XXVIII
Chapter 28:-
Tiempo después...
-¿Todavía sigues trabajando, Rosie? Creí que te habías ido a casa.-dijo Joy al entrar a la oficina.
-Necesitaba distraerme, además sabes que no me gusta estar sin hacer nada.
-Sí, lo sé, soy consiente de ello.-tomó asiento frente a la pelirroja y le regaló una dulce sonrisa.-no soy tan tonta, Ro.
-No sé a que te refieres.-murmuró mientras tecleaba su laptop.
-Estás aquí para no encontrarte con Jimin-ssi en casa, ¿no es así? .-ante las palabras de la mayor Rosé dejó de mover sus dedos y bajó la mirada sin decir nada.
-No quiero hablar del tema.
-Roseanne, tú lo amas. Se nota a kilómetros su amor, no lo dejes ir por una tontería como esa.
-Me mintió, y duele mucho que me halla traicionado de esa manera.-murmuró con tristeza.-cuando Seulgi apareció nuevamente y me enteré de vuestro pasado, supe de inmediato que algo pasaría y que lo nuestro estaría en peligro.
-Ro...
-Prefiero que las cosas queden así, él que siga con su vida y yo con la mía.
-Solo respóndeme esto.-propuso con voz suave.-¿seguís enamorada de Park Jimin?
-... Como una maldita quinceañera.-dijo con los ojos cristalinos.-pero no puedo hacer nada.
-¡Claro que sí! Es él padre de tu hijo.
-Y también va a tener un hijo de Seulgi, no debo olvidar eso.
-Entonces qué, ¿vas a dejarlo ir así sin más? .-cuestionó con molestia.
-Seulgi está en la cárcel, cuando ese bebé nazca alguien debe de cuidarlo, que mejor que su propio padre.-decía sin mirarla.
-¿Y tú qué? ¿no dejarás que se acerque a su primogénito?
-Unnie detente, no quiero seguir con esto.-murmuro tras quejarse.
-P-pero Rosé, hay que...
-¿Hacer algo? Ja.-río irónica.-luche, derramé lágrimas y hasta dejé mi propio hogar por un hombre que supuestamente me amaba.-sonrió decaída.-que estúpida fui, ¿no? .-se incorporó del escritorio dejando a la vista un gran abultado vientre de nueve meses. Después fue hasta en ventanal de la oficina y visualizó la ciudad durante la noche.
-Me he mantenido sana durante todo el crecimiento de mi hijo, también puedo criarlo sola, no tengo miedo.
-Eres tan terca algunas veces.-negó con cansancio.-Roseanne, estás a semanas de convertirte en madre, no hagas que él bebé reciba malas energías.-fue hasta la puerta con intenciones de irse, pero detuvo el paso y se volvió.-espero que recapacites y algún día le permitas decir su versión.
Cuando Joy abandonó la oficina, Rosé se volvió y suspiró con tristeza. Obviamente dolía, no podía hacerse la fuerte con tanto peso sobre sus hombros, pero tenía que salir adelante por su hijo y el único familiar que le quedaba, su padre.
-Tengo que ser fuerte y seguir con mi vida.
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Fue de camino al estacionamiento, para subir en su auto e irse a casa. Cuando buscaba las llaves, un dolor agudo en su vientre la obligo a doblarse dejándola sin aire.
Se apoyó sobre la puerta de conductor y trato de respirar lo mejor que pudo para tranquilizarse. Cuando logro entrar y sentarse, acarició él abultado estómago mientras le decía palabras lindas al bebé.
-Pronto todo esto terminará hijo mío, aguanta un poco más por favor.
Iba por la carretera cuando una llamada inesperada la obligó a estacionarse. Él dolor de vientre volvió hacerse presente dejándola sin habla por unos segundos.
-Park Chaeyoung.-pronunció a penas.
-Señora Park, la estamos llamando desde la clínica.-la pelirroja abrió sus ojos y tomó el móvil acercándolo a su oído.
-Qué sucede, dígamelo ahora.-exigió con la respiración agitada.
-Nos llegó un familiar suyo en mal estado. Es su padre, tuvo un paro cardíaco.
-P-papá.
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Clínica de Seoul...
-E-estoy buscando a Park Seung. Él es mi padre.-decía con la voz entrecortada.
-Sí, el paciente de la 402. Él en estos momentos tiene visita, pero si quiere...
Ni siquiera terminó de hablar cuando la joven desapareció de su vista y fue en dirección a los elevadores. En cuanto llegó a la habitación nombrada entró abruptamente dejándola congelada por unos segundos, Jimin se encontraba junto a su padre mientras él último estaba conectado a varios tubos, cables y las máquinas sonaban en dicho lugar.
Él al sentirse observado se volvió lentamente hasta dejar caer su mirada a la recién llegada.
-Ro... .-sonrió nostálgico al notar el abultado vientre bajo las prendas femeninas.
Habían pasado tres meses desde la última vez que la había visto, y se miraba maravillosa. Lo único que quería hacer en esos momentos era tomarla entre sus brazos y no dejarla ir nunca más, pero las circunstancias y relación entre ambos era crítica.
La mujer no pronuncio palabra alguna, simplemente se acerco a la camilla donde descansaba su padre e inspeccionó con la vista el trato al mayor.
Luego alzo la mirada hasta el uniformado e hizo una casta mueca, para nuevamente dejar caer su mirar en él viudo.
