𝐒𝐞𝐱𝐨 𝐚𝐛𝐮𝐫𝐫𝐢𝐝𝐨.
Era una tarde de películas como acostumbraran tener cada vez que podían. Amaban comentarlas y reírse un rato por las estupideces que inventaban.
Aunque se mantuvieron callados minutos después, centrados en la trama de esa cinta en particular, ya era la segunda que colocaban.
Apenas se escuchaba el sonido de las palomitas de maíz que comía Gon como si su vida dependiera de ello.
De repente Killua se removió sintiendo una extraña sensación muy similar. Tenía los brazos estirados descansado en el respaldar del sofá cama y una de las piernas encima de la otra. Trato de ignorarlo pero se volvió a presentar haciendo que chasqueara la lengua.
—No puede ser, ¿ahora? —susurró para ver abajo, notando a pesar de la poca iluminación como tenía una erección involuntaria.
—¿Killua, estás bien? —Gon volteó, sino fuera por las quejas del albino no se daría cuenta de su estado.
El mencionado enrojeció hasta los hombros. No quería interrumpirle el momento a su pareja.
Pero él fue más rápido, se acercó ya que todo este tiempo se mantuvo en el suelo que por alguna razón le resultaba cómodo. Las piernas desnudas de su pareja hicieron que Killua tragara saliva con dificultad, ¿por qué justo tenía que usar unos shorts que apenas le cubrían los glúteos?
La almohada que tapaba la vergonzosa situación fue retirada aunque el albino no opuso resistencia alguna.
—¿Qué estabas pensando? —el rostro fruncido de Gon le resultaba tan atractiva.
—N-no pensaba en nada, idiota.
El moreno solo hizo un sonido de curiosidad con la boca cerrada mientras uno de sus dedos presionaba el bulto. Killua llevó la cabeza hacia atrás por el repentino escalofrío que eso le causó.
Cuando la presión fue liberada suspiró con alivio, pero al abrir los ojos notaba como Gon a pesar de que tenía una mano atendiendo su pene miraba la televisión.
—¡G-Gon!
—¡Lo siento, es que está muy interesante!
Tuvo que apretar los muslos de su pareja, estaba muy sensible y los movimientos lentos le causaban impaciencia.
—Ha-hazlo rápido... —mordió sus labios.
Gon le hizo caso acomodando su cuerpo de manera lateral para estar cerca. El aliento chocaba muy cerca de su miembro.
La mano que sostenía la piel canela viajó hasta el trasero para sujetarlo, Killua se aguantaba, queriendo quitarle la ropa en ese instante.
El líquido preseminal salía de manera abundante, el moreno no pudo reprimir los jadeos cuando cada cierto tiempo su trasero era apretado con fuerza. Ya no podía prestarle atención a la pantalla que tenían al frente.
—Es-espera... —intentó avisar con un tono ronco pero apenas habló sucedió lo que quería evitar.
Pero fuera de lo que esperaba el moreno se mantuvo tranquilo aunque parte de su rostro cayó un poco de semen. Se acomodó en el mueble para mirar la película.
—Ya me perdí lo que estaba pasando. —por suerte tenían toallitas húmedas en una mesita. Las buscó para limpiar.
Aunque el albino no respondió nada, estaba desanimado por lo ocurrido.
—Disculpa, no quería...
Gon le miró.
—Tranquilo. —le dio un beso en la frente para sentarse a su lado.
Aun así su estómago estaba revuelto teniendo un sentimiento de culpa.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top