𝗰𝗶𝗻𝗰𝗼, 𝗉𝖾𝗊𝗎𝖾𝗇̃𝗈 𝖻𝖾𝗅𝗅𝗈 𝗌𝖾𝖼𝗋𝖾𝗍𝗈
CAPITULO CINCO
PEQUEÑO BELLO SECRETO
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Ha pasado una semana y, por decir algo, no estuvo tan mal. Nuestro grupo se volvió más unido, excepto Riddle y yo. Él intentó hablarme y coquetear, pero lo ignoré. Intenté por todos los medios mantenerme lo más alejada posible y solo supe que esta noche Lily no iba a dejarme salirme con la mía.
Esta noche fue la primera fiesta del año, la mayor fiesta del año. Teníamos una cada año y nunca iba. Pero este año, de alguna manera, Lily, Pansy y Ely me convencieron de ir. Este año era en la sala común de Slytherin.
—¡Te verás fantástica!—exclamó Lily.
Suspiré mientras sostenía mi vestido frente al espejo. Me lo compré el año pasado con Lily cuando fuimos de compras, pero... era muy... llamativo.—¿No crees que esto es demasiado?—pregunté.
Ely suspiró.—¡Por supuesto que no! Te verás increíble—.Pansy y Lily asintieron con la cabeza.
—¡Además, espera a que Mattheo te vea con esto!—.Dijo Lily acercándose a mí, tomándome de la mano y dándome vueltas.
Me reí.—¡No! Ya te dije que me mantengo alejada de él—.
Pansy suspiró.—Chica, solo habla con él... todas llegamos a conocerlo un poco y parece un chico genuinamente bueno—.Suspiré y me senté en el suelo con el vestido en la mano.—Oh no chicas... suban ustedes—,dijo Pansy jugando con mi cabello.
—¡Le gustabas! Podía verlo en sus ojos—,dijo Ely.—Confía en nosotras —.
Me miré de nuevo en el espejo, levantando la mano con el vestido. El vestido era rosa pálido con delgados tirantes que se ataban, era corto y tenía un dobladillo de dos capas con un lazo en medio de las tetas. También tenía puntos suizos. Era realmente bonito. Pero no sabía si se adaptaría a mi tipo de cuerpo.
Lily se sentó en el suelo a mi lado.—Estarás increíble, no lo dudes—.
Suspiré.—Bien. Voy a ponérmelo—.Caminé hacia el baño y me cambié.
Después de unos minutos, salí y las chicas chillaron y me rodearon.—¡Estás preciosa! Deberías ponerte cosas así más seguido—,dijo Pansy.
Me sonrojé y sonreí.—Gracias... —.Ellas ya se habían vestido, así que ahora solo quedaba peinarse, ponerse joyas y maquillarse.
Todas terminamos de arreglarnos en una hora y treinta minutos y estábamos a punto de salir de la sala común de Hufflepuff cuando mi hermano nos vio.—Chicas, se ven muy lindas, ¿a dónde fueron? ¿Hogsmeade? —
Puse los ojos en blanco.—Ceddie, ya sabes a dónde fuimos —.
Él suspiró.—Hmmm no... ¿por qué no van a esta fiesta? —
Mis amigas suspiraron y apretaron los dientes.—Oh, tienes que estar bromeando—, murmuró Ely.
—¿Y por qué no?—.Dije cruzándome de brazos.
Él me miró de arriba abajo.—En primer lugar, ¿sabe papá que eres la dueña de eso? —
Puse los ojos en blanco.—¿Por qué?—
—Fue llamativo. Realmente llamativo.—
—¿Y?—Lily exclamó.—¿Pudiste irte respetuosamente para que nosotras pudiéramos?—
Cedric puso los ojos en blanco y se cruzó de brazos.—En esta fiesta se bebía, se fumaba y toda esa mierda, y mi hermana pequeña no iba a ir a una mierda así. ¿Sabes cuántos chicos borrachos iban a estar mirándote en eso?—.
