𝘁𝘄𝗲𝗻𝘁𝘆 𝘀𝗶𝘅.𝗌𝗇𝖾𝖺𝗄𝗂𝗇𝗀 𝗂𝗇

veintiséis.

'A escondidas'

Ya no puedo dormir
en mi cabeza, pertenecemos

Y no puedo estar sin ti,
¿por qué no puedo encontrar a alguien como tú?

━━LA GRAVEDAD DE SUS ACCIONES las tomó en cuenta durante el viaje en el coche de regreso a casa de Veronica.

Había una sensación desgarradora en sus entrañas que le decía que había algo muy mal.

Ella sabía que él se iba a enfadar, pero lo enfadado que estaba, no tenía ni idea.

Pensó que ella se había acostado con otra persona, algo que ni siquiera había sido una opción durante mucho tiempo.

Para empeorar las cosas, parecía que su corazón se estaba desgarrando.

Aunque él pensaba eso, ella sabía que él lo había hecho.

¿Por qué más lo habría estado llamando Hermione de vuelta a la cama?

Todo este tiempo las cosas habían sido tan fáciles entre ellos, divertidas y alegres.

Miranda no había pensado en la posibilidad de que todo llegara a su fin.

Bueno, se le había pasado por la mente una o dos veces, pero en realidad no se había sentado y lo había pensado bien.

Todo lo que sabía era que, a pesar del sexo y los regalos, en realidad le gustaba pasar tiempo con él.

Y realmente no quería que terminara.

Pero ella tampoco quería sentirse así.

Si Hermione quería volver a entrar, Miranda sabía que no tenía derecho a interponerse en el camino de que una familia volviera a estar completa.

Después de todo, ella era solo una chica a la que su marido quería prestar atención durante un tiempo.

Pero Dios, cuánto deseaba que todo volviera a cuando se escabullieron por primera vez.

Cuando las cosas eran divertidas.

Cuando su corazón no se rompía.

Miranda no sabía si era el alcohol o sus emociones o ambas cosas, pero no pudo evitarlo.

Ella empezó a llorar.

─Oh, Dios mío, Miranda─ Dijo Veronica, viendo a su amiga quien empezaba a llorar feo ─¿Estás bien? ¿Qué pasa cariño?─

Miranda simplemente sacudió la cabeza, cubriéndose la cara con las manos, lo que la desmaquillaba por completo, pero no le importó.

Veronica puso su mano en el brazo de
Miranda ─No, en serio, ¿qué pasa linda?─

─No quiero volver─ Gritó.

Sabía que sonaba como un bebé, pero era la verdad.

Ella no quería volver a esa casa, ahora no.

─¿De vuelta a mi casa?─ Veronica
preguntó, al saber la respuesta continuó hablando ─Mierda, ya estamos entrando en el camino de entrada─

Ella lloró más fuerte.

¿Por qué le dolía el pecho así?

Ella había experimentado un desamor antes, pero no así.

Esto fue muy doloroso.

Mental y físicamente doloroso.

Un tipo de dolor que no estaba segura de que terminaría.

Pero tenía que hacerlo, ¿verdad?

Porque la gente siempre se recuperaba.

Sería miserable, pero al final, estaría bien.

Trató de decírselo a sí misma, pero con toda honestidad, sentía que esto era todo lo que habría.

─Ven, estás muy borracha─ Le dijo
Veronica ─Vamos a ducharte y a meterte en la cama─

Las dos entraron, borrachas balanceándose con sus tacones de aguja.

La idea de arrastrarse a la cama y nunca volver a salir sonaba atractiva.

Diablos, sonaba perfecta.

Pero cuando las dos entraron por la puerta principal y entraron en el vestíbulo, se encontraron con el crujido de vidrio roto debajo de sus zapatos.

Alguien había roto una botella de whisky, en realidad la tiró contra la pared, su licor marrón goteando por la pintura blanca.

─Veronica, ¿eres tú?─ Dijo Hermione, corriendo al vestíbulo en un pequeño vestido de tela negro.

¿Es eso en lo que ella lo había estado follando?

Miranda sintió una ola simultánea de celos, náuseas y angustia sobre ella.

Realmente no ayudó que la madre de Veronica estuviera buena.

Incluso en su estado de pánico, se veía bonita.

Maldición.

─Mamá, ¿qué está pasando?─ Veronica preguntó.

─Se ha vuelto loco─ Gritó Hermione ─Después de tu llamada telefónica, ¡se volvió loco! Empezó a gritar y a tirar cosas y...Dios mío. Creo que aquí viene─

─¿Qué llamada telefónica?─ Fue todo lo que Veronica dijo antes de que Hiram apareciera muy enfadado y sin camisa.

No era una situación de si las miradas podrían matar.

Parecía que había terminado de matar a alguien y que ellas eran las siguientes.

─¿Dónde mierda estabas?─ Exigió, irrumpiendo hacia ellas.

Miranda bajó la mirada, asustada pero todavía teniendo suficiente dignidad para ocultar su
angustia de él y verlo.

─Por dios, papá, relájate─ Dijo Veronica.

Su voz trató de imitar la sobriedad, pero ¿a quién estaban engañando? Parecía desperdiciada.

Ambas estaban igual.

─Solo estábamos de fiesta─

─No intentes tirar de esa mierda conmigo, ¡sé que fuiste a otro lugar!─

Miranda sabía que se refería a que ella se fue y volvió a casa con ese tipo del bar.

Debería haber dicho algo, sabía que Hiram quería oírlo de ella, pero Veronica ya estaba discutiendo.

─No, en realidad no lo hicimos─ Dijo ─¿Por qué actúas así? Me dejaste salir a discotecas con Archie todo el tiempo─

─Estás bebida─ Replicó Hiram.

