Aquel azabache preparaba la comida para él y su compañero de departamento, del cual estaba enamorado en secreto. Apagó el fogón de la estufa, comprobando que las milanesas ya estaban listas.

Estuvo a punto de servir el plato de su compañero pero vio que éste estaba colocándose su abrigo.

—¿Vas a salir otra vez? —le preguntó algo disgustado.

—Si, Infinite me invitó a comer en un restaurante italiano que abrieron hace poco —se acercó con su cartera en mano mientras sacaba algo de dinero.

—Pero prepare la comida —dijo de manera consternada.

—Lo siento Shadow, si quieres guarda mi parte en el microondas y después lo comeré, ten —le dio algo de dinero en su mano —. Es lo del agua y el gas, recuerda que se vencen mañana así que asegúrate de ir hoy, aprovecharé para ir a pagar la luz y el teléfono de una vez, nos vemos —se despidió mientras salía del departamento, dejando al azabache solo.

Dejó el dinero en la mesa y con una de sus manos golpeó la madera. Estaba molesto.

Se arrepentía de haberle pedido a Sonic que lo acompañara a su universidad. Gracias a eso, fue que el cobalto conoció al chacal, y no paraban de sonar las palabras que le dijo cuando le reclamo.

—Escucha Shadow, podrás ser mi amigo y todo lo que quieras, pero yo quiero a ese chico como mi pareja, así que me empeñarse en conquistarlo —le dijo mientras lo miraba con una sonrisa de triunfador.

—Pero, tu sabes que me gusta Infinite, te lo dije porque eres mi amigo.

—Si lo se, pero después de verlo, ahora entiendo porque te gusta.

—¿A qué te refieres?

—Por dios Shadow, ¿no has visto el cuerpazo que se carga? Estoy seguro que ha de satisfacer a muchos.

—No hables así de él, él no es como todos con los que te metes —le dijo mientras lo miraba amenazante.

—Si lo que digas Shadow, te prometo que lo tendré en mis manos y no podrás quitármelo —se fue de ahí después de decirle eso al azabache.

Después de aquella plática, trató de hablar con Sonic para advertirle con la clase de persona que convivía, pero Sonic no le creyó y siguió saliendo con el chacal.

Shadow ya se estaba hartando, todos los días tenía que ver al chacal en la puerta de su departamento cuando dejaba al cobalto.

Incluso temía que en una de esas ya se haya entregado al chacal. Pero Sonic siempre le aclaraba todo.

"No estaría con alguien así como así"

Pero aún así, tenía miedo. Y por más que hablara con Sonic no lo escuchaba.

Sabía las intenciones que tenía Infinite, lo conocía. Y no quería que el cobalto cayera en sus garras.

Entonces ideó un plan algo arriesgado, pero que sería efectivo para poder mantener a Sonic con él sin tener que preocuparse por el chacal.

—Nos vemos Infinite —le dijo el cobalto despidiéndose de mano con el chacal.

El cual estaba algo decepcionado ya que esperaba un abrazo al menos, pues el cobalto estaba empezando a cambiar su trato con él desde hace varias semanas.

—¿Sucede algo Sonic? —le preguntó antes de que el cobalto entrará, quería respuestas.

—¿De qué?

—Desde hace tiempo estas cortante.

—He estado ocupado con temas de la universidad, además, así soy, no se que tipo de trato esperabas realmente.

Al oír eso Infinite se sintió ofendido, no esperaba esa respuesta.

—Me tengo que ir, nos vemos luego Infinite —se despidió para ingresar al departamento.

E Infinite volvió a bufar molesto.

Una vez que Sonic ingresó al departamento se pudo fijar que el azabache estaba leyendo un libro, sonrió y se acercó para saludarlo.

—Hola viejo, estuve viendo una tienda sobre libros y pensé que podríamos ir a comprar uno —le propuso sentándose a un lado de él.

—Ya fui.

Al escuchar eso, el cobalto abrió sus ojos sorprendido, nunca Shadow salía a comprar sin él.

—¿Ah si?

—Si, de hecho fui con Silver, le pregunté si estaba libre y me dijo que si, entonces le pedí que me acompañará —cerró el libro para después guardarlo —. Ya sabes, como estabas ocupado, no quería ir solo.

El azabache se levantó y fue a su habitación. Mientras que el cobalto permaneció callado, no esperaba para nada eso.

—Por cierto, rompí algo de tu habitación por accidente, iré mañana a repararlo.

—¿Qué rompiste? —le preguntó asustado.

—Algo sin importancia, fue un accidente, no lo había visto.

—Shadow The Hedgehog.

Pero en el fondo, Sonic se sentía muy mal.