cinco.

'Noches Húmedas'

Es como si no pudiéramos parar, somos enemigos

Pero nos llevamos bien cuándo estoy dentro de ti.

━━MIRANDA NO DEBIÓ HABER ido a esa fiesta. Se dio cuenta de eso mientras caminaba a casa bajo la lluvia torrencial con nada más que un vestido negro y un par de tacones incómodos. Si alguien la veía así por la noche, pensarían que era una prostituta. 

Aun así, ella no tuvo elección. 

Pensó que había sido inteligente al dejar su auto en casa, sabiendo que iba a beber, pero en lo que no había sido lo suficientemente inteligente fue para darse cuenta que todos los demás, incluido su vehículo de regreso, también beberían. Entonces, en lugar de arriesgar su vida y subirse con un conductor ebrio, decidió caminar. 

Lamentablemente, no sabía que empezaría a llover. 

¿Ya había intentado llamar a un taxi? Por supuesto, ella no era estúpida. 

Pero Riverdale era una ciudad pequeña y los servicios de taxi no llegaban. 

Entonces, continuó caminando bajo la lluvia torrencial, cada paso le causaba un dolor inmenso.

De repente, el sonido de un coche acelerando en la carretera se acercó a ella y se acercó más y más hasta que pasó a toda velocidad junto a ella.

Ella hubiera dado cualquier cosa por estar en ese auto ahora mismo porque al ritmo que iba, le tomaría toda la noche llegar a casa. 

Como si su deseo se hiciera realidad, el coche se detuvo de repente. 

Miranda observó cómo retrocedía hasta quedar justo a su lado. Ella debatió si debería o no correr, después de todo, podría haber sido un asesino en serie. 

Pero cuando bajó la ventanilla del pasajero y echó un vistazo al interior, se sorprendió más al encontrar a Hiram Lodge en el asiento del conductor.

─¿Sr. Lodge?─ Ella cuestionó, dando un paso hacia el auto.

─¿Qué haces caminando tan tarde en la noche...con....ese aspecto?─ Dijo, sus ojos vagando por el vestido mojado que se aferraba con fuerza a su cuerpo.

─Hubo una fiesta─ Explicó, pasando una mano por su cabello empapado para empujarlo hacia atrás ─Todo el mundo estaba bebiendo y yo no tenía transporte, al menos no uno que estuviera sobrio o sobria─

─Entra─ Dijo. 

─¿Qué?─

─Entra─ Repitió.

Miranda asintió y abrió la puerta antes de entrar al cálido coche.

Debido al alcohol que corría por su cuerpo, no se había dado cuenta de lo fría que estaba hasta que su piel tocó el asiento con calefacción. 

Ella suspiró y se relajó de nuevo.

─Estás empapada─ Dijo Lodge, pasando una mano por su pierna.

Claro, estaba empapada, pero si él seguía haciendo eso, definitivamente estaría empapada. 

Ella se mordió el labio y lo miró con ojos suplicantes. 

Sabía que él la deseaba, se lo había dicho y ahora mismo ella también lo deseaba. 

Ella lo deseaba muchísimo. 

Observó cómo su mandíbula se tensó y sintió su mano subir por su muslo, deslizándose lentamente por debajo de su vestido. 

Estaba tan cerca que prácticamente echó la cabeza hacia atrás antes de que la tocara donde más la quería.

Beeeeeep!! 

El coche detrás de ellos tocó la bocina con fuerza. 

El Sr. Lodge apartó la mano y se aferró con enojo al volante antes de pisar con fuerza el acelerador y acelerar. 

Miranda no se había dado cuenta de que se habían detenido en medio de la carretera, solo deseaba que el auto tocara la bocina unos segundos después. 

Realmente quería que él la tocara.

Condujeron juntos en silencio durante unos minutos, pero a Miranda no le importó. 

Aunque el alcohol la había puesto muy cachonda, también había hecho que las luces de la calle que pasaban fueran muy agradables.

─¿Estás borracha, Miranda?─ Preguntó el Sr. Lodge de repente, descansando su mano sobre su muslo de nuevo. 

Su nombre sonaba tan bien saliendo de sus labios que se preguntó qué más podían hacer.

