7) . 🍡ꦿꦶ movie afternoon.
❝ ─ · · · · · ✦ •. 🍥↷━¿Qué prefieren? ¿Tener cabeza de lombriz pero encontrar el amor verdadero o ser bellísimos y que cada vez que intenten confesarse a alguien les explote la cabeza y les vuelva a crecer? ━preguntó Yuji mientras giraba en la silla del escritorio de Winter, sumamente pensativo.
━¡Puaj! Paso ━Nobara, que estaba recostada en la cama de Winter, deslizó el dedo por su celular sin levantar la mirada.
━No, no puedes. Has pasado mis otras treinta preguntas del "qué prefieres" ━Yuji detuvo su giro y la miró con insistencia.
━Ser bellísima, aunque ya lo soy. Todo menos tener cabeza de lombriz ━Nobara dijo, segura de su elección.
━¡Pero podrías encontrar el amor verdadero! ━exclamó Yuji, sorprendido por su respuesta.
━Nah, prefiero lo otro. Además, ya tengo mi amor verdadero ━Nobara se lanzó de inmediato sobre Winter, aplastándola en la cama y provocando una explosión de risas de ambas.
━Yo elegiría la lombriz ━Winter logró decir entre risas, con un toque de sinceridad.
━Claro, porque eres una romántica empedernida ━murmuró Megumi desde la otra esquina de la habitación, mientras leía un manga sentado en el puf rosado.
━¡Yo también! ━se defendió Yuji, levantando la mano como si estuviera en clase.
━Oh, bueno... en realidad, no está tan mal esa opción. ━Megumi se replanteó la idea, cambiando de la nada de opinión al escuchar al pelirrosado.
━Lamebotas ━Nobara chasqueó la lengua y cruzó los brazos, dejando finalmente de molestar a Winter, quien respiró aliviada.
De repente, el teléfono de tapa de Winter vibró con una notificación. Ella lo tomó con rapidez, su corazón dando un pequeño salto de esperanza. Pero al ver que no era de quien esperaba, lo dejó caer frustrada sobre la cama, cubriéndose la cabeza con la almohada en un intento de esconder su decepción. Sus amigos se intercambiaron miradas de preocupación.
━¿Algo que te preocupe, Hachi? ━canturreó Nobara, tratando de quitarle la almohada sin éxito.
Winter murmuró algo ininteligible bajo la almohada, lo que hizo que Nobara frunciera el ceño.
━No se te entiende nada. ━protestó, y Winter, con un suspiro, se quitó la almohada de la cabeza, lanzándola en dirección a Yuji, quien la atrapó con facilidad.
━No se enojen ━Winter advirtió antes de que pudiera lanzar otra almohada━. Es solo que Aoi no me contesta desde hace dos días.
━¿Y cuál es el problema? ━ironizó Nobara, solo para recibir un golpe directo en la cara con la almohada que Yuji acababa de lanzarle.
━Estos días estuvo enfermo ━confirmó Yuji, comenzando a correr por la habitación cuando Nobara agarró un peluche de Hello Kitty y lo persiguió para vengarse.
Winter mordió su labio, sus pensamientos sumergiéndose en la preocupación mientras sus amigos continuaban con su bulliciosa pelea. Aunque intentaba ignorar el creciente nudo en su estómago, no podía evitar sentir que algo no estaba bien.
━No dijo nada. ¿Debería ir a verlo? ¿O eso sería inapropiado? ━Winter se cuestionó, más para sí misma que para el resto, mientras Nobara continuaba persiguiendo a Yuji por la habitación, agotando la paciencia de Megumi, quien cerró el manga que estaba leyendo, su concentración rota.
━¿Ir a verlo a dónde? ━preguntó Megumi, ignorando el alboroto de los otros dos y sentándose junto a Winter en la cama.
━A su casa... si es que me contesta, claro. ¿O sería demasiado? Ah, ese es mi problema, entrar en confianza con la gente demasiado rápido. Como aquella vez que a la primera semana de ser amiga de Yuji fui a su casa.
━¡Jugamos videojuegos hasta que se hizo de noche! ━recordó Yuji con una sonrisa, deteniéndose brevemente mientras Nobara le arrojaba un peluche a la cabeza. Lo tomó en su mano con curiosidad━. ¿Este peluche es nuevo?
