CHAPTER TWENTY-FIVE
disparar para matar

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          POV REX

—VAMOS A MORIR.— FIVES COMENZÓ A HIPERVENTILAR MIENTRAS HACÍAMOS que todos los clones del edificio buscaran al perro de Apple, —Ni siquiera es él quien nos va a matar, es ella y será despiadada—. Gimió mientras apoyaba la cabeza en la pared.
                     
—Ni siquiera entiendo cómo pudo haber sucedido esto, es un perro, cómo es posible que nadie lo haya visto corriendo—. Gruñí molesto cuando comencé a revisar las cámaras de seguridad para ver si podía señalar dónde podría estar.
                     
Echo a mi lado se apoyó en el escritorio con nerviosismo, —Me di la vuelta por dos segundos para tomar su comida y simplemente se había ido.

Quería culparlo, pero también es mi hermano y no lo voy a tirar debajo del deslizador. Todo estará bien, solo tenemos que encontrar a este perro antes de que lleguen a casa, —Vamos a encontrarlo, ¿de acuerdo? No pudo haber ido demasiado lejos—. Recorrí los videos y mis ojos se abrieron cuando lo encontré, —Oh, mierda—. Toda la confianza que tenía fue completamente arrojada por la ventana mientras miraba al perro pavonearse casualmente por la puerta principal. Esta pequeña mierda. Revisé el marco de tiempo y este metraje fue tomado hace quince minutos; tampoco volvió a entrar, —Ni siquiera está en el edificio—. Les revelé en un tono agudo y nervioso.
                     
—Como dije, vamos a morir—. Fives lanzó sus manos al aire en la derrota.

Me encanta su confianza.
                     
—No, lo vamos a encontrar. Somos soldados y que me aspen si sobrevivimos a dos guerras, solo para morir por un perro—. Me levanté de la silla y tan pronto como me puse de pie, mi dispositivo holográfico comenzó a sonar. Dejé escapar un suspiro nervioso antes de responder; ya que, por supuesto, sabía quién era, —Es bueno saber de usted, Emperador—. Puse una sonrisa falsa en mi rostro para ocultar mi ansiedad, —¿Cómo va el viaje?                    

Tenía puesta la máscara, pero me di cuenta de que estaba sonriendo, —Ella dijo que sí—. Habló con emoción en su tono.
                     
Me reí; Me alegro de verlo tan feliz, —Pues claro que ella dijo que sí señor, nunca tuve ninguna duda.                     

Se encogió de hombros con arrogancia, —Lo sé, yo tampoco. Pero ahora es el momento de planificar, vamos a comenzar con un anuncio cuando regrese; a todo Coruscant e incluso a toda la galaxia, quiero que todos sepan que están ganando una emperatriz.
                     
Asentí con la cabeza, —Muy bien, señor, me aseguraré de que los clones estén listos para eso. Además, ¿sabe cuándo regresará?— Pregunté inocentemente con una ceja levantada.
                   
Lo vi fruncir el ceño, —Una hora como máximo, siempre y cuando Anya no quiera detenerse en ningún lado.         

Oh, mierda, no hay forma de que podamos encontrar a este perro en menos de una hora, —Sabes, debería llevarla... a comprar flores—. ¿En serio no se me ocurrió nada mejor?

Sus ojos se entrecerraron, —¿Por qué haría eso cuando hay un jarrón en nuestra habitación, en el que mantengo rosas frescas constantemente para ella?— Cruzó los brazos sobre el pecho y me di cuenta de que estaba empezando a sospechar por mi comportamiento, —¿Qué está pasando?
                     
—¡No le digas!— Echo gritó en un susurro.
                     
—Puedo oírte, Echo—. Habló con voz severa; sus ojos oscuros se clavaron en los míos amenazadoramente, —Dime lo que estás escondiendo antes de que te ahogue a través de este holograma, y sabes que puedo.

Sí, lo ha hecho una vez antes, cuando me burlé de él diciendo que no podía, me demostró que estaba equivocado tan rápido.

Dejé escapar un pesado suspiro nervioso, —¿Puede Apple oírme en este momento?

