disclaimer: Dragón Ball ©
Akira Toriyama, su animación
le pertenece al estudio Toei
Animation.

story disclaimer:
SWEET IDIOT © Princess_Saremi
cover & graphics son hechos
por mí persona.

El drabble fue inspirado en
un cómic, quise explorar los
sentimientos de Videl sin dejar de
lado su carácter orgulloso.
Pero, ¿Y la inocencia de Gohan?

Estaba enojada.

No.

Furiosa. Estaba furiosa con ese hombre que hizo que su mundo diera un giro de 180°, él solo vino, actuó como un chico bobo, nerd y le abrió los ojos. Le mostró muchas maravillas que en un tiempo atrás pensó eran simples trucos.

¡Sin su permiso!

Cuando descubrió su identidad su propósito era uno, aprender a volar. Sería libre de las cadenas de la gravedad, y de paso lo utilizaría como gran ventaja para el torneo.

Sí, ella solo lo utilizaría y bueno, no estaba cerrada a ser su amiga en un futuro.

Pero, todo salió mal, ¡Completamente mal!

Solo fueron diez días de entrenamiento, y entre elogios de parte del artista marcial, sonrisas dedicadas de orgullo por ser una excelente alumna, preocupación cuándo se lastimaba o las charlas ocasionales cuando descansaban su corazón dio un vuelco.

¡Y eso era simplemente inaudito!

¡Ella no podía sentir eso!

No podía enamorarse.

Jamás.

O eso creía hasta que lloro por él.

Apretando sus manos, mordió su labio inferior tratando de contener el grito de frustración que quería salir de su boca.

¡Ella era Videl Satán por dios!

¡Solo le interesaba ser la mujer más fuerte!

A pasos rápidos y contundentes salió del pasillo de la escuela, aún ahogada en esos vergonzosos pensamientos, su cabeza gacha tratando de ocultar el rubor de sus mejillas.

Gruño furiosa.

Que intento inútil sabiéndose que su cabello largo no existía más.

¡Y todo por él y sus palabras sin sentido!

Al principio fue claro su odio, por mentirle, ella era alguien que odiaba las mentiras, luego comprendió porque lo hacía y ella estando en su lugar también lo habría hecho.

Y todo odio fue reemplazado por muchos sentimientos más.

Entre ellos, añoranza.

Y la otra palabra con A.

Llegó a un parque cercano y se sentó, cerró sus ojos e intento controlar el ritmo cardíaco y su respiración. Su propósito se cumplió. Aprendió a volar, pero también empezó a sentir algo que no quería.

Y lo único que necesito fue conocerlo.

Su sonrisa, su forma de ser, su perseverancia...

¡Bueno, al demonio, todo lo de él!

Son Gohan hizo lo que millones de deportistas, luchadores, modelos y Sharpener no pudo.

Hacer que se enamorará.

Y entonces lo soltó.

Grito, se desahogó por todos esos nuevos sentimientos que su corazón empezó a albergar en lo más recondito del mismo.

Y entonces una mano se posó en su hombro, asustada y avergonzada se giró a la defensiva encontrando a la persona de sus delirios.

—Gohan.

—Hola Vi, observé que estabas algo molesta, ¿Estás bien?

Preguntó con amabilidad y una de esas sonrisas que le derretían el corazón.

Maldito fuera.

—¡Uy Son Gohan!

Se levantó con un grito frustrado, sonrojada hasta la coronilla y con el corazón latiendole a mil por hora. El muchacho salto ante el cambio brusco de actitud por parte de la heroína de Ciudad Satán.

—¡Eres un...! ¡ERES UN DULCE IDIOTA!

Gohan quiso preguntar, pero ante de abrir la boca Videl lo agarro de su camisa y lo atrajo hacia ella dejando un beso en su mejilla.

Para después huir.

Y él, con el rostro rojo, se preguntaba qué rayos acababa de pasar.

05.04.2022