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⚠️ 𝘼𝘿𝙑𝙀𝙍𝙏𝙀𝙉𝘾𝙄𝘼: 𝙀𝙨𝙩𝙚 𝙘𝙖𝙥𝙞𝙩𝙪𝙡𝙤 𝙩𝙧𝙖𝙩𝙖 𝙩𝙚𝙢𝙖𝙨 𝙨𝙚𝙣𝙨𝙞𝙗𝙡𝙚𝙨 (𝙋𝙧𝙤𝙗𝙡𝙚𝙢𝙖𝙨 𝙥𝙨𝙞𝙘𝙤𝙡𝙤́𝙜𝙞𝙘𝙤𝙨, 𝙋𝙚𝙧𝙘𝙚𝙥𝙘𝙞𝙤́𝙣 𝙖𝙡𝙩𝙚𝙧𝙖𝙙𝙖 𝙙𝙚 𝙡𝙖 𝙧𝙚𝙖𝙡𝙞𝙙𝙖𝙙, 𝙎𝙪𝙞𝙘𝙞𝙙𝙞𝙤, 𝙚𝙣𝙩𝙧𝙚 𝙤𝙩𝙧𝙤𝙨) 𝙨𝙞 𝙚𝙨𝙩𝙤 𝙩𝙚 𝙘𝙖𝙪𝙨𝙖 𝙞𝙣𝙘𝙤𝙢𝙤𝙙𝙞𝙙𝙖𝙙 𝙥𝙤𝙧 𝙛𝙖𝙫𝙤𝙧 𝙨𝙖𝙡𝙩𝙖 𝙚𝙡 𝙘𝙖𝙥𝙞𝙩𝙪𝙡𝙤, 𝙙𝙚 𝙡𝙤 𝙘𝙤𝙣𝙩𝙧𝙖𝙧𝙞𝙤 𝙨𝙚 𝙧𝙚𝙘𝙤𝙢𝙞𝙚𝙣𝙙𝙖 𝙡𝙚𝙚𝙧𝙡𝙤 𝙘𝙤𝙣 𝙧𝙚𝙨𝙥𝙤𝙣𝙨𝙖𝙗𝙞𝙡𝙞𝙙𝙖𝙙 𝙮 𝙙𝙞𝙨𝙘𝙧𝙚𝙘𝙞𝙤́𝙣. ⚠️
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19 de Marzo 2021
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Imola, Emilia-Romaña, Italia.
La sensación de las caricias sobre su cuello era agradable a su sentir, podía notar como las delgadas manos trazaban círculos en su nuca para después pasar a su pecho, no podía resistir mas, intento levantar la vista pero algo se lo impedía.
- No es momento aún. - replico una dulce voz.
Sintió como el tacto abandono su cuerpo, la silueta de la mujer se giro levemente y comenzó a alejarse, por mas que trataba de seguirla no podía, lo único que logro notar fue el pequeño tatuaje en forma de mariposa que resaltaba detrás de su cuello, con insistencia trato de moverse hasta que lo logro, sintiendo como con prisa sus pasos se acercaban a la chica, logro posar su mano en el hombro de ella, quién al sentir el contacto comenzó a girar su rostro, en el momento que por fin su identidad iba a ser revelada sintió como todo se volvió negro.
Daniel se despertó sobresaltado, pudo percatarse de que su cama se encontraba húmeda al igual que sus ropas, cuando aclaro su vista se encontró a Max, Michael y Lando frente a su cama, el holandés era el mas próximo al australiano y este tenía una botella en sus manos, le habían lanzado agua.
– ¿Acaso son imbéciles?. –cuestiono el moreno con notable molestia mientras quitaba el agua de su rostro, sintiendo una punzada en el dorso de su mano percatándose de que tenia conectado un catéter que le suministraba suero salino.
– No reaccionabas, no nos dejaste otra opción. – soltó Max con un tono que le dejaba claro lo molesto que su amigo se encontraba.
– Ya que hicieron su bonito show, ahora se pueden largar, déjenme dormir. – la terrible resaca comenzaba a apoderarse de su humor y el dolor en su mano no ayudaba.
– Yo sugerí eso, pero los dos me ignoraron. – Lando se lanzó en la cama al lado del australiano quien lo miró con molestia.
– Necesitas ordenar tus pertenencias, partimos en una hora, un enfermero vendrá antes para retirarte eso. – Michael se limitó a decir esas simples palabras y sin más salió de la habitación, estaba cansado de tratar de llevar a Daniel por el camino correcto.
