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Los días, semanas, meses y años pasaron volando, increíblemente en un abrir y cerrar de ojos todo había cambiado. A excepción de algo...

Nuestra amistad.

Nos habíamos graduado de nuestras carreras soñadas, Momo después de tanto pensar y pensar sobre ser una Idol al final desistió, diciendo que no era lo adecuado para ella, diciendo que prefería una vida normal y que no podía pensar vivir lejos de las personas que ama, ambos nos convertimos en maestros de danza contemporánea y moderna, ejercimos nuestras profesiones con normalidad, cada uno en su salón. Pero algo que no pensaba ocurrió.

Una de las pequeñas alumnas de Momo había sufrido una torcedura de tobillo en una de las danzas de hip-hop como pudimos aceleramos a toda velocidad en dirección al hospital, Momo había llamado a sus padres pero ellos se encontraban ocupados con el trabajo así que llamo al único que podía venir urgentemente, el hermano mayor de Wendy, Heechul.

Como era de esperarse él y ella tuvieron una buena conexión desde el primer momento que se vieron, no me era extraño, es más, estaba acostumbrado a verla hablar con chico tras chico, no era ningún secreto el hecho de que ella era súper popular entre los hombres tanto de la preparatoria como en la universidad, pero algo en este chico era diferente de todos ellos, algo que pensé que no podría afectarme pero lo logró.

Luego de tres meses de haberse conocido se convirtieron en una pareja oficial pero eso no fue lo que me sorprendió, algo aún más grande se acercaba.

-¡HoSeok-grito mi nombre logrando que me sobresalté, con todo el cansancio que cargaba sobre mis hombros, decidí tomar asiento en el piso y baje mi botella de agua a un lado de mi pierna-, debo contarte algo!

-¿Que sucedió?- reí ante su rostro blanco y sus ojos completamente abiertos, parecía que acababa de ver un fantasma. Rápidamente corrió hacía mi rechinando sus tenis en el gran piso madera.

-Heechul... Él-suspiro y tomo de las puntas de sus cabellos tiro hacia atrás, dándose un poco más de aire en el cuello-, me pidió matrimonio...

La noticia me había dejado en shock, probablemente mi rostro se había vuelto más pálido que el de ella.

- ¿Q-Que hago?-sus ojos estaban llenos de inseguridad y algo más que no sabía cómo descifrar-, HoSeok, dame una señal.

No sabía que responder, sabía que esa decisión marcaría por completo nuestra historia...

Solo respondí con la sinceridad.

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Hoy veía a Momo tan resplandeciente y hermosa, como siempre lo era, pero el largo vestido blanco la había lucir como si fuera sacada de un cuento de hadas, su sonrisa resplandecía todo el salón mientras saludaba a cada invitado, dando lugar a sus amigas para poder quitarse fotos con ella en el pequeño sofá blanco.

No podía evitar no reír al ver lo emocionadas que estaban por ella, algunas derramando lágrimas y otras diciéndole la envidia que le tenían por ser la primera en casarse. Luego de que todas sus amigas se fuera ella volteo a mirarme y levanto la mano haciendo un ademan para que me acercara.

-¡HoSeok, ven!- llamo mi nombre, negué rápidamente con la cabeza-, no seas tímido-palmeo el lado derecho que se encontraba libre.

-Sabes que no es lo mío salir en las fotos - dije fingiendo una mini rabieta, ella río poniendo su ramo de flores frente a su rostro.

- Eso es una mentira, eres realmente apuesto, yo soy la que siempre sufre buscando ángulos para las selfies.

- Eso es una gran mentira, eres hermosa en todo momento -dije sin rodeo alguno y por alguna razón ella retuvo su respiración y su rostro se torno rojo.

- ¡N-No digas eso tan a la ligera, menso!- un manotazo llegó a mi cabeza.

-¡Solo digo la verdad!- frote el lado de mi cabeza que había recibido el impacto-, a este paso me dejaras más menso de lo que soy... Me dejaras igual a ti.

-¡Oyeee!

Nuestras risas inundaron el lugar, de un momento a otro las risas cesaron y solo pude sentir su cabeza reposando sobre mi hombro, el mundo parecía haberse detenido.

-Momo, se te hace tarde...-dije, cortando el silencio que se había formando.

-Solo... déjame estar un momento así- ambos cerramos los ojos, disfrutando del momento-, quien diría que este momento llegaría tan rápido.

- Créeme, sabía que este momento llegaría más rápido de lo que imaginábamos.

-Tienes razón, pero no de la manera que hubiera deseado.

- Tal vez es porque aún somos jóvenes.

-La juventud no es excusa para hacer idioteces- respondió audazmente-, tengo miedo de equivocarme.

Repite hondamente y sostuve su mano.

- Confía en tu corazón, él nunca falla.

-Eso haré... Sé que siempre estarás a mi lado sin importar la decisión que tome.

-Me conoces demasiado bien.

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El gran momento llego, cada uno de los invitados se encontraban sentados en las mesas que le fueron asignados, yo me encontraba con el grupo de amigas de Momo, sentado en medio de dos parejas, gracias a Dios era una bendición que fueran mis amigos también pero también una maldición por tener que soportar sus cursilerías, NamJoon hablaba melosamente a su novia Chaeyoung mientras que Tzuyu y Taehyung jugaban con el centro de mesas.

Quería hablar pero temía meterme como una tercera rueda y definitivamente no estaba de ánimos para eso.

