𝑾𝒆𝒂𝒓𝒊𝒏𝒈 𝑬𝒂𝒄𝒉 𝑶𝒕𝒉𝒆𝒓'𝒔 𝑪𝒍𝒐𝒕𝒉𝒆𝒔
Era una mañana tranquila, aquel erizo cobalto estaba haciendo su tarea en aquella enorme biblioteca de la facultad. Hace unas horas que se debió de haber ido a su casa, pero no podía irse; no cuando tenía un proyecto de por medio el cual tenía que terminar.
Sus amigos ya se habían ido y su pareja aún no salía de sus clases, seguramente lo regañaría por quedarse más tiempo de lo debido. Pero prefería irse tarde en taxi y terminar su proyecto, que el irse temprano sin las herramientas que requería.
Levantó su celular para después encenderlo y darse cuenta de la hora, marcaban las 6 de la tarde y él seguía ahí.
Pronto vio como su espacio se oscurecía y escuchaba un quejido detrás de él, en seguida supo quien estaba ahí.
—Hola amorcito —saludó nervioso para voltear y ver al azabache con el ceño fruncido.
El azabache lo observaba molesto, Sonic al ver su ceño, bajó sus orejas apenado.
—Ya hemos hablado Sonic —mencionó para sentarse a su lado y hablar con su novio por enésima vez del mismo tema.
—¿Cuánto más hablaremos de lo mismo? —preguntó cerrando su carpeta.
—Cuando dejes de ser tan terco.
—Shadow-
—No Sonic, te he dicho muchas veces que no te quedes hasta tarde, no te hace bien. En estos momentos deberías estar en tu casa, terminando tu tarea, viendo una película, yo qué sé, pero no; estás aquí haciendo un proyecto hasta tarde.
—Para ti es fácil decirlo, Shadow, tú no tienes que estudiar ni esforzarte de más para conservar una beca, yo no nací en una cuna de oro como tú, yo no tengo el suficiente dinero como tú; no tengo la vida resuelta como tú.
—Sunsun, sé que quieres esforzarte y mantener tu buen promedio, pero no a costa de tu salud —acarició su mejilla siendo correspondido.
—Lo sé, pero si no hago esto, mi promedio bajara, perderé mi beca y- —no quiso seguir hablando y tapó su rostro con ambas manos.
—Eso no pasará, mi tía es la directora, y te tiene un enorme aprecio, y te comprende, confía en mí Sunsun.
—Pero Shad-
No pudo terminar porque fue interrumpido por un tierno beso, sintió que sus mejillas fueron acunadas por aquellas manos tan cálidas, aquel toque era demasiado suave. Cuando se trataba de Shadow, todo se convertía en algo tan puro, tan delicado.
—Ya es muy tarde corazón, solo por este día, deja de lado la universidad, mañana te ayudaré con tu proyecto —junto su frente con la del cobalto.
—Esta bien, te haré caso —sonrió rendido.
—Iremos a mi casa, hoy tu hermano estará con Scourge, y no quiero que te quedes solo.
—No quiero ser una molestia para tus padres, y sobre todo para tu hermano.
—Ay por favor, mis padres te aman, sobre todo mi madre, y por Mephiles no te preocupes, se quedó a dormir con uno de sus amigos; y aunque no lo acepté, le caes bien —lo último lo dijo con una risa acompañada.
—Bien, le avisaré a mi hermano —cuando estuvo a punto de tomar su teléfono, el mayor lo tomó —. ¡Oye!
—Le avisaras cuando estemos en mi cama viendo el último capítulo de Slasher —acto seguido guardo el celular en su mochila, recibiendo una mirada molesta de su pareja —¡Ya anda, vamos!
—No estoy seguro Shadow —dijo nervioso mientras se abrazaba a sí mismo.
El cobalto se mostraba inseguro, aparte de que aún sentía que era una molestia, cosa que no era cierta ya que sus suegros lo amaban, lo consentían como si fuera un hijo más. Gustosos aceptaron que el cobalto se quedara a dormir, claro que ellos se encargarían después de hablar con su madre.
Pero, ¿qué era lo que tenía tan inseguro al cobalto?
Pues Sonic al ser un poco más bajo que Shadow, tanto en estatura como en edad, no tenía la ropa necesaria para dormir, por lo que Shadow insistió en que se pusiera una de sus camisas para que al menos fuera como un camisón, claro que esto causó pena en el cobalto.
—Vamos amor, es para que duermas más cómodo —insistía con su mano extendida en espera de que el cobalto tomará la camisa.
—P-Pero, es demasiado grande para mí.
—Es mejor así —sonrió malicioso.
El cobalto soltó un quejido en desaprobación.
—Anda, solo por esta ocasión.
El cobalto lo pensó por unos segundos hasta que por fin accedió.
—Bien, pero con una condición.
—Lo que me pidas.
—Promete que tendrás ropa para mi, para la siguiente vez que me quede a dormir en tu casa —pidió apenado mientras tomaba la prenda a la vez que bajaba sus orejitas.
—Lo prometo Sunsun, ahora anda, ve a cambiarte en lo que yo preparo la tele.
El cobalto entró al baño y sin más se coloco aquella prenda, la cual efectivamente, le llegaba por debajo de sus muslos. Se observó en el espejo antes de salir, si apretaba aquella camisa al punto de que quedara pegada a su cuerpo se podían marcar aquellas notables curvas que tenía; curvas que volvían loco a su novio.
Con ello en mente salió del baño siendo atrapado en un abrazo por su pareja.
—¡Dijiste que prepararías la tele!
—Dije más no dije cuando, te ves hermoso con mi camisa —dio una sonrisa lujuriosa.
—¡Pervertido! —musitó completamente apenado mientras se sonrojaba.
A cambio de ello, recibió una tonelada de besos a la vez que caían a la cama, sin ninguna otra intención.
—¿No qué querías ver la película? —preguntó curioso al estar debajo del azabache.
—Lo que quiero en estos momentos, es consentir y llenar de amor a mi hermosa Morita —dicho eso, se lanzó al ataque besando sus regordetas mejillas y su rostro por completo, ganando una que otra risa por parte del cobalto.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top