━Sí, me lo regaló Nakoto ━explicó Winter, sintiendo cómo sus mejillas se acaloraban, avergonzada.
Megumi la observó detenidamente, casi como si estuviera estudiando cada una de sus reacciones.
━Lo vi, me gustó y al otro día llegó con este ━se apresuró a explicar Winter, temiendo que alguno de sus amigos malinterpretara la situación. Su corazón latía fuertemente, y un malestar creciente se formaba en su estómago al no ser completamente honesta con ellos.
━Oh. Es lindo ━comentó Yuji antes de lanzarle el peluche nuevamente a la cara de Nobara, y en un instante salió corriendo de la habitación escaleras abajo, seguido de una furiosa joven.
Winter recogió el peluche del suelo, lo observó con detenimiento y lo colocó en la esquina de su cama, junto a otros peluches de felpa de todos los tamaños, en su mayoría rosados.
━¿Cuándo les dirás que rompiste la promesa y estás saliendo con él? ━Megumi la enfrentó finalmente, ahora que se habían quedado solos.
━No... no es lo que crees ━negó Winter de inmediato, sintiendo cómo su garganta se cerraba.
━No me tragaré la mentira de que es solo tu amigo. No soy ciego, Hachi ━respondió Megumi con calma, pero con una firmeza que la desarmó.
Winter lo miró con sinceridad, realmente quería decirle la verdad. Lo pensó durante largos segundos, pero las palabras se le atragantaban. No podía romper la promesa que había hecho con Nakoto de mantener su relación en secreto, ni siquiera para su círculo más cercano. Pero, ¿eso también incluía a Megumi? Para Winter, él era como un miembro de su familia, alguien demasiado cercano y querido. Sus manos comenzaron a temblar ligeramente, y sintió sus extremidades débiles, como si su cuerpo estuviera luchando contra un gran peso. Aun así, no se sentía preparada para confesarlo. Admitir que había roto su promesa significaba aceptar que había fallado, y eso la llenaba de vergüenza. Pero al no contarle, también estaba mintiendo, y más allá de ocultarle la verdad, sabía que Megumi estaba preocupado por ella. ¿Realmente quería seguir ocultándoselo?
━Somos amigos... ━Winter intentó detenerse, pero las palabras continuaron saliendo━. Prometí no estar de novia con nadie. No me pondría a salir con alguien cuando les prometí lo contrario.
Había hecho exactamente lo contrario de lo que se había prometido a sí misma y a sus amigos. Rompió la promesa que había jurado mantener, y ahora, la idea de enfrentarse a sus miradas llenas de decepción le resultaba insoportable. Tal vez mentirles era el camino más fácil, más seguro. Decirles la verdad significaría afrontar la cruda realidad de que había fallado, y la idea de ver sus ojos llenos de juicio la aterraba. Sí, mentir era lo mejor. Al menos, intentaba convencerse a sí misma de que lo era.
Pero, ¿valía la pena? ¿Realmente Nakoto valía la pena? Se repetía esa pregunta, buscando una respuesta que justificara sus decisiones. Nakoto era una buena compañía, alguien que la conocía mejor que nadie, conociendo sus errores y sus defectos más oscuros. Sabía cómo se quebraba, cómo sus emociones se derrumbaban en su presencia. Frente a él, no tenía miedo de mostrarse vulnerable. Y eso, pensaba, era algo que no podía compartir con nadie más.
Después de todo, su madre siempre le había dicho que Nakoto era el indicado para ella. Tal vez tenía razón. El rubio siempre la veía por lo que era, sin rodeos, sin máscaras, y le decía las cosas con una sinceridad que nadie más se atrevía a mostrar. Pero, por más que se esforzaba en convencerse, Winter no podía evitar sentir que algo faltaba. Desde que tenía memoria, había soñado con un amor verdadero, uno que fuera más que lo que tenía con Nakoto. Un amor que la viera tal como era, sin idealizaciones, sin expectativas irreales.
Era estúpido, lo sabía. Pero no podía evitar desearlo. En el fondo, siempre había tenido la sensación de que, cuando alguien llegaba a conocerla de verdad, se aburrían de ella. Aún no entendía cómo sus amigos seguían a su lado sin cansarse. No se consideraba excepcional en nada, no creía que destacara en nada en particular. Entonces, ¿por qué las personas parecían gravitar a su alrededor? Quizás había construido una fachada tan perfecta que atraía a los demás, pero no podía imaginar que alguien pudiera enamorarse de su verdadero yo, más allá de su apariencia. ¿Había alguien que realmente pudiera verla tal como era?
