𝘀𝗶𝘅.𝗁𝗂𝗌 𝗀𝖺𝗆𝖾

seís.

'Su Juego'

Tus celos son algo evidentes cariño deberías ser más discreto

Puede llevar las riendas con una sola mano, ¿qué será de todo el?

━━MIRANDA ESTABA EN EL vestuario de las chicas mirándose en el espejo con su nuevo traje de animadora. No podía creer que hubiera dejado que Veronica la convenciera de hacer una prueba para el equipo, o que incluso se les permitiera usar pantalones cortos así de cortos en la escuela. 

Al menos se veía bien con ellos. 

─Maldita sea, ¿de dónde son esos?─ Preguntó Valerie, mirando los moretones en la pierna de Miranda que quedaron tras la noche en el bar clandestino. 

─Nunca beso y digo─ Dijo Miranda con una sonrisa.

─Muy bien, señoritas─ Dijo Cheryl entrando al vestíbulo ─Es hora de ver todo lo que tienen─

Miranda y todas las demás que estaban probando fueron llevadas afuera cerca del campo de fútbol donde Archie y sus amigos estaban practicando.

Mientras se alineaban para ser juzgados por el equipo de porristas, Veronica decidió que sería el momento perfecto para empezar a cantar. 

─¿Qué diablos está haciendo?─ Dijo Miranda, preguntándose de dónde venía la música y por qué todas conocían las palabras y los movimientos de baile de la canción. 

─Oh, ella solo hace eso de vez en
cuando─ Valerie se encogió de hombros. 

De repente, todas las chicas que estaban probando se apresuraron a unirse al número musical que se convirtió en el método que Cheryl usó para juzgarlas a todas. Valerie incluso se unió, mientras Miranda se quedó allí estupefacta.

─¿Qué diablos está pasando?─ Dijo, viendo bailar a las chicas.

¿Se había perdido algo?

¿Era esta una rutina que se suponía que debía haber aprendido? 

¿Por qué estaban todos tan felices? 

La música se detuvo y Veronica dejó de cantar.

Todas las chicas vitorearon y rieron y Miranda se quedó allí. No tenía palabras para explicar lo que acababa de suceder. Supuso que solo era Sabrina la que se metía con ella desde Greendale. 

─Bueno─ Dijo Cheryl, volviéndose para mirar a Miranda ─Creo que es obvio quién no estará en el equipo─ 

─Bien por mí─ Se burló Miranda ─No creo que pueda seguir el ritmo de todo esto─

─Oh, eso es una lástima Miranda─ Dijo
Tony ─Esperaba que formaras parte del equipo─

─Oh, bueno, no todo el mundo es tan talentoso como nosotras Vixens─ Cheryl se encogió de hombros y volvió con las chicas.

Miranda suspiró y decidió regresar al vestíbulo de chicas.

Mientras cruzaba el campo de fútbol, ​​uno de los amigos de Archie se acercó a ella.

─Hola, eres Miranda, ¿verdad?─ Dijo, pasando una mano por su cabello.

─Si─ Dijo ella.

─Soy Reggie, es bueno conocer finalmente a la chica nueva─

─Encantada de conocerte también─ Sonrió y decidió que el era sexy ─¿Por qué no te he visto antes?─

─Lo has hecho, me veía diferente la temporada pasada─

─¿Qué?─

─No importa, de todos modos, los chicos y yo vamos a hacer una fogata esta noche junto al lago Sweetwater─ Dijo ─Y me preguntaba si querías ir─

─¿Solo yo y un grupo de chicos?─

─No, creo que Archie invitó a Veronica y sé que Cheryl estará allí. Entonces, ¿qué dices?─

─Claro, eso suena genial─ Sonrió.

─Genial─ Reggie le devolvió la sonrisa antes de que sus ojos se fijaran en un área de su
cabello ─Tienes algo en tu...─ Dijo, acercándose un paso y metiendo la mano en su cabello. 

De repente, el sonido de un claxon de coche sonó a lo largo de todo el campo, ganando la atención de todos los que estaban afuera. 

Miranda y Reggie se volvieron hacia el sonido. 

Era Hiram Lodge en su Mercedes en el estacionamiento de la escuela, haciendo un agujero en Miranda. Mierda, los había visto. 

Pero no es como si hubieran hecho algo malo. 

─¿Quién diablos es él?─ Pregunto Reggie. 

─El papá de Veronica─ Respondió Miranda, viendo a Veronica correr hacia el auto de su papá con una mirada confusa.

