diez.

'Paseo lleno de baches'

Amo la forma en que me tocas

Sin usar tus manos

━━MIRANDA TUVO QUE convencer a sus padres de que tenía que prepararse para una prueba con Betty para poder salir de casa tan tarde.

Lo que sea que Hiram quisiera hablarle era mejor que haya valió la pena porque no pudo usar esa excusa de nuevo durante al menos un mes más.

Entonces, encendió todo su automóvil, encendió su Bluetooth para escuchar 'Shades Of Cool' de 'Lana Del Rey'  y condujo hasta Sweetwater River.

No estaba segura de a dónde ir ya que el río era enorme, así que esperó en el estacionamiento y le envió un mensaje para hacerle saber que estaba allí.

Mientras esperaba sentada, sola, en la oscuridad, lejos de cualquiera, en un área remota rodeada de árboles y agua que ahogaría el sonido de sus gritos, se dio cuenta de que se había colocado en la fantasía de todo asesino en serie.

Inmediatamente, cerró las puertas y le envió un mensaje de texto para que se diera prisa.

Pronto, se acercó un auto negro.

No era su Mercedes habitual, sino un Rolls-Royce.

Miranda de repente se sintió muy cohibida por su coche.

No era ni de lejos tan bonito ni tan caro como cualquiera de sus coches, pero aún así lo amaba con todo su corazón.

El Rolls-Royce se detuvo junto a su auto y la ventana delantera se bajó para revelar un conductor.

Miranda bajó su propia ventana.

─Está en la parte de atrás─ Dijo el conductor antes de subir la ventanilla.

Entonces, ¿él quería que ella se subiera a un auto con él en medio de la nada?

¿Un coche cuyas ventanas habían sido teñidas de tan negro que era imposible ver a través de ellas?

Claro, ¿por qué diablos no?

Después de cerrar su auto, Miranda abrió la puerta de su auto y entró.

Nunca había estado dentro de un Rolls-Royce, así que cuando vio el techo estrellado se asombró, pero su asombro no duró mucho antes de que sus ojos se posaran en Hiram, quien la miraba con una mirada fría.

De mala gana, cerró la puerta detrás de ella y se sentó en el asiento junto a él justo cuando el auto comenzaba a conducir.

─¿A dónde vamos?─ Preguntó, mirando al conductor, pero no obtuvo respuesta porque antes de que pudiera responder, Hiram enrolló la partición.

─Relájate─ Dijo, notando su mirada
incómoda ─Solo estamos conduciendo─

─¿Por qué me pediste que viniera aquí?─

─Pensé que había dejado en claro que te quiero, Miranda─ Dijo ─Y luego te presentas en mi casa con ese chico─

─Espera─ Dijo, dándose cuenta de por qué estaba tan molesto ─¿Quieres que sea exclusiva para ti?─

─Así es como funciona─

─Pero ya me tenías. Jodimos. Pensé que eso era todo─ Dijo solo para ganarse una mirada fría de él.

─Eso no estaba ni cerca─ Dijo ─Te quiero, lo que significa que no hay más chicos─

─Reggie es solo un amigo─

─Él no te ve de esa manera─

─Bueno, no voy a dejar de hablar con él solo porque no te agrade─ Dijo.

─Miranda─

─¿Qué?─

─Lo digo en serio. Nada de chicos─

─¿Qué eres? ¿Mi papá?─ Ella exclamo ─Archie es mi amigo, Jughead es mi amigo y Reggie es mi amigo. Si no puedes respetar eso, entonces esto no va a funcionar─

Hiram sostuvo su mirada por un momento, pero terminó aceptando ─Si intento algo, no intentes detenerme cuando me salga con la mía─

─Lo que sea─ Dijo Miranda, ignorando su amenaza, sin darse cuenta de lo serio que era en realidad ─¿Veronica te habló de la ropa
interior?─

─Sí─ Suspiró ─Le dije que tenía una aventura de una noche con una camarera del club de campo─

¿Fueron a un club de campo? Por supuesto que lo hicieron. Aparentemente, eso es lo que hacían todos los ricos.

─No creo que vayas a recuperar tu ropa
interior─ Dijo.

─Está bien─ Contuvo una sonrisa.

Condujeron en silencio por un rato, sus pensamientos sexuales se acumulaban con cada segundo que pasaba.

─Creo que debería volver, es tarde─

─Bien─ Dijo, golpeando la partición.

Miranda pensó que esa era la señal del conductor para dar la vuelta al auto.

─Gracias por el desayuno, por cierto─ Dijo ─Fue muy amable de tu parte hacer eso─

─No te preocupes. Pido disculpas por lo de hoy. Mi comportamiento─

─Hacía calor─ Miranda se mordió el labio, recordando lo caliente que se veía cuando estaba enojado.

─¿Ah, de verdad?─ Él se rió entre dientes, acercándose a ella.

Colocó una mano en su pierna y usó la otra para acercar su cabeza a la de él.

─Te juro que si hubieras venido sola , te habría llevado directamente a la mesa─

─Tal vez acepte esa oferta─ Sus ojos se posaron en sus labios.

─Tenemos algo de tiempo ahora─

Ella acercó sus labios a los de él y lo besó, pero sabía que el juego previo no podía durar mucho, el auto ya estaba en camino de regreso al estacionamiento.

─Quítatelas─ Suspiró, tirando de la cintura de sus mallas.

Ella lo hizo apresuradamente y se quitó la camisa y la ropa interior, sin embargo, en el proceso anotó mentalmente, llevarse la ropa interior a casa.

La sentó en su regazo y la ayudó con su sostén mientras ella buscaba a tientas desabrocharle los pantalones.

Besándose, finalmente le desabrochó la cremallera y sacó su eje de debajo de sus bóxers.

Ella echó la cabeza hacia atrás y gimió mientras lo deslizaba dentro de ella, tomando cada centímetro doloroso. Todavía estaba adolorida por la noche anterior.

Lentamente, movió sus caderas, ajustándose a su tamaño con cada movimiento.

─Joder─ Gimió contra su piel, hundiendo los dedos en sus piernas.

Ella giró las caderas, preguntándose si a él le gustaría y si a él sí.

─Justo así─ Él dijo.

Aceleró los movimientos de sus caderas y echó la cabeza hacia atrás con placer.

─Hiram─ Gimió.

El coche se detuvo, pero siguieron adelante.

Necesitaban terminar.

Movió las caderas aún más rápido, el placer crecía y aumentaba.

Ella le mordió el hombro mientras se corría, apretándose con fuerza contra él.

Él la agarró por las caderas y la empujó bruscamente a través de su orgasmo, saliendo rápidamente antes de que pudiera entrar en su interior.

Después de vestirse, le dio un beso de buenas noches y se aseguró de que se subiera a su auto de manera segura antes de partir.

Le dolían las entrañas era un dulce dolor, pero eso era lo que conseguía por hacerle dos noches seguidas.

De camino a casa, decidió que tenía hambre.

Entonces, tomó un desvío a Pop's para tomar una hamburguesa rápida para llevar.

El estacionamiento estaba vacío excepto por un auto, un auto muy familiar.

¿Qué demonios estaba haciendo Betty aquí tan tarde?

Miranda estacionó su auto al lado del de Betty y se asomó por la ventana.

─Mierda─ Dijo Miranda, con los ojos muy abiertos por la sorpresa.

Dentro del auto, Betty se estaba besando furiosamente, pero no con Jughead.

Fue con Chuck Clayton.

OLÉ !

Décimo capituló ya finalizado!

¿Qué les pareció este capituló?

Espero les haya gustado.

Si ven faltas de ortografías díganme!

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