Su objetivo de encontrar un amor verdadero también le parecía sin sentido a veces. Todos a su alrededor parecían tener grandes planes, sueños que los motivaban a seguir adelante. Ella, en cambio, solo quería sentirse amada de verdad. Soñaba con una vida simple: una casa tranquila, varias mascotas, ir de compras de vez en cuando, y tal vez, si tenía suerte, caminar hacia el altar con un hermoso vestido blanco. Pero jamás se había atrevido a decirlo en voz alta, temiendo que se burlaran de ella. Y lo cierto era que ni siquiera había pensado en lo que haría para llegar a ese momento.
En su interior, muy en el fondo, no quería crecer. A menudo la llamaban "especial", pero no veía nada especial en ella. Se sentía infantil para su edad, tanto en su forma de vestir, como en sus gustos y personalidad. Y Nakoto se había dado cuenta de eso. Por eso, cuando él le dijo que era inmadura, no le dolió. Simplemente lo aceptó como una verdad más.
━A veces las personas se equivocan y rompen sus promesas ━la voz de Megumi la sacó de su trance. Había en su mirada una esperanza latente, esperando que Winter pudiera confiar en él, como siempre lo habían hecho. Sin mentiras entre ellos.
━Ya me equivoqué muchas veces. No creo que merezca otra oportunidad ━admitió Winter, sintiendo el peso de sus palabras. Megumi abrió la boca para protestar, pero antes de que pudiera decir algo, Yuji y Nobara irrumpieron en la habitación, corriendo escaleras arriba y cortando la conversación.
Yuji, con una expresión de pánico, se ocultó detrás de Megumi, que estaba sentado en la cama, utilizando al pelinegro como escudo contra la furia de Nobara. Las mejillas de Megumi se tiñeron de un leve color rojo ante la repentina cercanía.
━¡Protégenme Megumi! ━pidió sarandeándolo por los hombros.
━¡Juegas y luego no los soportas! ━replicó Nobara con un tono burlón, mientras trataba de recuperar el aliento━. ¿Y esa cara de funeral? ━agregó, notando el semblante de Winter, quien rápidamente esbozó una sonrisa.
━Solo estaba pensando en que podríamos ver una película en la sala. ¿Qué les parece?
━¡Sí! Vamos ━exclamó Yuuji, sacudiendo repetidamente a Megumi hasta que finalmente se levantó de su lugar. El pelinegro le dirigió una breve mirada a Winter, como una silenciosa advertencia, antes de dejarse arrastrar por el entusiasta pelirrosa hacia el primer piso.
━Voy a preparar chocolate caliente, y creo que el bizcochuelo ya debe estar listo ━dijo Winter, encaminándose a la cocina con una sonrisa.
━Ya me imagino el sabor, ¡me muero de hambre! ━respondió Nobara, frotándose el estómago con dramatismo.
Aquella noche de jueves terminó con una sensación de alegría para Winter. Después de que sus amigos se despidieran, habiendo disfrutado de un maratón de películas de fantasía y saboreado las delicias que Winter había preparado, cada uno se fue por su lado. Mientras cerraba la puerta detrás de ellos, Winter no pudo evitar sonreír, sintiéndose agradecida por esos pequeños momentos.
Winter seguía esperando encontrarse con Aoi en algún lugar del colegio, pero ese día tampoco tuvo suerte. No recibió ningún mensaje en su teléfono, lo que la hizo suspirar exasperada mientras descansaba la cabeza sobre su pupitre. El suspiro hizo que su flequillo se elevara brevemente antes de que, resignada, dejara el celular de lado y estirara los brazos.
━¿Le llevarás eso a Nakoto? ━le preguntó Nobara, notando un recipiente con muffins recién horneados que Winter había preparado esa misma mañana. La intención era compartirlos con sus amigos, disimulando así el hecho de que también había cocinado algunos especialmente para Nakoto.
━Sí, pero no respondió si estaba en su salón.