─Sí, papá. Para tu información, eso es lo que hace la gente en un club. Ellos beben─

─Sé que se fueron del club─

─No, no lo hicimos─ Repitió Veronica.

─Entonces, ¿por qué está tan callada?─ Hiram dijo.

Miranda sintió sus ojos en ella, pero no quería mirarlo.

Podía sentir las lágrimas corriendo a en sus ojos y mejillas de nuevo y no quería darle la satisfacción de verla así.

─Miranda, mírame─ No fue una petición educada, en absoluto.

Era una demanda, alimentada por la rabia ardiente.

─Hiram─ Hermione intervino ─Creo que entienden que lo arruinaron. Solo déjalas ir a la cama y hablaremos de ello por la mañana─

─No, estamos hablando de ello ahora─ Dijo para después ignorarla ─Miranda, dije mírame─

Arruinando su dignidad, Miranda levantó la cabeza y miró a Hiram a los ojos.

Ella sabía que estaba llorando, pero se preguntó si él podía ver lo mucho que la había lastimado.

Ella se preguntaba si él podía ver su desamor.

Y por un momento, ella pensó que él podría.

Porque por un ligero parpadeo de un momento, parecía tan herido como ella.

De inmediato, su comportamiento se relajó y suspiró en forma de derrota.

─Solo váyanse a la cama─ Dijo, antes de girar y alejarse.


Miranda sofocó sus sollozos en su almohada, con la esperanza de que nadie afuera en el pasillo la oyera.

Ella había ido directamente a su habitación después de la discusión y había pasado una hora llorando por él, por Hermione, por perder la cabeza por un tipo que sabía que no podía tener.

Emborracharse había sido una idea terrible.

Si ella estuviera sobria, habría sido capaz de mantener sus cosas juntas para que él no la hubiera visto como lo había hecho, la hubiera mirado de otra forma.

Ella no podía sacarle la cara de la cabeza.

Sus ojos.

Se veía muy herido.

¿Pero por qué?

Lentamente, la puerta de su dormitorio se abrió agrietada y Hiram entró, cerrando en silencio la puerta detrás de él.

Ella no podía ver su expresión en la oscuridad, pero sintió que no era muy atractiva, no después de lo todo lo que había tirado.

Ella vio cómo su sombra se dirigía hacia ella, se metía en la cama con ella mientras tiraba de su mitad superior para ponerla sobre su regazo.

─Lo siento─ Dijo.

─¿Te hizo daño?─

Ella agitó la cabeza ─Nunca me acosté con él, solo quería que pensaras que lo hice─

─¿Por qué querrías eso?─

─Porque tú te acostaste con ella─ Dijo ─La escuché por el teléfono─ Confesó.

─Miranda─ Suspiró Hiram ─No me acosté con Hermione. No te mentiré, ella quería que lo hiciera. No pude. Y cuando pensé que te habías ido a casa con ese tipo, joder...perdí el control─

─Lo siento─ Dijo de nuevo ─Supongo que nos hacemos volver un poco locos─

─Sí, supongo que sí─ Dijo con una suave sonrisa, mientras limpiaba las lágrimas de Miranda.

─¿Todavía crees que es una buena idea?─ Le cuestionó Miranda ─¿Qué me quede aquí?─

─Tal vez no─ Se rió ─Pero no puedo hacer que vayas a ningún otro lugar cuando hay un asesino suelto. Solo tendremos que hacerlo mejor─

─Tal vez empecemos por no colarnos en mi habitación por la noche─ Le dijo Miranda.

─Tenía que verte─ Dijo.

Sus dedos trazaron su labio inferior, y si esta era cualquier otra noche, ella sabía exactamente cómo habría terminado.

La habitación de Veronica estaba lo suficientemente lejos como para que no se escuchara nada, pero con su exesposa durmiendo a solo un par de puertas de distancia, era demasiado arriesgado.

─Nunca te había visto así antes, tenía que asegurarme de que estuvieras bien─

─¿Es por eso qué me miraste de la forma en que lo hiciste?─

─¿Cómo te miré?─

Ella tomó su mano y enredó sus dedos con los suyos.

─Como si te rompiera el corazón─

Desearía no haberlo dicho.

Solo se dio cuenta de lo que significaba cuando las palabras salieron de sus labios.

Para ella, haber roto su corazón significaba que su corazón tenía que haberle pertenecido a ella, para empezar.

Y esa fue una idea loca...¿no es así?

Ella no quería saberlo.

─Deberías volver a tu habitación─ Dijo ella antes de que él pudiera responder.

Estuvo en silencio durante un momento antes de que finalmente dijera: ─Debería─

Salió de su cama, sacando cuidadosamente su cabeza de su regazo y permitiendo que descansara sobre la almohada.

Inclinándose, le puso un tierno beso en los labios.

─¿Dónde está tu collar?─ De repente preguntó.

Por reflejo, tocó su cuello ─Oh, me lo quité cuando me enteré de que Hermione estaba de visita. No quería que sospechara nada─ Dijo mientras recordaba cuando Hiram se lo había dado en su cita.

─Vuelve a ponértelo─ Le dijo ─Me gusta cuando lo llevas─

Ella asintió y lo vio caminar hacia la puerta.

─Buenas noches, Hiram─

─Buenas noches, Miranda─ Dijo antes de salir de su habitación.

HOLA !

Veintiséisavo capítulo terminado !

¿Qué les pareció el capítulo?

¿Opiniones?

Que fuerte todo esto

En fin.

¿Qué nos espera en el siguiente capítulo?
Ustedes no lo saben, pero yo si :)

Si ven faltas de ortografías díganme!

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Les quiere muchooo Dix...

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©  edición 2023 | dixsway

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