Ricciardo se extraño por la actitud de su amigo, esperaba por su parte algún regaño pero tampoco es como que necesitará lo estuviera cuidando las veinticuatro horas del día.
La mirada de Max recayó sobre Lando que rodó los ojos al entender lo que el holandés le quiso expresar, el menor solo palmeó la espalda de Daniel y se puso de pie tomando rumbo hacia la salida de la habitación.
– Ayer rebasaste los limites. – soltó Max de forma tranquila.
– Emilian si solo vas a darme una charla motivacional lo mejor será que te retires. – Daniel tomo su celular de la mesa de noche y comenzó a indagar en redes sociales para ignorar a su amigo.
– Sabias perfectamente que no podías ingerir alcohol por los fármacos tan fuertes que estas tomando, y aun así lo ignoraste. – el holandés tomo asiento frente al moreno. – De no ser por Carlos y Charles que te encontraron inconsciente en el baño, no se que habría pasado contigo.
– Recuérdame darles las gracias cuando los vea. – hablo el australiano con ironía.
– Mira Ricc, eres como un hermano para mi y por eso me duele ver que te estas dejando destruir de esta manera, durante estos años has trabajado muy duro para poder salir de este problema así como para destacar en la categoría como para dejar que un simple desamor arruine todo tu proceso, pero últimamente estas demasiado absorto de la realidad lastimándote tanto a ti mismo que comienzo a preocuparme y no quisiera pensar que puede suceder de nuevo lo mismo que hace dos años. - Daniel se tenso mientras chasqueaba la lengua.
Al ver a su amigo con los ojos enrojecidos por las lágrimas que retenía y su rostro lleno de preocupación fue inevitable que llegaran a su mente las memorias de esos momentos.
𝑭𝑳𝑨𝑺𝑯𝑩𝑨𝑪𝑲
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Tres meses antes de que la temporada dos mil dieciocho concluyera, los nervios de Daniel colapsaron por completo, la ansiedad y sus fantasmas lograron consumir su mente gracias a la incertidumbre por no saber si su cambio de RedBull a Renault sería beneficioso para el y las criticas de la prensa no ayudaban.
A esto se agregaba que después de casi dos años de nulo contacto su ex-pareja Jemma quería regresar a su vida de buenas a primeras logrando desestabilizar sus emociones, Daniel comenzó a encerrarse en el circulo vicioso entrenar-simulador-repetir sin darse el tiempo suficiente para descansar, comer o incluso relacionarse.
Max fue el primero en notar esto gracias a que uno de esos días olvido en la fabrica unos papeles que necesitaba entregarle a Horner al día siguiente por la mañana, tuvo que regresar por ellos y ahí fue donde encontró al australiano a plenas once de la noche aun en el simulador, pero eso no fue lo que le llamo la atención al rubio, si no que al fallar en la prueba simulada Ricciardo pellizcaba tan fuerte su pierna que esta ya mostraba un par de heridas recientes y otras con sangre seca que revelaba las había hecho hace ya un rato.
Max salió horrorizado del lugar, en ese mismo instante llamo a Christian y le conto lo anteriormente visto, el mayor no podía creerlo por un momento paso por su cabeza que era una estrategia de Max para poder mantener a su mejor amigo dentro de la escudería pero aun así dio ordenes de que se hiciera una evaluación medica y psicológica a sus pilotos de ultimo momento atribuyéndolo al fin de temporada.
El holandés fue el primero en presentar dichos exámenes, dejando su mañana libre pero aun así se quedo para esperar a su amigo, Daniel ingreso con los médicos, quienes hicieron preguntas y mediciones de rutina, evidenciando su falta de alimentación como descanso con su pesos mas abajo de lo permitido y las defensas mas débiles de lo normal, además de que lograron notar diversas cicatrices en su abdomen, antebrazos y piernas, dándole en automático la nota al psiquiatra.
Al momento de realizar las pruebas psicológicas Daniel se reusaba a abrirse con el especialista alegando que el estaba en su mejor condición mental mientras le mostraba una de sus características sonrisas, pero el hombre no era tonto y por su experiencia pudo notar la típica fase de negación. El médico tuvo la astucia de utilizar las cicatrices como medio de llegada al problema, logrando así que Daniel explotara al nivel de tener una crisis, para su fortuna el hombre estaba ahí para tratarla, logrando diagnosticarle transtorno depresivo de la personalidad*.
