9. Dear Keigo...
Al llegar al departamento, Jin rápidamente fue a la habitación, con la excusa de que estaba muy cansado y necesitaba dormir. Keigo no tuvo ni tiempo de pedirle alguna explicación ya que su novio había sido muy rápido. Solo le quedó aceptar que no iba a recibir ninguna explicación y se sentó en el sofá. Estaba bastante cansado a pesar de que no estuvo casi nada en la fiesta, todo había pasado tan rápido que ahora le costaba recordar.
Se tapó la cara, suspirando y dejando que su cuerpo dejara la tensión. Apenas tardaron unos segundos hasta volver a enderezarse y mirar su departamento. Todo estaba tan silencioso y tranquilo, que juraría que no parecía que alguien más se encontraba allí. Jin no suele roncar así que no hay ruido cuando duerme.
Debido a la frustración contenida, su cabeza comenzó a doler un poco. Sin querer aguantarla, se levantó y se dispuso a buscar las pastillas. Toma una y a la cama, menos mal Jin no estaba despierto, a él no le gusta los medicamentos, siempre intenta mejorar los dolores con algo casero que encuentran por internet. Cómo una abuelita.
Fue buscando por los cajones de la cocina y de la sala, pues no recuerda dónde suele ponerlos. Por suerte logró encontrarlas en un cajón que había en una cómoda que tenía en la habitación. Mientras iba buscando, encontró un papel todo doblado que parecía ser una carta. Además de las pastillas, tomó eso y volvió a la sala, apagando todas las luces, solamente dejando prendida la de la cocina donde allí se tomó una pastilla y tomó el papel para verlo completamente. Cómo esperaba, era una carta...
"Querido Keigo... "
Leyó, quedándose estático, sintiéndose dentro de una burbuja alejada del mundo. Lo único que escuchó fue su voz interior, a medida que fue leyendo.
"Querido Keigo... Si te soy sincero, no sé porque te estoy escribiendo esto, se supone que debo decírtelo en la cara, con valor. El psicólogo siempre me recomendó que debo enfrentar mis miedos, pero la verdad, se me hace más fácil ignorar las cosas y simplemente vivir. Vivir contigo. Verás, antes de estar contigo pasé por cosas muy complicadas, cosas que es probable que te cuente en el futuro, si es que tengo la oportunidad y las agallas. Sin embargo, todo cambió cuando apareciste, me ayudaste y me salvaste. Puede que suene muy alocado pero... Eres mí todo Keigo y nunca haría algo que te lastimara... Aunque claro, habrá veces que lo haré sin la intención, espero se entienda lo que intento decir... "
Parpadeó, notando que el foco de la cocina titilaba de vez en cuando, tendrá que cambiarlo más adelante. Nuevamente bajó la mirada y siguió leyendo.
"Keigo, la verdad es que... "
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