❝Manzanas de postre.❞

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Mirando todo con tremendo odio tallado en su marcada expresión de enojo contenido, pero que se notaba gracias a un ligero temblor en su párpado derecho, un oscuro semental caminaba a pasos firmes y un tanto veloces hacia la dirección que la yegua en su espalda le dió, hacia su casa.

Todo quién lo miraba se asustaba al ver su mirada y rápidamente lo reverencian pensando que está de mal humor por algo que paso en su paseo, hasta que cuando pasaban a su lado se fijaban que en su espalda , llevaba encima a una pequeña mancha morada y celeste que dormitaba encogida en su espalda, ella había cumplido su palabra de no decir nada más que la dirección de su casa. Pero cuando los minutos pasaban, el cansancio y el suave mecido de la espalda del otro y su suave respiración, le empezaron a dar fatiga, además del cansancio pasado, tanto que lucho con todas sus fuerzas de no cerrar los ojos porque no podía dormirse en el lomo del Rey, porque temia que se enojara con ella por hacer tal cosa, pero fallo terriblemente, soltando un último suspiro para finalmente cerrar sus párpados, acurrucándose sin darse cuenta, en el calor contrario.

Por otro lado el semental estaba respirando tranquilamente para no tirar a esa poni de su espalda e irse al palacio, le costaba todo su autocontrol no hacerlo, realmente estaba viendo que la idea le gustaba mucho, la verdad la hubiera dejado tirada en el parque y marcharse sin importarle el como ella llegaría a su casa con las patas como gelatina, pero su amor por las manzanas se lo impidió, en especial al estar cocinadas en una, talvez deliciosa tarta que la poni morada le prometió al salvarla de no romperse nada, Sombra odio tenerle tremendo afan a las manzanas, pero en su defensa tenia hambre, y si es por dicha fruta, tenia apetito siempre.

Cuando diviso una panadería, que suponía era el hogar de la poni en su lomo que obedeció sus órdenes de cerrar la boca en todo el camino, se quedó frente al local, esperando que la hembra dijera algo y que afirmara que esa era su casa.

Esperó un momento, pero no escucho nada más que una suave respiración que sus orejas detectaron al instante, y que por estar conteniendo su enojo, no notó, así que girando su cabeza, vio que la pequeña poni morada estaba dormida en su lomo, y por lo que vio, estaba muy cómoda, tanto que casi parecía abrazar su cuello.

Apretando la mandíbula, contuvo un grito de pura rabia, respiro profundamente y suspiro al cielo, sintiéndose un simple objeto dónde la hembra podía dormir a gusto, estaba seguro que si no hacia algo, la tiraría al suelo, y por desgracia, se obligó a si mismo a no tratar a ninguna hembra de forma tan brusca, sin importar cuánto le encantara la idea, pero se contuvo.

⸻ Maldita sea. ⸻ Gruño y entro a pasos firmes al local, llamando la atención de los que estaban adentro, quién al ver que se trataba del nuevo monarca del imperio se reverenciaron a él, Sombra los ignoro y miro a los ponis que estaban al otro lado del mostrador. ⸻  ¿Quienes son los padres de esta yegua?. ⸻ Señalo a su lomo, colocandose un poco de perfil para que los ponis que atendían el mostrador la miraran.

Rápidamente ambos tras el mostrador llegaron a él, no sin antes mostrar sus respetos.

⸻ Ella es nuestra hija, Majestad. ⸻ Dijo la yegua, llendo a un lado de él para poder ver a su hija, asustada de que algo le hubiera pasado a su pequeña. ⸻ ¿Que le paso?. ⸻ Pregunto pero el semental la ignoro.

⸻ ¿Indiquenme su habitación?, Y que ella les cuente lo que le paso, yo vine aquí por una tarta de manzana y sin ella juro que llevaré a su hija al calabozo por metirme. ⸻ Amenazo, la yegua, madre de Twilight asintió.

⸻ Cl-claro Majestad, por aquí por favor. ⸻ Señaló el corredor que llevaba a una puerta.

Sombra la siguió en silencio, cruzó el corredor y cruzó la puerta, junto a ella una sala donde estaba una mesa repleta de ingredientes y materiales de cocina y un horno a leña, del lado derecho, unas escaleras pequeñas separadas de la cocina por una de pared, las cuales llevaban al piso superior, la yegua mayor señaló las escaleras y Murmuró una disculpa a cualquier razón por la que ella terminó así.

