Capitulo 5
El ánimo parecía no decaer en el alemán, pero si su cuerpo, se cansaba más rápido, evitaba soltar quejas cuando sus hijos se abalanzaban sobre el para jugar y daban con alguna de sus grietas, ocultaba el dolor, pero el chileno lo veía, podía verlo en sus ojos.
-¿Dónde vas Chile?-
-Voy a dar una vuelta, a ver que todo vaya bien-
-Te acompaño-
-No es necesario, deberías descansar un ratito, voy y vuelvo- Imperio se acercó a el acariciando su mejilla, al igual que él estaba cansado, apenas si dormía desde que llego, temía que si lo hacía, que si cerraba los ojos por mucho tiempo el desaparecía y no se daría cuenta -¿seguro no quieres que te acompañe?-
-Si tranquilito amor, veré como se ha adaptado mis nuevos ciudadanos y traeré algunas cositas pa comer algo rico-
-Con mayor razón debo ir contigo-
-¡Que no hombre! si voy y vuelvo- se alzó dándole un beso, para luego alejarse, tampoco quería alejarse del pero ya no sabía que otra cosa hacer -bien, regresa pronto liebe-
-Ja, mein kaiser- salió cerrando la puerta tras de él, se acercó a su caballo, lo tenía listo y si no quería tardar lo iba a necesitar, lo monto dándole orden de partir.
Llego más rápido de lo pensado, el caballo parecía agotado por el galope por lo que se bajó apenas llego a su destino, le acaricio la cabeza -perdón amigo, te prometo que cuando volvamos te daré toa la fruta que querai- solo recibió un sonido y choque del casco de la pata contra el suelo -jsjs ok, perame aquí-
Camina por aquel lugar, no había gente a su alrededor para su suerte, sus pasos resonaban en todo el recinto, camino para estar lo más cerca de su objetivo, una estatua. Se arrodillo, incluso su cabeza. No tenía idea como empezar- s-se... ejem... sé que no soy el más devoto, que no suelo asistir a misa... que mi matrimonio seria visto como pecado y que mentimos para conseguirlo... p-pero... y-ya no sé qué más hacer...-junto sus manos entrelazando sus dedos, su cuerpo temblaba y lágrimas comenzaban a salir -por favor patrona, salva a mi marido... salva a Imperio Alemán, te lo ruego-
-Hare lo que sea con tal que hagas el milagro... eres mi patrona... la patrona de toda mi gente, ellos confían en ti... yo confiare en ti... pero por favor te ruego que salves a Imperio, no puedo vivir sin el, nuestros hijos... están pequeños y sufrirán mucho- cada vez se inclinaba más al punto de tener su rostro a solo centímetros del suelo, apretaba cada vez más sus manos que se mantenían entre su abdomen y regazo, las suplicas eran cada vez más desesperadas y el llanto desgarrador al punto que llamo la atención de alguien que lo vio ingresar al lugar, lo siguió ya que le era extraño verlo acudir por cuenta propia.
Ver al chileno de esa manera simplemente le estrujo el corazón, rápido se acercó a él arrodillándose frente a el -¡peñi! ¡peñi!... ¿qué sucede? - alzo su vista dejando ver el rostro húmedo por las lágrimas, los ojos rojos y como bajo estos unas ojeras marcadas y esa expresión, de profundo dolor -¿M-Mapu?... ¡Mapu!- se lanzó a sus brazos siendo correspondido, acariciaba la espalda de menor que seguía llorando en su hombro, no diría que estaba feliz de estar en una iglesia encontrándose con su hermano pero era lo de menos, le urgía saber que le sucedía a él para estar en ese estado.
No sabían cuánto tiempo exactamente estuvieron en esa posición, pero debió ser bastante ya que no sentía las piernas, solo cuando el chileno se calmó lo invito a salir del lugar el cual el de cola asintió.
-¿Me explicaras que sucede? No tengo noticias de ti y cuando te encuentro te veo entrando a una de esas iglesias del winka de España-
-Estoy desesperado-
-eso es seguro ¿pero por qué? -
-Kaiser...-
-¿Te hizo algo?- sus ojos se oscurecieron, al igual que su expresión se endureció pero el chileno negó -él nunca me haría nada malo-
-¿Entonces? ¿Estabas ahí porque te lo pidió? -
-... estoy desesperado... él se va a morir y no sé cómo evitarlo ¡Soy un inútil! - Mapuche volvió a abrazarlo, en su estado estaba seguro que estaba a un paso de provocar un terremoto, acariciaba su cabello mientras le decía palabras que solía decirle su madre cuando eran pequeños- ¿cómo sabes que va a morir? -
-Se debilita... grietas... por todo su cuerpo... s-su imperio d-desaparecerá por la guerra...-
-Y viniste a la iglesia...-
-Suplicar para que lo salvaran...-
-T-Chile-
-Lo se suena tonto, pero ya he rogado a todos...-
-No es tonto, solo no quieres perder a tu esposo- continuaron conversando en una zona apartada de la calle principal, evitaban que curiosos intentaran escuchar la conversación. Solo cuando el chileno estaba en mejor estado pidió a su hermano lo acompañara a la casa -claro, extraño a mis sobrinos-
-Jeje... oye... no digas nada como me encontraste, no quiero preocupar a Kaiser-
-Bueno- ambos iban en el caballo del chileno, la casa estaba apartada de la gente, incluso Mapu lo prefería así, un lugar más conectado a ellos, a sus orígenes, pero algo llamo la atención de ambos y era ver a concepción asustado fuera de la casa.
