Este capítulo será narrado desde el punto de vista de Tweek.

El blondo llevaba bastante rato en el club de jardinería. Se quedó a pesar de que protestó ya que a pesar de que le gustaba pasar la mayoría del tiempo solo; no tenía gratos recuerdos desde lo último que sucedió estando allí.

Era mera necedad de su parte.

Hizo un puchero mientras seguía observando las flores en el pasto. Han crecido bastante desde entonces.

Su ropa se ensució. Poco le importaba. Estaba muy aburrido.

Entonces se escuchó las llaves y la puerta ser abierta. Podía escuchar todo con suma nitidez, al principio le resultaba sumamente tedioso pero se acostumbró.

El olor de la persona llegó a su nariz rápidamente. Se alegró de saber que se trataba de Craig, este no le miró hasta que cerró la puerta tras de si.

Notó entonces como llevaba ropa entre sus brazos.

—¿Qué es eso? —su curiosidad se manifestó de inmediato.

—Es para ti, llevabas ropa similar la primera vez que nos vimos. ¿Lo recuerdas?

Tweek le observó hasta que recordó. En ese momento su madre le hacía usar una ropa negra para hacerse pasar por una clase de monja.

—Clyde se encargó de ponerle un pequeño hechizo para intentar que pases desapercibido.

El rubio suspiró para ponerse de pie con algo de dificultad.

Hace pocos días desde la cintura para abajo sus piernas comenzaron a transformarse sin previo aviso. Estaba frustrado ya que sabía que pronto podría cambiar completamente.

El sonido de sus pesuñas resonó en la habitación hasta que logró acercarse al azabache quien tenía intenciones de sostenerlo para que no se cayera.

Dicho y hecho, su equilibrio falló al estar a un paso de Craig y este lo sostuvo a tiempo.

—¡Cuidado! —Tweek quedó a la altura de su pecho. Logrando escuchar su corazón.

Sus ojos se encontraron con los de él. Aunque odiara admitirlo le encantaban.

Eran tan hermosos y de alguna manera le era agradable observarlos. Le transmitían una calma que no podía explicar.

Estaban demasiado cerca. Tanto así que su respiración llegaba a rozar su rostro. No le resultaba desagradable.

Siguió aprovechando la situación para observarlo más. Su boca estaba un poco abierta por la impresión. Podía jurar que sus brazos temblaron un poco en el momento que sus ojos se encontraron.

De manera repentina Tweek se fue acomodando. Lenta y con cierta elegancia.

Aunque no se diera cuenta en el momento sus mejillas se habían enrojecido.

Quería romper aquel incómodo silencio. Decir cualquier cosa, aunque fuese tan tonta que luego le daría vergüenza. Pero por otro lado quería mantener esa intimidad, estar tan cerca y que él se lo permitiera.

Tal vez estaba mal en quererlo. Podía complicar  más las cosas de lo que estaban.

Pero esa adrenalina de hacer algo que está considerado prohibido lo llamaba. Se preguntaba si así se sintió su madre cuando conoció a su padre.

¿También sentía esas ansias de estar con alguien que pertenece a un mundo completamente diferente al tuyo?

No quería admitir que eso era lo que quería. Que tenía miedo que algo le sucediera a Craig. Que necesitaba estar a su lado aunque a veces actuará tan distante y frio.

—Tweek... —su nombre salir de sus labios le causaba escalofríos. Había apartado la mirada sobre él hace un momento. Cómo si temiera caer en un hechizo.

El blondo tomó las prendas, buscando una manera de escapar de la situación.

—Voy a cambiarme.

Se alejó hasta salir afuera. Cerró la puerta para poder respirar con tranquilidad.

Intentó calmarse. No era necesario llegar a esos extremos para cambiarse la ropa, después de todo podía ponérsela encima.

Qué tontería.

Eso solo hizo que su pena aumentará. Intentó ahogar un grito cubriendo su cabeza con las prendas. De todas maneras se escuchó.

Cuando terminó se acercó a Craig con una mueca.

El azabache se limitó en aproximarse hacía la puerta para salir juntos.

—Toma mi mano. —al escucharle decir eso se detuvo abruptamente. Le miró con duda.

Pronto unas voces le hizo dar un respingo por el susto. Entrelazaron sus manos para alejarse de ahí.

—¿Cerraste la puerta? —preguntó Tweek.

—Sí, pronto vendrán a supervisar la habitación. —giró a ver como las siluetas de acercaban a dónde se encontraban.

Era cierto, solían hacer revisiones en los clubs de vez en cuando.

En su caso estaban en grandes problemas. Prácticamente estaban en un club fantasma, no tenían representante y se supone que sin la participación de Hellen podrían disolverlo.

Tampoco podían contar con el Sr. Tweek.

Otro problema.

Las pisadas de Tweek resonaban por el lugar. Por esa razón le causaba paranoia que quizás hubiera escuchado a dónde se estaban dirigiendo. Craig se percató de esto inmediatamente y bajo el ritmo de la caminata.

Tweek se sentía un poco cansado. El mantener parte de su forma diablillo le consumía energía.

—¿Craig, a dónde vamos?

—Ya vamos a llegar. ¿Quieres que nos detengamos?

—Estoy bien. —Craig volteo a verle un momento. Le avergonzó que le observara tanto. —¿Q-qué pasa?

—Traje algo de agua si quieres.

—Te-te dije que estoy bien...

Llegaron pronto al edificio principal. Subieron las escaleras hasta llegar al club de deporte.

Craig tocó la puerta.

—¿Contraseña? —se escuchó una voz detrás de la ventanilla.

—Jódete Clyde.

—Oye, no seas así. —abrió la puerta haciendo un puchero.

—Vamos, no podemos seguir hablando o nos escucharán. —entraron para cerrar la puerta tras de sí.

—Llegaste justo a tiempo. Pensé que tardarían más. —habló Butters sonriendo.

Craig saludó a Butters con un gesto. Se sentaron en un pequeño círculo.

—¿Cómo hizo Token para dejarnos estar aquí? —preguntó Clyde mirando alrededor.

—A veces suele usar este lugar por su buena reputación. Es uno de los más inteligentes de la Iglesia, así que tiene sus privilegios.

—¡Que genial!

Alguien entró por la puerta. Los tres voltearon a ver a un joven mayor a ellos.

Traía un traje particular de color violeta como un mago. Una bufanda roja y unos zapatos oscuros. Consigo tenía en la mano una maleta bastante grande, parecía pesada.

—¡Lamento hacerlos esperar! Mi nombre es Token, es un placer conocerlos. —se acercó a la silla libre donde había una mesa donde dejó sus cosas. —Así que ustedes son los que necesitan mi ayuda.

𝟢𝟥/𝟣𝟢/𝟤𝟣: Capítulo editado.

* Asterisco porque no me cargaba el separador ;;

¿Les gustó este capítulo narrado desde el punto de vista de Tweek? Espero que sí.

Espero también que se encuentren muy bien. Aunque sea les traje el capítulo bastante rápido (｡•̀ᴗ-)✧

Hay algunos errores seguramente porque quise escribir este capítulo por el teléfono. Disculpen por eso.