cap 15

Harwin pov

Estaba nervioso, aterrado y malditamente enojado

Me había quedado afuera del cuarto haciendo guardia el suficiente tiempo como para ponerme furioso mientras adentro se encontraban los maestres que atendían a Helena, apenas se escuchaba lo que pasaba adentro, pero los sonidos de dolor de Helena eran como un maullido constante y bajo, me estaban arañando el alma en vida, tenía que hacer algo, si no lo hacía y me quedaba pegado a esa puerta escuchando su dolor sin hacer nada por ella, perdería la cabeza

Se separé con brusquedad de la puerta, tenía que encontrar al maldito, quien sea que hubiese envenenado a Helena tenía asegurada una muerte lenta, avisé a los capa blanca que cuidaban la puerta de mi adorada mujer dragón y a sabiendas que mi pecho se comprimía al saberme lejos de ella y de la protección que podría brindarle.

No recordaba nunca haber estado tan atemorizado cómo me encontraba ahora, ni siquiera en mi primer combate o torneo con la posibilidad de quedar con algún daño permanente o de fallecer me era tan petrificante como la idea de que helena podía morir, ¿Que haría sin ella? Ya había intentado una vez vivir sin la chica de preciosos ojos violetas y no lo había podido conseguir, me había dejado llevar por el alcohol y la tristeza, si ahora me la arrebataban de manera permanente dudaba siquiera poder mantenerme vivo.

baje los escalones corriendo rumbo a las cocinas, se habían cerrado las puertas reales apenas se supo que la princesa fue envenenada, nadie logró salir y los interrogatorios apenas habían empezado por todo el castillo, así que la maldita rata debía seguir aquí

-¡QUIERO A QUIEN ESTABA A CARGO DE LA COMIDA DE HELENA!- brame ingresando al cálido salón donde los alimentos eran hechos, a la mierda las formalidades del título, ella podría morir

En la cocina quienes de por si ya estaban asustados y azorrillados por la guardia que no les permitió salir solo me dirigieron una mirada de temor, muchos ni siquiera se atrevieron a mirarme

-¡Si ninguno habla les mutilare los pulgares a cada uno hasta que hablen, y veremos quién los vuelve a contratar sin ser capaces de sostener una cuchara!-amenace

Se escuchó algunos sonidos de preocupación y temor, se miraron entre ellos viendo quien sería el valiente

-m-mi seño-or-finalmente habló tartamudeando un chico de no más de 17 años, regordete y de cabello rizado rubio con el labio con una malformación que se arrastraba hasta su nariz, pareciera ser de nacimiento lo que explicaba su tartamudo y pronunciación

Sin embargo a pesar de su temor evidente al sujetar su mandil con fuerza y sus hombros contraídos como si temiera ser golpeado dió un paso al frente

-y-yo me en-encargo de lo-s a-alime-mentos d- La p-p-ssesa Hel-elena-lo deje que hablara apretando la mirada, él no era mas que un mocoso y aún que eso no lo hacía menos peligro no tenía la apariencia de un asesino-Ho-oy hice-e lo q- my-y la-dy ho-ordeno,no p-pudo habe-haber vene-n-no a-lli,y-yo mis-s-mo lo vi-vigile

-eres tan imbécil que seguramente alguien metió veneno en la comida sin que te dieras cuenta-grito molesto otro de los cocineros, ganándose la mirada de desaprobación de todos allí, incluida la mía-solo mírelo My lord, ni siquiera es capaz de hablar

-¿Te di permiso de hablar?-le gruñí mientras desenvainaba mi espada amenazandolo, odiaba a los malditos brabucones , él hombre agachó la cabeza y negó disculpándose-¿Porque habría de creerte?-le pregunto al chico que de inmediato pone cara de angustia, totalmente triste

-yo-o le deb-o l-a-a vi-da al-a prin-princess-sa, si ell-ella, no m-m hubi-era hubi-era com-mpra-ado a mi-i pad-re yo-yo y-a hubi-iera m-mu-muerto- me sostuvo la mirada decidido, con una voluntad tal que me hizo levantar las cejas- ¡no-o da-ñaria jamas-s un cabello a la prin-cessssa!

Lo último lo pronunció con firmeza y coraje, él apretaba la boca conteniendo las lágrimas, parpadee varias veces analizando la situación, seguramente este chico era uno de los que Helena había amadrinado, sabía que tenía a un cocinero aquí, uno que era incluso el favorito del rey por su gran sazón, debía ser este chico

-Theo sería incapaz de hacer algo así mi lord-el mayor de los cocineros hablo, Lucia como el jefe de cocina- soy capaz de meter mis manos al fuego por el, si desea mis pulgares, tómelos, Pero el chico es inocente

Me apreté el surco entre la nariz y los ojos, si este niño era inocente y yo le hacía algo Helena se enfurecería, apreté los dientes ¿Habrá algo en lo que ella no me deje entre la espada y la pared?