Desde ese momento en adelante Ricciardo tuvo que asistir a terapia psicológica, al principio se negó pero sus padres y Max fueron las personas que lo animaron y prometieron que siempre estarían tomando su mano, gracias a esto todo parecía regresar a la normalidad, si estado de ánimo era siempre de alegría, sentía más confianza en si mismo y estaba aprendiendo a no ser tan duro con su persona, todos creían que comenzaba a evolucionar hasta el mismo, pero cometió el error de sabotearse a sí mismo al no tomar sus medicamentos y fingiendo ante su médico que todo iba bien cuando en realidad su mente comenzaba con más fuerza a consumirlo, gracias a esto en la noche de la carrera en Abu Dabi todo cambio.
Después de la fiesta de despedida que la escudería había organizado para Daniel, este regreso a su habitación, sintiéndose tranquilo y listo para comenzar una nueva etapa con Renault, al cerrar la puerta tras de el fue directo a su cama, tomo asiento en este y al comenzar a observar un punto fijo en la nada sintió como si un interruptor se hubiera activado en su cabeza, las paredes comenzaban a hacerse mas pequeñas amenazando con devorarlo, al instante se abrazo a si mismo cuando su pulso comenzó a acelerarse.
– No, no, no ahora. – menciono en ese momento con miedo.
Al presentar dificultad para respirar se dejo caer al piso de rodillas hiperventilando para tratar de llevar mas oxigeno a sus pulmones pero no era posible, gateo hasta la ventana que daba a la terraza de su habitación con la intención de abrirla para que ingresara mas aire pero hacerlo no mejoro la situación, decidió salir de lleno.
Las luces de la ciudad lo cegaron dejando su vista nublada, logro colocarse de pie gracias a la baranda de la terraza, el miedo a perder el control comenzaba a atosigarlo y sentía que no lograría mantenerse dentro de sus cabales, Daniel comenzó a gritar mientras golpeaba su frente con sus manos empuñadas, sus gritos eran desgarradores revelando el miedo y la angustia por la que estaba pasando.
– Ya no puedo seguir, no mas, no mas. – sin pensarlo atravesó su pierna derecha sobre la baranda dejando la mitad de su cuerpo expuesto hacia el vacío.
Era consiente de como sus lagrimas rodaban, tenía miedo, miedo de hacerlo y miedo de fracasar, pero estaba cansado de todo, de las terapias, de su monitoreo constante, de los medicamentos, de la lastima que sentían por el las personas a su alrededor, pero sobre todo de dar su máximo y no conseguir ser el mejor, solo quería terminar con el sufrimiento que sentía en su interior.
Los gritos ya calaban en su garganta estos mezclados con su sollozos comenzaban a irritarla, a lo lejos podía percibir unos golpes huecos y varias voces en su cabeza llamándolo, necesitaba acabar con ellas, decidido a terminar con todo cruzo su pierna izquierda al borde exterior, quedando sostenido solo por sus manos y con sus talones sobre el filo, nada lo separaba de su cometido, nada lo separaba de por fin ser feliz.
Cuando soltó su agarre sonrió, el ya había ganado, todo acabaría, solo esperaba terminar con esto, pero no sucedió gracias a cuatro brazos que rodearon su cuerpo y con fuerza bruta lo regresaron hacia el piso de la terraza con un golpe seco, en ese momento el interruptor que anteriormente se había activado en su cabeza de golpe se apago, Daniel regreso a la realidad.
Encontrándose a Max con los ojos rojos por las lágrimas que estaba conteniendo, y a su lado se encontraba un Grosjean en estado de shock que era su vecino de habitación por lo que estaba seguro el fue el responsable de que el holandés se encontrara aquí.
– ¿Acaso estas loco?. ¿Sabes que hubiera sucedido si no llegamos a tiempo?. – cuestiono Max poniéndose de pie con molestia y coraje, soltando las lagrimas que había guardado.
Daniel lo miro desorientado, no entendida que estaba pasando, mucho menos a que se refería, con miedo miró a Romain, quién lo veía con tristeza.
– ¿Qué fue lo que sucedió?. – cuestiono el australiano al suizo con miedo a escuchar la verdad.
– Te lanzaste al vació, trataste de suicidarte. – Grosjean se puso de pie llevando sus manos hacia su cabello de la impresión. – Llamaré a Horner. – sin más salió de la terraza.
Daniel no podía creer lo que estaba escuchando, su mente se quedaba en blanco desde el momento en que tomo asiento en la cama, después de ese momento no recordaba nada, amargas lágrimas comenzaron a caer por su rostro, podía sentir como su garganta quemaba y ni siquiera sabía el por qué.
