«Nuevo curso escolar, nuevas personas a las que conocer, viejos amigos a los que recordar; en fin, lo típico».

Eso pensaba Yoongi mientras entraba a su salón de clases en la tan prestigiosa Universidad Sejong; siempre con el uniforme desordenado, el cabello sin peinar y una mochila negra en la que cargaba únicamente un lápiz y una libreta multipropósito.

—¡Yoongi OPPA! —chilló una chica abalanzándose hacia él; pero fue esquivada ágilmente y casi aterriza en el suelo sino se sujeta de las mesas—. Sigues siendo el mismo Min Yoon Gi.

—El burro hablando de guatacas, tú tampoco has cambiado, Hana.

—¡Hana, Yoongi, a sus asientos! —replicó el profesor y ambos obedecieron.

Yoongi siempre se sentaba solo y al final del aula, evitaba conversaciones innecesarias con sus compañeros, incluso con Hana, su prima. Atendía a las clases sólo tres segundos y el resto se lo pasaba ido del mundo, pensando en “sabrá Dios qué”.

La puerta se abrió de repente y un chico de cabellos color naranja entró al salón.

—Buenas —saludó con voz dulce.

—Bienvenido —le dijo el profesor—. Escuchen, tendrán un nuevo compañero de clases, preséntate chico.

—Hola, soy Park Ji Min.

Las risotadas revolotearon por todos lados.

«Tiene nombre de niña».

Pero a Jimin no le importó, sabía que era cierto.

—¿Dónde me siento? —preguntó mirando a los que serían sus compañeros.

—En el único puesto que verás vacío —le respondió el profesor escribiendo en el gran pizarrón.

«El único puesto disponible es al lado del chico de cabellos de alga marina».

Pensó Jimin y se dirigió al lugar.

—Hola —dijo sentándose pero no obtuvo respuestas por parte del otro joven—. ¿Cómo te llamas?

—No vuelvas a dirigirte a mí afeminado, no tengo el interés de decirte mi nombre ni de hablar contigo, tampoco me importa saber quién eres. ¿Queda claro? —le dijo con voz estridente.

Jimin no objetó y se mantuvo en silencio todo el tiempo, mirando de vez en cuando al chico a su lado, percatándose que lo único que escribió en su libreta fue la fecha, que su lápiz tenía la punta bola, su uniforme estaba arrugado, su cabello era un desastre y se pasó todo el turno durmiendo.

—Bien, hemos terminado, recuerden que el informe es para el lunes de la próxima semana y es en dúo, ahora se los haré saber.

El profesor tomó un papel de encima de su escritorio y comenzó a mencionar los dúos.
A Jimin le interesaba saber con quién haría el proyecto, anhelaba hacer nuevos amigos.

—Y por último, Jimin, harás el trabajo con el perezoso que tienes al lado: Yoongi.

«¿Yoongi?».

Jimin se sorprendió sobremanera tras escuchar ese nombre; el nombre del chico que conoció una vez cuando niño, quién le dio su primer beso, el chico que juró nunca olvidar y soñaba todas las noches con volverlo a ver.

Giró su cabeza hacia el dormilón, su mirada se cristalizó, una sonrisa se asomó en sus labios y el corazón empezó a latirle a mil por horas.

—Te encontré.

🌺Y aquí están los chicos, ya creciditos y en la universidad, volviéndose a encontrar; pero las cosas nunca son como la primera vez. Las personas cambian.🌺