𝙏 𝙒 𝙊

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    Se cambia de ropa asustado y esconde como puede su pijama ensangrentado. Las heridas ya no sangran y se ha quitado la sangre seca como ha podido. Si tenía aquellas heridas, ¿esa cosa era real? ¿Lo que pasó fue real? Era lo único que rondaba por la cabeza de Jisung.

Sale corriendo medio cojeando de su tienda cuando escucha los gritos de Changbin. Corre hasta ella y abre la cremallera casi abalanzandose sobre el musculoso que no paraba de gritar. Lo zarandeó mientras gritaba— ¡Changbin! —el nombrado se despierta alterado empapado en sudor y llorando— Sólo fue un sueño, estoy aquí, todo está bien —lo arrima a su pecho y le acaricia el cabello mientras el otro llora.

—Ha sido una pesadilla muy real —suelta un poco más calmado.

—Debió ser horrible.

Tanto como la mía; pensaba.

—Desaparecían todos y un monstruo me destripaba —en ese momento recuerda que en su supuesto sueño Felix le llamaba y activa todas sus alarmas—. Incluso me dolió —recuerda que también le dolía la pierna y le sube la camiseta a Changbin para asegurarse de que sus tripas estuvieran en su lugar— ¿Qué te pasa? —pregunta confuso por la actitud extraña del menor.

Han se da cuenta de que está actuando como un paranoico y sale de la tienda de Seo para irse a la de su mejor amigo, pero algo le frena a medio camino. Hyunjin se encuentra de espaldas al pequeño “campamento” que han formado mirando a lo lejos entre los árboles. Está totalmente estático incluso cuando Jisung le pregunta:

—¿Qué haces ahí? —no obtiene respuesta y se acerca a pasos lentos— ¿Hyunjin? —se detiene a dos metros cuando este comienza murmurar cosas.

—Lo he visto... —dice con voz pausada sin mover un músculo.

—¿Q-qué has visto? —le pregunta con miedo.

—Sus ojos.

—¿Sus ojos?

—Son rojos y...

—¿Y...? —Hwang vuelve a callarse y el otro no puede evitar acercarse un poco más— Hyun, ¿estás bien? —pregunta mientras se va acercando a pasos lentos y pausados— ¿Puedes escucharme? —está justo detrás de él y pone una mano en su hombro, haciendo que pegue un salto en su sitio y se gire finalmente.

—¿Qué haces? —pregunta el pelinegro extrañado.

—Eso debería preguntarte yo a ti.

—¿Qué hago aquí? —Sung frunce el ceño.

—Estabas aquí cuando salí, mirabas hacia allá y decías que lo habías visto —Hyunjin palidece un poco ya que no recuerda mucho, solo cosas que están borrosas en su memoria—. Que tenía los ojos rojos —añade.

—Sólo fue una pesadilla y ya está —evade el tema como puede y se dispone a irse.

—Yo también lo he visto —dice rápidamente tragando saliva y el alto frena su paso—. Creí que era una pesadilla pero... —deja las palabras en el aire al no saber bien que decir.

—¿Pero qué?

—Es mejor que lo veas tú mismo —se sube el pantalón hasta la rodilla y le muestra las grandes heridas de su pierna.

—Joder —se tapa la boca de la sorpresa y comienza a sudar.

—Hyunjin, ni tú ni yo hemos tenido pesadillas y lo que vimos fue muy real. En cambio, Changbin ha tenido una pesadilla pero no tiene ningún daño.

—¿Y Felix? —pregunta de repente preocupado y como no tiene respuesta corre a su tienda. Eso le duele a Jisung pero ya está acostumbrado a que el alto le muestre más afecto a su pareja, pues es lógico— ¡Felix! —exclama abriendo la tienda.

—¿Qué pasa? —pregunta adormilado— ¿Nos vamos ya?

—¿Estás bien?

—Sí, ¿por qué no lo iba a estar? —pregunta tras una pequeña risa y el mayor niega.

—Nos vamos ya, recoge tus cosas —le cierra la tienda y vuelve con Han, que se ha mantenido en su sitio—. No le ha pasado nada.

—No me gusta este sitio.

—A mí tampoco, tengo una mala sensación.

—Me pasa lo mismo.

—¿Te duele? —cuestiona señalando su pierna.

—Sólo al apoyar la pierna, pero estaré bien —intenta quitarle importancia al dolor.

Media hora más tarde están terminando de recoger todo para marcharse. Jisung está agachado acomodando cosas en una mochila y en frente tiene a Lee haciendo algo similar. Tiene una remera de manga corta y puede ver en sus brazos algunos arañazos, se extraña y no duda en preguntarle— ¿Qué te ha pasado?

—¿Dónde? —pregunta confuso.

—En los brazos —el rubio se mira las extremidades viendo los arañazos. Levanta las cejas por la sorpresa y niega con la cabeza.