-Si tú vigilaste la comida y tan seguro estás de que no había nada, ¿Quién pudo ser?-lo juzgue con la mirada de manera dura, si esto era un truco, lo atraparía.

Pero él no aflojó su comportamiento y me seguía mirando a la cara con ojos aguados

-su-u don-donce-lla,era ot-ra ho-oy, m-me di-j-o q- se-s lo en-entregari-ia a Asss-ara- termino de decir

Empecé a atacar cabos, ¿Otra doncella? intenté recordar a las mujeres que revoloteaban alrededor de Helena, estaban las de servicio, las que le ayudaban en su negocio de perfumes, Ashara e Ivy quienes serían incapaces de dañar a su señora, Pero además de ellas...

-¿Su maldito cabello era rojo?-el asintió con fervor y maldije

Era la condenada sirvienta de Beth que Helena había insistido en contratar, ella no era consiente de que conocía de ello, pero no era la única con contactos en el castillo y mi hermano larys sabía más de lo que debería, no fue difícil que él se enterará y me dijera, no lo había hecho con ninguna de las mejores intenciones, fue más para intentar crearme discordia con helena, no le funcionó en su momento, Pero ahora me resultó útil saberlo

El chico dijo que ella le juro ser la hermana de Ashra, y como ya había acompañado a las dos damas principales en algunas ocasiones a llevar la comida, no sospecho nada, por eso ella llevó el desayuno hoy

Y sería ciego e imbécil si no sabía quien orquesto todo, les agradecí su información y salí corriendo endemoniado rumbo al hospedaje de la chica pelirroja que estaba seguro que orquesto todo

-¡ERES UNA MALDITA LOCA!-entre por la fuerza en la habitación de Beth después de tener que golpear a sus caballeros que me impidieron el paso al verme llegar hecho más demonio que hombre

La menuda joven se levantó de su asiento, los ojos hinchados y el semblante sombrío

-Harwin, viniste -sonrió volviendo a tener los ojos lagrimosos- tenía que hablar contigo, quería hacerlo Pero mi padre me prohibió salir-me acerque a ella a zancadas largas y pesadas, conteniendo el enojó - lo que dicen de mi no es verdad, eso es un vil rumor de la princesa

La tomé por los brazos con fuerza de hecho con demasiada fuerza para mi conciencia, una conciencia que en el fondo me impidió tomarla del cuello por milésimas de segundo, sabía que la estaba lastimando y no podía importarme menos

-¡Cómo la puedes mencionar siquiera con esa asquerosa boca!-la sacudí con violencia-tu fuiste quien mando envenenar a Helena -sise colérico

-¿De que hablas?-respondió con la cara desencajada

era idiota si pensaba que podía usar su fingida inocencia conmigo y le funcionaría

-trae a tu sirvienta la de cabello rojo, quiero ver que tanto sostiene tu mentira delante de mi espada-la solté de un brazo y la jale del otro forzándola a avanzar a la puerta, ella empezó a forcejear y gritar

-¡Suéltame!, ¡Yo no soy capaz!-gritaba entre gimoteos

La puerta de la habitación se abrió de golpe y lord Tully seguido de mi padre entraron a la habitación

-¡SUELTALA STRONG!-grito el señor de aguas dulces mirándome con desaprobación-¡¿Se puede saber porque entraste así a la habitación de mi hija?

-¡Harwin, suelta a la señorita!-me riño con voz dura mi padre

-¿ Ella es una Señorita?-dije en tono burlón, dándoles una sonrisa llena de sorna, mirando a la pelirroja de arriba a abajo con una ceja arqueada- creo que todos sabemos aquí que hace mucho dejo de ser una señorita

Su padre miró a otro lado avergonzado, Pero volvió la mirada molesto, mi padre solo me miró sorprendido

-¿Es por eso que reaccionas así?, no te sabía un hombre celoso- me hizo una mueca y sentí la bilis llegar a mi paladar por la insinuación

ya estaba harto del teatro del compromiso y asqueado de que por un instante me sentí culpable de los rumores de la mañana, incluso llegué a compadecerla, a considerarla por la vergüenza a la que la sometería si rompía mi compromiso antes de todo esto, pero ya habían rebasado mi límite, todos ellos