-Quizás no te interese lo que voy a decir, pero fui hasta tu casa para entregarte algo.-comenzó a decir rompiendo el hielo.
-No quiero saberlo, solo me importa la salud mi padre.-atacó sin mirar.-qué sucedió con él.-interrogó tajantemente.
-Nada. Sucedió de un momento a otro, llamé al hospital y lo trataron de emergencia.-decía angustiado.-¿Acaso, no me crees?
-¿Debería de hacerlo? Hemos vivido en una mentira todo este tiempo, no me sorprendería de una más por parte tuya.
-Basta.-la detuvo cansado.-Vamos fuera, tenemos que hablar.-le tomó el brazo y la arrastró hasta el pasillo iluminado.
-¡Suéltame! Yo no tengo nada que hablar contigo, lo nuestro se acabó, punto.-trato de finalizar, pero él no la dejo.
-No, aún no se acaba.-declaró sosteniéndole la nuca para después acercarla hasta su rostro.-esto recién comienza.-susurró sobre los rosados labios los cuales besó con suavidad siendo correspondido en el acto.
-No.-dijo ella alejándose unos pasos.-Jimin, no podemos... .-le dio la espalda y cubrió su boca emitiendo un sollozo.
Él nombrado noto su actitud y la abrazo colocando sus palmas sobre el vientre.
-La mujer que quiere en mi vida eres tu, Rosie.-le habló al oído.-ninguna otra se ha adueñado de mi corazón como tu lo hiciste. Solo te amo a ti, y sé que eres consciente de ello.
-.... D-debes corresponder como padre.
-Lo estoy haciendo.-la volvió obligándolo a ver.
-No quiero que dejes a tu hijo a un lado. Seulgi necesitará de tu ayuda, no te preocupes por mí, yo estaré bien.
-No.-río con nerviosismo.-no puedes hacerme esto, ¡Rosé!
-Ella está en la cárcel, ¿qué será de ese bebé cuando llegué al mundo? Dímelo. No podrá sobrevivir sólo, tú como padre tendrás que estar a su cuidado.
-¡Quiero estar contigo y Minhwan! .-exclamó dejando un eco en él corredor.-no tratéis de alejarme, porque no lo haré.
Cuando Rosé iba a responder, el sonido del móvil masculino retumbó en el lugar obligándolo a contestar. Vio la pantalla de este y atendió ante la mirada atenta de la menor.
-¿Qué sucede? .-cuestionó al ver su cambio de expresión.
-Bien, estaré allí lo más pronto posible. Gracias por informarme de ello.-cortó la llamada y suspiró con cansancio.
-¿Jimin-ah?
-... Seulgi entro en labor de parto, él bebé se adelanto.
Tras soltar la información ambos se quedaron en silencio, y Rosé decidió romperlo al momento de tomarle las manos.
-Ve.-dijo en un murmullo.
-¿Qué?
-Jimin, tienes que ir, se trata de tu hijo. Ella te necesita en estos momentos.-le decía afirmando.-tienes que estar a su lado, ve.
-Pero...
-Yo estaré bien, solo vete y cuida de ambos.-le dio un leve empujón obligándolo a ir por el elevador.
-¿Cómo podre estar completamente seguro de tus palabras? .-cuestionó al momento en que las compuertas se abrieron.-¿qué o quién me cerciora de ello?
La joven dio un paso y acuno el rostro masculino entre sus delicadas manos, junto sus frentes para luego dar un largo suspiro y finalmente besarlo como tantas veces lo habían hecho en el pasado. Jimin rodeo con un brazo la cintura de ella y con su mano libre la tomo de la nuca, profundizando aun más el beso, haciéndolo más de ellos; intimo.
-Confía en mi.-formulo en cuanto se separaron por falta de aire.-estaré bien.-le regalo una tierna sonrisa, a lo que el mayor la volvió abrazar entre sus fuertes brazos inhalando su atrayente perfume.
-Te amo.-le susurro al oído.-te amo tanto, que me cuesta seguir sin ti.-ante las palabras del castaño, Rosé apretó la ropa de este y desvió la mirada evitando que la viera a los ojos.
-Solo vete.-lo empujo dentro de la caja metálica y con rapidez presiono el botón haciendo que las puertas se cerraran en el acto.
En cuanto estas se cerraron, cubrió su boca ahogando un sollozo por las anteriores palabras. Aunque no sirvió de mucho, ya que las lágrimas que anteriormente evito que salieran ya estaban deslizándose por sus abultadas mejillas. Se apoyo en la pared contigua y se deshizo de cualquier marca, no quiera sentirse observada por las enfermeras del edificio que pasaban en el otro corredor.
Decidió ir nuevamente al cuarto de su padre, pero al dar dos pasos sintió como un liquido bajaba por sus largas piernas dejándola en shock. Paralizada bajo su mirada hasta sus pies dándose cuenta de lo sucedido, había roto fuente.
-Señorita, ¿se encuentra bien? .-pregunto una de las enfermeras que inspeccionaban las habitaciones. Al no recibir respuesta, se acerco a Park y abrió sumamente sus ojos al notar la escena.-rápido, tenemos un código maternidad, repito, código maternidad en el corredor seis.-informo por el canal.
Rosé al escucharla, se desvaneció desplomándose en el suelo, pero antes de cerrar sus ojos vio como un equipo iba en urgencia hacia ella. En ese momento una sola cosa pasaba por su cabeza...
Voy a ser madre
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Momo 🍑💕
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