ocho.

'Bragas rosas'

Bebe déjame poner tus bragas a un lado

Puedo hacerte sentir bien

━━LA MAÑANA DE MIRANDA se había sentido como un sueño. Cuando se despertó en su cama, no pudo evitar sonreír al techo pensando en todo lo que había sucedido con Hiram la noche anterior. 

Habían pedido comida para llevar, pusieron una película que terminó siendo utilizada como ruido de fondo más que cualquier otra cosa mientras tenían sexo unas cuantas veces más. 

Al final de la noche, Miranda estaba tan agotada que casi se durmió de camino a casa, pero afortunadamente se las arregló hasta que su cabeza golpeó la almohada. 

Después de eso, ella se quedó dormida simplemente se apagó como una luz.

Se mordió el labio al recordar lo que habían hecho anoche. 

Era tan bueno, mejor de lo que podía haber imaginado, mejor de lo que jamás hubiera esperado. 

No sabía cómo se suponía que iba a volver con los chicos de la escuela secundaria después de él. 

No quería volver, no después de haber experimentado lo que él tenía para ofrecer. 

Demonios, había sido tan bueno que la había puesto de mejor humor.

A Miranda ni siquiera le importaba que tuviera escuela ese día, básicamente saltó de la cama y tarareó durante todo el camino de su rutina matutina. 

Se sentía muy bien, tan bien que se tomó su tiempo para poner mucho esfuerzo en su maquillaje, cabello y atuendo.

Tan genial que incluso decidió usar botines de tacón, lo que hubiera sido extraño en cualquier otra escuela secundaria, pero no en Riverdale, donde el código de vestimenta era cuestionable, por decir lo menos.

Su mañana solo mejoró cuando sonó el timbre de la puerta. 

Afortunadamente, sus padres ya estaban en el trabajo cuando abrió la puerta porque cuando lo hizo, fue recibida por meseros que llevaban bandejas y bandejas de alimentos para el desayuno y café. 

No tenía que adivinar de quién venían, sabía que eran de él. 

Había descubierto el camino a su corazón; a través de su estómago. 

El único que parecía más feliz que ella era su golden retriever, Biscuit, que se estaba divirtiendo mucho robando comida de las encimeras.

Sin embargo, la mañana de Miranda se volvió oscura cuando llegó a la escuela. 

Estaba en su casillero recuperando su libro de texto para su primera clase cuando vio a Veronica acercándose a ella con una mirada furiosa en su rostro. 

El corazón de Miranda se desplomó al suelo y sus piernas se debilitaron por el miedo cuando Veronica se acercó a ella, prácticamente podía sentir los vapores calientes que emitía su cuerpo.

Ella supo. 

Oh jodido, santo infierno, lo sabía. 

Y ahora, la iba a matar. 

Allí mismo, en el pasillo. 

Miranda no quería morir, especialmente no en la escuela.

─Miranda─ Veronica se enfureció.

─Hola, Veronica...─ Dijo, haciendo todo lo posible por evitar que le temblara la voz.

─Estuve en la habitación de mi papá esta mañana y adivina lo que encontré─ Veronica buscó en su bolso y sacó un par de bragas ROSADAS herméticamente cerradas en una bolsa con cierre hermético. 

Bragas ROSAS de Miranda. 

Los ojos de Miranda se abrieron de miedo y miró nerviosamente a la chica enfurecida que tenía delante. 

─¿A qué hora te fuiste anoche, Miranda?─

─¿Oh, yo? Yo...─ Se rebano el cerebro en busca de una respuesta, pero no podía pensar. 

Su mente se había quedado en blanco. 

Ni siquiera podía oírse a sí misma, solo el sonido de los latidos de su corazón tamborileando en su pecho.

─No importa─ Veronica descartó y enojada empujó las bragas en su bolso ─¿Sabes qué significa esto?─

─¿Qué a alguien le falta un par de ropa
interior?─ Dijo Miranda, casi abofeteándose a sí misma por esa respuesta.

¿En serio? ¿Eso fue todo lo que se le ocurrió a su cerebro?

─Significa que mi papá se está follando con alguien y me lo está ocultando─ Dijo Veronica. 

Miranda suspiró y agradeció mentalmente a cada dios, diosa, deidad, fuerza de la naturaleza y demonio que se le ocurrió. 

Veronica no sabía que esas bragas eran suyas, al menos no todavía.

─¿Quizás era solo una escort de alto
nivel?─ Sugirió Miranda.