━¡Vamos! ━la animó Nobara, tomando el recipiente de muffins con una mano y ayudando a Winter a levantarse con la otra━. No necesitas preguntarle. Es tu amigo, después de todo. Además, me muero por ir al baño.
Con esa excusa, Nobara la arrastró por el pasillo hasta el último piso, donde se encontraba el salón de los de doceavo curso. Winter no quería pasar por allí, pues temía la decepción de no ver a Aoi, recordándole su ausencia constante. Sin embargo, Nobara insistió, empujándola suavemente hacia el interior del aula.
Winter se sintió un poco avergonzada al entrar, sosteniendo el recipiente con muffins. No conocía a muchas personas en ese curso, por lo que algunas miradas curiosas se dirigieron hacia ella. A pesar de su incomodidad, se sintió aliviada al ver al rubio sentado en su lugar habitual, con una expresión amable mientras conversaba. Su sorpresa fue mayor al notar que Mimiko estaba allí también. Nunca había visto a Mimiko hablando con alguien de doceavo curso, aunque sabía que era bastante popular entre las personas de su edad, especialmente entre los chicos, que siempre destacaban lo amable y dulce que era.
Winter, dudosa, se acercó con cautela, mientras Nobara la empujaba suavemente hacia adelante.
━Oh, hola, Winter. No sabía que también conocías a Nakoto ━comentó Mimiko con su tono suave y característico, girándose con una expresión de sorpresa inocente.
━Somos amigos. Desde antes de que se fuera del colegio ━aclaró Nakoto rápidamente, tratando de disipar cualquier malentendido━. ¿Qué haces aquí?
━Pues... te envié un mensaje ━murmuró Winter, un poco cohibida, mientras Nobara la observaba con una mirada de desconcierto al verla comportarse de esa manera.
━Increíble que Winter cocine siempre. Mira, hizo muffins y sobraron —añadió Nobara, tratando de aliviar el silencioso momento, mientras ofrecía los dulces.
━No hacía falta, Winter —agradeció Nakoto, tomándola con atención mientras cogía un muffin entre sus manos━. Toma uno tú también, Mimiko ━la invitó con una sonrisa.
━No creo... es de mala educación. Después de todo, los cocinó para ti ━respondió Mimiko con cierta timidez.
━Los hice para mis amigos en general ━explicó Winter apresuradamente, tratando de no causar ningún malentendido.
━Bueno... en realidad tampoco creo que seamos amigas. ¿Cierto? ━respondió Mimiko, su voz sonando un poco decepcionada mientras desviaba la mirada haciendo un pequeño puchero.
━¿Qué estás diciendo? ¡Winter es amiga de casi medio mundo porque nunca se calla! ━se rió Nakoto, aunque su tono tenía un matiz burlón que hizo que Nobara lo mirara con desconfianza━. Nobara, siento no haberte saludado antes. ¿Cómo van tus clases de teatro? Es genial que estés en eso ━agregó Nakoto, dirigiéndose a la castaña.
Winter le ofreció un muffin a Mimiko, quien lo aceptó con una sonrisa dulce, apretando los labios con timidez.
━Bien ━respondió Nobara de manera seca. Aunque inicialmente el rubio le había caído bien, cualquier señal de falta de respeto hacia Winter bastaba para que Nobara levantara sus defensas━. ¿Ustedes dos están saliendo o qué? Es raro verte por aquí, Mimiko ━indagó con curiosidad.
Nakoto se atragantó con el muffin tras darle un mordisco, tosiendo mientras lanzaba una mirada furtiva hacia Winter. Mimiko, visiblemente sonrojada, negó con la cabeza, sonriendo con una vergüenza.
━Claro que no. Solo somos amigos, igual que Nakoto y Winter, ¿verdad? ━Mimiko buscó la confirmación de Winter.
Winter dejó de darle palmadas en la espalda a Nakoto y asintió repetidas veces, intentando disipar cualquier malentendido.
━Además, Winter no podría tener novio ━añadió Nakoto con un tono despreocupado, lo que hizo que Mimiko reprimiera una pequeña risa.
━¿Y eso por qué? ━inquirió Nobara, su tono más brusco de lo habitual.
━En realidad, eso es lo que ella dijo. Que este año no se pondría con nadie, ¿o me equivoco? ━se explicó el rubio, mirando a la castaña.
━Sí, eso dije ━confirmó Winter, aunque un nudo incómodo empezaba a formarse en su estómago.
