Pov. Narradora
Dark Pit se acercó paso a paso y cuando estuvo lo suficientemente cerca cayó de rodillas y soltó un grito desgarrador. Link, por su parte tenía la sangre hirviendo de rabia.

Era Pit, su sangre se deslizó desde su frente hasta sus zapatos y estaba atado por las muñecas a los postes para hacer dominadas. Link se acercó y una navaja cortó las ataduras. Dark Pit reaccionó y sostuvo a Pit cuando se derrumbó sobre él. Lo apretó contra él y no pudo evitar llorar sobre él.

Link echó un vistazo a la habitación, por si encontraba alguna prueba que ayudara a revelar al asesino.

—¿Has encontrado algo?— la voz de Dark Pit era oscura. Le habían arrebatado a quién más amaba e iba a asegurarse que el culpable sufriera.

—Sólo encontré esto.— era una toalla con algo de sangre. Dark Pit lo observó por un momento. —Seguramente hubo forcejeo. Pit era muy revoltoso cuando lo sorprendía por la espalda, incluso me mordió.—

Volvió su mirada al cuerpo sin vida del angelito, cuando de pronto se escuchó la voz de Monokuma por los altavoces.

—Bueno, bueno, parece que ha habido otro caso, pupupu~. En una hora se celebrará el juicio y la ejecución del culpable. Suerte~.—

En el comedor...

—Mierda, ¿cuándo acabará esto?— dijo Ike muy frustrado. Zelda intervino —Cierto, pero, ¿por qué a Pit? Era muy bueno con todos...— todos estaban tocados.

Pit era el que veía lo positivo en todo, siempre ofreciéndose a ayudar. Y nadie imaginó que alguien tan inocente acabara junto a Dark Pit que era todo lo contrario.

Llegó la hora del juicio. Todos fueron al ascensor. Al llegar a la sala, se colocaron en sus puestos y Monokuma ya los estaba esperando.

—Bueno chicos, tengo buenas y malas noticias.

—Contigo siempre son malas noticias.— dijo Roy.

—Como decía, la buena noticia es que después de este juicio podéis iros de aquí. La mala es que creo que vuestro amigo albino se quedará traumado.

—¿Cómo sabes que está traumado?—

—Está temblando y sosteniendo una taza vacía.— directamente se dirigió a su trono. —Bueno, hora de empezar.~ —

—De acuerdo. — Dark Pit tomó la palabra. —Link y yo encontramos el cadáver alrededor de las 14:25 de la tarde, por lo que fue asesinado después del almuerzo.—

—Lo único que encontramos fue esto.— Link levantó la toalla ensangrentada.

Entonces Cloud intervino —Si hay sangre, pudo haber indicios de forcejeo. Aunque teniendo en cuenta la aptitud física de Pit es probable que fuera un buen rato.—

—Entonces el asesino debería tener mucha musculatura para colgarlo ahí arriba. Así que podrían ser Ike, Roy, Cloud y Dark Pit.

—¿Estás de coña?— dijo Roy —Dark Pit nunca le haría eso a Pit. Era como ver dos loritos inseparables. Y además, me dijo y cito textualmente: "Toca a Pit y te arranco las piernas."

—Vaaaaaaaleeee...— dijo Link un poco desconcertado.

Todo iba a un callejón vacío. Sí se equivocan al acusar, podría haber graves consecuencias y Dark Pit tendría un grave dolor emocional.

—Esto se va de las manos...— Dark Pit se llevó la mano a la frente. Desesperación. Era lo único que sentía ahora.

—Por cierto Ike...— empezó Cloud. —¿Qué es esa mancha que tienes en el brazo?

—Ah, es solo un moretón, nada de lo que preocuparse.—

Como si fuera un flash, Cloud se acordó de una vez que habló con Robin.

Hace 2 meses...

—Hey Robin, voy a tomar algo en el bar, ¿te vienes?—

—Te agradezco la invitación Cloud, pero le prometí a Lucina que entrenaría con ella.—

—Como quieras. Por cierto, he visto que tuviste una "sesión íntima" con Chrom.—

Robin se tocó el cuello inconscientemente, sabiendo que lo había descubierto.

—¡N-no! ¡E-es sólo un moretón!—

—Si seguro~...—

—¡¡CLOUD!!—

El rubio se rió mientras el estratega, completamente rojo, le daba golpes flojos en el pecho.

Actualidad...

—Ike...— susurró Cloud. Tenía un tono sombrío. —¿A dónde fuiste después de comer?—

Todos se giraron a verle. Había tensión en el ambiente y Dark Pit tenía la cabeza baja. Se declaró de forma sencilla, Pit le correspondió y se dieron su primer beso. Empiezan un noviazgo y pocos días después lo asesinan. Era como una montaña rusa cruel.

—¿Me estás acusando de algo? Yo ni siquiera estaba en el gimnasio.—

En ese momento, Dark Pit se impresionó y levantó la cabeza para hablar.

—Ike...— se detuvo un segundo —Yo nunca dije el lugar del crimen.—

Todos vieron a Ike. Parecía que se había tensado un poco. Lo habían pillado con las manos en la masa y no supo que iba a hacer.

—L-lo dijiste. Justo cuando empezamos.—

—Te equivocas Ike Greil.— Link intervino.

—Dark Pit dijo el estado en el que encontramos el cadáver y la hora, no dónde.— lo pilló. Y no tenía escapatoria.

—Ike... ¿por qué?— Dark Pit tenía una expresión distinta. Ira. Y su sangre hervía como el magma.

—¡Estaba sufriendo! No paraba de desmayarse, y me imaginé a mi hermana sufriendo la misma suerte. ¡Tenía que acabar con su sufrimiento!—

La sala quedó en silencio. Una lágrima se deslizó por la mejilla del ángel oscuro. Entonces Monokuma rompió el incómodo silencio que se formó en la habitación.

—Upupupu~ este es el juicio menos intenso que he presenciado, pero como ya sabréis, yo cumplo lo que digo.~ — el oso agarró el mazo y volvió a hablar. —Este es el veredicto: Ike Greil ha sido encontrado culpable del asesinato de Pit Icarus.—

Ike bajó la mirada. No se atrevía a mirar al ángel oscuro que lo miraba con ojos ardiendo en ira.

Monokuma agarró a Ike y lo llevó hasta arriba, donde unas hojas de acero taparon el agujero.

—Que ironía...— dijo Cloud —Mató a Pit colgándolo y él muere de igual forma.—

—Eso si es pagar con la misma moneda.—

—Upupupu~ se acabó el espectáculo, podéis marcharos~. —

Todos se alegraron y fueron corriendo a la salida menos Link y Dark Pit que se pararon en la salida.

—De los 16 que entramos, solo hemos salido seis. Ha sido una auténtica masacre.

—Bueno, al menos Pit estará feliz sabiendo que su novio y su amigo se lleven bien.

—Coincido.

Pov. Dark Pit
Pit, donde quiera que estés quiero que sepas que fuiste el único en librar mis alas de desesperación y ayudarme a salir de la oscuridad. Y también quiero que sepas...

Que te amo.

Pov. Narradora
Ambos salieron de aquella escuela. Por fin acabó pero a un precio muy alto. Una presencia fantasmal que seguía a ambos chicos sonrió y solo soltó un susurro...

— Yo también te amo Pittoo...

Feliz Halloween atrasado