazapán? ¡Ja!
⎯⎯ Tampoco tenías que ser así⎯⎯ Angie se echó hacia atrás en su asiento, cruzándose de brazos.
⎯⎯ Mientras nos ayude a sobrevivir merecerá la pena⎯⎯ interrumpió Jimmy.
⎯⎯ Jo, tío. Qué poco se enrollan los jefazos de Pony Express, ¿eh?⎯⎯ tratando de calmar la tensión de ambiente, Daisuke intervino, poniendo sus brazos detrás de su cuello, confiado
⎯⎯Venga, dudo que pase nada por echar un vistacillo.
⎯⎯ ¿Y cómo pretendéis que nuestra comisión de terapia de grupo entre ahí?⎯⎯ Preguntó Swansea, alzando una ceja.
⎯⎯ ¡Oh, ya lo tengo, jefe!⎯⎯ saltó inmediatamente el asiático⎯⎯ ¡Tenéis enfrente al bateador más fuerte del equipo juvenil regional de béisbol⎯⎯ Dijo con orgullo, Angelyne se rio por lo bajo.
⎯⎯ ¡El segundo!⎯⎯ Le corrigió.
⎯⎯ ¡Calla! ¡Una vez casi le rompo la cabeza a un chaval! ¡¿Puedes creerlo?! Puedo coger el hacha de mantenimiento y...
⎯⎯ ¡A ti sí que te dieron un golpe en la cabeza al nacer!⎯⎯ le interrumpió Swansea, viendo por donde iba la conversación.
⎯⎯ Basta, Swansea⎯⎯ le paró Jimmy⎯⎯. Tiene que haber un modo de entrar "en caso de emergencia"
⎯⎯ Si no recuerdo mal los protocolos de seguridad, hay un acceso alternativo para abrir las puertas⎯⎯ explicó Angie⎯⎯ . La cosa es que solo se puede revelar con el escáner de códigos...
⎯⎯ Y el capitán es el único que sabe dónde está...⎯⎯ terminó el capitán.
⎯⎯ ¡Perfecto! Entonces que vaya Jimmy y se lo pida, igual incluso le cuenta sus penas, ya estando⎯⎯ se metió Swansea, la crueldad raspando su voz.
Jimmy bufó, poniendo los ojos en blanco.
⎯⎯ Si encontramos el escáner, conseguimos el código y abrimos la bodega, no hará falta. Para bien o para mal, ahora el capitán soy yo. Ya se me ocurrirá algo.
Este fue el turno de Angie de poner los ojos en blanco. ¿En que putas estaría pensando Curly al poner a Jimmy como copiloto?
⎯⎯ ¡Así se habla!⎯⎯ exclamó Daisuke.
ENCUENTRA EL ESCÁNER DE CÓDIGOS
La nave estaba en un silencio continúo mientras Jimmy buscaba del escáner de códigos, cada quien se fue con su tarea. Aún sí Angie no tenía una fija, estaba más especializada en la mecánica y, si le apurabas, con la cocina. Iría con Swansea, pero este les tenía terminantemente prohibido entrar en el taller, mandándoles (a ella y a Daisuke) a hacer inventario en la cocina.
Angelyne estaba sentada en la encimera mientras Daisuke a su lado escribía las cosas que tenían y las cosas que ya les eran inútiles.
⎯⎯ Parece que toca sopa para cenar, de nuevo⎯⎯ Daisuke levantó ligeramente la cabeza para hablarle a Jimmy. Angie se medio giró para verle la cara al capitán.
No era ciega. Veía el brillo de morbo en su mirada cada vez que ella o Anya se agachaban o hacían cualquier cosa, también lo hacía con Daisuke de vez en cuando, equivocándose demasiado a menudo con sus pronombres. Tampoco era tonta, Jimmy se había metido mucho en su espacio personal estos últimos días.
Pero debía de mantener la calma.
⎯⎯¿Nos jugamos los fideos de pollo a una partida de piedra, papel o tijera?⎯⎯ Esta vez también le habló a ella, dándole un ligero codazo.
⎯⎯ ¿Cuánta comida nos queda?⎯⎯ Preguntó Jimmy, cortante.
⎯⎯ Uhm... diría que para cuatro meses, más o menos⎯⎯ contestó Angie, viendo la lista de su amigo asiático.