━Como sea. Tus muffins están excelentes, Winter. Cocina más para mí la próxima vez ━Nakoto se levantó, dándole una palmada en la cabeza a Winter y guiñándole un ojo antes de dirigirse a la salida, donde su grupo de amigos ya se estaba reuniendo.
━De verdad cocinas bien, Winter ━halagó también Mimiko, sonriéndole━. Cuando puedas, pásame la receta ━añadió, tomando suavemente las manos de Winter.
━Claro... ━respondió Winter con una sonrisa un tanto forzada.
De camino al baño, acompañando a Nobara, Winter se mantuvo en silencio, su mente perdida en pensamientos contradictorios.
━No me agrada mucho tu amigo, ¿sabes? ━soltó Nobara con sinceridad━. La primera vez que lo presentaste, no parecía ser tan idiota.
━¡Nobara! ━la regañó Winter, sorprendida por el comentario.
━Que se cocine sus propias cosas la próxima vez ━replicó Nobara con determinación, sin arrepentirse de sus palabras.
Al llegar el final del día, Winter se despidió de sus amigos y se dirigió al último piso, al aula de Nakoto, para esperarlo cuando saliera. Habían acordado salir un rato antes de su clase de ballet, ya que el rubio no podía el fin de semana.
Esperó cerca de quince minutos, observando cómo los demás compañeros de Nakoto salían apresurados, deseando llegar a sus casas para un merecido descanso al final de la semana. Recibió algunas miradas extrañadas de los alumnos de último año, ya que Winter no solía subir con frecuencia a ese piso, pero a pesar de ello, se quedó esperando pacientemente.
Finalmente, su teléfono vibró y al revisarlo, vio un mensaje de Nakoto, quien le informaba que había salido temprano para practicar con su club de baloncesto, por lo que ya no necesitaba esperarlo. Winter suspiró decepcionada y guardó su celular, disponiéndose a regresar por donde había venido, cuando una voz la llamó desde el pasillo.
━¡Uf! Al fin te alcanzo.
━¿Estás bien? ━preguntó Winter, preocupada, al ver a una joven de último año apoyada en la pared, recuperando el aliento.
━¿Eres Winter? ━preguntó la chica después de tomar una gran bocanada de aire.
━Sí, soy yo. ¿Sucede algo? Si necesitas agua, aquí tienes ━dijo Winter, ofreciéndole su botella rosada, pero la otra joven negó con la cabeza mientras se incorporaba.
━No, gracias. Necesitaba pedirte un favor enorme. Sé que no me conoces, pero verás... Todo, mi compañero de clase, ha estado faltando estos últimos días porque estaba enfermo. El profesor me pidió que le entregara las tareas de la semana, pero... ━la joven parecía incómoda━. Me dijeron que ustedes dos son amigos, y yo realmente... bueno, no me llevo muy bien con él. Así que... ━titubeó un momento antes de soltar las palabras apresuradamente━. ¿Podrías dejarle las tareas en su casa por mí? Sería un favor gigante ━le ofreció un manojo de hojas, que Winter miró con dudas.
━Yo... no lo sé ━respondió Winter, con dificultad para negarse━. Ni siquiera sé dónde vive.
━¡Eso no es problema! ¿No son amigos? No creo que le moleste pasarte su dirección.
━Bueno... está bien. Si tú no puedes hacerlo, creo que yo... ━aceptó finalmente, aunque aún con dudas.
━¿En serio? ¡Me salvaste! ━la chica rápidamente le entregó las hojas, y Winter las guardó en su bolso.
Mientras caminaban hacia la salida, la mayor le dio el número de Aoi, que Winter ya tenía, y la dirección, asegurándole que ella misma, como delegada, se encargaría de avisarle al chico que Winter le llevaría las tareas.
━En realidad, no me cae tan mal tu amigo ━se arrepintió la mayor mientras caminaban━. Es solo que a veces es muy... intenso. Y tampoco hablo mucho con él. Además, tengo práctica con el equipo de voleibol.
━Ah, ¿conoces a Maki?
━¡Claro! Es increíble ━suspiró la chica━. Entonces, gracias por esto. No dudes en pedirme lo que necesites en cualquier momento. ¡Nos vemos! ━se despidió al salir.