La marcha nupcial inicio, todos nos pusimos de pie para aplaudir a la novia, Heechul se encontraba realmente feliz, su sonrisa iluminaba a todos, me dolía pensar que apartir de ahora pasarían el resto de sus vidas juntos.

Pero mi deber como mejor amigo era estar a lado suyo sin importar las consecuencias.

El sacerdote ya había dado inicio a la ceremonia, no quería oír, sólo podía ver cómo ambos se tomaban de las manos.

Era el momento.

Heechul había dicho con total seguridad y confianza el "sí", ahora era el turno de Momo. No estaba seguro de continuar, las palabras dichas por el padre me ponían la piel de gallina y resonaban en mi cabeza como un largo y profundo eco.
Con fuerza cerré mi puño derecho haciendo que se tornaran blancos mis nudillos, no podía aguantar, así que decidí que era mejor abandonar el lugar.

-No, no acepto - escuché decir a mis espaldas.

El sonido de sorpresa de las personas empezó a resonar, voltee a mirarla, ella se encontraba mirándome.

-Lo siento tanto, Oppa-dijo tomando una de sus manos para luego quitarse el anillo de compromiso y dárselo, él estaba con los ojos llorosos y el rostro totalmente en shock-, por más que medite, por más que lo piense no puedo imaginarnos a los dos juntos, perdón pero no te amo.

- Si esto es lo que tú corazón dicta...-los ojos de Heechul brillaban, estaban llenos de lágrimas-, lo puedo entender, pero yo te seguiré amando.

-Gracias por entender-con su mano derecha ahueco su mejilla-, siempre fuiste tan bueno y caballeroso conmigo, en serio muchas gracias, pero mi corazón está con otra persona.

La parte de los invitados de Heechul empezó a gritar bulliciosamente, claramente enojados, Heechul por su parte se marchó dando pasos lentos. Los padres y la hermana de Momo se encontraban sorprendidos y estupefactos ante la noticia.

- ¡¿Momo, que significa esto?! -gritaron fuertemente sus padres, la multitud miraba atentamente lo que ocurría.

- Es algo que su corazón ha callado por tanto- murmuró su hermana mirando a Momo, ella sabía todo acerca de ella.

- ¡HoSeok, no te vayas!

- ¿Porque acabas de hacer esto?-pregunte sin entender nada de sus acciones, ella corrió hacía mi, tirando de su ramo de flores, la tomé por los hombros.

- No quiero hacerlo, me dijiste que siguiera mi corazón y él me dice que no debo de esposar alguien a quien no amo.

- Pero Momo...

- ¡Yo te amo a ti!

Aquellas palabras fueron como un balde de agua fría directo a mí.

- Temía perderte, no podía imaginar estar separada de ti y aunque se que no te gusto, debía decírtelo- tomo aire-, espero que esto no cambie nuestra amistad.

Y por más tiempo que haya pasado aún ese recuerdo sigue vigente en mi corazón y en mi memoria.

No puedo creer que tanto tiempo haya pasado de eso...

- ¡Papá, dile a Chaeryeong que deje de tirar mis muñecas!

- ¡Mamá, Chaeyeon está mintiendo!

-Niñas, es hora de dormir, vayan a alistarse para acostarse- dijo la fémina de cabellos negros a sus dos pequeñas hijas, HoSeok alzó a en brazos a cada una y las acompaño a su habitación, sonrientes abrazaron el cuello de su padre.

Sí, así mismo, quien diría que tendría dos hermosas pequeñas de seis años, casado felizmente con el amor de mi vida y viviendo un sueño.

- Debes de estar cansado- dijo Momo riendo mientras le daba espacio en la cama matrimonial que compartían.

- Claro que no, amo mi trabajo tanto como tú.

- En eso tienes razón- río, ella se encontraba en reposo ya que en un par de días tendría a nuestro tercer hijo-, aunque no me quejo, me gusta pasar más tiempo con las niñas y verlas jugar, ayudarlas con las tareas.

Sonreí en grande, mirándola de arriba-abajo, cada día estaba más hermosa, y en definitiva amaba verla con esa pancita.

- ¿Porque sonríes de esa manera? ¿Te estás burlando porque estoy gorda? -enarco una ceja.

Negué rápidamente, acercándome lentamente bese sus labios en un beso tierno y profundo.

- Sabes que para mi eres la mujer mas hermosa que haya visto, y viéndote así me pareces aún más sexy -movi las cejas de manera pícara, ella soltó una enorme carcajada y me abrazo mientras la rodeaba entre mis brazos.

- Por un momento pensé que nunca lo sabrías...

- Yo también llegué a pensar eso...

- Me alegra estar contigo aquí y ahora, no hubiese podido imaginar un futuro sin tí.

- También no podía imaginar una vida sin ti.

Antes pensaba que era mejor el que ella nunca supiera lo que guardaba mi corazón...

Ahora ella sabe que es la dueña de todo mi ser y me alegra que lo sepa...

Tome su mano derecha entrelazando nuestros dedos y bese el dorso de está.

- Te amo- murmuré sobre su piel.

- Y yo te amo más.

Fin

Je, perdón por tardar tanto y espero que les haya gustado esta pequeña historia.

Esta historia estaba en el olvido, lo escribí para un trabajo para mí segundo año de bachiller peero resulta ser que ya había escrito uno y con eso bastaba según mi profesora.

Se suponía que debía de terminar con un final triste ya que me base en la canción resquet de infinite pero me gusta más así 😎, y no me digan que está sobre valorado mis finales felices porque a mí me siguen gustando.