—No... no sé lo que es, puede que me haya dado con las ramas.

—¿Has tenido alguna pesadilla hoy? —el contrario titubea en contestar.

—Sí.

—Todos hemos tenido una —el otro se levanta colgándose la mochila a los hombros.

—Debimos haber vuelto a la furgoneta —y con esa oración tan seca se marcha del lado de Jisung y reprime el sentimiento de decirle te lo dije.

Ponen rumbo hacia la furgoneta de Seo supuestamente por el mismo camino que habían tomado el día anterior. Ninguno dice nada porque esa noche había sido muy rara y sin sentido, ¿cómo iban a explicar todo eso?

Un par de horas más tarde Felix implora— ¿Podemos descansar un momento? —prácticamente se tira al suelo y comienza a respirar de forma pesada.

—¿Te encuentras bien? —le pregunta Jisung.

—Sólo estoy muy cansado —dice mientras se rasca con las uñas los brazos sobre la chaqueta polar.

—Hagamos un descanso —propone Hyunjin soltando la mochila en la tierra. Jisung se acerca a él y le dice bajito:

—Ya deberíamos haber llegado.

—Lo sé —suspira el alto con las manos en la cintura—. Creo que nos hemos perdido, no encuentro el camino.

—Sólo había que ir en línea recta, ¿no es así? —pregunta alterado.

—Y eso es lo que hemos estado haciendo pero, ¿tú ves el camino? Porque yo no —responde sarcástico a la vez que enfadado.

—Mierda, ¿y qué haremos? —el castaño se muestra desesperado.

—Seguiremos en esta dirección hasta llegar a alguna parte.

—¿Y qué pasa si no? ¿Nos quedaremos otra noche? —Hyunjin niega de forma efusiva.

—Ni en broma, no —se rehúsa a quedarse una noche más en el Bosque, no después de lo sucedido con él y sus amigos.

—¿Queda mucho? —pregunta Changbin tirado al lado del rubio.

Jisung niega antes de responder— Unos pocos kilómetros, ya mismo estamos.

—Vamos a seguir, no podemos perder tiempo —dice Hyunjin volviendo a colgarse la pesada mochila a la espalda.

—Hyunjinnie, unos minutos más —ruega un Felix exhausto.

—¡No podemos perder tiempo! —exclama furioso llamando la atención de todos y cuando ve que todos le miran extraño, se acerca a su pareja para tirarle del brazo— Levántate.

—Ya voy —se intenta reincorporar pero Hyunjin no deja de tirar de su brazo y hacer fuerza sobre los arañazos que le dolían— ¡Suéltame, me haces daño! —Changbin se acerca a ellos y los separa empujando al alto.

—¿Qué mierda te pasa, tío? —espeta mirando decepcionado a su amigo— Pecas, ¿estás bien? —se gira para verlo y este se toca los brazos adolorido.

Hyunjin bufa y sigue su camino sin esperar al resto, pero Jisung corre como puede tras de él alejándose de los otros dos.

—¡Hyunjin espera! —grita agachándose en el suelo porque su pierna le sigue doliendo tanto como para correr.

El nombrado se gira con su típica expresión seria que se torna preocupada al verlo gimiendo de dolor en el suelo. Avanza hacia él a paso rápido y se agacha a su lado— ¿Estás bien? Déjame ver.

—Las heridas son muy profundas y no puedo caminar bien —se excusa.

—Deberíamos llegar ya e ir a un hospital.

—Hyunjin —lo llama mirándole a los ojos.

—¿Qué?

—No te separes de nosotros, ¿vale? Tenemos que estar juntos —sin querer toma su mano y la estrecha, y el alto le corresponde el gesto. Este último agacha la cabeza y suspira sujetándose el puente de la nariz.

—Sólo no quiero que nos pase nada y por eso estoy asustado —mira al menor a los ojos y luego sonríe—. Pero sobretodo no quiero que te pase nada a ti.

Jisung abre sus grandes ojos más de lo normal, sorprendido, y su corazón comienza a latir a mil con esas simples palabras. No puede ocultar su leve sonrojo mientras Hwang le sonríe como si fuera lo más normal del mundo.

Los gritos de Felix y Changbin les sacan del trance en el que estaban sumidos. El de pelo largo pasa un brazo de Han por sus hombros sujetándolo con fuerza y dejando las mochilas atrás corren en dirección a los gritos desgarradores de, ahora solo, Felix. Cuando llegan al lugar el rubio está encogido de rodillas en el suelo llorando y gritando horriblemente asustado.

Hyunjin suelta al menor y se acerca a su pareja, arropandolo en su pecho en un intento de tranquilizarlo— ¿Qué ha pasado?

—¿Dónde está Changbin? —pregunta Jisung mirando en todas direcciones, asustandose de lo que pueda haber sucedido.