━Oh, no... ━se arrepintió de inmediato Winter, murmurando con desesperación━. ¿Qué hice? Aoi me odiará. Ni siquiera respondió mis mensajes; será una ofensa ir a verlo. Posiblemente me cierre la puerta en la cara...
Todavía tenía algo de tiempo, así que, intentando calmarse, miró la dirección una vez más. Decidió regresar a su casa, relajarse un rato con un baño y organizar los apuntes, que estaban desordenados. Mientras esperaba a que la comida se calentara, decidió pasar las notas en limpio, escribiéndolas con su propia letra. Aprovechó ese momento para enviarle otro mensaje a Aoi, explicándole la situación y disculpándose por las molestias. No quería dejarlo sin los apuntes de las clases a las que había faltado, pero también se sentía mal por no haberle avisado con antelación que iría a su casa.
Cuando llegó la hora, Winter se vistió, aunque sus manos aún temblaban de nervios al pensar en volver a ver a Aoi. No sería un gran problema si hubieran estado hablando últimamente, después de todo, no era tan diferente de visitar a un amigo. Sin embargo, estas circunstancias eran distintas, ya que hacía mucho que no lo veía, y él tampoco había respondido a sus mensajes.
Se preguntó si Aoi estaba molesto con ella por algo que había hecho, e intentó pensar en varias razones posibles que explicaran su distanciamiento, pero ninguna parecía encajar con la situación. Aun así, decidió no darle demasiadas vueltas y continuó con su plan.
Antes de salir de casa, guardó cuidadosamente los resúmenes en su morral rosado, más pequeño que el que llevaba al colegio, pero igualmente lleno de llaveros y pines de colores que combinaban a la perfección. Tomó el tren mientras revisaba continuamente el horario en su celular, preocupada por si llegaría a tiempo a su práctica de ballet. Esperaba lograrlo, ya que, de lo contrario, Akiho la haría trabajar el doble en la próxima clase, como solía hacer con los que llegaban tarde o directamente faltaban.
Según la dirección, el departamento de Aoi estaba en un complejo de edificios, y siguiendo la indicación que la delegada le había dado, logró llegar justo a tiempo, tal como había planeado.
Antes de tocar la puerta, sacó un pequeño espejo de mano para verificar el estado de su cabello. Acomodó su flequillo de costado, alisó su falda plisada, y, después de un largo suspiro, finalmente tocó la puerta que llevaba el número 850, con detalles en dorado ligeramente desgastados. Aunque no era un edificio lujoso, parecía haber sido construido hace unos pocos años y se mantenía en buen estado. La alfombra roja del pasillo, aunque algo desgastada, seguía siendo mullida, lo que indicaba que no había pasado tanto tiempo desde su instalación.
━Disculpe las molestias... venía a ver a Todo para entregarle los... ━comenzó a explicar la joven cuando la puerta se abrió, y dejó de mirar la alfombra para encontrarse con quien estaba del otro lado.
Winter quedó pasmada al ver a la mujer que le había abierto la puerta, quien la recibió con una sonrisa encantadora y una postura confiada. Su largo cabello rubio y liso caía hasta su cintura, y su figura era casi perfecta. La joven se sonrojó al instante, sorprendida por la presencia de aquella mujer, que no se parecía en nada al mayor. Inmediatamente, revisó la dirección y el número de departamento en su celular, buscando asegurarse de no haberse equivocado. Se tranquilizó un poco cuando vio a Aoi aparecer, prácticamente empujando a la rubia lejos de Winter, mientras la mujer se reía de la reacción de su sobrino.
━¡Vamos, tu novia viene a verte y ni siquiera me dejas saludarla!
El comentario hizo que las mejillas de Winter se tiñeran de un rojo intenso.
━¡Déjalo! Eres molesta.
━Está bien, está bien, lo siento... Veo que has cambiado de estilo de chica ━murmuró la mujer, guiñándole un ojo de manera nada discreta━. Los dejaré solos entonces. Saldré, pero vuelvo en la noche ━añadió, desapareciendo por una de las habitaciones mientras Aoi hacía una seña a Winter para que entrara.
━Con permiso ━dijo Winter, haciendo una pequeña reverencia antes de quitarse sus zapatillas de charol rosadas y calzarse las pantuflas que estaban allí.