Me burlé.—Puedo arreglármelas sola, Cedric. Ahora vámonos—,dije alejándome.
Llegamos a la fiesta y, como mínimo, no me lo esperaba.
Estaba oscuro, pero había luces verdes por toda la sala. La música sonaba a todo volumen, la gente se besaba, bebía, bailaba, fumaba y todo eso. Miré alrededor de la habitación y me sentí congelada fuera de lugar.
—Ángel—,oí una voz.
Inmediatamente supe quién era. Riddle. Miré a mi alrededor tratando de encontrar de dónde venía y cuando miré delante de mí, lo vi. Y simplemente quería desmayarme. Mierda, ¿por qué tenía que estar bueno? Llevaba pantalones negros y una camisa negra abotonada, pero cuatro estaban desabrochados en la parte superior. Su pelo era aún más rizado, si era posible, y tenía un corte en el puente de la nariz.—Una foto te durará más—,me dijo, sacándome de mi trance.
Tartamudeé.—Uhm, h-hola—.
Se rió y me miró de arriba abajo.—Dios, eres tan bonita—,murmuró.
Sentí que se me calentaba la cara y sentí náuseas.—¿Qué dijiste?—,pregunté.
—Dije... dios, eres tan jodidamente bonita.—
Sentí que mi cara se calentaba aún más mientras intentaba responder.—Es... no soy... nada—,murmuré.
Levantó una ceja.—¿Querías bailar, Angel?—
—Mi nombre no es... Angel.—
—¿Quieres bailar, Angel,— él repitió.
¿Sabes qué? Es una fiesta, a la mierda. Asentí con la cabeza y le tomé la mano mientras me llevaba al centro de la sala.—Uhm, no sé bailar... quiero decir que nunca he bailado antes—,confesé.
Él sonrió satisfecho.—Bueno, supongo que tendré que enseñarte entonces, ¿eh?—
Me sonrojé.—Supongo.—
Justo cuando estábamos a punto de empezar, sonó The Weeknd. Empecé a sonrojarme aún más cuando Riddle se acercó.
—¿Todavía quieres bailar?—,susurró.
Estaba a punto de responder cuando escuché mi nombre.—¡AURORA!—.Era mi hermano.
Me alejé rápidamente de Riddle y me aclaré la garganta.—¿Sí?—
Cedric se acercó a mí.—¿En qué demonios estabas pensando?—
—Estaba a punto de bailar.—
—¿Para ganártelo?—preguntó, cruzándose de brazos.—Tienes 16 años, te recuerdo.—
—¿De acuerdo y? Déjame—.La verdad es que empezaba a molestarme el comportamiento de Cedric. Me alejé de él y fui hacia las bebidas, sirviéndome un vaso. Cedric me siguió y sus ojos se abrieron de par en par.—¿Qué demonios estás haciendo? Eso tiene vodka—.
—De acuerdo—,respondí, dando un gran sorbo. Sentí un ardor en la garganta e intenté no toser. Lo creas o no, nunca antes había bebido algo así.
Cedric me quitó el vaso.—Papá me va a matar—,murmuró.
—Papá no lo sabrá si no se lo dices—.Cedric me lanzó una mirada.
—No seré yo quien se lo diga, serás tú. No puedes mentir nunca. Simplemente no puedes—.
Me reí.—Claro—.
Puso los ojos en blanco antes de devolverme la bebida.
—Gracias—,dije alejándome.
Me choqué fuertemente contra un cuerpo y me golpeé la cabeza.
—Ow...—,murmuré. Levanté la vista y me encontré con un chico mayor que olía a alcohol y hierba.—Lo s-siento—,murmuré.
—Lo sentirás—.Gruñó mientras me agarraba del cuello y me lo apretaba. Tiré de sus muñecas mientras luchaba por respirar, con la cara pálida y los ojos llenos de lágrimas. Pasaron unos segundos y oí un puñetazo antes de volver a respirar. Respiré hondo mientras tosía.
Miré y vi a un grupo de estudiantes en una multitud, animando, silbando y gritando.—PELEA, PELEA, PELEA—,coreaban los estudiantes.