- no estoy aquí para cuestionar la virtud de su hija, porque me consta que no tiene ninguna-dije sin soltar mi fuerte agarre en la chica que se sacudía para intentar soltarse-
su honor para mí callo al suelo cuando intento seducirme entrando de madrugada a mi habitación-arroje con fuerza a la chica frente a su padre y está cayó de rodillas-hoy me enteré que es su mal hábito ingresar a la habitación de los hombres por la noche- él hombre lucía furico, pero su vergüenza era mayor y evidente-¿Quieren saber porque estoy aquí?, porque su hija fue quien mando envenenar a la princesa

Los llantos de Beth sonaron a lo alto, su padre perdió el color y el mío lucía incrédulo

-es una grave acusación hijo, espero que tengas pruebas-yo asentí apretando la quijada, sabía que su sirvienta bien podía mentir, pero era mera lógica que ella fuera la culpable, lo sabía y si era necesario traería al cocinero a qué corroborara a la persona

-lady Tully tiene unos celos bastante conocidos hacia la princesa y curiosamente el día en el que se ventila sus comportamientos nocturnos la princesa es envenenada

-eso no es prueba suficiente-dice lord Elmo

-que traiga a la que fue su sirvienta, la chica que sirvió en su casa y que llegó antes que ustedes aquí, quien sirvió la comida de la princesa me dijo que ella fue quien llevó la comida

-todas las sirvientas y doncellas de la princesa fueron puestas en los calabozos hasta que terminen de ser interrogadas -dijo mi padre y Beth pareció aliviada llorando bajo, levantándose con ayuda de su padre- puedo traerla aquí, Pero si estás mintiendo hijo...

-Asumiré las consecuencias-le gruñí a mi padre

Beth retomo el llanto y su padre la sostuvo sin decir nada, con el rostro y la mirada perdida

minutos después los guardias ingresaron a la habitación a quien reconocí como la perpetuadora, llevaba las manos esposadas y los hombres no la soltaron

-Mis lordes, my lady...-dijo bajo, ni bien puso un pie adentro y nos vio a todos su piel perdió el color y sus ojos no dejaban de buscar con urgencia a los de lady Tully que evitaba mirarla

-tengo entendido que tú sirves a la princesa,¿No es verdad?-ella asintió sin dejar de ver a Beth-Y antes de eso, ¿La servías a ella?-no me respondió, evitando mi mirada

Lord Tully al contrario de su hija miraba constantemente a la sirvienta, en su rostro era obvio que era capaz de reconocerla pero permanecía estoico, nervioso, la sirvienta por su parte mantenía la mirada baja rendida de que beth no le dedicaran ni una sola mirada en respuesta

No tenía tiempo para sus estupideces y para jugar al gato y al ratón, desenfunde mi espada aún con las palabras negativas de mi padre a ello y al grito ahogado de Beth, la chica se sacudió entre el agarre de los guardias, Pero estos la sostuvieron con fuerza, expectantes de mi siguiente movimiento

-dime de una condenada vez si ella-señale a la que se creía mi prometida-te mando poner veneno a la comida de la princesa-la apunté con la espada y me acerque a ella con calma, amenazándola

La sirvienta paso saliva poniendo cara de horror y sin despegar la mirada ahora de mi espada, Pero no dijo nada

-seguro pensaste que eras una chica inteligente, si te creíste capaz de jugar para dos amos y obtener lo mejor sin esperar tener ninguna represalia-me acerque tanto que mi espada quedó a centímetros de su cuello-te doy una última oportunidad, si me confiesas la verdad veré que no te maten, pero si te niegas-pegue el filo de mi espada a su cuello y un hilo de sangre le escurrió, ella soltó un chillido

- ella no es más que una simple sirvienta -beth sonó detrás de mi-puedo mandarla torturar por ti si eso es lo que deseas, Pero ella no dirá tales cosas

La pequeña chica pelirroja a la que tenía frente a mi miro a mis espaldas con los ojos totalmente abiertos y el terror entremezclado con el enojó
creciente

-si quieres podemos matar a toda su familia si te alivia y quieres a alguien a quien culpar-gire la cara estupefacto por lo que me decía, la facilidad con la que se desharía de ella-pero yo soy inocente harwin, tienes que creerme

Sostuve la espada en el cuello de la sirvienta pelirroja mientras Beth se acercó a mi por la espalda y me abrazó poniendo una de sus manos sobre la empuñadura de mi espada, empujó mi mano para que se encajara más la espada en la piel de la otra joven, cosa que pasó y le atravesó un poco más la piel pero la contuve y me separé de la mucama para alejar a la asquerosa chica de mí

