𝐏𝐚𝐫𝐭𝐞 𝐮́𝐧𝐢𝐜𝐚

La sonrisa de Jiang YanLi era de los tesoros más preciado de Wei WuXian y Jiang Cheng.

Desde una edad temprana, la pequeña flor de loto se encargó de sus pequeños y adorados hermanos —producto de las fuertes disputas de sus padres—, convirtiéndose en una verdadera figura materna para ellos.

A YanLi se le llenaba su corazón de tristeza al observar el pesar de los pequeños, debido a la ausencia de los mayores a su cuidado, así que les dedicó su mejor sonrisa incitándolos a divertirse y jugar los tres juntos. Y, para finalizar ese día, ella prepararía una deliciosa sopa de raíz de loto para regocijo de A-Cheng y A-Xian, ya que ellos amaban esa comida, pero su mayor felicidad era ver a su querida hermana con esa bonita expresión en su rostro, que les llenaba de una inexplicable calidez.

El calor y amor de una madre.

Los años pasaron, así como las estaciones, y a pesar de que sus hermanos enfrentaban el camino de la madurez, YanLi les siguió regalando esas sonrisas características, expresándoles su más sincero apoyo.

Sus padres siguieron con sus reclamos hacia el otro, a ella también le dolía aquella situación al igual que los menores, pero era la mayor. Debía ser fuerte, y sobrepasar esas dificultades que se le presentaban, sonreír por ellos, eso haría.

Aunque, después de mucha calma, una gran tormenta proclamaba con azotar sus nobles corazones.

El muelle de Loto que alguna vez consideraron su hogar ardió en fugaces llamas, quemando esos bellos recuerdos y la burbuja de felicidad que habían formado los tres juntos. Llevándose también a aquellas figuras paternas que no estuvieron muy presentes en su crecimiento.

Desde ese momento, la guerra se alzó contra el alba y Jiang Cheng tuvo que tomar el mando de la tenacidad secta Yunmeng Jiang, Wei WuXian estaba desaparecido y lo más probable que muerto, siendo este último quien les generará una gran preocupación en aquellos momentos.

Con mayor razón, YanLi se esforzó en mostrarse serena y feliz para sacar adelante a su querido hermano menor y no agregar más peso en sus cargados hombros, mientras que en silencio y profundo de su ser, rogaba a los dioses que su otro pequeño volviera a ellos.

«A-Xian, espero estes a salvo»

Los años volvieron a pasar y con ellos el retorno de Wei Ying, aunque luego de eso hechos más caóticos caerían sobre ellos.

Al final, Jiang YanLi contrajo matrimonio con aquella persona que siempre estuvo en su corazón, Jin Zixuan, sentía una felicidad inmensa y gran emoción por pasar toda su vida al lado de su ahora esposo.

Las sonrisas genuinas que desprendía inconscientemente —sin necesidad de obligarse— le daban un respiro a su corazón, y más aún por el pequeño que crecía en su vientre.

«¿Quién pensaría que la vida no tenía planeado un final feliz para ellos?»

Y ahí estaba ella, de pie frente a la tabla de su gran amor con su querido hijo en sus brazos mientras portaba las características vestimentas blancas de luto.

Mientras el incienso se consumía, recordó sus momentos frente al Jin, las sonrisas avergonzadas que le regalaba, cuando trataba de tomar su mano de forma nerviosa, las lágrimas que derramó cuando sostuvo a su querido hijo en sus brazos.

Esos y muchos más recuerdos se repetían una y otra vez en su cabeza, tanto que un nudo se formó en su garganta y pequeñas gotas amenazaron por salir, estaba lloviendo fuertemente en su interior.

Pero, sólo bastó observar el dulce rostro durmiente de Jin Ling para que una sonrisa sincera se formará en sus labios y dejó un pequeño beso lleno de calidez en su cabecita para partir.

«Tengo que ser fuerte, sonreír por A-Ling. Así que, todavía no puedo partir contigo querido, hay cosas de las cuales tengo pendientes»

Le dio una última mirada a la tablilla de Jin Zixuan y desapareció del salón.

YanLi debía hablar con Wei Wuxian, necesitaba sacar de su pecho aquellas palabras, aclararle que no era su culpa, que él sigue siendo su pequeño hermano.

No soportaría perder a otra persona querida para ella, así que corrió lo más rápido que sus piernas se lo permitían hacia el campo donde se desencadenaba la batalla, estaba decidida a alcanzarlo, a protegerlo y hacerlo entrar en razón, que se mantuviera a salvo.

Al llegar el escenario frente a ella era devastador, el olor a sangre y los múltiples gritos la dejaron anonadada y desesperada, sólo se expandió el sentí emítanos de temor por la vida de Wei Ying.

Corriendo entre la multitud de cultivadores, YanLi lo encontró, a pocos pasos de ella estaba su hermano, la vida parecía darle una segunda oportunidad y aprovecharía para decirle lo que quería.

Aunque, toda ilusión fue borrada cuando vio como un hombre amenazaba con acabar con la vida del menor.

«Tengo que protegerlo, tengo que protegerlo»

No hubo tiempo para pensar que hacer, sólo siguió a su impulso corriendo lo más que pudo para alcanzarlo, para evadir su muerte.

—¡A-XIAN!

Ese grito hizo eco en la mente de Wei Ying y sus ojos se abrieron de par en par, al ver el cuerpo ensangrentado de su Shijie a sus pies.