─No, sólo un poco borracha─ Dijo.

─¿Qué tan borracha?─

─Suficiente para hacer cosas que normalmente tengo demasiado miedo de hacer─ Dijo, girando todo su cuerpo hacia él para que su mano estuviera entre sus piernas ─Pero no lo suficiente para hacer algo de lo que me arrepienta─

─Sabes que es lo que estás pidiendo, ¿verdad?─

─Lo sé, Sr. Lodge─

─Puedes llamarme Hiram─ Tragó.

─¿Esta seguro de que es apropiado?─

─Nada de esto es apropiado─ Dijo, mirando el estado en el que ella se inclinaba hacia él, sus ojos se detuvieron en el lugar donde estaba subiendo el vestido.

─Tú eres quien dijo que me querías,
¿recuerdas?─ Ella dijo ─¿Estás retrocediendo ahora?─

Tal vez, solo tal vez, el alcohol estaba jugando un papel mucho más importante de lo que pensaba porque si no estuviera borracha, no se habría atrevido a decir nada de esto.

─Solo quiero que estés con la mente y el estado correcto cuando haga lo que quiero
hacerte─ Dijo.

─¿Y qué quieres hacerme?─ Pregunto, mordiéndose el labio con anticipación.

─Te lo mostraré cuando estés sobria─

Ella frunció el ceño y apoyó su cuerpo contra el asiento ─No eres divertido─

─¿Qué bebiste?─ Él pregunto.

─Solo lo básico, Palm Bay's, Rose, lo que sea que me dieran al golpe. Nada severo─

─¿Con quién fuiste?─

─Con algunos chicos de la escuela─ Ella dijo encogiéndose de hombros.

─Algunos chicos de la escuela, ¿eh?─ Dijo, apretando su agarre en el volante.

─Si...─ Ella lo miró, sus ojos estaban fríos como una piedra.

─¿Fuiste a una fiesta por la noche con algunos chicos, con ese aspecto, te emborrachaste y elegiste caminar sola a casa?─

─No hagas eso─ Puso los ojos en blanco ─No actúes como si fuera tuya o algo así, no lo soy─

─Sé que no lo eres─

─¿Y entonces?─

─Dejé en claro que te quiero y siempre obtengo lo que quiero─ Dijo.

─¿Y si alguien más me quiere también?─ Dijo, volviéndose hacia él de nuevo ─¿Se supone que debo decir que no solo porque tu me quieres?─

─Exacto vas a decir que no─ Dijo el mientras su mano apretaba la parte interna del muslo de Miranda.

─¿Lo soy?─

─Lo eres─

─Ya veremos─ Sonrió. 

Él la miró con dureza, pero antes de que pudiera decir algo ella lo interrumpió. 

─Esta es mi parada─

Inmediatamente pisó el freno frente a la casa de Miranda. Pareció notar que ninguna de las luces estaba encendida, ni siquiera la luz del porche.

─Mis padres están fuera de la ciudad los fines de semana─ Dijo Miranda, explicando por qué estaba tan oscuro.

─¿Estás sola en casa?─ Él dijo. 

Ella lo miró mientras él parecía debatir algo. Ella sabía lo que era. Quería entrar, pero no sabía si debía hacerlo.

─No es una buena idea. Mi papá tiene cámaras instaladas en todas partes. Yo habría dado una fiesta en casa si ese no fuera el caso─ Suspiró, saliendo del auto con frustración. 

Estaba molesta por no poder traerlo adentro, pero aún más molesta porque él la había molestado hasta el punto de la sobrecarga de frustración sexual.

─Gracias por el aventón─

─Recuerda lo que dije, Miranda─

─Si a ti, no a nadie más─ Puso los ojos en
blanco ─Ya veremos─

─Miranda─

─Buenas noches, Hiram─ Sonrió antes de darle la espalda y dirigirse a su casa.

HOLA !

Quinto capituló finalizado!

Bueno ya me siento mejor así que estaré actualizando más!

Espero les haya gustando.

¿Qué les está pareciendo la historia?

Voten y comenten ✨.

Les quieres Dix...❦

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