Él negó con la cabeza, —Ella está ocupada en el baño modelando con su anillo—. Puso los ojos en blanco, pero me di cuenta por su suave risa que pensaba que era adorable.

—Está bien, así que no te asustes—, levanté mi mano que no lo tenía en la palma, —Es posible que hayamos perdido a Milo... en la ciudad.

Sus ojos se abrieron, —¿Hicieron qué?— Gritó e inmediatamente miró fuera de la pantalla; probablemente para comprobar si ella lo escuchó. Después de unos momentos, volvió a mirarme, —¿Cómo diablos permitiste que esto sucediera? Les di a todos un trabajo, uno—. Levantó su dedo índice, —Vigilar al maldito perro.

Me encogí de hombros inocentemente con una risa nerviosa. —Es un gran artista del escape.

Él gimió molesto mientras se frotaba las sienes, —La llevaré a comprarle ropa nueva o algo; tienes tres horas para encontrar a esa pequeña bola de pelo de mierda. Si no lo haces y tengo que verla llorar, los voy a matar a todos—. Habló con veneno en su tono antes de presionar un botón; su imagen azul rápidamente se dispersó de mi palma.

—Muy bien, hombres, tenemos tres horas para encontrar a ese perro y traerlo antes de que nos decapiten—. Miré sus ojos nerviosos con los míos, —Vamos a cazar perros.

[...]

—¿Este es él?—, preguntó Fives en un tono de pánico; ya que ahora solo nos quedaba menos de media hora.

Suspiré profundamente cuando vi lo que tenía en su mano, —No, Fives, eso es un gato— Puse los ojos en blanco cuando el gato saltó de sus brazos.

—Bueno, no sé, todos me parecen iguales—. se quejó.

Negué con la cabeza mientras me alejaba para continuar con la búsqueda, —Maldita sea, Milo, no seas mi fin—. Le susurré mientras sostenía una foto de él frente a una mujer, —¿Has visto a este perro?

Lo miró por un momento antes de sonreír y asentir, se dio la vuelta y señaló detrás de ella. Fue entonces cuando lo vi caminando casualmente por la acera. Mis ojos se abrieron, —¡Gracias!— Empujé a la señora, —¡Ven aquí, Milo!— Llamé al perro, se detuvo al reconocer su nombre y volteó a mirarme. Pero claro, pensó que yo estaba jugando con él; su cola comenzó a moverse y comenzó a huir de mí, también era un pequeño hijo de puta rápido, —¡Fives, Echo!— Les pedí que me siguieran mientras corríamos entre la multitud para atrapar a este maldito perro.

Parecíamos locos mientras corríamos por la ciudad detrás de un cachorro cuya velocidad no disminuía en lo más mínimo.

Hasta que lo volvimos a perder.

—Hijo de puta—. Fives gimió cuando nos dimos la vuelta para ver a dónde podría haber ido, —El Emperador y Apple pueden estar en el palacio ahora, deberíamos correr y cambiar nuestros nombres—. Sugirió seriamente.

Resoplé con un movimiento de cabeza, —Sí, pero no podemos cambiar exactamente nuestras caras, ¿no, Fives?

Luego escuchamos a Echo oliendo el aire, —¿Ustedes huelen eso?— Preguntó con una ceja levantada: —Huele a hamburguesas.

Puse los ojos en blanco, —Echo, ahora no es el momento de estar pensando en comida—. Gemí de molestia.

Negó con la cabeza, —No, no para mí—, empujó contra mi hombro, —Pero si Milo puede oler eso, ¿no crees que es allí donde querría ir?— Se encogió de hombros con una sonrisa.

Le devolví la sonrisa, —Tienes toda la razón—. Asomé la cabeza entre la multitud para buscar un puesto de comida, —Allí—. Señalé el único a la vista y ambos me siguieron mientras nos dirigíamos a él.

—¡Aléjate, perro estúpido!— Escuché a un hombre gritar, luego escuché el sonido de un perro lloriqueando.

Oh diablos, no.

Saqué mi bláster cuando me abrí paso entre la multitud y apunté al hombre que estaba trabajando en el carrito de comida. Sus ojos se abrieron cuando me vio, y miré hacia abajo para ver a Milo; levantando su propia pata mientras gritaba: —¿Acabas de golpear a ese perro?— Gruñí cuando Fives vino detrás de mí y recogió a Milo.