⸻ Su habitación es la primera puerta Majestad, una vez más, pido disculpa por mí hija. ⸻ Se reverencio.

Sombra asintió y lentamente subió las escaleras, teniendo cuidado de no dejar caer a la pequeña yegua que llevaba a cuestas, cuando vio que la madre de la yegua, al llegar arriba distinguio la primera puerta y entro, ni siquiera reparo en la habitación de la hembra simplemente, con su magia levanto a la poni de su lomo y la levanto hacia la cama, tirandola con un poco de brusquedad, pero a esta no pareció importarle, acurrucándose entre sus almohadas.

Sombra se dijo que esa poni tenía el sueño pesado.

Salió del cuarto y bajo las escaleras hacia el local nuevamente con la madre de la poni morada tras él, cuando llegaron el padre de ella mostró ante él una tarta humeante.

⸻ Tome Majestad, mi hija dejo hechas las tartas antes de irse, así que la calente para usted. ⸻ Sombra miro fijamente al otro semental y solamente tomo la tarta con su magia, el padre de la poni le hizo una reverencia. ⸻ No tengo idea de la razón por la cual mi hija llegó con usted en su lomo mi Rey, pero en nombre de ella y mi esposa, le doy mis más sinceras disculpas. ⸻ Exclamó con sinceridad.

⸻ No se preocupen, su hija no hizo nada más que pedir mí ayuda, así que no se asusten de que ella haya hecho algo que me enfadara. ⸻ Sombra nada más asintió y camino hacia la puerta. Antes de irse volteó a ver a los dueños del local, ignorando las miradas ajenas: ⸻ Díganle a su hija que en dos días la quiero en el castillo.

La pareja se volteo a ver.

⸻ No se preocupe mí Rey, nosotros le recordaremos a nuestro hija su llegada a palacio.

Cuando Sombra finalmente salió del local, la tención que se estaba conteniendo en el local rápidamente explotó.

Todos en la panaderia miraron a los dueños viendo que estos asustados se vieron buscando que hacer, nerviosos de lo que sea que su hija haya hecho para que el Rey quiera verla en el palacio.

Y mientras que un caos se hacía abajo con los ponis del local preguntándoles a la pareja que hizo su hija, una yegua de melena celeste dormía plácidamente en su cómoda cama, ajena a la situación.

Por otro lado el semental oscuro iba comiendo su tarta tranquilo con mirada dormida mientras caminaba por las calles cristalinas hacia el castillo, entro a la plaza del corazón viendo al cristal brillante en su lugar. Cuando Amore le cedió el trono él se dió cuánta que el norte helado estaba a punto de enterrar al imperio, así que por el momento decidió dejarlo de nuevo en el lugar, ya que con Amore encerrada en el calabozo con un hechizo de anulación de magia incrustado en pequeños cristales en el cuerno de la yegua, evito que escapara, con ella ahí no había riesgo de que ella usará el poder del corazón en su contra, así que apenas lo coloco de nuevo, con el corazón en su lugar el norte helado poco a poco fue retrocediendo por el poder del cristal reflejado en el castillo, alejándolo.

También se tomó el tiempo de reparar las columnas dañadas del castillo, y gracias a su habilidad con el cristal y cualquier tipo de piedra preciosa, el trabajo quedó hecho en menos de dos horas, logrando que el castillo quedara como si nada lo hubiera dañado.

Se dijo que por el momento mantendría a Amore encerrada, ya que si algo ocurre con los ponis de cristal ella sería una excelente excusa para evitar que el pueblo actuará en su contra, y sabia que algunos ponis sospechaban de que realmente él fuera coronado de manera real, ya que escucho rumores que él le había hecho algo o amenazado a la princesa para que le diera el puesto.

Y sabiendo que también los guardias sospecharían uso su hechizo de manipulacion en toda la guardia real que custodiaba solamente el interior del castillo, tambiéna los que estuvieron involucrados en la pelea que tuvo con Amore, mientras los del exterior no tenian ni idea de lo que Sombra había echo a sus compañeros.