Apenas detuvieron el corcel, bajaron rápido y el primero en acercarse fue chile -mi niño ¿qué hace aquí afuera? -
-¡P-Papá!¡Qué bueno que llegas ven!- lo agarro de la chaqueta jalándolo con insistencia hacia la casa- ya pero espera ¿qué pasa? ¿No vas a saludar a tu tío? - pero el menor no presto atención, tenía una misión y su padre se lo dificultaba -¡no importa!-
-¡¿Cómo no importo püchi wentru?!¡ven aquí!-
-¡No! ¡Papá ven rápido! ¡Es vati!- eso basto para que se le helara la sangre, se libró del agarre del menor corriendo dentro de la casa -¡¿dónde esta Conce?!-
-¡E-en la pieza!- subió corriendo las escaleras, sus fuertes pasos se escuchaban por el pasillo, entro de golpe encontrando a imperio acostado en la cama y con las ciudades rodeándolos con una expresiones miedo -kuchen-
-K-kaiser...- inseguro se fue acercando a la cama, se sentó a su lado tomando la mano del contrario -¿q-que paso? apenas si sali...-
-Nada estoy bien... ejej-
-¡Deja de mentir! ¡Yo lo se!- el chileno se giró encontrando a Weimar arrinconado en el cuarto cubriendo sus oídos -los escucho... escucho a todos...-
-Espera... entonces- volvió a mirar al alemán que parecía extrañamente tranquilo con su mano libre acaricio la mejilla del chileno -si liebre... se acabó-
-¡no,no!¡e-esto no puede ser!.. ¡d-debe algo que hacer!-
-¿Mami?- los mas pequeños estaban asustados, nunca habían visto sus padres así al punto que sus ojitos comenzaron humedecerse -Chile, por favor... no queremos asustar a nuestros tesoros ¿no es así?- miro asustado a un lado y ahí se encontraban sus hijos abrazándose entre si y tras ellos Mapu quien apenas entraba a la habitación -vaya tenemos invitados - intento levantarse pero no pudo y Chile no se lo permitió -tranquilo Imperio, no te levantes-
-Ahh lo lamento Mapu, como ves no cumplí mi promesa jeje- Chile miraba atónito ambos que intercambiaban miradas mientras el intentaba resistir llorar, quería seguir fuerte frente a sus hijos -¿que promesa?-
-Podría estar contigo, pero no podría hacerte llorar- volvió a recibir una caricia del alemán haciendo que le prestara atención, se acerco a el juntando sus frentes -k-kaiser...-
-Lo siento liebe... realmente lo siento, pero fui feliz, de verdad lo fui- volvió a caer en la cama, el chileno aferraba con fuerza su mano, el moribundo imperio miraba ahora a su hijo quien parecía atormentado-Weimar, ven-
-¡Nein!-
-Bitte...- dudoso se acercó hasta quedar a su lado, imperio lo jalo haciéndolo caer sobre él, soltó la mano del chileno y lo abrazo con fuerza - kämpfe nicht, es wäre weniger schmerzhaft /no luches, será menos doloroso-
-Si no lo hago... tú te iras-
-Perdón por dejar esta carga en ti, pero recuerda lo que hablamos... tienes una familia y no seas tan terco con ellos jaja, por favor no atormentes tanto a Concepción y sobre todo... cuídalos a todos-
-Ja... viejo idiota... seré mucho mejor que tu- se aferraba a la camisa del mayor quien reía por lo bajo acompañado de una tos -ese es mi hijo- desvió la mirada observando a los demás miembros de su familia -ustedes también vengan, los quiero a todos aquí- sin pensarlo dos veces los demás se abalanzaron sobre la cama formando un gran bulto de ciudades y debajo Imperio Alemán llorando en silencio.
Chile se separo observando la escena, se cubría las manos ahogando sus hipidos, de pronto sintió unos brazos rodeándolo, era su hermano de quien se aferró con desespero -Chile sé que duele, pero recuerda lo que ñuke decía-
-No quiero que se vaya-
-Se que no... pero si te ve mal su am no podrá llegar al wenu mapu acariciaba el cabello de su hermano menor, le dolía verlo sufrir así y aun mas no poder hacer nada para evitarlo.
-¿V-vati?- Chile se giró a ver y como se iban separando de poco del alemán y ahí pudo apreciar su peor miedo hacerse realidad -¡kaiser!- corrió a su cama casi abalanzándose sobre él, tomo su rostro entre sus manos mientras parecía ir desapareciendo -no, no ¡quédate conmigo amor!-
-Es momento de que parta mi hermoso chilenito-
-¡No aun no! ¡P-prometiste quedarte conmigo! ¡que espantarías a las parejas de nuestros hijos en el futuro! ¡Llevarías a los menores a tus tierras de viaje!¡ que nunca más olvidarías nuestro aniversario! ¡Le darías tu puesto a weim cuando fuera mayor y estaríamos todos los días juntitos! ¡que me amarías por siempre! ¡Lo prometiste! -
Imperio quien no paraba de llorar, pero mantenía una sonrisa en sus labios, se acercó hasta plantar un último beso en sus labios -perdón por fallarles... pero no dudes que siempre te amare... adiós mein kuchen-
Sin poder evitarlo, vio a su amigo, esposo, padre de sus hijos, su amado... desvanecerse entre sus brazos atónito sin creer lo que acababa de ocurrir, de fondo llantos y gritos de niños llamando a su padre con desespero inundaban la habitación, pero Chile no escuchaba, con sus manos temblorosas tomo la camisa que hace instantes usaba apretándola contra su pecho susurrando cosas inentendibles para los demás.
Mapu se centró en consolar a los menores, pero le preocupa su hermano que estaba en la misma posición que lo encontró en la iglesia, arrodillado sobre a la cama con su pecho rosando sus piernas acunando aquella prenda, no diría nada, después de todo, nada podría reconfortar aquel que acababa de perder al amor de su vida.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top