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Disfrutaba enormemente estar entre la naturaleza, yo había florecido en una tierra donde la vegetación era fértil y crecía fuerte, por lo que eventos cómo acampar y cazar me eran familiares aunque no participará activamente, sin embargo el aire en la capital era diferente, el clima era más seco y mucho distaba de la húmeda tierra de la que venía.

Era por eso que para mí el aprender a usar el arco era tan importante, pues mi padre fue famoso por ser un gran arquero, pero yo, al haber nacido mujer jamás se me permitió seguir sus pasos y poder sostener un arco, así que se me relego por muchos años a las labores de solo cuidar viveros.

No importa cuántas veces yo me escapase en la madrugada para intentar tomar el arco y practicar siempre me vi frustrada por mi propia madre qué gracias a su sobre-protección y paranoia de perderme siempre trato de mantenerme lo más alejada que pudo de las armas, cosas que jamás pudo hacer con mis negocios y dinero.

Justo ahora me encontraba lejos de ese lugar y me daba la libertad de poder practicar, así que disfrutaba de una suave brisa cuando escuche la voz masculina qué tanto me hace suspirar en secreto

-¿Te encuentras lista para el entrenamiento?- giré a mirarlo, no llevaba la armadura, sin embargo, su vestimenta azul era un deleite, pues se notaba su trabajado cuerpo, eso no podía ocultarse ni con la gruesa tela que portaba- no planeó ser suave contigo solo porque eres una mujer - me dijo de manera socarrona sonriendo de lado, en esta ocasión llevaba su cabello recogido de media cola alta y se veía realmente encantador.

Hice un suave "jum"

Se posicionó al lado de mí extendiéndome el precioso arco que horas atrás me había enseñado, lo tomé y de nuevo el recuerdo de su cuerpo cerca del mío en la armería me invadió, pero rápidamente deseche el pensamiento tratando de que él no notase nada

-soy más dura de roer de lo que los maestres comentan-sabía que el tema de mi salud siempre fue tema de su conversación, ese era otra de las excusas que dieron para no subirme al trono

-entre los maestres eres tan famosa por tu fragilidad de salud cómo entre los guardias por tu belleza-bufo alistando las flechas y ofreciéndome una, la cual tome

Alce una ceja preguntándole con la mirada a qué se refería

-comprenderá que su llegada ha alborotado los corazones de más de un solo caballero de la ciudad- dijo con picardía en su cara, aun que el tono serio de su voz prevalecía

Mi corazón revoloteo expectante de que esa frase se refiera a él mismo también.

-y te encuentras entre esa lista?-le cuestiones disimulando con todo mi gran abanico de actuación aprendida en la política y comercio, rogando porque mi voz no me traicionase.

- yo a diferencia de mis compañeros sé mi posición -su desaire hizo que parpadeara varias veces mientras voltee a otro lado- Eres una princesa Targaryen, tu dragón me comería si me acercara de más-trato de bromear, pero mi risa me salió más amarga de lo que me hubiera gustado- pero sobre todo -escuche sus pasos a mi lado y por instinto lo mire, estaba al lado de mí, apuntado con su arco al blanco- no le faltaría el respeto a una mujer hablando de la manera burda en la que ellos lo hacían-frunció las cejas, pero no supe si de molestia o porque estaba preparando su tiro- jamás permitiré que le falten así al respeto princesa y no te preocupes, les enseñe a respetarte-tiro y la flecha dio unos centímetros al lado del centro.

No sabía cómo tomarme aquello, era decepcionante que de sus labios no salieran ni una indicación de que mi llegada también le dio un poco más de felicidad, pero por otro lado era halagador y me llenaba de dicha saber que él me respetaba a ese punto, qué no permitiera que mi nombre aun sin mi presencia fuera mancillado y su respeto a las mujeres siempre hacía que mi gusto por él fuese mayor, pues en mis años de experiencia pocos eran los hombres que realmente nos respetaban, no con palabras sino con hechos, pues muchos habían sido los que me cortejaron diciendo maravillas y luego me enteraba de que decían que era una puta de cuna de oro, eran tan pocos los buenos hombres que podía contarlos con mis dedos.

-es su turno majestad-asentí saliendo de mi estupor

En esta ocasión no se posicionó cerca de mí, solo lo suficiente como para acomodar mi brazo cuando se necesitaba y darme las flechas, lo preferí, realmente tengo intenciones de aprender, los primeros tiros ni siquiera llegaron al arco, pero Harwin en ningún momento se burló de mí, tampoco hizo muestra de frustración o de enojo ante mis fallos, por el contrario con calma me indicaba los pasos a seguir y mis errores.

Estábamos completamente solos y sin embargo el ambiente no podía estar más lleno de energía, después de un tiempo las bromas empezaron y solo fuimos detenidos cuando mis damas llegaron a indicarme que los lores estaban llegando y se solicitaba mi presencia, por lo que nos marchamos al centro del campamento donde un montón de vitoreo se escuchaba

-¡salve!, ¡salve!, ¡Aegon el conquistador, el segundó con el nombre!- se escuchó de un lord y todos le siguieron, gire los ojos molesta, era una ridiculez aplaudirle tanto a un segundo hijo, pero como era un varón...

-Princesa, temo que debo retirarme, mi padre me solicita-me indico Harwin con pena, mire a lo lejos como su padre le hacía señas

-eres libre de irte-le sonreí en despedida y este se marchó, era bueno que no hubiera notado mi cara ante ese escándalo.