Entrando por las grandes puertas, se paseo por los pasillos, recibiendo una reverencia de la guardia real bajo su mando, comió su último pedazo de tarta y se relamio los labios, tenía que admitir que está era muy deliciosa, no creyendo que esa torpe yegua fuera quién la hizo, pero lo descubriria en dos dias, quería ver él mismo que ella las preparara, porque no iba a hacerla cocinarle una sola tarta, si en verdad ella las hizo le ordenaria hacerle unos 10.

Fue en dirección hacia la mesa para comer y mando a llamar a una yegua para que le sirviera el almuerzo.

Está llegó con el almuerzo hecho con su magia, dejándolo en la mesa y se inclino a él: ⸻ ¿Desea algo más su Majestad?. ⸻ Cuestionó la unicornio de melena café.

Este se lo pensó un poco: ⸻ Quiero de postre tastas de moras cristal y jugo de uva. ⸻ Ordeno.

⸻ Enseguida mí señor, con su permiso. ⸻ acató la orden y tomo camino hacia la cocina.

Mientras Sombra degustaba su comida tranquilo movió sus orejas ante la conversación que escucho desde la cocina.

⸻ ¿Está segura de eso señora Mel?. ⸻ Escucho la voz de la misma poni que le había ordenado traer su postre.

⸻ Estoy segura, mi hijo ya no es el mismo, parece como si estuviera siendo manipulado. ⸻ Sombra supuso que quién era esa señora era la cocinera real, tomo un poco de ensalada de entre los acompamientos, interesado en la conversación.

⸻ ¿No cree que solamente se toma su trabajo enserio?. ⸻ Inquirió un tanto confundida.

Sombra mastico su pan de trigo mientras miraba al guardia que custodiaba las puertas del comedor, viendo cómo este al verlo nada más bajo asintió en respeto a su Rey.

La razón por la que Sombra no manipulaba a los sirvientes y cocineros, era que si lo hacía estos no harían el trabajo bien, ya que parecerían zombies, además que el hechizo de manipulación que uso en la guardia, decidió solamente usarlo para aquellos que estén a cargo de cuidar su espalda, y como no podía confiar en nadie, decidió hacerlo con la guardia interna del palacio, que al tener armas atentarian con él primero que cualquiera si existe una revolución en su contra.

Dejo de escuchar para ver qué la poni llegaba a su mesa con lo que anteriormente le pidió de postre para después bajar la cabeza en irse.

Miro el jugo de uva, dándole un sorbo, comprobando que a pesar de que la viaja yegua tenía sus sospechar respecto a él, todavía no llegaba al grado de envenenarlo, pero sabía que no faltaría mucho para cuando ese día llegaba.

Se reiria en la cara de quién lo quiera envenenar, ya que gracias a la magia oscura se lanzó a si mismo un hechizo que lo hacía inmune a él y que gracias al sabor, sabría que tipo de cosas ingeria con veneno, ya que esté portaba un sabor un tanto insípido, picante y agrio.

Caminando en contra del furioso aire helado del norte, una poni de melena azul intentaba no perder sus fuerzas y continuar su camino.

A duras penas logro escapar del imperio antes de que esté fuera rodeado por un campo invisible que impedia que cualquiera que estuviera dentro de el, saliera, así que suspirando el frío corrio hacia la parada del tren, mirando todo impactada al darse cuenta que esté estaba descarrilado, no había esperanzas de que ella llegara rápidamente al bosque everfree dónde estaba el castillo de las dos hermanas, pero eso no la detuvo, optando por ir siguiendo las vías del tren hasta llegar a su destino.

Fue corriendo hasta los restos del tren y busco en el con que abrigarse, algo de comida y agua, por fortuna había de todo en el, así que ya lista con una mochila que encontró en el equipaje ajeno, al igual que ropa abrigada, empezó su travesía hacia el castillo de las dos hermanas, sabía que su trayecto no sería fácil, pero si quería salvar a los ponis de cristal y a todo el imperio, tenía que resistir el infernal frío y llegar lo más rápido posible hasta las dos hermanas, quienes eran las únicas que podían salvarlo.

Solo esperaba no morir en el camino, porque si eso pasaba el imperio y toda Equestria estarían perdidos.

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Actualizada 14/2/2025.

Espero que les haya gustado ^^

Nos leemos luego.

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