– ¿Por que lo hiciste?. – cuestiono Max mientras se dejaba caer de rodillas y abrazaba con fuerza a Daniel, este último se aferró al rubio como si la vida se le fuera en ello.
– No lo se, te juro que no recuerdo nada, tengo mucho miedo. – ambos hablaban entre sollozos.
Max y Daniel habían creado un lazo indescriptible desde que comenzaron a conducir para la misma escudería, a pesar de la rivalidad que tanto fans como prensa insistían en inventar, ellos no se preocupaban, trataban de hacer todas sus agendas juntos, de vez en cuando compartían aviones y vacaciones entre sus familias, desarrollando una amistad irrompible.
– No lo vuelvas a repetir, ni siquiera a pensar. – Max se separó de su amigo y tomó sus hombros. – Nos destrozarías por completo si te vas. – confesó el holandés con franqueza.
– Perdóname Max, perdóname por esto, fui un estúpido al creer que estaba mejorando y tire todo por la borda, por favor ayúdame, no me dejes aquí, no quiero estar solo, no así. – de nuevo se aferró a su amigo, este gustoso lo arropó entre sus brazos.
– No te dejare lo sabes, estaré a tu lado en todo momento, seré tu sombra si es necesario, pero prométeme que no volverás a ignorar tu tratamiento, te necesito aquí Daniel, todos te necesitamos. – el australiano asintió.
– No lo volveré a hacer lo prometo, yo quiero vivir, voy a luchar por mi familia y por ti. – ambos se quedaron en ese posicion hasta que su team principal llegó sin poder creer la situación.
Y ambos cumplieron su promesa, Max estaba al pie del cañón con Daniel, ya sea en persona o por video llamada, los días del australiano eran monitoreados por su amigo en conjunto de su psiquiatra las veinticuatro horas y el no refutaba, aunque no lo recordaba tenía miedo de volverlo a repetir, a pesar de sus problemas el amaba la vida, le gustaba estar con su familia, pasar tiempo con sus amigos y disfrutar al correr su monoplaza, sabia que para salir adelante tendría que recorrer un camino muy difícil pero aun así no se rindió decidió asistir con frecuencia a sus terapias, tomar sus medicamentos y hacer todo lo posible por seguir las instrucciones que le daba su medico, logrando mejorar de forma notable y consistente, regresando de a poco a ser el Daniel feliz y sonriente de antes.
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𝐀𝐂𝐓𝐔𝐀𝐋𝐈𝐃𝐀𝐃
Pero en el momento en que Heidi llego a su vida de nuevo comenzó a balancearse en la cuerda floja por el nulo apoyo de la rubia, nunca le importaba si el tenía que asistir a sus terapias o tomar su medicación, solamente le importaba el estatus que Daniel al ser una persona reconocida podía aportar a su carrera.
Ella se dedicó a insistirle en que el estaba bien, que todo lo relacionado con su padecimiento era un invento de su anterior escudería para no verlo triunfar y que no era necesario medicarse, que solo necesitaba salir a distraerse y dejarse de debilidades, llevando a Daniel a abandonar todo su proceso.
El australiano era un hombre más maduro que hace dos años, eso lograba centrarlo un poco y lograr que sus demonios no lo dominaran por completo evitando que al estar con ella no cayera en un vacío sin fondo.
Pero cuando descubrió sus engaños y lo que en realidad ella buscaba su mente comenzó a traicionarlo de nuevo, llevándole a presentar ataques de ansiedad y disociaciones de manera frecuente estos últimos meses desde que supo su mentira hasta que se dejaron desestabilizándolo por completo.
Prueba de ello era la noche pasada, que decidió asistir a la fiesta post carrera con el simple cometido de refugiarse en el alcohol para olvidarse de sus penas y fantasmas del pasado, pero lo único que consiguió fue una congestión alcohólica que lo llevó a terminar inconsciente en el baño del evento.
Daniel no sabía que decir, sabía que Max tenía razón aunque su interior le exclamaba que no tenía problema que el estaba en lo correcto, pero a pesar de que se engañara el problema estaba apareciendo de nuevo, y era cuestión de tiempo para que sus voces interiores explotaran arrastrándolo con ellas.
° Trastorno depresivo de la personalidad: Se caracteriza por un patrón de comportamiento depresivo crónico que manifiesta algunos de los siguientes síntomas:
- Estado de ánimo caracterizado por abatimiento, tristeza, desánimo, desilusión e infelicidad
- Autoconcepto basado en creencias de inadecuación, inutilidad y baja autoestima
- Autocrítica y menosprecio
- Preocupaciones y pesimismo
- Culpabilidad y remordimiento.
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