Me encaminé a la gran tienda que había, dónde todos los invitados estaban llegando, pasé por allí y mientras le pedía a Ashra que investigara si Ivy había llegado ya escuche la conversación que las mujeres estaban teniendo, así que con sigilo me quede quieta escuchando su conversación

-¿qué le pasará a lady Joanna?- pregunto Alicent

-será vendida a una casa de placer en las ciudades libres-si se cree en los rumores- dijo lady Lannister al tiempo que llegaba Larys Strong, el hermano de Harwin

Claro, creamos ese rumor creado por el esposo antes de decir que el mismo la mando matar para tener a su amante en la cama

- mi esposo dice que ningún rey ha podido domar los peldaños de piedra por mucho, es un lugar inhóspito, ideal solo para salvajes-

"Mi esposo dice", que lamentable es que esas mujeres no tengan ninguna perspectiva ajena a la de su esposo

-tal vez la princesa, pueda darnos alguna idea- me señalo con la cabeza lady lannister y todas giraron a verme así que sin más remedio me uní a ellas

-no estoy segura de poder, yo nunca he estado en los peldaños de piedra

-su querido tío es la mente detrás de esta guerra entre los peldaños de piedra ¿no es así?

-no lo sabría, no eh habla con él en años mi lady

-desde que su prima lo suplanto como heredera-dijo con sorna mientras tomaba de su vino

-esas decisiones poco tienen que ver con Rhaenyra mi lady-le indique tajante- la princesa es la ideal para el puesto

-Daemon tomo sus decisiones lady Cara- trato de defenderme pobremente Alicent

-ha creado un lío y el rey debe de ponerle fin, que envié barcos y hombres y termine con la triarquia de una vez -dijo otra mujer que no dejaba de acariciar a su perro que parecía ya harto de ella

-la corona no está en guerra- excusé a mi tío

Por supuesto que lo estaba, yo misma había patrocinado a mi tío Daemon cuando todo esto empezó y nadie en la mesa del rey nos apoyó a corlis y a mí que estábamos perdiendo barcos y mercancía a manos de la triarquia

- lo está aún que el rey se niegue a admitirlo, hemos sido arrastrados a ella por su tío y la serpiente marina

-además se rumorea que usted tomó partido en esta guerra princesa, mucho antes de que empezara-continuo lady lannister- ¿o acaso es falso que usted patrocina esta guerra para su tío?

-¿usted o su marido han hecho algo para detener esta guerra lady lannister?-le sonreí con burla en mis ojos y vi como la señora se movió incómoda de su lugar-¿o usted lady ha hecho algo para ayudar al reino? -ambas mujeres se quedaron calladas y las demás parecían demasiado incómodas como para decir algo por y me retire molesta.

Afuera el clima empezaba a enfriar y el olor a comida llenaba mi olfato, a lo lejos vi a harwin que noto mi presencia incluso antes de que yo lo viese a él, por lo que camine en su dirección, pero fui interceptada por un rubio molesto con olor a perfume mal hecho en la bahía de los esclavos

-me pregunto princesa si su segundo onomástico fue así de grande- escuche decir a lord jason lannister

-si le soy honesta no lo recuerdo-sonreí con calma tratando de terminar la conversación pronto- y sin duda Aegon tampoco lo hará

-Es bueno verla de vuelta princesa-se puso enfrente de mí bloqueando mi paso y me ofreció una copa de vino de miel -el mejor vino de miel, hecho en lannisport

-creí que después de que le gane aquella mina en la subasta no volvería a dirigirme la palabra mi lord -sonreí de lado antes de darle un trago a la copa al tiempo que parpadeaba de manera inocente

Lo vi apretar los dientes y después relajar la mandíbula al tiempo que soltaba una respiración, aproveche eso para mirar detrás, harwin no dejaba de vernos y su cara no parecía nada relajada, él jamás confía en ninguno de los gemelos lannister

-es un buen campo de caza-desvió el tema- pero el mejor está en casterly rock , cerca de mi hogar, usted ya ha estado allí por supuesto

-claro, su hogar es un castillo alto y pintoresco

-se dice que uno parado en la torre de casterly rock en un día perfecto podría ver incluso hasta el mar del ocaso-se acercó a mí y me quede recelosa viendo su actuar- no tenemos posos para dragón, claro, pero tengo los recursos para construir una

-¿y para qué necesitaría usted una fosa de dragones mi lord?- levante una ceja dudosa, dando otro trago al vino, pues él no mentía, si era un buen vino.

Con la vista periférica vi que harwin no apoyaba que siguiera tomando del vino, jamás le gusto que yo bebiera bebidas tan fuertes, no hacía falta que lo gritara, su postura era la de un lobo en asecho, listo para brincar sobre el cuello de este rubio si la oportunidad se daba

-para guardar dragones por supuesto, haría cualquier cosa por mi esposa-casi me ahogo con el vino, pero lo tragué a penas y sentir el escozor del alcohol bajando en mi garganta

-le agradezco el vino- dije apresuradamente mientras me retiraba, solo vi al rubio poner mala cara ante el rechazo y a harwin teniendo la intensión de seguirme, pero fue detenido por su padre

Esa había sido una obvia insinuación y me negaba a aquello, no era mi intención casarme con él o con otro que no fuera aquel que atormenta mi mente hacía dos años ya, era ridículo.

Pero yo conozco a los lores, no dan un paso en la capital sin dar aviso, menos si se trata de proponer le algo así a una princesa dragón, mi madre ni siquiera estaba aquí, lo que demuestra que ella no sabe nada de esto y dudo que ella aceptara un matrimonio así, lo que me deja como único sospechoso a mi tío Viserys, el gran rey de Westeros

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Feliz navidad atrasada 🎄 y año nuevoooo!,de regalo des dejo un capitulo largo de casi 2 mil palabras jajaja

nos vemos en la próxima actualización el año que viene,recuerden que actualizo cada viernes ❀