-estas enferma -susurro la sirvienta mirando con horror a Beth, llevando sus manos a la herida que ya escurría-tu me prometiste que no me pasaría nada si hacía lo que me ordenaste

-¿entonces es verdad?-pregunto lord elmo con la voz distorsionada del miedo

-ella estaba enojada por el rumor de la mañana, me mandó llamar minutos antes de que el desayuno se sirviera y me prometió volverme lady si ponía veneno en el desayuno de la princesa-empezó a decir con rapidez, con temor a que la matáramos antes de que terminara

-¡CÁLLATE!- Beth le dio una bofetada- ¡eso es mentira, no es verdad nada de lo que dices!- me miró y la sombra de sus ojos juntos a esa sonrisa tensa y suplicante que me dirigió me hizo dar un paso atrás por precaución-Harwin, yo jamás podría hacer algo así, no hay manera en la que ella pueda separarnos, no tengo porque matarla

Ella intentó extender su brazo hacia mí, yo la parte con brusquedad y su sonrisa se sacudió con movimientos erráticos

-¡suficiente! -mi padre quien hasta ahora solo había sido un espectador interrumpió todo con autoridad- esto será investigado conforme a la ley, llevense a la chica para ser interrogada

Los guardias asintieron y sacaron a la chica que los siguió sin ponerse

-lord strong, usted tiene que detener esta locura, acusar a mi hija de algo así es...-mi padre lo corto con un movimiento de mano, lord elmo lucia desesperado

-no me corresponde a mi tomar esas decisiones my lord- negó con pena

-¿De verdad estás haciendo todo esto por esa perra?-dijo por lo bajo Beth, atrayendo la atención de los 3- ¡Yo voy a ser tu mujer, deberías protegerme a mi!
¡No a esa puta dragón!

Mi padre se llevó la mano a la frente y lord tully miro a su hija con cara de horror cómo si estuviera viendo a alguien siendo destripado delante de él, no era para menos ella podía ser ejecutada por llamar así a la princesa

Había sido demasiado amable con ella y gracias a eso pensaba que me importaba, que me podía llegar a importar más que Helena, me sentí asqueado y horrorizado de que pude llegar a tener que compartir mi vida con ella

-reniego de ese maldito compromiso, lo repudio desde el primer día-se lo escupí en la cara, retomando mi cólera inicial, sintiéndola en lo mas profundo de mi estómago y me gire a mi padre y lord Elmo- ¡Rompo este compromiso!, ¡si vuelvo a ver la cara de esta maldita, juro que la mataré!

-¡esas acusaciones son demasiado strong!-Lord tully estaba igual de rojo que su cabello

La cara de Beth se contrajo y sus ojos estaban totalmente desorbitados, estaba tomando un tono rojizo del coraje

-estas tomando una decisión muy apresurada, deberías de esperar a que la investigación termine, si ella es inocente entonces...-empezó mi padre

-entonces nada, aunque no fuera la culpable del intento de asesinato a la princesa me niego a estar con alguien como ella, solo pensarlo me asquea -mire colérico a mi padre y lord elmo- den por terminado este compromiso -me acerque a mi padre lo suficiente para que escuchara mi susurro-si no rompes este compromiso o me envuelves en cualquier otro arreglo matrimonial, ve considerando a Larys tu heredero

mi papá abrió y cerro la boca impactado por mi declaración, él quería a Larys, pero no lo quería de heredero

Sali dando un portazo, ignorando por completo los gritos de súplica de la pelirroja

━━━━━ ☾✲☽ ━━━━━

Desperté cuando el sol apenas amenazaba con salir, mi cuarto aún permanecía en la oscuridad, olía al incienso que siempre usaban los maestres para disipar el aroma a enfermedad y las velas a mi alrededor alumbraron a quienes se encontraban allí

Mi madre estaba sentada en una silla al lado de mi cama, con la mitad del cuerpo recostado en la cama y su mano sosteniendo la mía, 

Harwin parecía dormir de pie en la entrada de mi habitación, el caballero vestía su armadura, inmóvil, recargado contra la pared ¿Cuántas horas llevaba de pie allí haciendo guardia?

Respire con pesadez, mi garganta dolía, mi abdomen estaba muy adolorido y se lo atribuí a todas las veces que los Maestres me hicieron vomitar.