Jiang YanLi sintió como su todo a su alrededor pasaba en cámara lenta, el dolor no era nada si así pudo proteger a su A-Xian, quería hablarle, decirle que viviera, pero ninguna palabra salía de su boca.

Pensó en A-Cheng, en cómo le hubiera gustado seguir viendo cómo se convertía en un buen líder de secta y que se reconciliara con A-Xian. Pensó en A-Ling, en que no tendría a sus dos padres cerca, en que no recordaría cuánto lo amaban ella y su esposo, en qué no estaría ahí apoyándolo y sonriéndole.

Siendo sincera, YanLi tenía miedo, miedo de abandonar a sus hermanos y su más preciado tesoro, su pequeño.

«Perdóname A-Ling...»

Pensar en su pequeño le formó un nudo en su garganta, las lágrimas comenzaron a salir sin detenerse, nublando su vista y alzó su mano tocando una melena y rostro conocido para ella.

—¡Shijie! ¡No! ¡Shijie!

A-Xian sostuvo su mano entre la suya temblorosa implorando que no cerrará los ojos, que era su culpa todo esto.

—A-Xian... no... —su garganta no quería ayudar.

«No es tu culpa, no te culpes»

YanLi le dedicó una leve sonrisa tratando de tranquilizarlo y trasmitirle sus pensamientos, cosa que esperaba fuera posible, pero su fuerza estaba decayendo, tanto que la mano que acariciaba sutilmente el rostro del menor se deslizó cayendo sin cuidado en su herida, pero si.

«A-Cheng, A-Xian, por favor les encargo a A-Ling»

La vida de la bella flor de loto se marchito, pero sus sonrisa seguiría como un bonito recuerdo en las memorias de aquellos seres queridos para ella.

«Confió en ustedes»

Jin Ling se despertó con una suave voz, sentía que había tenido un sueño muy largo y una nostalgia indescriptible invadía su pecho.

No recordaba lo que había soñado, solo la borrosa silueta de una mujer que lo llamaba con una voz tenue y una sonrisa, que le pareció hermosa.

Sin darles muchas vueltas, se levantó rápidamente, colocándose sus típicas vestimentas doradas y salió de sus aposentos designados en Yunmeng Jiang, ya que tenía unos asuntos que resolver ahí primero antes de volver a Torre Koi.

Al dirigirse a la entrada del salón principal, las voces bulliciosas de sus dos tíos no se hicieron esperar, otra discusión habitual se estaba llevando a cabo.

—¡Ahh! Mi querido sobrino, buenos días —exclamó con voz entusiasta Wei Ying, agitando su mano de forma animada.

—Ya era hora de que despertarás —y su tío Cheng tan amable como siempre.

Aunque, cuando los observó por unos momentos, una cálida sensación envolvió a Jin Ling, que ni siquiera tuvo las ganas de molestarse con el ruidoso de Wei WuXian o avergonzarse por el disgusto de Jiang Cheng.

Se detuvo unos segundos, recordando la expresión de la mujer de sus sueños, por lo que esbozó una reconfortante y sincera sonrisa.

—Buenos días.

Sólo por ese instante A-Ling quería ser completamente honesto con ellos, tal vez sólo intentar imitar aquella hermosa sonrisa que veía en sus sueños.

El líder Jiang y Wei Ying quedaron atónitos, aunque este último fue el primero en reaccionar, burlándose del menor.

—¡Vaya, vaya! No sabía que podías sonreír así, de que me quieres mucho ¿Verdad? —se acercó a su sobrino para rodear sus hombros de forma risueña, provocando el sonrojo del menor incrementará.

—¡¿De qué hablas, Wei WuXian?! Yo fui quien lo crió, obviamente yo soy al que quiere.

—Eres muy malo, Shidi.

Jin Ling sólo se alejó del espectáculo que estaban montando mientras tocaba su frente irritado, aunque no lo admitiera los quería pero nunca se los diría abiertamente, al menos no por ahora.

Siguiendo con los dos adultos que siguieron su disputa de nuevo, a pesar de esto, ambos coincidían en algo.

En qué la sonrisa sincera de A-Ling, era idéntica a la de su querida YanLi, tanto que trasmitía el mismo sentimiento reconfortante y de calidez.

Un suave susurrar llegó a los oídos del menor y una brisa tranquila lo hizo voltear.

«Muchas gracias» desde lejos una mujer de ropajes con tonos morados comenzó a desvanecerse, siendo su sonrisa la que más brillaba en toda su silueta.

Jin Ling no encontró nada, pero una calma se formó en su interior, volviendo a esbozar —esta vez tenue— una sonrisa hacia sus tíos.

NOTAS DE LA AUTORA:

Mi headcannon es que mi Wei y Cheng van reconstruyendo su relación de hermanitos de a poco, no será lo mismo tienen heridas pero pueden apoyarse. uú

Mi querida shijie, te lloré mucho junto con mi rollito de canela, bueno lloré en casi todo pero detalles.

He visto qué hay controversia por su sacrificio, ya que Wei Ying igual murió, pero pienso que YanLi, se sentía desesperada y temerosa con perderlo, no pensó con claridad, era angustiante vivir otra perdida en su vida, así como sus padres y ZiXuan, tenía el corazón dolido, después de todo su amor fue muy profundo con los años y no tuvieron tiempo...

Ya no digo más, porque me pongo a llorar.

Espero les haya gustado, si votan y me siguen podrán ver más contenido de Mo Dao Zu Shi.

¡Muchas gracias por leer! 💜

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