Se sentía terriblemente tímida. Después de no ver al joven por tanto tiempo, no sabía muy bien cómo comportarse. Intentó distraerse observando su entorno, pero acabó parada en medio de la sala como un poste. Se preguntó si la delegada del curso de Aoi le habría avisado que ella vendría. Al notar que el chico no parecía sorprendido de verla, supuso que sí lo había hecho.
El departamento se veía espacioso y pulcro. Al entrar, apenas dabas unos pasos y te encontrabas con la división de una barra que conducía a la cocina con un pequeño comedor. En la pared oeste había un sofá frente a una baja mesa redonda de madera, que a su vez miraba hacia una televisión bastante grande que captó de inmediato la atención de Winter. Al final de todo, un gran ventanal daba al balcón, inundando la sala de luz natural. Al este, un largo pasillo sugería que allí se encontraban el resto de las habitaciones.
━¿A qué vienes? ━preguntó Aoi, intentando que su tono no sonara agresivo, aunque aún así lo hizo de manera algo brusca━. Siento la presencia de mi tía. Se quedará unos días conmigo, y ya es lo más molesto que tuve que soportar hasta ahora.
━Ah... ━Winter asintió ante lo último, recordando de repente el motivo de su visita━. Yo... ¡Solo vine a entregarte esto! ━le extendió un block de hojas de color crema, perfectamente ordenadas en un folio, con una caligrafía sumamente prolija y delicada━. Te mandé algunos mensajes... no respondiste ninguno y me preocupé... y luego... ehm. Tu delegada dijo que, como te conocía, podía entregar las tareas atrasadas en vez de ella ━Winter fue murmurando cada vez más bajo, tratando de no sonar demasiado intensa.
Cuando Aoi tomó los resúmenes de las manos de Winter, sus dedos se rozaron, y ella retiró las manos rápidamente, agarrando el borde de su falda con nerviosismo.
━Siento interrumpir en tu casa... Posiblemente no quieras verme. Pero descuida, ya me iré ━empezó a decir Winter, intentando explicar su presencia.
Antes de que pudiera girarse hacia la puerta, la rubia salió de la habitación con un elegante conjunto negro, una cartera y un manojo de llaves en la mano izquierda.
━Adiós... Mira, Winter, este es mi número. Si Aoi no deja de ser molesto, no dudes en llamarme ━le dijo la rubia, guiñándole un ojo. Winter sintió cómo sus mejillas volvían a arder.
Sintió que podría morir allí mismo de la vergüenza cuando la mayor se le acercó, tomando sus manos y dejándole un papel con su número. Debajo del número, estaba escrito su nombre: Yuki Tsukumo. Antes de salir, añadió con una sonrisa traviesa:
━No hagan nada indebido.
La mayor se despidió con un gesto de la mano, cerrando la puerta con llave.
━¿Jugamos Mario Kart? ━ofreció Aoi ante el silencio que se había instalado entre ellos.
Winter lo siguió hasta el sofá, y ambos se sentaron sin decir palabra, comenzando a jugar. Después de dos horas, Winter aceptó que no llegaría a su clase de ballet, por lo que envió un mensaje a sus compañeras avisando que no se presentaría.
━¡Toma eso! ¡En tu cara! ━exclamó Winter, levantando las manos en el aire con el control de la PlayStation en una de ellas, mientras daba pequeños saltos sobre el sillón, llena de energía.
━Lo admito... Me aplastaste ━respondió Aoi, dejando escapar una sonrisa resignada y tirándose hacia atrás en el sofá.
━He pasado horas jugando este juego con Yuji un día ━explicó la castaña, todavía sonriendo victoriosa━. Finalmente, después de horas, logré ganarle. Él pasa mucho tiempo con los videojuegos.
Aoi se rascó la nuca, ligeramente nervioso. Hasta ese momento, no había realmente procesado el hecho de que tenía a la mismísima Winter en su casa, sentada a su lado y derrotándolo en Mario Kart.
━Lo siento por no haberte respondido estos últimos días ━dijo Aoi después de un rato, rompiendo el silencio que se había formado.
━Está bien, sé que estuviste enfermo, eso me contaron ━respondió Winter, con una voz suave.
━¿Preguntaste por mí? ━Aoi la miró con sorpresa, sus ojos llenos de una inesperada esperanza.