─¡¿Por qué diablos estás tocando la
bocina?!─ Veronica le dijo ─¡Te dije que tardaría 5 minutos!─


Poco después de que terminó de cambiarse a su ropa habitual, Veronica entró al vestíbulo.

─¿Por qué tu papá estaba tocando la
bocina?─ Pregunto Miranda, apoyándose en los casilleros.

─No lo sé, pero fue tan vergonzoso─ Dijo Veronica, abriendo su casillero y sacando sus cosas.

─Vas a ir a Sweetwater esta noche para la fogata, ¿verdad?─

─¿Tú también vas?─ Veronica preguntó emocionada y Miranda asintió ─¡Está bien, vendrás a mi casa justo después de la escuela! ¡Nos prepararemos juntas y le pediré al chef que nos prepare algunas bebidas antes de la fogata!─

─Suena genial─ Sonrió Miranda. 

Fue algo bueno que no haya traído su auto hoy y algo aún mejor sería que el Sr. Lodge la llevara de nuevo.

Las dos entraron juntas al estacionamiento y se acercaron al Mercedes negro que los esperaba en el estacionamiento. 

Veronica se sentó en el asiento de compañero, justo a lado de su padre.

Miranda se aseguró de sentarse justo detrás de él para poder verla a través de la vista trasera.

─Hola, Sr. Lodge─ Dijo, mirándolo a los ojos sorprendidos en el espejo.

─Papi, Miranda viene a casa con nosotros. Nos estamos preparando para una fiesta esta
noche─ Dijo Verónica.

─No hay fiestas en las noches escolares, ¿recuerdas?─ Dijo, saliendo del estacionamiento de la escuela.

─No es una fiesta, Sr. Lodge. Es una fogata con algunos amigos cercanos─ Dijo Miranda ─Al menos eso es lo que me dijo Reggie─

Ella vio como sus ojos se volvieron fríos y se encontraron con los de ella en el retrovisor de nuevo.

─Oh, ¿Reggie te invitó?─ Veronica
preguntó ─Creo que él siente algo por ti─

─Nada de fogatas─ Decidió el Sr. Lodge, abriendo un agujero en los ojos de Miranda como si le hablara a ella y sólo a ella.

─¡Pero papi!─ Veronica quejó ─¡Eso no es justo! ¡Nunca dices que no cuando salgo tarde!─

─Lo siento, Veronica. ¿Quizás la próxima
vez?─ Dijo Miranda, desafiando la autoridad del Sr. Lodge. 

Podría haber sido capaz de controlar a su hija, pero no tenía autoridad sobre Miranda. 

Al menos no todavía.

─¡Papi!─ Veronica reprochó ─¡Tienes que dejarme ir!─

Ignoró los reproches de su hija y volvió a mirar a los ojos.

─¿No les importaría a tus padres que salgas tarde, Miranda? No quisiera hacerlos enojar─

─No─ Ella le sonrió ─Están completamente de acuerdo, al cien por cien─

─Suertuda─ Veronica hizo un puchero, cruzando los brazos sobre su pecho.

─Puedes ir─ Le dijo a Veronica, ganándose una gran sonrisa y un abrazo de ella. 

No volvió a mirar a Miranda a los ojos durante todo el viaje, pero tenía la sensación de que él tenía otras formas planeadas para evitar que ella fuera.


Una vez que entraron a la casa, Veronica inmediatamente llevó a Miranda a su habitación y comenzó a preparar ropa para que se la pusieran. 

Como Miranda no había traído nada de su propia ropa, Veronica se había ofrecido a prestar su ropa. 

Veronica decidió usar un vestido corto de color púrpura y le rogó a Miranda que se conjugara con ella y usara un vestido rosa a juego, a lo que Miranda accedió y se cambió.

─¿Este es tu teléfono?─ Preguntó Miranda, escuchando la sutil vibración de un teléfono celular mientras se peinaba en el espejo.

─¡Es Archiekins!─ Veronica chilló e inmediatamente contestó su teléfono. 

Después de una llamada telefónica muy rápida, miró a Miranda con una sonrisa de disculpa. 

─No te enojes, pero Archie está solo en casa en este momento y realmente necesito algo de tiempo para nosotros, si sabes a lo que me refiero─

─Ve─ Miranda puso los ojos en blanco con una sonrisa ─Estaré bien─

Miranda esperó hasta que escuchó la puerta principal cerrarse de golpe antes de salir del dormitorio y cruzar el pasillo hacia la oficina del Sr. Lodge, donde se sentó detrás de su escritorio en una llamada telefónica.

Sin embargo, cuando la vio, inmediatamente terminó la llamada.

─Veronica se ha ido por una hora─ Dijo Miranda, caminando hacia él.