—¿Estás bien, pequeño alborotador?— Preguntó mientras inspeccionaba la pata.

El hombre rápidamente negó con la cabeza, —No lo toqué, lo juro.

—Sí, lo hiciste, te vi—. Una mujer de la multitud habló con molestia en su tono.

Me reí de este patético mentiroso: —Tienes dos opciones: una, te disparo ahora mismo. O dos, te llevo ante el Emperador y puedes explicarle por qué pensaste que era una buena idea golpear al perro de su prometida— En el momento en que pronuncié la palabra prometida, la multitud que nos miraba comenzó a jadear y murmurar mientras hablaban del tema.

Sus ojos se abrieron más, —Lo siento, no sabía que era su perro.

—¿Y eso lo hace mejor?— Le pregunté con incredulidad, ¿qué diablos le pasa a este tipo?

—Dispárale.— Echo bostezó: —Ya quiero irme a casa.

—Bueno, ¿Milo está bien?— Le pregunté a Fives quién estaba jugando con él en sus brazos.

Él asintió con una sonrisa, —Sí, está bien, solo un pequeño rasguño en el costado de la pierna, nos tenías a todos asustados—. Empezó a hablarle al perro en vez de a mí.

Me encogí de hombros, —Suficientemente bueno para mí—. Apreté el gatillo y maté al hombre al instante.

Voy a tener que decirle a Vader la verdad sobre todo lo que pasó hoy, y si se entera de que no maté al hombre que lastimó al perro de su prometida, se enfurecería conmigo. Además, creo que en realidad le gusta el perro más de lo que dice.

Guardé el desintegrador mientras Echo se dirigía a la multitud: —Pide a las autoridades locales que limpien esto.

[...]

Pov Vader

Me paré en la entrada del Templo golpeando impacientemente mi pie en el suelo con Athena de pie ansiosamente a mi lado, —¿Sabes cuándo volverán de su caminata?— Ella preguntó; volteándose para mirarme con sus hermosos ojos azules.

Sonreí a través de mi máscara mientras colocaba una mano en su espalda baja y la acariciaba suavemente, —Deberían estar aquí en cualquier momento, mi amor—. En serio, es mejor que pasen por esta entrada con ese perro en los próximos cinco minutos o los estaré matando a todos, —Mientras tanto, quería hablar contigo sobre algo—. Ahora tienen hasta el final de esta conversación para llegar aquí.

Ella me miró con curiosidad, —¿Qué es?

—Bueno, ahora que estamos comprometidos—, agarré su mano izquierda y froté mi pulgar a lo largo del diamante, —me preguntaba si querías que te hiciera una despedida de soltera—. Pregunté y sus ojos se abrieron con emoción.

Ella asintió vigorosamente, —¿Es eso siquiera una pregunta?

Me reí entre dientes debido a su adorable reacción, —Sabía que dirías que sí, simplemente creo que es la manera perfecta de anunciarlo a la galaxia. Para que todos sepan que obtendrán una Emperatriz—. Tomé sus mejillas cubiertas por la máscara y presioné mi frente contra la suya, —Quiero que todos sepan de ti, la hermosa chica que me robó el corazón.

Sus ojos comenzaron a lagrimear, —Te amo—. susurró y se inclinó hacia adelante como si estuviera a punto de besarme, pero nuestras máscaras estaban inconvenientemente en el camino. Así que se echó hacia atrás con un suspiro.

—Yo también te amo.—Le hablé en voz baja mientras me quitaba la mía momentáneamente para besar su frente, antes de volver a ponérmela rápidamente antes de que nadie se diera cuenta. Ella me miró con adoración por mi gesto.

—¡Estamos de vuelta!

Volví la cabeza lentamente; Rex, Echo y Fives estaban caminando adentro con Milo en las manos de Fives, —Hola, cariño, te extrañé—. Caminó hacia los clones.

—Aw, yo también te extrañé, App—. Fives le sonrió con un guiño cuando ella tomó al perro emocionado de sus brazos.

