Frankie se encontraba en la sala de su casa dibujando un par de garabatos. Josephine se sienta al otro costado del sofá -sabes? Aveces es un alivio despejarse de los hijos, pero todo sale mal cuando te sientes mal al abandonarlos con la niñera y comienzas a ser la culpable- confesa.

-No te hubieras molestado en llevarme a que me removieran mi fedula- responde concentrada.

Jojo come de su helado -oh no! No es nada! Tu padre no podía llevarte y me ofrecí!

-Gracias, Jojo.

-Qué haces?

La castaña alza la mirada -trabajo en un boceto, nada interesante.

Su amiga la mira con cara de pocos amigos -no en un boceto cualquiera- le arrebata la tablet -de qué es esto? Acaso es una audición para una entrevista de trabajo?

-No lo es. Mi padre es dueño de una academia de fútbol y quería hacer un logotipo para su proyecto- explica.

-Ahh ya veo- Jojo empieza a unir las piezas -no me digas que ahí conociste al tipo del bar? Y más bien la razón por la que lo estas haciendo es por él?

Frankie queda impresionada -aveces odio tus habilidades de detective.

-Se llama ser lista, no es tan difícil serlo de una vez en cuando- se burla ganando un cojinazo en la cara -me da gusto que haya alguien que te haga sonreír de esa manera.

-Qué?! No no! Esto no tiene nada que ver con Lucas...

-Así que el desafortunado se llama Lucas?- insiste.

Francis cayó directo -Bien! Si, hay un chico. Pero solo somos amigos.

-Por ahora- revela pícara mientras come de su helado. -Te dejo, necesito ir a ver a mis crías a ver si no destruyeron nuestro hogar.

La ojiazul ríe -suerte con ello- luego de que Jojo se haya ido. Francis decide ir a la futura academia con la esperanza de que Lucas estuviera. Se subió al autobús que la dejaría justo enfrente y cuando ingresó al campo, se puso contenta al saber que el moreno estaba ahí. Acompañado de sus otros amigos.

-Frankie!!!- grita Mar emocionada.

Los hombres voltean y el brasileño es quien forma una sonrisa gigante -hola chicos- saluda la escocesa.

-Los dejamos a ambos- suelta Mar pícara mientras toma a su novio por el brazo.

-Houssem?- cuestiona Lucas hacia su amigo.

-Nope! Necesitas un empujón- y la pareja se va lo más rápido.

Bajan las miradas de lo apenados que se sienten, ninguno sabía que decirle al otro. No es hasta un par de segundos más tarde que Lucas habla -hola! Qué sorpresa verte aquí!- exclama.

-Ejem, si. También estoy sorprendida.

-Qué te trae por aquí?- Frakie temía responder ante aquello. Se negaba a revelarle que la razón era el brasileño.

Encontró la perfecta excusa -buscaba inspiración.

-Oh, eres una artista?

-Algo así. Soy diseñadora gráfica.

Los ojos de Paquetá brillan -Interesante! En qué trabajas?

-Son solo unos bocetos. En estos momentos no estoy trabajando en algo específico. La compañía para la que trabajaba, me despidió por falta de creatividad.

-Pues son unos completos pendejos por hacerlo. No saben del talento que se pierden- halaga Lucas enojado al oír la desafortunada situación.

Frankie se siente cómoda y aliviada -descuida. Esto me puede ayudar a reencontrarme con esa inspiración que perdí hace unos años.

El moreno suspira -vaya que admiro que seas positiva. Me refiero a que siempre le ves el lado bueno a las cosas.

-Mmh, lo intento.

-Quisiera ser como tu- Lucas se sienta en las gradas.

-Debe de haber algo que te motive. Piensa.

Ya lo tenía en mente -Filippo y Benício- suelta -son mis hijos.

La chica Shelby palidece ante la confesión -no sabía que eras papá.

Paquetá observa a Frankie -acaso eso cambia algo entre nosotros?

-Para nada. Al contrario, explicaría tú tan tierna, cálida, dulce personalidad- se le escapa decir a Frankie. Pero no se arrepentía, de hecho, se sintió segura de decirlo.

Aquello hace que Lucas sienta aún más cosas por la castaña -si hay algo que me motiva en esta vida a seguir adelante son mis hijos. Por ellos, lo doy todo en la cancha para ser su modelo a seguir en su futuro. Son la razón de muchas cosas, y temo que mi divorcio lo eche a perder. Filippo tiene 2 y Benício apenas 1- confiesa preocupado.

-Entonces no lo permitas- ayuda Frankie. Lucas la mira confundido -en un futuro, tus hijos entenderán el por qué de las cosas. Por ahora déjalos ser niños. Y el momento llegará para decirles la verdad. Tampoco te precipites, pero si prepárate para revelarles la verdad. No dejes que esto te consuma y sea un obstáculo.

-Gracias, Frankie. Necesitaba escuchar eso- Paquetá se sentía con un peso menos encima -sabes que también aplica para ti. Lo ultimo que dijiste.

-Cómo sabes que...?

Sonríe de lado -conozco la mirada de un corazón roto- explica irónico.

Frankie ríe -el mismo día que me despidieron, descubrí que mi novio me estaba engañando, y cegada por mi dolor, caí de las escaleras lastimándome el tobillo.

-Woah! Todo en un solo día- contagian risas.

-El venir aquí y conocerte, me hizo saber que no todo está perdido.

La brisa que empezaba a crearse en las canchas provocó que Shelby y Paquetá se juntaran más, sus piernas se rozaron y con sus cuerpos cerca crearon el calor que necesitaban. Sus miradas bajaron a los labios del otro. el pulso de ambos se acelera y cuando sus labios estaban a punto de rozarse, el teléfono de Frankie suena.

-Es mi papá- contesta la llamada temblando -Hola, papá.

-Hey! No me avisaste que saldrías. Está todo bien?

Frankie traga saliva -Ahh... si! Disculpa, quise tomar un poco de aire.

-Dónde estas?

-En la academia. No estoy sola, Lucas me hace compañía.

-No digas más!- responde Cillian emocionado -no te interrumpo más.

Shelby se sonroja -Papá...

Cillian pide que lo pongan en altavoz -Lucas! Confío en que traigas a mi pequeña sana y salva.

Lucas ríe. Francis se cubre la cara con su mano -No se preocupe, sr. Shelby. Yo mismo me encargo de que a Frankie no le pase nada. Se lo prometo.

-Siempre me agradaste, Lucas!- se despide y cuelga.

-Cuanto lo siento por ello. Mi padre siempre suele avergonzarme- confiesa Francis poniendo su celular en su bolsa -será mejor que regrese a casa.

Paquetá sale de sus pensamentos -por supuesto! deja me...- ambos seguían distraídos por lo que pasó hace rato. Tanto que Francis se atoró con la grada y su bolsa, sino fuera por los reflejos de Lucas quien la tomó por la cintura, la ojiazul hubiera caído vergonzosamente -te tengo- dice con firmeza.

Se quedan viendo por unos segundos, pero esta vez era diferente. Por parte de Lucas, recordó que aún era un hombre casado y no podía iniciar algo con Frankie hasta que el divorcio se finalice. Con Frankie, su situación para ella se sentía apresurada y algo forzada, no se creía específicamente el amor a primera vista, tan solo se negaba.

Así fue como los dos se separan de golpe -gracias- Francis traga saliva.