—Se lo ha llevado... —sorbe su nariz mientras llora en el pecho de su novio.

—¿Cómo? —el castaño camina cojeando hacia ellos— ¿Dónde está Changbin? —interroga nuevamente, molesto.

—No lo sé —niega con la cabeza llorando.

—¡Dime dónde está! —le grita cogiéndolo de la chaqueta y zarandeandolo, y Felix, asustado, llora todavía más.

—Sung, tranquilízate, vamos a ir a buscarlo, ¿de acuerdo? —le calma el mayor.

Cuando el pecoso se hubo tranquilizado se dispusieron a buscar por todas partes al desaparecido. Habían dejado las mochilas atrás para ir más ligeros en algún caso de que algo les persiguiera.

—Era la cosa de mi sueño... —murmura Felix mirando al suelo. Los otros dos se miran cómplices pero no dicen nada—. Era muy alto, de piernas largas y el torso corto, tenía una grandes garras... Y sus ojos...

—Eran rojos  —completa Han y el contrario asiente.

—Todo fue muy rápido —traga saliva—. A lo lejos vi dos puntos rojos y se lo dije a Bin, él fue a investigar pero estábamos cerca, estábamos justo al lado. Y de esos ojos rojos apareció esa cosa —de nuevo comenzó a llorar—. No nos dió tiempo a reaccionar, gritamos y Changbin me empujó al suelo y cuando levanté la vista ya no estaba.

—Tranquilo, ¿vale? Lo encontraremos —le dice su amigo y en ese momento tienen esperanzas.

Hasta que escuchan a Seo gritar desgarradoramente a lo lejos y después se suman en un silencio abrumador. Felix llora abrazando sus rodillas y por las mejillas de Jisung brotan unas finas lágrimas que limpia rápidamente. Hyunjin se mantiene mirando un punto fijo apretando los puños.

Saben que podrían encontrar a Changbin, pero no con vida.

Se han quedado alrededor de una hora sentados en el suelo y asimilando la situación. Uno de ellos estaba muerto, había muerto en manos de un ser paranormal y extremadamente peligroso. Para colmo estaban perdidos y Changbin era el que llevaba la brújula junto a las llaves de la furgoneta. Además, habían dejado las mochilas con el agua, la comida y las tiendas atrás.

—Debemos seguir y salir de aquí —dice Hwang con la voz ronca.

—Vamos a morir —lloriquea el australiano.

—No digas eso, no vamos a morir —le reconforta el castaño—. Saldremos de aquí y no nos pasará nada.

Tardan un par de minutos en convencer a Felix con seguir el camino. Ya está comenzando a oscurecer aunque rondarán las cuatro de la tarde, pero las copas de los árboles y la niebla que se levanta solo hace que oscurezca más rápido.

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    Más tarde hacen otra pausa a petición de todos; Felix está realmente cansado y sus brazos siguen doliendole, Jisung no aguanta el dolor de su pierna y Hyunjin se encuentra rendido emocionalmente ya que no sabe que hacer. Este último hunde el rostro en sus rodillas y Han se preocupa por él. Le duele verlo así y le molesta que Felix no sea capaz de apoyarlo emocionalmente. Aunque lo entiende porque Lee también necesita ayuda que su novio no le proporciona. Han se acerca al pelinegro y se agacha junto a él.

—Iré ahí arriba —señala con su barbilla la colina—, por si veo alguna casa o carretera.

—Está bien, ten cuidado —le dice cansado.

Sube la empinada colina con dificultad y agarrándose tanto a los finos como a los gruesos árboles. Está a punto de llegar y echa un vistazo a sus amigos. Se siente terriblemente mal, ha perdido a uno de ellos y los otros dos se encuentran en espantosas condiciones. Retoma otra vez su camino, pero frena al ver, detrás de un árbol, una mano de largas garras asomarse y luego volver a esconderse. Cierra los ojos con fuerza y respira entrecortado, cuando vuelve a abrir los ojos inspecciona el lugar pero no hay ni un alma.

Piensa que esa vez realmente ha sido su imaginación por el estrés y sigue el paso hasta llegar arriba. Allí puede ver una carretera y sonríe esperanzado. Después se gira y esta vez está seguro de lo que ve no es imaginación suya. Grita cayendo al suelo hacia atrás al tiempo que llora y tapa su boca silenciando sus sollozos.

—¡Jisung! —exclama Hyunjin corriendo hacia él y detrás viene el restante. Ambos chicos se quedan igual de atónitos mirando y Felix comienza a vomitar en el suelo. Mientras, Hyunjin se agacha junto a Jisung y le tapa los ojos.

Aquella imagen de Changbin ahorcado en uno de los árboles y con las tripas colgando no se les iba a borrar en sus vidas.

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¿Cómo están?

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