─¿Estás bromeando? ¡Ninguna escort de alto nivel usa ropa interior barata!─

Miranda frunció el ceño. No creía que la ropa interior de PINK fuera barata. 

¿Una prostituta entonces?─

─No, él no haría eso. Alguien definitivamente vino anoche, vi las cajas de comida para llevar en la cocina. Obviamente era una chica, tal vez en sus veinte, si todavía usa bragas rosadas─

Miranda volvió a fruncir el ceño y decidió que tendría que invertir en ropa interior más cara.

─¿Viste a alguien anoche antes de
irte?─ Veronica cuestionó.

─No─ Ella negó con la cabeza.

Veronica jadeó ─Planeó esto. ¡La invitó después de que te fuiste y se aseguró de que se fuera antes de que yo regresara a casa!─

─Tal vez solo tiene una novia de la que no quiere que sepas todavía─ Miranda se encogió de hombros.

─Papá no tiene citas. Nunca─

─Oh...─

─Como sea, voy a preguntarle qué hizo anoche, hoy más tarde. Si miente, entonces sé que algo está pasando. Si dice la verdad y admite que tuvo a alguien, voy a exigir conocer a la culpable─ Dijo Veronica.

─Suena bien─ Dijo Miranda, poniéndose nerviosa de nuevo. 

No lo diría. 

¿Lo haría él? 

No, ya dijo que no lo haría. 

Aún así, tenía sus dudas.

─Oh, por cierto, Reggie quería que te dijera que estaba muy triste porque no pudiste asistir anoche. Además, quiere que almuerces con él en el campo de fútbol─

Miranda estaba a punto de rechazar su oferta en el acto debido a Hiram, pero luego se dio cuenta de que no había nada que le impidiera aceptar. 

Aunque Hiram había dejado en claro que la quería, ya la había conseguido, ya habían hecho lo que querían hacer, así que ella no esperaba que él se preocupara más por lo que ella hacía y con quién. 

Después de todo, era solo una mierda. 

No es como si tuvieran sentimientos el uno por el otro además de la lujuria.

─Creo que iré─ Dijo Miranda.

─Genial, Archie y yo nos saltaremos al cuarto período. Ustedes dos deberían venir con nosotros─

─Ah, si tal vez─ Le dijo Miranda.

─Genial, entonces es una cita doble─

A medida que pasaban los períodos, Veronica
había difundido la noticia sobre las bragas PINK a todos en su grupo de amigos, incluida Betty. 

Todos sabían que era un hombre peligroso que hacía cosas cuestionables, algo que Miranda aún no había tenido la oportunidad de darse cuenta. 

Por lo tanto, nadie parecía tener un interés especial en lo que hacía Hiram Lodge en su tiempo libre, excepto Betty, que sabía más.

Cuando finalmente llegó el almuerzo, Miranda se dirigía al campo de fútbol cuando Betty se acercó a ella. 

─Hola, Miranda─ Dijo.

─Oh, hola Betty─ Sonrió Miranda.

─¿Escuchaste sobre las bragas rosadas que Veronica encontró? Extraño,¿verdad?─

─Sí, extraño─ Dijo ella.

─Escuché que había terminado cuando Veronica estaba en la fogata. Oye, ¿no te sentiste enferma anoche? Por eso no pudiste ir, ¿verdad?─

Miranda dejó de caminar y se volvió hacia
Betty ─¿Hay algo que intentas insinuar, Betty?─

─No─ Betty se encogió de hombros ─Creo que es extraño que esta chica misteriosa aparezca la misma noche que no pudiste ir a la fogata─

─¿Estabas en la fogata?─ Preguntó Miranda, enojándose con este lado de Betty. 

Ella estaba sobre ella, eso estaba claro. 

Aunque había prometido no contarle a Veronica sobre lo que había sucedido en el bar clandestino esa noche, se estaba volviendo cuestionable si cumpliría o no su promesa. 

Miranda tendría que pedirle a Sabrina una poción para el olvido o algo.

─No─ Dijo Betty ─No fui yo─

─No estaba diciendo que eras tú. Solo que, según tus observaciones, cualquiera que no haya estado en la fogata es un posible culpable. Entonces, supongo que eso te deja con una gran lista de personas a las que debes mirar. antes de que empieces a señalar con el dedo─ Dijo Miranda antes de caminar hacia el campo de fútbol.

HEY !

Octavo capituló finalizado!

Espero les haya gustando.

Miranda casi se nos va del puro susto.

Si ven faltas de ortografías díganme!

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Aún no he asimilado...si lo que siento es placer o morbo, o solo es amor...❦

Les quieres Dix...

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