—Ella estaba hablando con el perro, no contigo—. Le entrecerré los ojos y él puso los ojos en blanco en respuesta. ¿Acaba de ponerme los ojos en blanco? —¿Acabas de-?

—Oh, no, algo le pasó a su pata—. Athena interrumpió mi regaño. Habló con preocupación en su voz mientras caminaba hacia mí y me mostró una herida en la parte trasera de su pata izquierda.

Levanté mis ojos al trío cuyos ojos se abrieron, —¿Por qué está herido?

—Era torpe y se tropezó—. Rex habló rápidamente; sus palabras eran claramente una mentira. Sobre lo cual estaba a punto de interrogarlo, pero me respondió antes de que pudiera preguntar.

Un vendedor lo pateó.

Mis ojos se abrieron con furia.

No te preocupes, yo me encargué de él.

Lentamente me relajé y asentí con la cabeza; es mejor que lo haga.

Miré a mi prometida, —Estará bien—. Acaricio al perro que parecía feliz a pesar de su pequeña herida. Me reí de él mientras apartaba mi brazo; inmediatamente comenzó a mordisquear su cabello, pero a ella no pareció importarle.

Athena apartó la mirada del perro y me miró, —Estaré en la habitación, lo voy a bañar, huele a hamburguesas—. arrugó la cara detrás de su máscara antes de darse la vuelta y dirigirse hacia las escaleras, —¡Gracias por cuidarlo, muchachos!— Gritó sin darse la vuelta.

—¡De nada, App!— Todos gritaron de vuelta simultáneamente.

La miré por un momento antes de girarme hacia el trío que parecía visiblemente asustado por mí, —Lo trajeron de vuelta, así que lo dejaré pasar, pero si algo como esto vuelve a suceder—, di un paso adelante amenazadoramente mientras los señalaba, —Le diré y ella no es tan amable como yo cuando se trata de ese peludo.

Todos asintieron, —No se repetirá, señor, lo juramos—. Rex fue el que habló.

—Bien—, señalé a Echo y Fives para que nos dejaran, —ustedes dos pueden irse, necesito hablar con Rex por un minuto—. Puse mi mano en su hombro y lo alejé de ellos, ambos me saludaron antes de abandonar rápidamente nuestra presencia.

—¿Está todo bien, señor?— Preguntó cuando lo llevé a una esquina.

Asentí, —Sí, pero escucha; vamos a necesitar muchos detalles de seguridad para la despedida de soltera de Anya, estoy seguro de que Obi-Wan aparecerá.

Él frunció el ceño hacia mí, —¿Por qué tengo la sensación de que quieres que aparezca?

—Porque lo hago—, me encogí de hombros con indiferencia. —Él la quiere y sabe que ella estará allí, es como colgar niños frente a Gundarks. Estará demasiado tentado para no intentar nada.

Retrocedió mientras se cruzaba de brazos, —Sabes que seguiré todas tus órdenes hasta mi último aliento, Emperador, pero ¿es realmente una buena idea usar a tu propia prometida como cebo?— Preguntó con preocupación por su seguridad.

Dejé escapar un profundo suspiro, por supuesto que odiaba la idea, pero este es un buen plan; en caso de que Bail no responda, —Ella estará conmigo todo el tiempo, así que estará perfectamente a salvo. Pero necesito que atrapen y maten a Obi-Wan antes de que él- — Hice una pausa cuando mis ojos comenzaron a lagrimear; la imagen de él matándola no se ha ido de mi mente desde que ella me la mostró anoche, —No puedo dormir sabiendo que alguien está detrás de su vida, no puedo arriesgarla, Rex.

Asintió con la cabeza entendiendo mientras colocaba una reconfortante palma en mi hombro, —No se preocupe, lo atraparemos, General, prepararé a los hombres y les haré saber que es disparar a matar. ¿Cuándo y dónde se llevará a cabo la celebración?

—En tres días en el salón de baile de Coruscant.

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¡Hola! La causa por la que no he actualizado en tanto tiempo es mi salud mental. No ha mejorado casi nada pero he empezado a recibir ayuda profesional por lo que he decidido empezar a actualizar de nuevo.

Mañana trataré de actualizar THE TALE OF A BEAUTIFUL TRAGEDY.