Nos encontramos en el edificio de los creadores de contenido de la ciudad de Rennes, era una mañana cualquiera para Francis Shelby quien se la pasaba trabajando en sus diseños y creaciones pues esperaba una oportunidad para demostrárselos a su jefa para que pudiera darle su opinión.

Frankie nota que la puerta de la oficina de su jefa se abre y esta empieza a gritar al lugar histérica pues se quejaba de uno de los dibujos animados. Se regresa a su oficina con la puerta abierta, esto lo aprovecha la castaña e ingresa a su oficina.

-Miss Agreste?- pregunta con delicadeza.

La jefa alza la mirada -ah! Francesca! Hazme el favor de traerme un expresso, por favor! No se dónde diablos se metió y me urge tomar cafeína- ordena sin prestarle atención a Frankie.

Esta baja la mirada -de hecho, venía a mostrarle algo. Es reference a la animación- abre su tablet para enseñarle.

-Francesca, no me vengas a mostrar tus bocetos sin vida por favor- aquello le caló a la escocesa.

-Disculpe?

Miss Agreste por fin observa a su empleada -seré directa contigo, no tienes talento para trabajar en mi empresa. Por qué no mejor buscas algo mejor?

Quizá se lo dijo porque estaba molesta, pero no dejaba de dolerle sus palabras. Frankie se queda en silencio intentando no soltar las lágrimas -acaso me esta despidiendo?

-Hasta para captar indirectas no sabes.

-Ok! Esta bien! Yo venía con una solución para su borrador donde todos ya estaban de acuerdo, pero será mejor que me lo quede yo- defiende casi a punto de rompérsele la voz. Camina directo a la salida -y mi nombre no es Francesca! Es Francis!- chilla lo último para encaminarse a su escritorio y empacar sus pertenencias.

El camino a casa se le hace eterno por el típico tráfico de la ciudad. Quería despejar su mente para no pensar en que acababa de ser despedida, quizá su novio Martin la animaría haciéndola olvidarse de lo que había pasado hace unas horas atrás.

Va llegando a su apartamento que compartía con su pareja -Martin! Estoy en casa.

Se tarda en escuchar una respuesta -Frankie? Eres tu?- se escucha por el cuarto.

-Así es, Martin. Una historia graciosa, me acaban de despedir de mi trabajo- comienza a decir.

Martin sale del cuarto cerrando la puerta tras él recargándose en ella, solo vestía con sus bóxers -cómo dijiste? Te despidieron?- se sorprende al escuchar aquello.

-Si. Mi jefa egoísta ofendió mi arte.

El francés adopta un gesto de tristeza -no, chérie...- en eso, se oye como algo del cuarto se cae. Francis se extraña del ruido y Martin tose -dime más de lo de tu jefa.

Francis lo deja pasar -qué más quieres que agregue? Me quedé sin empleo y...

Una vez más el ruido se origina en el cuarto, ahí es cuando las sospechas de la escocesa se elevan más. Camina acercándose a Martin -por qué no te llevo a ese restaurante que tanto querías ir? Nos olvidamos de esta situación y después te consiento, te parece?- intenta desviar Martin abrazándola por la cintura.

Se escucha como la ventana se abre -Martin, que sucede allá dentro?- empuja a su pareja y cuando abre la puerta, Frankie se lleva la sorpresa de que una chica semidesnuda estaba saliendo por la ventana.

La extraña se sonroja -una disculpa! Pero casi caigo de la ventana- responde con torpeza.

-Hazlo! Me alegrarías mi día- responde sarcástica.

Este sin duda era el peor día de Francis. Era como si estuviera teniendo una pesadilla. Cuándo sería que despertaría? -no sé qué responder?- dice la extraña.

-Ni te molestes!- Frankie sale del cuarto, toma su abrigo dispuesta a salir de este infierno.

-Francis! Espera! No es lo que parece!- intenta el francés detenerla.

La escocesa se gira de golpe para enfrentar a su ex novio -regreso en dos horas y para eso, ya quiero que tu y tu cosas no estén aquí, me entendiste?!- amenaza y cuando cierra la puerta pero su cinto del abrigo se atora con la puerta.

Con toda la rabia y coraje intenta sacarlo de la puerta, pero cuando lo logra, pierde el equilibrio y cae por las escaleras terminando muy malherida. Martin escuchó el golpe terrible, sale de la casa para verla -Francis! Estás bien?- pregunta preocupado.

Esta ve que su ex pareja iba a ayudarla -ni se te ocurra ayudarme!- detiene sintiendo un dolor terrible en su tobillo.

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El futbolista aclamado por parte de la afición de los Gones llega a su casa después de su jornada de entrenamiento. Fue el primer día después de sus vacaciones en su ciudad natal en Brazil. También fue la primera vez que estaba lejos de sus hijos pues ellos se quedaron con sus abuelos.

Lucas para nada la estaba pasando bien estos últimos meses. Uno de sus compañeros más cercanos le informó que su actual esposa le había sido infiel y desde ese entonces, había tenido fuertes peleas con ella a tal punto de pedirle el divorcio, algo que Duda no quería.

Finalmente, el brasileño no soportó más la situación y empezó a involucrar a sus abogados para iniciar este proceso. Era estresante, pero lo tenía que hacer para quedarse en completa custodia con sus dos hijos.

Tocan su puerta dejando ver a su amigo y compañero Houssem Aouar -salut con pot- saluda el francoargelino.

-Hey, Houss- responde desanimado.

-Y tus crías? Pensaba que estaban contigo?- se sienta en el sofá.

Lucas suspira -se quedaron con mis padres. No confío el cuidado de mis hijos con nadie más.

-Huh, qué hay de Mar? Ella es muy buena con los niños. Ademas de que conoce de Filippo y Benício- sugiere Houssem.

-No quiero interferir en su vida...

-Solo es cuestión de que le preguntes!

En eso, el celular de Lucas suena reflejando el contacto de Duda, el moreno bufa de la frustración y deja que la llamada termine en buzón, tiempo después su ex esposa le había dejado una nota de voz.

-Solo para decirte que has ganado esta batalla. Espero que seas feliz por tu logro. Ganaste, Lucas- escucha el mensaje de voz.

-Siendo honestos, qué desesperante se oyó- argumenta Houssem.

El futbolista se cubre la cara -cómo llegué aquí?- se lamenta.

Aouar se acerca a su amigo -hey, Lucas. No es tu culpa. Las cosas pasan por una razón. Quizá Duda no era la indicada.

-Que idiota fui al no darme cuenta que me engañaba...

-Ya te dije que no te culpes. Ella te jugó y nada lo veía venir- insiste el francés.

Lucas se pone a pensar en sus hijos -oh no! Qué va a pasar con mis niños? Son apenas unas criaturas.

Houssem responde -ahora esos chiquitines necesitan de su padre. Intenta ser fuerte por ellos.

Lucas reacciona ante las palabras de su amigo -tienes razón, ahora es cuando tengo que estar con ellos.

-Primero haz el esfuerzo de recuperare. Para eso tienes que distraerte un poco.

El brasileño suspira -si, eso- se pone a pensar -qué dices si retomamos ese proyecto pendiente?

Aouar sonríe -pensé que jamas lo mencionarías!