─Ven aquí─ Dijo el. 

Mientras caminaba alrededor del escritorio y hacia él, él giró su silla para mirarla antes de inspeccionarla. 

─¿Vas ir con eso?─

─¿Por qué? ¿Es demasiado corto?─

Sus manos se estiraron y la agarraron por la cintura, acercándola a él entre sus piernas. 

─Ya sabes que es demasiado corto─

─Me lo puedo quitar si quieres...─ Dijo ella, viendo cómo se tensaba su mandíbula ─Y cambiármelo por otra cosa─

Suspiró y la miró con ojos dulces ─No vayas─

─¿Esto es por Reggie?─

─Sí─

─Todavía voy ir. No tengo ninguna razón para no hacerlo─ Dijo.

─Entonces solo necesitas una razón, ¿eh?─ Dijo, poniéndose de pie. 

Sus manos no la habían soltado ni una vez y cuando se puso de pie, las clavó firmemente en su cintura.

─Tal vez─ Dijo ella, mirándolo y mordiéndose el labio con anticipación.

─¿Cuánto tiempo dijiste que teníamos? ¿Una hora?─

Ella asintió. 

La tomó y la condujo hasta su extremo del escritorio, donde ella tomó asiento en la madera pulida. Sus ojos no habían dejado de mirar los de ella, ni siquiera cuando sus manos bajaron por sus piernas y las separaron suavemente. 

Se acercó aún más, entre ellas.

─Envuélveme con tus piernas─ Le dijo el.

Mientras lo hacía, su vestido se subió y mostró su ropa interior rosa bebé. 

Ella envolvió sus piernas alrededor de su cintura y las cerró en su lugar. 

El movimiento empujó sus caderas contra las de ella, su erección presionando contra la tela de su ropa interior.

─Buena chica─ Dijo ─Ahora recuéstese─

Miranda escuchó. Lo que sea que él quisiera hacerle, ella no iba a negarlo. 

Esto estaba demasiado caliente, no podía decir que no. 

Su cabeza golpeó la madera y su espalda se apoyó en unos pocos papeles, pero a él no parecía importarle eso en este momento. 

Toda su atención estaba puesta en ella.

─¿Quieres que te toque?─ Dijo, mirándola con nada más que pura lujuria.

─Sí, por favor─ Ella le dijo.

─¿Vas a salir esta noche?─

Oh. Ahora ella entendía su juego. Él fue inteligente al usar esto en su contra, pero ella no se iba a rendir tan fácilmente. Odiaba perder.

─Tal vez─ Dijo ─Todavía no veo una razón para quedarme─

De repente, se hizo a un lado, aliviando la presión contra sus caderas. 

Justo cuando pensaba que él se alejaría de ella, su mano se coló entre sus piernas separadas y encontró su camino hacia su ropa interior. 

Inmediatamente jadeó y cerró los ojos cuando él la tocó donde más lo necesitaba. Apenas la tocaba, apenas aplicaba presión. 

Necesitaba que él se moviera, que hiciera más con ella.

─Por favor─ Suplicó, comenzando a cerrar las piernas solo para poder forzar su mano a presionar más contra ella.

─No cierres las jodidas y lindas piernas─ Dijo.

Las apartó de nuevo y lo miró con ojos suplicantes.

─¿Irás esta noche?─

¿Ella era? Oh, mierda, a ella realmente ni siquiera le importaba ir más, pero no quería perder este juego. Aún no.

─Tal vez─ Dijo.

─Miranda─ Dijo en voz baja y ronca antes de que sus dedos comenzaran a frotar círculos contra ella. 

Volvió a cerrar los ojos y echó la cabeza hacia atrás con un profundo suspiro. 

─¿Te gusta eso?─

─Sí─ Respondió ella. 

Se frotó lentamente, pero sus dedos eran la mejor sensación que jamás había experimentado allí. 

Sabía que estaba empapada hasta la ropa interior, no podía evitarlo.

─¿Quieres mas?─

─Por favor─

─¿Me vas a escuchar?─

─Sí─ Dijo ella.

─¿Vas a ir a la fiesta de la fogata?─

─No─ Se rindió. 

Él había ganado, no es que ella tuviera una oportunidad de todos modos.

─Buena chica─ Dijo, pero antes de que pudiera recompensarla, la puerta principal se abrió.

─¡Falsa alarma! ¡Su mamá estaba en
casa!─ Veronica gritó.

OLÉ !

Sexto capituló finalizado!

Espero les haya gustando.

¿Qué les pareció este capítulo?

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Les quieres Dix...

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