━¡Claro! Me preocupé. También extrañé las fotos de Pulguita ━dijo Winter con una sonrisa tímida.
━Siento haberte preocupado ━se disculpó Aoi, sintiéndose un poco apenado.
━No, está bien. En serio. Solo... siento si fui un poco intensa o si hice algo que te molestara.
━¡No! ━Aoi se apresuró a aclarar, levantando la vista para encontrarse con sus ojos━. Jamás podrías molestarme... ni a mí, ni a nadie ━luego, bajó la mirada hacia su control, sintiéndose avergonzado por sus propias palabras━. Fue una tontería de mi parte. No fue nada que tú hicieras, lo juro.
Winter soltó un suspiro de alivio, acomodándose mejor en el sillón.
━Me alegra escuchar eso. Y me alegra ver que ahora estás mejor.
━Sí, solo fue un resfriado. Nada de qué preocuparse ━respondió Aoi con una sonrisa, sintiéndose más aliviado también.
Winter asintió, sintiéndose mucho más tranquila ahora que las cosas parecían volver a la normalidad entre ellos. Esa reconfortante sensación la hacía sonreír.
Aoi le sugirió cambiar de videojuego o tal vez ver una película, así que ambos se acomodaron para ver una saga de estrenos. Aoi, sin embargo, apenas prestaba atención a la trama; en su lugar, sus ojos se desviaban constantemente hacia el perfil de Winter, distraído por su belleza cada vez que intentaba concentrarse.
De vez en cuando, los nervios lo hacían lanzar algún comentario, lo que a Winter parecía divertirle mucho. La joven no tenía problema en ver una película con alguien que hiciera comentarios ocasionales, siempre y cuando ese alguien fuera Aoi, cuyo sentido del humor lograba arrancarle carcajadas genuinas.
Las horas pasaron en un ambiente agradable, hasta que una llamada inesperada rompió la tranquilidad entre ellos.
━Sólo vine a entregarte la tarea, Nakoto ━dijo Winter al teléfono, su tono de voz serio mientras hablaba con el rubio.
━¡Sé cómo te comportas con otros chicos! ¿Crees que no me doy cuenta de cómo eres arrastrada con todo el mundo? Incluso te insinúas al profesor titular. Das asco, Ōsaki.
Winter sintió sus manos temblar, apretando el celular con fuerza mientras mordía nerviosamente una uña, aguantando la respiración desde la cocina. Aoi, en un gesto respetuoso, había decidido darle su espacio y pretendía no escuchar la conversación.
━Hablaremos cuando estés más calmado. Ahora sinceramente no quiero escucharte más ━replicó Winter, interrumpiendo al joven y cortando la llamada abruptamente, tratando de ocultar el temblor en su voz.
Aoi se quedó en silencio. No podía opinar demasiado sin entrometerse, y tampoco sabía con exactitud qué le había dicho Nakoto a Winter, pero tenía claro que él era una basura y no merecía ni un cuarto de la dulzura que ella le entregaba. Aoi aún desconocía si ambos estaban saliendo o si eran solo amigos con algo más, pero eso no importaba; el hecho de que Nakoto la tratara mal era suficiente para que Aoi supiera qué clase de persona era.
La rabia crecía en su interior. Se molestaba con Nakoto por tener a alguien como Winter y no saber apreciarla. Se impacientaba con Winter, incapaz de entender cómo podía seguir al lado de alguien que la trataba tan mal. Y, por último, se enojaba consigo mismo, porque ver sufrir a la castaña, siempre tan dulce, le provocaba un dolor intenso en el pecho.
¿Qué estaba haciendo ella con él? ¿Cómo podía soportar algo así?
━Él no debería tratarte así ━observó Aoi, rompiendo el silencio mientras notaba el semblante decaído de Winter.
━Está bien, es decir... sé que no quiso decirlo. Nakoto me quiere... somos amigos ━la palabra "amigos" salió extraña de sus labios━. Seguramente tuvo un mal día.
Winter intentó justificarlo mientras guardaba el celular en su morral, como si esconder el objeto pudiera también enterrar sus sentimientos.
━Si de verdad te quisiera, jamás te trataría así, Winter ━replicó Aoi con firmeza, sin poder contener más su preocupación.
a ver cuando despierta
winter y se da cuenta
el amor que es aoi 😭
by Tori 💓.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top