Arrugué las cejas mientras me dirigía a la multitud, desplazando a la gente para llegar al centro. En cuanto vi quién estaba peleando, mis ojos se abrieron de par en par. Era el tipo que me ahorcó y Mattheo maldito Riddle.—¡Para!—Grité.—¡Mattheo!—
Mattheo estaba encima del tipo, dándole puñetazos sin sentido. El tipo estaba sangrando y se le veían cortes por toda la cara.—Mattheo...—Me abrí paso hacia el círculo de chicos e intenté sacarlo de encima.—Estoy bien...—Me miró a los ojos y por fin dejó de golpearlo. Se levantó y se puso delante de mí. Me tocó suavemente el cuello, sus dedos rozaron el moretón que se estaba formando.
—¿Estás bien?—murmuró.
Asentí lentamente.—S-sí, gracias, pero no tenías por qué...—
Me interrumpió mi hermano, tirando de mí para abrazarme.—Te lo dije, Rory—.
—Cállate—,murmuré, odiaba equivocarme.
Cedric se separó de mí y asintió a Mattheo antes de susurrarme al oído.—Esto no significa que vayas a salir con él, ¿de acuerdo?—.
Suspiré, pero asentí con la cabeza antes de que se fuera. Es entonces cuando Ely, Lily y Pansy se acercaron a mí, rodeándome y examinando mi cuello.
—Chicas, estoy bien... Tranquilas—,dije.
Riddle apartó suavemente a mis amigas antes de tomar mi muñeca y arrastrarme escaleras arriba.
Entró en una habitación y yo lo seguí. Cerró la puerta y entró en otra habitación, pero esta vez era un baño.—Siéntate—,me dijo dando un golpecito en la encimera.
Asentí levemente con la cabeza y me subí a la encimera. Tomó una toalla pequeña y la mojó con agua fría. Me la puso suavemente en el cuello.—¿Por qué me ayudaste...?—pregunté.
Suspiró.—Alguien te estaba asfixiando—.
—Lo sé, pero...—
Me miró a los ojos y levantó una ceja.—¿Pero?—.
Yo no respondí, pero él sí.—¿Por qué me odias tanto? Sinceramente—.
Dudé.—No te odio...—.
Me cortó.—Pero odias a mi padre—.
Aparté la mirada de él. Dejó la toalla en el lavabo y apoyó las manos en la encimera, una a cada lado de mis muslos.—Yo no soy mi padre—,susurró.
—Un mortífago mató a mi madre...—.Dije finalmente, esperando que esto le diera suficientes explicaciones.
Me miró unos instantes y su mirada se suavizó.—Lo siento—.
—No se me permite hablar contigo... lo sabes—,le informé.
—¿Por eso me evitas?—
Sacudí la cabeza.—En parte—.
—¿Te doy miedo, verdad?—.Sonrió.
Me sonrojé.—Deja de poner esa cara—.
Su sonrisa se hizo más grande.—¿Qué cara?—
Me reí.—¡Esa!—
Sonrió y ladeó la cabeza mirándome.
—¿Qué...?—Pregunté, tocándome la cara.—¿Tengo algo...?—.
—No—,se rió entre dientes.—Simplemente eres... diferente—.
—¿Qué quieres decir?—
—Quiero decir que todas las chicas... todos los días desde que llegué han estado obsesionadas conmigo. Tú... Angel, no—.
Lo miré de arriba abajo.—¿Eso es todo?—.
—No.... Antes no mentía. Eres muy bonita—.
Una suave sonrisa apareció en mis labios.—Supongo que no recibes cumplidos tan a seguido ¿eh?—.
—¿Qué te hace decir eso?—Crucé los brazos.
—Cómo reaccionaste—.
Me encogí de hombros.—Puede ser—.
—Así que .... qué tal si me conoces, Ángel—.
—De acuerdo. Pero tiene que ser un secreto—.
Sonrió.—Eres mi pequeño bello secreto—.
Que bello DJSJSJJSJS
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