⎯⎯Hmm⎯⎯ el mayor rumió⎯⎯ es mucho menos de los que nos queda de suministro de aire, pero podemos hacer que dure⎯⎯ se quedó un par de segundos en silencio⎯⎯. En teoría, si queremos conseguirlo nos tocará hacerle agujeros a los cinturones.
⎯⎯ Jo, tío. Mi madre me va a rellenar como un pavo cuando vuelva⎯⎯se lamentó el asiático⎯⎯¡Acabaré pareciéndome a Swansea!⎯⎯ añadió, riéndose de su propio comentario, contagiándole la risa a Stoll⎯⎯ Al menos podremos contar un pasote de historia. Lo mismo hasta escriben reportajes sobre nosotros y⎯⎯ ahogó un grito de emoción⎯⎯ ¡Oh! ¿Y si salimos en las noticias?⎯⎯ se giró hacia Angie, rebosando alegría.
Estúpido e inocente rayo de sol.
Por su parte, Jimmy no dijo palabra, pareciendo disociar por unos minutos, la sola idea de regresar a la Tierra le hacía replantearse muchas cosas. Daisuke y Angelyne se miraron, compartiendo una mirada de desconcierto.
⎯⎯ Eh, también causará una buena impresión en las mujeres⎯⎯ se tocó la nuca, incómodo.
⎯⎯ ¡Ya me lo imagino!⎯⎯ respondió, risueño, empujando el hombro de Angie⎯⎯El verdadero problema es que nos estamos quedando sin papel higiénico. Eso es terrible, macho; deberíamos ahorrarnos esa parte al hablar con la prensa.
Jimmy puso los ojos en blanco, y con un bufido se fue.
⎯⎯ No te montes películas, tú. A saber si llegamos a hablar con la prensa.
⎯⎯ ¡Déjame con la ilusión, Angie! Tan solo... imagínatelo. Ser optimista de vez en cuando no está mal.
Angelyne estaba de acuerdo con eso pero, Dios, prácticamente no había probabilidades de que sobrevivieran.
⎯⎯ ¿Por qué crees que me odia?⎯⎯ Tras un rato de silencio, Angie decidió romper el hielo, en una voz baja y tranquila, algo inusual de ella. Siempre tan prepotente e impulsiva.
⎯⎯ Te peleas con él todo el rato, Ly. Igual no creo que te odie.
Angelyne movió las piernas de forma nerviosa, cabizbaja. Se recordó mentalmente que había cosas que Daisuke no había visto ni vivido.
⎯⎯ Si antes no te convenía pelearte con él, ahora menos⎯⎯ siguió contando el asiático.
⎯⎯ Ya... es solo qué...⎯⎯ sacudió la cabeza con un bufido⎯⎯Desde que llegué se mete conmigo. Siempre parece encontrar defectos en mí, defectos que no me doy cuenta que están hasta que los señala.
El de la camisa de flores rumió sobre la situación.
⎯⎯ Simplemente... No le des tanta importancia, Angie. Tal vez a nadie le guste como capitán, pero es lo que a tocado.
⎯⎯ Ya...⎯⎯ se bajó de la encimera, poniéndose al lado de Daisuke, apoyándose en él⎯⎯ Quiero irme a casa.
El medio filipino la miró de reojo.
⎯⎯ Creo que yo también.
El ambiente estaba lleno de incertidumbre y tensión mientras la puerta de la bóveda se abría. Ahí dónde los mirabas, parecía una escena de una película de ciencia ficción.
⎯⎯ Eh, chicos, ¿Qué creéis que transportábamos? ¡Si son piezas de repuesto, Swansea, Angie y yo podríamos reparar la nave y largarnos de aquí!⎯⎯ Daisuke hablaba animado, con una sonrisa en el rostro. Por fin habían entrado, y honestamente, los estantes llenos de cajas no les daban ninguna pista de que podría ser.
⎯⎯Cierra la boca, Daisuke.⎯⎯ le contestó cortante el mayor, sacándole una risa a los dos más jóvenes.
⎯⎯ ¿Seguro estamos haciendo lo correcto?⎯⎯ cuestionó la enfermera⎯⎯.. espero que sea agua, alimento o medicamentos...
Finalmente, Jimmy se acercó a abrir una de las cajas.
⎯⎯ ¡NO PUEDE SER!
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