-mamá-la llame y ella inmediatamente salto somnolienta de su lugar, me miro entre el alivio y el temor

-mi dulce niña-mi madre contuvo las lagrimas mientras se levantaba para ponerme entre sus brazos-gracias a los 7 despertaste

-recuerdo que sentía mucho dolor y luego vomite sangre-dije con calma aun con la voz ronca-los maestres...que fue-apenas alcance a decir

-te envenenaron hija, los maestres dijeron que el veneno entro a tu estomago dentro de algún alimento, pero lograron salvarte porque no llevaba mucho tiempo dentro de ti

-¿quien?-pregunte apenas

-tienen a los sospechosos presos, pero aun no se sabe quien fue -acaricio mi cabello que sentía sudoroso y pegado a la frente

-Ivy,Ashra -llame a mis damas con esfuerzo, no se veían por la habitación-¿salieron?

harwin abrió los ojos de golpe dando un brinco en su lugar igual que mi madre hizo cuando me oyó llamando a mis doncellas y corrió al lado de mi cama

-despertó su alteza - su formalidad volvió en presencia de mi madre y su mirada de alivio me recorrió entera.

-mis doncellas-volví a preguntar cuando ninguno de los dos parecía querer responder

quizá estaban limpiando todo el desastre en las sabanas que seguramente hice porque las que tenia encima olían a limón, las cambiaron mientras dormía seguramente, mi madre ignoro mi pregunta de nuevo y dándome un beso en la frente se levanto

-te traeré algo y llamare a los maestres, no confió en que traigan la comida, yo misma la hare-miro a harwin-la dejo en sus manos lord strong, protejala hasta mi regreso

-con mi vida-respondió él y mi madre se apresuro a salir

harwin tomo mi rostro entre sus manos y me dio un beso tierno y cuidadoso en las mejillas y frente, temiendo causarme algún dolor, tomo mi mano aun helada

-si no hubieras despertado habría acabado con mi propia vida-sus ojos parecían cansados, sus ojeras eran visibles y la apariencia desaliñada me dejaba ver que seguramente no se despego de mi ni para dormir- cuando empezaste a escupir sangre sentí mi corazón caer, pero verte pelear por tu vida-apretó los labios y sus ojos se aguaron, pero no soltó ni una lagrima, se estaba conteniendo-te veías con tanto dolor...

Levante con pesadez mi mano libre hasta su rostro y lo acaricié, él sostuvo mi mano allí

-no soy tan fácil de asesinar-intente sonar graciosa pero mi voz se ahogo al final- mi voluntad es fuerte

El tomo mis dos manos entre las suyas y las besó, le gustaba hacer eso.

-mis doncellas-volví a preguntar

-llevas 3 días inconsciente, el primer día en cuanto anunciaron que fue veneno se...apreso a todas tus damas y sirvientas, como ella eran las más cercanas a ti corrieron la misma suerte- me explico

-¿Apresaron a Ivy y Ahsra?,ellas jamás me harían daño-intente levantarme pero el dolor y el cansancio azotó mi cuerpo

-no fuerces tu cuerpo-él me sujeto de la espalda y por debajo de las rodillas para ayudarme  a sentar

-mi madre dijo que ya había sospechosos,¿ quiénes?- me forcé a decir aún con la voz rota

Harwin tomó un largo suspiro alejando a lo que parecía ser la sombra de su molestia

-me temo que lady Tully- vaya que no me sorprendía la respuesta, si pudiera señalar yo misma a alguien dentro de este Castillo capaz de hacerme algo así sería en definitiva ella- esta está custodiada en su habitación el rey estaba esperando a que tú despertaras para tomar una decisión

Sabías que era una chica desesperada y que estaba preocupada por mí influencia en Harwin, Pero ¿envenenarme?, eso fue demasiado

-quiero ver a mis doncella, diles que ordenó que las suelten-harwin se rasco la barba con un gesto de cansancio y negó, realmente se veía agotado

- lo intente, no me lo permitieron los guardias, solo pude llevarles unas sábanas y asegurarme de que fueran alimentadas

-iré por ellas-hice el intento de nuevo de levantarme y el dolor me hizo soltar una queja sonora

el castaño puso cara de preocupación por mi reacción y soltando un juramento al techo y pasando sus manos por la cara, en un gesto que no sabría definir si era para alejar el  sueño o la molestia de mi afán por levantarme me miró rendido, me retiro las sábanas con calma paso sus manos de nuevo una por mi cintura y otra por debajo de mis rodillas, me levanto empezando el caminar rumbo a la puerta

-se que no vas a descansar hasta que las veas-me dio un beso perezoso en la frente- mujer, un día me  terminarás matando

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