04. Sigues siendo ese niño tonto.

Las mismas clases, los mismos horarios, la misma Facultad de Artes, el diferente Min Yoon Gi.

«Quería acercarce más a él.
Quería hablarle.
Quería tocarle.
Quería muchas cosas.
Pero Yoongi era un muro impenetrable, distante.
Min Yoon Gi era "la Ley de la Negación de la Negación"».

Un agarre por el cuello de su camisa y luego el cuerpo ser arrastrado escaleras abajo, hacia lo oscuro, donde nadie vería nada, pues todos estaban en el comedor; eso es lo que obtuvo Jimin, solo por querer comunicarse con Yoongi. Aquella actitud hacia él lo asustó; pero se dejó arrastrar hasta ser pegado a la fría pared y luego, sentir una mano fuerte presionar su cuello.

—Llevas horas detrás de mí. ¿Por qué me sigues niña?

Jimin quiso hablar, decirle que lo seguía porque quería preguntarle si se reunirían para realizar el proyecto, obviando las ganas que tenía de revelarle que él era aquel niño que conoció en la piscina y no sabía nadar, las ganas de preguntarle si lo recordaba; pero se limitó a ello, pues al parecer, Yoongi dejó de ser aquel niño burlón, retador y atrevido.

La mano de Yoongi siguía en la garganta del chico, ahora apretando más fuerte. Jimin hizo una mueca de dolor, esforzándose por arrastrar un poco de aire con cada dolorosa aspiración.

Yoongi se había quedado en silencio tras su abrupta pregunta y no pudo arrancar la mirada de los ojos de Jimin como su mano de su cuello. Los ojos del pelinaranja brillaban oscuramente, hablándole, tratando de decirle muchas cosas; pero Yoongi no podía entender lo que estaban diciéndole.

Unos minutos así y Jimin comenzó a sentirse alarmantemente mareado por la falta de oxígeno, seguro de que no permanecería consciente por mucho tiempo, así que levantó las manos para soltarse de los dedos de Yoongi, alejándolos de su cuello; pero se inmovilizó cuando la otra mano del chico de ojos gatunos se posicionó en su cintura.

«Impredecible, Min Yoon Gi es impredecible».

El agarre sobre su cuello comenzó a ceder hasta finalmente dejarlo respirar. Su cuerpo se sintió débil y tembloroso, por lo que se agarró al contrario para no caerse.

«Jimin abrazó a Yoongi; pero Yoongi se apartó abruptamente y Jimin se colapsó sobre el suelo, tratando de regular su respiración».

—Lo siento —susurró el peliverde.

«Esa fue la segunda vez que Yoongi pidió disculpas».

Jimin trató de levantarse, sin embargo sólo logró quedar sentado en el suelo, acariciando su garganta y dejando las lágrimas caer.

—No... me... recuerdas —dijo entre ligeros sollozos, alzando su mirada para poder ver el rostro de Yoongi.

Yoongi se mordió el labio inferior con fuerza, se agachó para coger el rostro de Jimin entre sus manos y dejó un estrujado beso en sus labios; un beso sin contemplaciones, sin previo aviso, con brusquedad.

—Sí te recuerdo —dijo separándose—. Eres ese niño tonto que no sabía nadar y creyó que a mí me gustaban los hombres. Aquel día sólo quise experimentar qué se sentía al besar a otro chico. Supongo que sí fui un imitador.

—Pe... pero —tartamudeó Jimin, confuso—. Has vuelto a besarme. ¿Por qué?

—Porque... —se echó a reír—. Sigues siendo ese niño tonto.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top