𝖈𝖆𝖓𝖉𝖞
Finalmente abre sus ojos para retar a su menor con la mirada, sabiendo que ha ganado la pequeña conversación.
La pelinegra se levanta dejando la puerta abierta detrás de ella, Seulgi a duras penas puede hacer lo mismo y entra a la casa. Su cuerpo todavía responde al alcohol en su sistema pero su mente parece haber caído sobria de un momento a otro.
ㅡSiéntate ahí, iré por algunas cosas para tu cara. ㅡJoohyun apunta al sofá y desaparece en el oscuro pasillo.
Había olvidado por completo que su mejilla estaba hinchada y lo más seguro es que estuviera amoratada también. Un poco de enojo la invade al recordar lo que ocurrió, pero ese olor a fresas que Joohyun dejó a su paso logra alejarla de esos horrendos pensamientos.
La dueña de tan exquisito aroma no se ausenta por mucho, regresa rápido cargando una pequeña cajita con ella. Saca de ella algodones, cremas y demás para hacer finalmente un bien por el rostro de su mayor.
Con sumo cuidado se encarga de aplicar algo que Seulgi no reconoce en su mejilla, pero se siente bien, aunque probablemente sea por el hecho de que Joohyun es la que lo hace. Tan perfecta aún sin una gota de maquillaje, es una diosa entre tantos mortales y quién diría que una de ellos le sería causa de tanto dolor.
ㅡNo sabes lo mucho que odio verte cada día al lado de Byul y ver lo mucho que has cambiado en menos de un mes, ㅡSeulgi deja salir las palabras de su boca sin control alguno, mirando con detenimiento cada detalle de Joohyun que su campo de visión le permite. ㅡNo debiste haber cambiado por esa idiota.
ㅡNo lo he hecho por ella, ㅡpuede que estén rompiendo los hilos de su cordura por dentro, pero la pelinegra mantiene su carácter. ㅡlo hice por mi, porque necesitaba algo distinto y que no me recordara a ti. Por eso dejé de usar faldas porque las usaba solo para ti, deje de fingir inocencia porque eso era algo que solo funcionaba contigo.
Y allí va otra sonrisa de Seulgi que solo la confunde, sin embargo, esta es un poco distinta. En realidad, la castaña intenta no romperse un poco más por lo que escucha.
Se suponía que sería ella quien hablara, pero es más fácil escuchar a Joohyun que decir lo que se esconde en su interior.
ㅡNo sabes lo difícil que ha sido para mí evitarte o hacer que no existes, porque es imposible si todo tiene tu nombre grabado. ㅡJoohyun se concentra de más en ese punto específico de la mejilla de Seulgi donde el moretón inicia su esparcimiento de colores sobre la piel, si desvía su mirada a alguna otra parte de la mayor estará arruinada. ㅡMi ropa todavía huele a cigarro aunque he intentado de miles de formas quitarle el olor, pero hay veces en que agradezco que no se vaya porque es lo más cercano a ti que tengo.
La pelinegra sonríe un poco al decir eso, y es cierto. Todavía duerme con el suéter que le prestó una vez a Seulgi y nunca pudo arrancarle el olor a cigarro porque se siente como ella.
ㅡ¿Entonces esta es la verdadera Bae Joohyun?
ㅡNo, ¿Pero qué sentido tiene seguir siendo alguien por alguien que la rompió? ㅡla pelinegra termina lo que sea que estuviera haciendo para acunar la mejilla de Seulgi.
ㅡLo siento...
La rota voz de Seulgi hace que una lágrima corra por su perlada piel, la cual seca rápidamente antes de levantarse y sentarse en el mueble al frente de su mayor.
ㅡPero no viniste a decir eso, ¿Ya puedes explicarme eso por lo cual estabas tan impaciente?
Seulgi ahora sonríe sinceramente, otra vez sus ojitos se hacen semicirculares líneas aunque un lado de su rostro esté completamente hinchado.
ㅡ¿No te preguntas cómo demonios termine así?
ㅡNo debo preocuparme por ello...
ㅡFue mi padre. ㅡla castaña corta el habla a su menor. ㅡMi padre me hizo esto y me hizo lo mismo el día en que te empuje y lo ha estado haciendo desde entonces.
La mayor maniobra para levantarse sin mucho problema y caminar hasta quedar de frente a Joohyun. Mira cómo su pequeña amante busca palabras que decir al abrir la boca y que no saliera nada de esta. Y la abraza.
Se lanza otra vez contra la chica escondiendo su rostro en su cuello, llorando todo eso que no se había permitido por orgullo. Sus paredes estaban cayendo sobre las manos de Joohyun quien dudo por un segundo pero se dejó tomar a Seulgi con fuerza.
ㅡAlguien nos vió esa noche en la cancha y le dijo todo, ㅡlos sollozos de Seulgi interrumpen cada palabra. ㅡy me aseguro que si lograba saber con quién andaba yo no sería la única golpeada...
ㅡPor eso me alejaste de esa forma de ti. ㅡJoohyun abraza aún más fuerte a Seulgi. Fue una estúpida al no dejarla hablar aquella vez. ㅡY-yo no...
ㅡEstá bien, es mi culpa. ㅡla castaña saca su rostro del cuello de la menor y une sus frentes. ㅡTuve que haberte dicho en vez de haber hecho eso.
Joohyun intenta disculparse pero solo alcanza a besar esos labios rotos que ha extrañado todo este tiempo.
La fuerza de su agarre hace que la mayor caiga sobre ella, dejándose arropar por el cuerpo de Seulgi.
Este beso no es como el primero de la noche, ni siquiera algo parecido. El sabor de las lágrimas y el lejano rastro de la sangre de Seulgi junto a todo lo que Joohyun quiere decir forman un sabor distinto, nuevo. Ya no tienen parsimonia ni tranquilidad alguna, quieren retomar los sentimientos que habían dejado en esa cancha, que el intermedio entre esa noche y esta nunca existió.
Hay una infinidad de cosas que deben hablar, pero este beso es más importante que eso.
Joohyun vuelve a arrepentirse, pero esta vez es por no escuchar, el hecho de que Seulgi la lastimó nunca cambiará, pero debió al menos dejarla hablar aquella tarde.
Seulgi no puede estar más feliz, sabe que todavía le queda un camino para reparar ese daño que causó pero no le molesta si Joohyun estará al final de este.
ㅡ¿Me dejaras explicarte el resto? ㅡla voz ronca de la mayor cala hasta lo más profundo de Joohyun.
Por supuesto que la dejara explicarle todo, eso y algo más.
ㅡMi habitación es la última del pasillo.
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